Este capitulo va dedicado en especial a mi pequeña gran amiga que está de cumpleaños. Omedeto gozaimasu, Ne-chan! Banzai!
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Hiroshi es un niño que se ve atrapado en una vida vacía, donde parece no importarle ni a propio padre. Vive confundido y poco a poco formando el carácter frío y ácido que caracteriza a su progenitor.
Sesshoumaru, sumido en el mundo de los negocios, prácticamente olvida que poco a poco está perdiendo aquello por lo que una vez, fue capaz de sacrificar todo, su hijo.
Capítulo 1
El Precio a Pagar
Un chico de unos 11 años es golpeado en el baño de varones hasta que los demás se cansaron.
-O mañana traes mi dinero, o no la cuentas.
Lo patea en el estómago antes de salir y dejarlo casi inconsciente en el piso. Minutos después se escucha el timbre de la salida y todos los estudiantes se marchan. Cuando el silencio reina en los amplios pasillos, el muchacho sale casi a rastras. A medio camino, lo detiene una profesora.
-Hiroshi?
-Estoy bien.
-Cómo vas a estar bien? Mírate… Ven, te llevaré a la enfermería.
-No! Estoy bien!
-Eres hijo de Sesshoumaru Youkai, verdad?
-Sí, y?
-Eres idéntico a tu padre, no estás bien, ven conmigo.
Rin lo llevó a la enfermería. Le limpió la herida de la frente y le puso varias venditas.
-Conoces a mi papá?
Rin sonrió.
-Sí, conocí a tu papá… Y a tu mamá…
-Esa mujer no es mi madre…
-Lo siento…
-Sabía que ella nos abandonó?
-No… la conozco porque fuimos compañeras en el colegio… hacen muchos años que no la veo…
-Somos dos…
Rin lo examinó y notó que su semblante no cambió en lo absoluto.
-Hay muchos que quisieran ser el hijo de mi padre… y pocos que saben que les regalo ese lugar…
-Estoy segura de que tu padre está orgulloso de ti.
-Sí? Pues no lo muestra muy a menudo. La última vez fue… Oh, sí! Nunca.
-No seas tan duro con él…
-No sé qué tan bien lo conozca, pero soy mucho más amable que él.
Rin rió.
-Te sorprendería lo tanto que te pareces a él. Se parecen físicamente, el mismo temperamento… eres un excelente estudiante…
-Sólo para no parecerme a él…
-Te equivocas, Sesshoumaru era estudiante de puras ases.
Rin le estaba limpiando una cortada y le dolió.
-Ouch!
-Perdón… ya casi termino…
Hiroshi dejó que limpiara todas sus heridas, sus manos suaves y cálidas acariciaban su rostro y se preguntó si así sería la caricia de una madre.
-Profesora… Usted abandonaría a un hijo suyo?
-Hiroshi…
-S-sólo dígame… aunque no tenga un centavo para alimentarlo…
-No. No tendría el corazón para abandonar a mi hijo… pero…
-Soy anormal? Tengo algo malo?
-Hiroshi, eres un niño perfecto, inteligente…
-Ella tiene otros hijos… y los quiere… y vive con ellos… Y a mí me abandonó a los dos meses…
Rin comprendió que Hiroshi no sabía lo que era el amor de una madre.
-No sé que decirte acerca de eso…
-Yo sí sé la verdad… esa mujer nunca me quiso…
-Pero a cambio, tu papá te ama el doble. Quizás no lo demuestre, pero conozco a Sesshoumaru lo suficiente como para saber que no muestra sus sentimientos, ninguno que no sea ira…
-Genial! Mi profesora conoce a mi padre mejor que yo!
Rin rió.
-Sé que no es motivo de risa, pero…
-Es la verdad…
-Qué haces por las tardes, Hiroshi?
-Estudiar…
-Quieres trabajar?
-Ah?
-Pues busco un asistente. Sabes que soy la encargada del pabellón. No?
-No, no lo sabía…
-Bueno, te interesa?
-Sí. Qué tengo que hacer?
-En las tardes, me encargo de la guardería, necesito ayuda allí.
-Suena a trabajo de chicas…
-Hm! Quizás sí… está bien, le preguntaré a una chica.
Rin tiró el algodón que tenía en la mano a la basura.
-Te vienen a buscar?
-E-ese trabajo… me tendría que quedar todos los días?
-Hasta las 4 de la tarde.
-Y en el receso?
-No… puedes tomar tu receso…
-Quiero hacerlo en el receso…
-Pues sí, puedes acompañarme en el receso…
-Entonces sí, lo haré.
-Bien, puedes comenzar mañana.
-H-hoy no?
-No necesitas el permiso de tu papá?
-No se dará cuenta si no llego hoy.
Rin cerró los ojos y suspiró.
-Supongo que es cierto…
-Qué cosa?
-De tal palo, tal astilla. Aunque digas que no, eres la copia al carbón de tu padre.
Al salir, Rin le ofreció a Hiroshi llevarlo a su casa.
-Recuérdale a tu padre que mañana a las 6 de la tarde hay reunión de padres.
-Ya sabe que no irá. Pero igual se lo diré, si lo veo hoy.
Rin llegó a su casa, reconoció sus zapatos tirados en la sala.
-Kagome!
-Estoy en el estudio!
Entró en el estudio, había una montaña de papeles y tras ellos, una cabellera negra.
-Hola, cómo te fue hoy?
-Bien, no te imaginas lo que descubrí hoy.
-Qué cosa?
-El hijo de Sesshoumaru es mi alumno. Ya me salía parecido el apellido y todo…
-Sí?
-Sí. Oye, si usas mis zapatos, ponlos en su lugar otra vez.
-Ah! Gomen, es que llegué y me puse a hacer esto…
-Hm! Nunca aprenderás…
-Mamá llamó, vendrán a visitarnos la próxima semana.
-Qué! Te… Argh! Por qué siempre haces esto?
-Quéeee!
-Cenaré fuera.
Rin salió del estudio.
-Eh? Aah! Rin, no!
Kagome entró corriendo a la habitación de Rin.
-Por favor, manita, no me hagas esto… por fis… me vas a dejar pasando hambre?
-Tú sabes cocinar y ya que me esclavizaste por toda la semana próxima, no voy a cocinar esta.
-Sí, te crees que es muy fácil comer escuchando a mamá: "Ay! Rin, esto está delicioso. Kagome, porqué no cocinas como tu hermana? Deberías…"
Kagome hablaba haciendo muecas, imitando a su madre. Rin la veía de reojo y rió.
-Esta vez le diré: "Bueno mamá, la que trabajó en un restaurante y cambió de carrera 7 veces fue Rin, así que no puedes esperar que sepa tanto como ella".
-Oye! No te la cargues conmigo! Y qué si no soy amante de los números y no sabía qué me gustaba? Eso le pasó por no dejarme tomar las vacaciones de invierno. Hm! Tendré que calarme a mamá y papá por una semana. Es que no saben hacer visitas de un día?
-No seas tan despegada.
-Bah! Sabes que vienen a criticar.
Ambas rieron. Kagome se tiró en la cama de Rin.
-Oye, Rin, esta cama…
-Ni se te ocurra, fuera de aquí. Me voy a bañar.
-Y si te llama…
Justo en ese momento sonó el teléfono.
-Apuesto a que es él!
-No!
Hicieron una carrera hasta el teléfono. Kagome le ganó.
-Hola?
-Er-Rin?
-Hola, Shippo!
Kagome le sacó la lengua a Rin.
-Es Kagome, la gemela perdidamente enamorada de ti. No sé que le ves a ella.
-E-ehehe…
Se escuchó un fuerte golpe.
-Shippo? Es Rin…
-Hola, me preguntaba si podrías acompañarme esta noche a una cena… no es una cita…
-Lo siento, me hubieras avisado antes, pero ya hice planes.
-Bueno, para otra ocasión será…
-Sí, lo siento…
Rin cerró la llamada y Kagome le tiró una almohada.
-Cómo se te ocurre decirle que no a ese bombón?
-Quee? No me gusta, es un crimen?
-Sí tú no! No te gusta un hombre alto, con un cuerpazo…
-No, no me gusta.
-Desde que volviste, no eres la misma.
-Qué noticia!
-Lo siento, Rin. Olvida que hablé.
-Sí… y que sea la última vez que vea ese anillo, de acuerdo?
-No seas tonta, en vez de botarlo, véndelo, usa ese dinero para ti. Te lo mereces…
-No! No me vuelvas a tocar ese tema, ni a sacar ese anillo de la basura.
Rin lo buscó y lo tiró al zafacón de la cocina.
-No quiero nada que ver con ese anillo, ni con el valor que representa. Por primera vez en tu vida, respeta ésta decisión.
Kagome la abrazó.
-Lo siento, no volverá a pasar, te lo prometo. Me perdonas?
-Sólo si haces la cena.
-Aprovechada. No te saldrá nada más que macarrones con queso.
-No esperaba nada más.
Rieron. Al día siguiente, los muchachos fueron tras Hiroshi y justo en ese momento Rin lo alcanzó.
-Hiroshi, necesito que vengas conmigo, por favor.
-Te salvaste… por ahora…
Entraron al salón de clases.
-Por qué te golpean?
-Por ser hijo del Gran Sesshoumaru Youkai.
-Yo no puedo hacer nada al menos que quieras hablar… en realidad nunca los he visto golpearte y eso me quita poder para actuar…
-No comprende, verdad? Es el precio a pagar por ser su hijo…
-Pero…
-No importa… al parecer yo no debía nacer…
-Hiroshi!
-Pues todo el mundo está en mi contra! No encajo aquí, ni en mi casa! Es como si no debiera estar en el mundo… se supone que todo tiene su lugar… pero cuál es el mío?
-Tienes un lugar… aquí…
Rin señaló su propio pecho mientras acariciaba su mejilla. Hiroshi trató de sonreír.
-Tu padre vendrá a la reunión?
-Se lo dije dos veces, pero no creo.
-Veremos.
Rin lo convenció de esperar a su padre, pero no llegó. Eran las 8 de la noche y todos los padres se habían ido.
-Se lo dije… mejor me voy…
-Te llevaré.
-Gracias…
-Es más, te invito a cenar. Sí?
-Está bien.
Fueron a un restaurante de comida rápida y luego Rin lo llevó a su casa.
-Sensee…
-Fuera de la clase, puedes decirme Rin.
-Porqué hace esto? Por qué es tan amable conmigo?
-Porque me gusta pasar tiempo contigo.
-Lo siento…
-Porqué? Por preguntar?
-Olvídelo. Gracias, me divertí mucho.
-Dile a tu padre que vaya mañana.
-Sí…
Pasaron varias semanas y Sesshoumaru nunca fue a la reunión pautada.
Kagome estaba en su oficina y terminaba de preparar un informe, Sango entró en la oficina.
-No te imaginas quienes vienen a la reunión.
-Los ejecutivos?
-Duh! Aparte de ellos! Inuyasha Youkai y Miroku Houshi!
-Ellos? Y porqué?
-Se rumora que los Youkai quieren comprar esta empresa.
-Si vienen no es rumor, es realidad.
-Se enteraron que trabajas aquí y quieren que estés presente en la junta.
-Kami! No!
-La junta es mañana a las 10.
-Eso lo sé. Pero sabes lo que le dije a Inuyasha la última vez que lo vi?
-No!
-Le dije que era un estúpido, un insensible, un mujeriego, que no pensaba en otra cosa que no involucrara una cama o un auto ultimo modelo. Que si por mí era podía arder en el infiero…
-O sea, que a fin de cuentas, literalmente, lo mandaste al infierno…
-Si fuese sólo eso… Hacen como 8 años…
-Quizás no lo recuerde…
-Eso espero…
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