N/A: Esta historia es YAOI o sea ChicoxChico, si no te gusta este tipo de género, abstente de comentar cualquier estupidez. Si te encanta el Yaoi bienvenida/o para recibir un adorable derrame nasal.
Fandom: Bleach
Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen, pertenecen al gran Tite Kubo, si Bleach me hubiera pertenecido ahora mismo estos dos serían pareja.
Advertencias: Alto contenido de violencia, palabras mal sonantes, contenido gore(muertes, sangre, etc.), erotismo, escenas sexuales, abuso físico y mental. Romance entre personas del mismo género. No recomendable para personas homofóbicas.
El bullicio de la oficina era muy notable, todos los agentes se encontraban recorriendo el lugar de aquí para allá. Claro, todos, menos dos hombres que, como ya era costumbre desde que el de cabello naranja había llegado, estos se peleaban por cualquier minucia.
– ¡Si le hubieras leído sus derechos ahora habría un criminal menos por la calle! – gritó fúrico el de cabellos naranjas quien ya estaba harto de su compañero, el cual le asignaron nada más llegar.
– ¡Cierra la boca Kurosaki! Además, ¡si no hubieses sido un debilucho, cobarde y lo hubieses detenido tú, nada de esto habría pasado! – gruñó el más alto acercándose amenazadoramente al joven de veintitrés años.
– ¡Tenía el puto cañón de la pistola entre ceja y ceja! ¿¡Cómo coño querías que le detuviese gilipollas?! – todos ya se encontraban rodeándolos al mismo tiempo que apostaban para ver quién sería el primero en golpear, las apuestas iban «15-10» ganando por goleada el de pelo azul.
Después de varios minutos en los que los insultos pasaban de una persona a otra, el más alto explotó. Alzó su puño en la dirección del chico frente a él y pronto, el sonido de un duro golpe invadió toda la oficina. El de pelo azul comenzó a gritar de dolor mientras movía de forma errática su mano. Alguien había puesto entre ambos hombres una placa de metal para que se detuvieran, y ahora el hombre que asestó el golpe, se encontraba gritando mil y una groserías para la chica que le había impedido golpear al de pelo naranja.
– ¡Nell! ¡Maldita zorra! ¿¡De dónde has sacado la jodida placa?! – gruñó la pantera viendo como en sus nudillos se habían creado varias heridas por la acción que instantes antes había hecho.
– Eso no importa ahora Grimmjow, ¡deja en paz a Itsygo y cumple con tu trabajo! – dijo la de cabello verde aqua, quien se cruzó de brazos por el comportamiento del agente.
– Ichigo... Nell, es ¡I-chi-go! – suspiró el exasperado hombre tomando el puente de su nariz – Llevo aquí más de tres semanas... ¡y todavía no te lo has aprendido! – la chica se disculpó rascándose una de sus mejillas y él, una vez más, simplemente suspiró negando con la cabeza, para entonces mirar al que se había hecho la herida en sus nudillos – Ahora tú – dijo señalando al de ojos azules – Vamos a curarte esa mano – le hizo una seña con su dedo para que le siguiera y este, bajo varias quejas y de nuevo una pequeña pelea, le siguió, dejando así a la oficina con un ambiente medianamente tranquilo otra vez.
Así era la vida de Ichigo Kurosaki desde que empezó a trabajar en las oficinas de Las Noches, jamás imaginó que su vida daría un giro de trescientos sesenta grados nada más comenzar allí. Mucho menos que lo iban a emparejar con semejante idiota como lo era Grimmjow Jeagerjaquez, y menos aún que ese mismo iba a cambiar su vida para siempre, aunque, quizás... no en un buen sentido.
– Eres un idiota Kurosaki – dijo mientras el susodicho le curaba la herida.
– Y tú un imbécil Grimmjow – sentenció él con una expresión seria.
