Natsu-sama
En el reino de Fiore existe una pequeña ciudad llamada Magnolia, en Magnolia reside el poderoso gremio de magos Fairy Tail, pero bueno, eso ya todos lo saben, de eso trata el anime carajo.
Rara vez los magos se comportaban de manera un tanto extraña, es decir, no había peleas, era un día ciertamente aburrido, hasta que Mirajane posó su mirada sobre un par de magos de agua y hielo.
Gray se encontraba platicando con Natsu acerca de estupideces en las que competían mientras que Juvia estaba pegada como lapa al brazo de Gray que la ignoraba, a Mirajane le molesto esto, bueno, a todos en realidad, hasta Natsu sabía que Gray era un pendejo y se lo recordaba indirectamente cada 5 minutos mientras observaba con pena a la maga de agua.
Entonces algo hizo click en la cabeza de Mira, rebuscó entre las pócimas que guardaban en la parte de debajo de la barra.
¡Bingo! Una poción morada que había comprado la misma Juvia hacía meses atrás con la etiqueta de "PELIGRO", la palabra que describe a una Mirajane sonriente.
Vertió la pócima sobre un vaso con jugo de uva, ni se notaba.
Bien, ya tenía el arma y el asesino, faltaba la víctima, rebuscó con la mirada a la persona perfecta para el plan, lo encontró. Gajeel.
Pero había un problema, Levy. Buscó a Lucy y la llamó, le cuchicheó algunas cosas y Lucy sonrojada asintió y llamó a Levy cuchicheándole las mismas cosas, Levy pensativa dudó pero al final cedió.
Llamaron a Gajeel el cual indeciso se acercó a la barra y le susurraron unas cosas las tres al oído, volteó a ver a Levy buscando algún tipo de permiso, quien asintió cediendo.
— ¡Juvia!, ven aquí un momento por favor — llamó Mira
Juvia volteó a la barra con desconfianza al ver allí a su rival de amor, sin embargo se tuvo que ir de la mesa donde estaba con su Gray-sama ya que amos idiotas iniciaron una pelea sin sentido.
— ¿Qué sucede Mira-san? — preguntó amablemente mientras se sentaba a un lado de Gajeel.
Perfecto.
Mira se aseguró de que no hubiera nadie más cerca y con una seña de mano hizo que Lucy y Levy se retiraran de la barra.
— Oh, no es nada importante, es solo que quiero que pruebes este nuevo jugo — dijo al tiempo que le estiraba el vaso
— ¿Y por qué solo yo? — cuestionó Juvia
— No eres solo tú, Gajeel, Levy y Lucy ya lo han probado, pero hay diferentes puntos de vista, Levy dice que sabe muy dulce y Lucy dice que sabe algo amargo, y a Gajeel simplemente no le importa — le dijo con cara cachorrito Mira.
— Bueno, la respuesta es fácil, llévale la contraria a mi rival de amor y ya — afirmó relajada
— Oh vamos Juvia, por favor. ¿Sí? Solo un poco — rogó la albina.
Juvia observó con desconfianza el vaso, pero luego lo tomó con decisión al mismo tiempo que lo bebía de golpe, Mira chilló de emoción y le golpeó ligeramente el brazo a Gajeel, éste a regañadientes volteó la cara hacia Juvia pero al momento que iba a hablarle fue lanzado de lejos de su asiento porque alguien lo había golpeado. Oh no.
De los escombros salió un furioso Natsu quien le gritó un par de groserías a Gray antes de voltear a ver a Juvia para verificar que no la lastimó.
Juvia giró su rostro a la izquierda donde se suponía que estaría Gajeel y se topó con la mirada de Natsu, ambos se quedaron en silencio un par de segundos y el gremio entero se calló, como si esperaran algo.
— N-natsu… -sama — susurró la mujer de agua con un ligero sonrojo en sus mejillas.
— ¿Qué? — preguntó inseguro Natsu, si bien su audición era más que perfecta esperaba haber oído mal.
— Natsu-sama — esta vez no fue un susurro, sino más bien una afirmación fuerte y clara.
— O-oye, ¿Por qué ese título tan de repente? — cuestionó Salamander mientras se ponía nervioso.
Juvia se fue sonrojando poco a poco y cambiando su expresión de sorpresa a felicidad y de felicidad a una euforia completa.
— ¡Natsu-sama! — gritó a los cuatro vientos Juvia al tiempo que se abrazaba de un Natsu sorprendido y sonrojado.
— Juvia ama a Natsu-sama, Juvia no dejará a Natsu-sama por nada del mundo, pero ahora Juvia tiene más rivales de amor, Lucy, Erza, Lissana y hasta Wendy, son mis enemigas declaradas — vociferó Juvia al tiempo que se abrazaba de Natsu y rosaba sus mejillas con las del mago de fuego.
— ¡¿QUÉ?! — fue el grito del gremio entero con diferentes expresiones, en su mayoría de confusión y sorpresa, pero había unas que resaltaban más.
Lucy estaba con el ceño gravemente fruncido y un poco sonrojada.
Lissana con una sorpresa enorme y la boca abierta.
Erza sonrojada y espantada.
Y Wendy que estaba igual que Lissana.
Nadie dijo nada en los siguientes 30 segundos hasta que la puerta del gremio rechinó y todos dirigieron sus miradas a esa misma, de donde salía un Gray con expresión seria y como si nada le importara.
— Báh, que escandalosos son — bufó molesto al tiempo que salía.
— ¡Safo, fue culpa de Lucy y Levy! — gritaba Mirajane al tiempo que salía hacia el almacén como alma que lleva al diablo, deslindándose de la responsabilidad de sus actos.
Inclusive Gajeel había desistido a dar pelea a Salamander por el golpe recibido ya que estaba sorprendido, jamás pensó que esa pócima fuera tan poderosa, y salió disparado a lo que vendría.
Natsu aún no procesaba bien esto, ahora Juvia estaba enamorada de él y no de Gray, bueno, sería divertido molestar a Gray con Juvia, sin contar de que podría conocer un poco mejor a la dura mujer de agua, sin duda no dejaría pasar esta oportunidad.
