CAPITULO UNO

Eran las tres de la mañana cuando Naya salía de su departamento, aun con su pijama puesto, la llamada de su amiga, la angustia que escucho en su voz y la necesidad que tenia de que fuera por ella no le dio tiempo para cambiarse, solo pudo agarrar su suéter.

Subió a su auto y marco el número de Heather porque, aunque quería pensar que hoy iba a ser diferente, sabía muy bien como terminaban este tipo de situaciones y esta vez no saldría del departamento de Dianna sin ella y estaba segura que iba a necesitar de la bailarina

H.- Heyy¡ Holaaaaa

N.- Hey Hemo lamento despertarte

H.- mmmmmm Que paso – pregunto sabiendo que para que Naya le llame a esa hora algo malo había pasado

N.- Di

H.- que paso ? - Volvió a preguntar

N.- Di y el estúpido pelearon

H.- Mierda – exclamo- Di está bien?

N.- Asustada, como siempre, me llamo llorando para que la vaya a recoger, se encerró en el baño y no quiere salir - explico

H.- Debemos ir por ella - dijo – Recógeme ok

N.- De hecho estoy llegando a tu departamento

H.- Bien, bajo enseguida

Llegaron al departamento de Dianna y golpearon la puerta, a pesar de que Naya tenía la copia no quería usarla a no ser necesario, no hubo respuesta así que tuvo que golpear más fuerte hasta que la puerta se abrió lentamente y apareció Alex con su cara seria, en cuanto las vio sonrió irónicamente

A.- Pero mira quien esta acá, la morena loca y la rubia tonta – dijo

N.- Muévete estúpido, no vine a escuchar tus estupideces ni a ver tu cara de niño tonto

A.- A no? Y entonces a q viniste idiota

N.- Diiiiiii, grito la morena, entrando en el departamento

A.- Que haces idiota? – Dijo algo molesto

Naya volvió a hablar ignorando al rubio dirigiéndose al baño

N.- Di, estoy acá, vámonos. – grito Naya

Dianna apareció saliendo del baño, con una bolsa pequeña, caminando rápidamente hacia donde se encontraba su amiga, con la mirada en el piso, aunque sabía que tarde o temprano tendría q mirar a su amiga aun no quería que vea su cara para no ocasionar más problemas

D.- Vámonos – dijo

A.- A dónde vas amor?

D.- Nunca más vuelvas a llamarme amor, esto se terminó , TE QUIERO FUERA PARA MAÑANA OISTE – le grito

A- Jajajajajajaja Tu de aquí no te vas – dijo sujetándole fuertemente del brazo

D.- Aaauuuuhhhhhhhhh – grito Dianna

En ese momento Naya vio la cara de su amiga y se quedó paralizada, no fue consciente del grito de su amiga hasta que vio como Hemo ingresaba furiosa reaccionando también a lo que veía y empujo fuertemente a Alex, quien por la sorpresa del golpe cayó al suelo

H.- Nunca más vuelvas a tocarla idiota – dijo llena de rabia

A.- O qué? Me vas a dar una lección? Tú? Jajajajajajajaja, no me hagas reír

D.- Heather basta – exclamo Dianna – VAMONOS POR FAVOR – dijo con lágrimas en los ojos – POR FAVOR – suplico

(Heather solo sintió como Naya la tomaba del brazo y la arrastraba hacia la puerta por donde las tres salían dejando a Alex con una sonrisa en la boca cuando sintió el portazo)

EN EL AUTO

Las tres se encontraban en completo silencio, Naya tenía la vista fija en el camino, Dianna estaba con la vista perdida en la ventana, todavía lloraba en silencio y Heather las miraba a ambas intercaladamente.

Cuando Dianna noto que el auto no se dirigía a casa de la Latina miro a sus amigas que se encontraban sentadas adelante, esperando que Naya la mirara pero solo consiguió que la rubia le devuelva la mirada

D.- A dónde vamos? – pregunto inquieta, pensando que tal vez a la morena se le estaba cruzando en la cabeza llevarla a presentar una demanda, algo que no pensaba hacer por nada del mundo, aunque sabía que Alex se lo merecía, su estatus de actriz la ataba de manos – Nay a dónde vamos? – dijo suavemente, pero no obtuvo ninguna respuesta así que opto por mirar hacia su otra amiga, quien tenía la mirada triste al ver el mutismo de la latina, ella también se encontraba metida en sus pensamientos pero no podía ni quería ignorar a su amiga así que contesto ella la pregunta

H.- A mi casa Di – dijo con todo el cariño que pudo – no te preocupes

La rubia asintió y mirando nuevamente a su amiga morena volvió a hablar

D.- Llévame a un hotel por favor

H.- Queeeee¡ Porque?

D.- Necesito estar sola, pensar en que es lo que voy a hacer y.. – trataba de explicar pero de repente el auto se detuvo.

Naya comenzó a golpear el volante gritando, Dianna y Heather no sabían que hacer Naya siguió así un momento hasta que se calmó un poco y giro para encontrarse con la mirada de Dianna

N.- Perdón – le dijo a la rubia y salió del auto comenzando a caminar alejándose del auto.

Dianna y Heather se miraron sin saber que decir o hacer durante unos minutos hasta que al final Di reacciono bajándose ella también del auto comenzando una carrera para poder alcanzar a su amiga que ya se encontraba un poco lejos.

Sin saber cómo pudo hacerlo pero finalmente la alcanzo y le pidió que se detenga, pedido que la latina ignoro y siguió caminando, pero Dianna la abrazo fuertemente por la espalda:

D.- Perdón, perdón, perdón lo siento tanto

N.- Tú no tienes que pedir perdón por nada

D.- Si, si tengo. Perdón por no haberte escuchado cuando me dijiste que Alex no te gustaba nada porque se notaba que era una mala persona, perdón por esperar a que esto llegara a este punto para darme cuenta que no puedo seguir así, perdón por meterte en mis problemas, cuando tu …..– decía, pero la latina la corto

N.- No, por eso nunca me pidas perdón, yo siempre voy a estar para ti lo entiendes, nunca dudes de eso por favor – dijo la latina, Dianna solo la abrazo fuertemente

Después de un momento en el que ninguna se atrevía a hablar, en el que las dos se demostraban todo lo que se querían con un simple abrazo la rubia hablo

D.- Gracias, Te quiero un montón, no sé qué haría sin ti –dijo con un intento de sonrisa en el rostro

N.- Probablemente serias solo una rubia tonta, imitación de Barbie -dijo devolviéndole la sonrisa

D.- Venga, vámonos a casa – dijo – Bueno a casa de Hemo – termino la frase y al mismo tiempo se puso a buscar el coche- y Hemo? – pregunto – Y el auto?, ambas comenzaron a recorrer la calle buscando señales de la bailarina, solo necesitaron de un par de segundos para encontrarla, unos metros más atras discutiendo con dos policías, se miraron sorprendidas y corrieron a rescatar a la rubia.

EN CASA DE HEATHER

-No puedo creer que me hayan puesto una multa por estacionarme sobre la acera- decía Hemo entrando a su casa seguida de Naya y Dianna quien no sabía cuánto más iba a poder aguantarse la risa

- Heather legalmente no puedes estacionar ahí – le dijo la latina- tenían todo el derecho de ponerte la multa – dijo ya algo cansada, pues venían todo el camino discutiendo por eso

- Tu no me digas nada TU tienes la culpa – respondía – Porque te bajaste así del auto? Si no lo hubieses hecho yo no tendría que haberlo estacionado así o preferías que me fuera y las dejara ahí?

- Podrías haber dado vueltas la manzana hasta que te busquemos o ir a un lugar donde si era permitido estacionar – dijo, ahora sí, enojada Naya

- Pues tú podrías a ver empezado con no bajarte y…. – comenzó la rubia, pero antes de que pudiera continuar se escuchó la voz de la otra rubia

D.- Gracias – dijo suavemente – no sé qué hubiese hecho sin ustedes, no te preocupes H yo pago la multa ok – dijo – Nay deberías de ir a casa y descansar, de hecho creo que las tres deberíamos descansar si?

N.- No voy nada, yo me quedo acá ok. – dijo muy segura – Dormiré en el sofá o no sé, pero no me voy ok, y no insistas

H.- No tienes por qué dormir en el sofá – dijo un poco avergonzada por cómo había a tratado a la morena hace un momento – Di puede dormir en mi cuarto y tú y yo en el cuarto de visitas que tiene la cama doble, les parece?

- Si, seguro – dijeron las dos al mismo tiempo.

Las tres se dirigieron hacia el pasillo donde se encontraban los cuartos deseándose las buenas noches antes de desaparecer por las puertas de los cuartos donde iban a dormir.

40 minutos después, la puerta del cuarto de invitados se abrió dejando entrar a la rubia quien cerró la puerta muy despacio y dirigió la vista a la cama donde se encontraban sus dos amigas, durmiendo cada una a un lado de la cama, sonrió y se metió al medio, como lo hace una niña cuando tiene miedo y busca el resguardo durmiendo entre sus padres, así lo hizo la rubia buscando resguardo entre sus dos hermanas, y solo así pudo dormir tranquila.