Hola a tods. Bienvenidos a una nueva aventura entre nuestra pareja preferida de SB. Surgió de una semana sin internet, una promesa a Sakuraliz y un poco de imaginción XD. Espero les guste aunque sea un poquito, sino pues todos sus comentarios, sugerencias, criticas, insultos, tomatazos y cualquier cosa que se les ocurra no duden en decírmelo a través de un review. Dicho esto de antemano les agradezco por hacer "clic" y tomarse el tiempo de leer mi fic. Arigatou XD!

Recuerden que ninguno de los personajes de SB me pertenece. Encontraran los diálogos entre guiones (-), los pensamientos de los personajes en cursiva (k), comentarios o aclaratorias de autor entre paréntesis () y sonidos entre asteriscos (*). Si se me olvida algo ya lo irán descubriendo por su cuenta XP.

ATRACCION PROHIBIDA

DETERMINIOS DEL PASADO

Era un domingo por la mañana. La familia Heel compuesta por 4 integrantes residía desde hacía 14 años en la misma casa de 3 cuartos, 2 baños, sala de estar, comedor y cocina. Se podría decir que vivían cómodamente. El carácter de cada persona en la familia era muy particular. La Sra. Heel por ejemplo parecía ser amable, atenta, le gustaba el orden y siempre solía estar de buen humor, aunque en realidad todo eso era una fachada que cubría su verdadero carácter amargo y despreciativo. Se aprovechaba de que era una mujer japonesa muy hermosa, de cabellos lacios oscuros, piel nívea, labios color cerezo, facciones perfectas y un cuerpo envidiable para conseguir lo que quería. Solo desde que se había casado con el Sr Heel había cambiado un poco y despertado sus instintos maternales tan solo al ver a Cain y a la pequeña Setsuka, quienes ya para entonces tenían 15 y 12 años (más cerca de 13) respectivamente. Cain era, alto, de cabello oscuro como el de su madre, ojos verdes como los de su padre, delgado y de rasgos más occidentales que japoneses; en cuanto a su carácter, pues, bastante reservado, serio y rodeado de un aura asesina que alejaba a cualquiera que intentara acercarse, excepto por una persona; su pequeña hermana Setsuka, quien desde pequeña había demostrado ser malcriada, caprichosa, manipuladora y profundamente apegada a su hermano mayor, al que siempre lograba sacarle una gesto especial cuando le dedicaba una mirada con sus grandes ojos ambarinos (como los de su madre) y una gran sonrisa. Ella se parecía bastante a la Sra Heel, excepto porque sus facciones lucían más occidentales gracias a las raíces de su padre.

Por otra parte, el Sr Heel era delgado, con músculos definidos, ojos verdes, cabello castaño oscuro, nariz perfilada, labios finos, y en general muy atractivo a pesar de sus 45 años de edad. Siempre había sido muy atento con su familia y lo eran todo para él, aun a pesar de su carácter serio y exigente, en realidad se preocupaba mucho por los demás y era una de esas personas en las que puedes confiar para cualquier cosa; pero el Sr Heel ya no era el mismo desde hace algunos meses cuando lo habían ascendido, cosa que para muchos sería un motivo de alegría, pero para el solo significaba más trabajo, más responsabilidades y una gran cantidad de estrés. Estaba tan cansado cuando salía de su oficina que se detenía siempre en un bar cercano para relajarse, solo que para cuando llegaba a su casa su estado ya no era relajado, sino borracho. Por fortuna, de alguna manera seguía haciendo bien su trabajo a pesar de su mala bebida, pero terminaba discutiendo con su esposa por cualquier cosa...

- Ia te dije ue voy a genunciar y no me imporgta lo que tu.. lo que tu... tu tgengas ge decir al resgpecto- le decía el Sr Heel a su esposa en un deplorable estado de embriaguez

- ¡Y como se supone que vamos a hacer luego? Tenemos dos hijos que mantener ¿no has pensado en eso?- Gritaba la mujer exasperada

- Egso se puede agreglar. Iggual ga única ge imporgta es Setgsu- Contestaba el Sr Heel con un leve tono de desprecio en su voz.

- ¡¿Cómo te atreves a decir eso? ¡Ambos tienen el mismo derecho! ¡¿O es que piensas negar a Cain y deshacerte de él ahora?- Replicaba ella con un timbre cada vez más agudo.

- Mujer insolente. –Farfulló el hombre (sigue hablando borracho, solo imagínenlo) - ¿Acaso crees que vamos a poder seguir manteniéndolo y viviendo así más tiempo? Ja. Que ilusa. Ya va siendo hora de que...

- ¿Qué pasa?- interrumpió un joven pelinegro de unos 15 años de edad, que acababa de llegar a la puerta de la cocina.

- Nada que te interese.- Contestó el hombre apestoso a alcohol dirigiéndole una mirada fría- O quizás sí. Ya me estoy cansando de tener que vivir con tantos inútiles aquí. No eres más que un estorbo. Ya estas mayorcito. Deberías irte de aquí. Ni siquiera llevas la...

- ¡¿Que dices? No te permitiré que le hables así.- Intervino la mujer claramente tratando de evitar que su esposo terminara esa frase y colocándose frente a su hijo como si quisiera protegerlo.

- Claro. Ahora si lo defiendes.- Cuando tú misma has empezado a decir que crees que ya va siendo hora que consiga un trabajo y aporte algo de dinero. *Hip*-Replicaba el hombre borrando hipando

- ¿Es eso cierto?- Preguntó Cain a su madre con un tono serio y la mirada tan fría como la de un asesino que se dispone a matar sin piedad.

- Bueno, - Empezó a decir su madre en un tono apenas audible y mirando a su hijo temerosamente- yo creo que quizás podrías ayudarnos un poco.- Ahora dirigiendo su vista al piso.

- Ja. Ahí está.- Agregó el Sr Heel con una pequeña sonrisa burlona.

- Bien, ya no seré más una molestia en esta casa.- Agregó el joven ceñudo. Y al decir esto el quinceañero salió de la cocina.

Después de la pequeña discusión con sus padres, Cain va a su habitación, mete algunas cosas en su bolso de colegio (de los que se llevan en la espalda) y se encamina hacia la puerta de salida. En el pasillo se encuentra con su hermana que apenas se está desperezando.

- Niii-san? – llama la "pequeña" de 12 años a su hermano.

Cain la mira sin decirle una palabra y sigue caminando hacia la puerta. No tiene ni idea de a dónde irá, *plam*. Cierra la puerta tras él. Pero está seguro de no volver a poner un pie en la casa de la que acaba de salir.

Cain deambula algunas horas por ahí, pensando que puede hacer y la dirección que va a tomar, cuando ve que unos tipos están acosando a una mujer tratando de robarla. Si bien, en realidad no le importa la mujer. Tiene ganas de descargar su ira con algo. Pelear ahora le parece una excelente idea, y pensó que podría quitarle a los tipos el dinero que llevaran encima, por lo que va y se mete para ayudar a la desconocida. Participaba en el club de artes marciales de la escuela y siempre fue mejor que el promedio. Vencer al par de ladrones fue bastante fácil, y una vez que estaban inconscientes en el suelo procedió a revisarlos para quitarles el dinero que cargaban encima. La mujer mientras tanto yacía arrodillada en el suelo esperando a que su salvador volteara a mirarla, además de ayudarla a levantarse. Era menuda, de grandes pechos, cabello largo castaño y ondulado, grandes ojos marrones y labios provocativos.

Una vez que Cain les saco a los tipos todo lo de valor que pudo encontrar. Se volteo, vio a la mujer, le dirigió una mirada de asco combinado con desprecio y le dijo:

- Ya levántate y vete a tu casa- Su tono de voz era grave y sonaba como una orden.

La mujer un poco ofendida, obedeció en levantarse pero se acerco a decirle al joven muchacho de pésimos modales pero bastante atractivo:

- Puedo invitarte a almorzar conmigo- Lo miraba con ojos seductores y pasaba un dedo por el pecho del joven- Digo, como pago porque me ayudaras, no creo que tengas mucho que hacer de todos modos- Se volteó, empezó a caminar hacia otro lado, se detuvo un momento, giró su cabeza para mirar a su salvador y le preguntó- ¿vienes?

Cain no contestó, pero siguió a la extraña mujer hasta que llegaron a una pequeña habitación cercana a la estación de trenes. Almuerzan juntos y ella le pregunta:

- Entonces, ¿te escapaste de tu casa?- al tiempo que lo mira fijamente.

A lo que Cain solo le contesta con una mirada asesina que dice no es tu problema.

- Está bien- dice la mujer con una sonrisa mientras continua mirando al interesante muchacho frente a sus ojos.- Ya que no tienes un lugar al cual regresar, podrías trabajar para mí como mi guardaespaldas. Claro, si no te importa dejar la ciudad y venirte conmigo. Puedes quedarte acompañándome y cuidar mis – haciendo un movimiento sutil que resaltaba aun más sus pechos, termino la frase diciendo...- intereses.

Cain más interesado en lo que había en su plato de comida que en la mujer que tenía al frente, le respondió con un movimiento afirmativo de la cabeza y una expresión seria.

Al final le vino bien salvar a la fulana después de todo. Pero no se quedaría mucho con ella, sino lo necesario hasta que se pudiese independizar. Durante su estancia en la habitación con Yashiko, la mujer le hablaba de un montón de cosas y el no mostraba el más mínimo interés. Ella era muy buena en lo que se refería a computadoras, resulto ser una nerd aun a pesar de la pinta de chica fácil que llevaba puesta. A esto Cain si le prestó un poco mas de interés y observo con detenimiento todo lo que ella hacía en la PC. En cuanto ella termino con eso, el se dispuso a darse una ducha e irse a la cama. Ya mañana se iría a Tokio para no regresar nunca más.

Después de que Setsu vio como su hermano se marchaba sin decirle una palabra, fue a ver qué pasaba en la cocina. Su padre ahora estaba tirado sobre la mesa con una botella, y su madre lucia muy molesta dando vueltas de un lado a otro haciendo una y otra cosa para el desayuno.

- Maldito bastardo. En mala hora me vine a casar contigo- murmuraba la señora.

- ¿Oka san? ¿Qué sucede? - Pregunto Setsuka desconcertada. Como su cuarto estaba bastante lejos de la cocina, no escucho nada de lo que había pasado allí hasta apenas hace unos minutos.

- Nada de lo que tengas que preocuparte, querida. – Le contestó su madre con una sonrisa.

Setsu que siempre había sido descortés, y malcriada con sus padres, contesto con un simple – Bien - y se fue a su cuarto, se cambio y se dispuso a tomar el desayuno.

Lo único que no entendía la joven chica, era para donde se había ido Cain si no era día de escuela y sabía que él tampoco tenía amigos. ¿Acaso se conseguiría una novia de la que ella no sabía nada? O peor aún, ¿se marcho por culpa de lo que ella trato de hacerle la noche anterior? Sus ojos se abrieron en una expresión de terror. No podía ser posible. Quizás en cualquier momento regresaría y todo estaría bien de nuevo. Solo tenía que esperar un poco. Pero el día termino y Cain nunca regreso. Tampoco al día siguiente, ni la semana después, ni al mes. ¿A dónde demonios se fue sin mi? ¿Por qué se fue sin decirme nada?, Definitivamente debe haber sido por eso que intente hacer una noche antes de que se fuera. No debí haberlo hecho. Y mientras pensaba esto unas lagrimas atentaban salir de sus ojos, pero se contuvo y después de unos días más se resigno a que Cain no volvería, decidió cambiar el color de su cabello, empezó a abrirse piercings, a vestir un poco más atrevida y se dispuso a mejorar sus dotes culinarias. Terminaría la escuela y saldría en busca de su ni-san, después de todo ella iba a ser su futura esposa y tenía que tratarlo bien. Se aprovecho de la buena voluntad de su madre y se dedico a aprender con ella todo lo que pudiera acerca de preparar una buena comida. Su padre siempre le había parecido molesto. Todo el tiempo olía a alcohol y no hacía más que pelear y dormir cuando estaba en la casa. Lo detestaba. Aunque no perdía la oportunidad para acercársele a pedirle dinero, y el siempre le daba algo. Su madre en cambio, se podría decir que la "quería" un poco más, pero también era una molestia cuando se ponía a intentar hablar con ella o algo así. Solo fue un poco amable mientras le enseñaba a cocinar, una vez que ya sentía que aprendió todo lo que podía de ella, la trataba con frialdad y sinceramente no le importaba mucho si algún día sus padres se morían. Más bien sentía que eso sería un alivio.

Como Cain ya no estaba, los muchachos en la escuela siempre intentaban ligar con ella. Ella solo los miraba con desprecio y la mayoría se alejaban, pero alguno que otro lo tomaba como un reto y eran una verdadera molestia, hasta que se dio cuenta que podía utilizarlos para que le compraran cosas o hicieran sus deberes por ella. Se sentía poderosa. Una vez que los muchachos ya querían besarla, ella siempre se hacia la victima de que esa era la única razón por la que querían estar con ella y entonces los dejaba. Sin embargo siempre regresaban a buscarla pidiéndole disculpas y que no lo intentarían otra vez y todo eso, ella los perdonaba y al poco tiempo los desechaba antes de que pudieran exigirle que ya era hora de que los dejaran llegar más lejos (besarla)... En una ocasión uno de ellos logro robarle un beso. Se molesto tanto que le rompió la cara de un golpe (tenía un anillo de metal puesto). ¿Como ese insolente se atrevió a besarme? ¿Quien se cree? El único que podría tener ese privilegio era su ni-san y nadie más. Había estado reservando sus labios para él.

Por su parte cuando Cain ya llevaba un año viviendo con la mujer que había rescatado en Kioto, había aprendido todo lo que ella sabía de computadoras e incluso más y se disponía a tratar de hacer algo para sacarle provecho.

Un día después de que llegaron a Tokio, la mujer empezó a coquetear con Cain. Y aunque él no le hacía caso alguno, ella se pasaba todos los días tratando de hacer que él fuera por ella. El chico era todo un adonis. Desde que lo vio salir del baño en toalla había decidido que estaría con él. Que sería su nuevo juguete sexual. Pero el maldito nunca iba por ella por más que se le ofrecía. Incluso una vez lo llamo gritando para que entrara en su baño porque ella había visto algo y solo era una trampa para que la viera desnuda y fuera por ella. El reviso el baño, y al no ver nada salió de nuevo sin importarle que ella estaba completamente mojada (por el agua mal pensads) y desnuda frente a él.

Después de todos los intentos de Yashiko por hacer que el viniera, se canso de esperarlo y una noche mientras comían la cena empezó a tocarle la entrepierna con sus pies. Cain apenas y se movió. Su cara se mantenía con la misma expresión seria de siempre, pero su miembro empezaba a reaccionar. Yashiko se dio cuenta, dejó de tocarlo con el pie, se levantó y se quedo parada al lado de él mirándolo un momento, como esperando que el volteara a verla para suplicarle que continuara. El seguía comiendo tranquilamente, como si nada, aun a pesar que su miembro estaba más despierto que nunca.

Yashiko se agacho a su lado y empezó a tocarlo de nuevo, esta vez con sus manos, al principio sobre el pantalón (llevaba solo un mono de dormir y una camiseta, no tenia interiores) y después metió su mano por dentro para seguir acariciándolo. Ella lo miraba a la cara esperando alguna reacción, el solo se limpio la boca y paro de comer. Ella se detuvo un instante para ver que haría él. Se sorprendió cuando Cain le dio vuelta a la silla y se sentó frente a ella con las piernas abiertas, dejándola en medio, con su cara frente al gran bulto debajo de su mono. El la miro con su expresión seria, pero que dejaba ver las palabras, continua, o de lo contrario ya no tendrás otra oportunidad...

Ella no quería estar en esa posición, no quería ser la que lo complaciera sino la complacida. Lo miro por un momento a la cara y luego prosiguió con el jugueteo de antes. Por encima del pantalón, tomaba su miembro erecto y rodeándolo con toda su mano lo masajeaba de arriba abajo lentamente y pasando sus dedos con movimientos circulares por la punta de cuando en cuando. Después de unos 5 minutos de estar haciendo eso, Cain se levanto, se quito el mono y volvió a sentarse. Dejando ahora toda su masculinidad al aire libre. Yashiko lo tomo de nuevo y ahora lo metió en su boca, chupándolo suave y lentamente. A lo que escucho un –uhmmm- proveniente del muchacho. Empezó a jugar con sus testículos con una mano mientras que la otra la colocaba en la parte de debajo de su miembro como si fuese la continuación de su boca. Lo chupaba cada vez más rápido y sabia que dentro de poco el derramaría su esencia dentro de su boca. No estaba segura si esta era la primera vez de él o no, pero tampoco le importaba demasiado. Ella por su parte ya estaba súper húmeda y lo quería dentro de ella, pero antes quería hacer que el acabara en su boca. Después de unos segundos de fricción constante, Cain dejo salir su esperma y exhalo un suave -aaahhh.- A lo que ella procedió a sacarse el miembro de la boca aun acariciando sus testículos y lamerle la punta solamente para mantener la erección.

Lo dejo por un momento, se levantó, se quito la camisa, sostén y pantaletas que llevaba debajo de la minifalda, busco un condón en su cartera y se lo entrego a él.

– ¿Sabes cómo se pone?- le pregunto.

El asintió y procedió a colocárselo. Ya había estado una vez en una clase de orientación sexual en su escuela y explicaron de manera grafica el uso del condón (hicieron la demostración de cómo se coloca con un pene de goma). Quedo perfectamente bien puesto. Una vez que el termino de colocárselo, que por cierto lo hizo con mucha pericia, ella se sentó sobre él, dejando que se introdujera su pene en ella poco a poco.

Cuando ya estuvo dentro por completo, hizo que el colocara sus manos en la cintura de ella y empezó a moverse de arriba hacia abajo, al principio lentamente, pero poco a poco iba aumentado la velocidad, lo que hacía que sus senos golpearan la cara de Cain de cuando en cuando con cada movimiento que hacía. Básicamente el estaba dejando que ella hiciera todo el trabajo, apenas y se había movido, y aunque no podía negar que la sensación era placentera, no le parecía la gran cosa de todos modos.

Ella tenía las manos sobre las de él y tomo una de ellas para colocarla en sus senos. A lo que él solo hizo un par de apretones fuertes (pero no demasiado) y ella gimió. Siguió apretándolos un poco más, ahora con sus dos manos, y al cabo de unos segundos ella acabo...

El en cambio, no se había venido esta vez. Ella dejo caer todo su peso sobre él, aun con su pene dentro de ella, recostó la cabeza en su hombro y le dijo al oído;

- Aun no hemos terminado.-

Empezó a moverse ahora como si estuviera bailando, haciendo movimientos circulares, recostándole su pecho lo mas que podía y luego nuevamente de arriba abajo, intercambiando los movimientos circulares tambié pasaron más de 5 minutos cuando ambos se vinieron nuevamente y ella se levanto, busco una caja de cigarrillos, saco y encendió uno con un yesquero que estaba dentro de la caja y empezó a fumárselo, acercándose a Cain para ofrecerle uno también, el tomo uno, lo encendió con el de ella y se lo fumó.

Desde que había dejado de ir al colegio, ya no había vuelto a fumar por no querer gastarse el dinero en eso, pero ya le estaba haciendo falta la nicotina y si era gratis, ¿por qué no?

Una vez que Yashiko termino de fumar se levanto para darse una ducha. El se quedo un momento sentado allí quitándose el condón del ahora flácido miembro, para botarlo a la basura, y en cuanto se dio la vuelta ella lo agarraba por un brazo arrastrándolo a la tina. Ambos se metieron colocándose uno frente al otro. El con su misma expresión seria de siempre, y ella sonreída con sus ojos cerrados y la cabeza recostada en el borde.

Terminaron el baño sin decirse una palabra y se fueron a la cama cada uno por su lado. Después de dicho encuentro, cada tanto lo repetían. Siempre ella hacia todo el trabajo. Excepto por una vez en la que ella estaba inclinada sobre la mesa tan solo llevando un delantal como vestimenta y Cain que venía fumándose un cigarrillo, al verla se acerco, se abrió el cierre del pantalón, se coloco un condón que llevaba en un bolsillo y la poseyó analmente, dejando caer el cigarro sobre la espalda de ella propiciándole una pequeña quemada.

Después de eso Yashiko pensó que el seria más atrevido y que a partir de ahora el seria quien diera el primer paso, pero no. Incluso cuando trato de repetir la escena para provocarlo una vez más, el simplemente la miro y se marcho sin decirle una palabra. Ella pensaba que era porque se habían acabado los condones e iba por más, pero después de ese día ya no supo más de él.

*Piiiiii* *crash*

Continura...

Notas de Autor: Bien, por ahora esto es todo. Ya incluso tengo el siguiente capítulo listo, bueno casi, aun hay que pulir algunos detalles XP, pero la verdad es que estoy teniendo problemas con los títulos. De hecho ni siquiera quede convencida con el nombre que decidí darle al fic ni a este primer capítulo. Agradecería todas las sugerencias que puedan darme, ya sea porque quieren que un capi se trate de algo en especial o porque solo se les ocurrió. El próximo capítulo lo publicare en cuanto tenga 10 reviews o cuando ya tenga un buen titulo para ponerle. Cualquiera de las dos cosas que ocurra primero.

Agradeceré todos sus comentarios, insultos o críticas y gustosamente les contestaré. Matta ne! *_*