Disclaimer: Ni Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen, pertenecen a Hiro Mashima. Yo solo los uso para satisfacer mi imaginación. Disfruten.

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Capitulo 1: Una idea brillante…

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Levy intentaba leer un libro nuevo, pero su mente no dejaba de distraerse; no era por el hecho de estar sentada en uno de los gremios más escandalosos de todo Fiore, eso ya lo había superado hacía mucho tiempo, era por una razón que tenía nombre y apellido. Gajeel Redfox.

Una tarde se descubrió a sí misma mirándolo mientras se comía la vajilla del gremio a escondidas y ¡sin camisa!, y desde ese día, no había dejado de pensar en él. Realmente no entendía como es que se había llegado a enamorar de ese Dragón Slayer que la atacó por causa de Phantom. Pero sí, ahí estaba Levy, pensando en Gajeel mientas intentaba leer un libro.

Decidió darse por vencida en su lectura para irse a platicar con su mejor amiga, pero no la encontraba, lo único que veía era a las mujeres del gremio haciendo un extraño circulo alrededor de donde había visto por ultima vez a su amiga. Entonces se preguntó cuanto tiempo había estado pensando en Gajeel para no haber notado el tumulto de gente alrededor de Lucy.

Se acercó a ellas por curiosidad, ya que si las mujeres del gremio se reunían todas juntas en una extraña formación circular quería decir que era algo bueno ¿o malo?, realmente con ellas nunca se sabía. Mientras más se acercaba podía escuchar mejor los comentarios de estas, "¡ábrelo Lucy!", "¡déjanos ver que es!" "¿Segura que no dice quien te lo mando?".

Realmente estaban emocionadas.

Cuando por fin terminó de llegar al grupo de mujeres y se coló hasta el centro para ver mejor se sorprendió, a Lucy le habían mandado un extraño paquete con una nota, y por lo que había escuchado, era anónimo, eso explicaba la conmoción de todas ellas.

Lucy al ver a su mejor amiga se tranquilizó, necesitaba apoyo moral en esa situación en donde todas querían ver lo que había. Levy le sonrió amablemente y Lucy tomó el valor para abrir el sobre que traía la nota. La leyó en voz alta para que todas la escuchen.

"Lucy, lo que hay adentro del paquete es un regalo para ti, pero a la vez no lo es. Todo depende de lo que tu respondas."

Levy se le quedó mirando a su mejor amiga que tenia claramente marcada la confusión en su rostro. Así que la alentó a abrir el paquete. Lentamente Lucy quitó los hilos que aseguraban el papel, después el papel y a la ultimo abrió la caja. Todas las mujeres se quedaron boquiabiertas, incluidas Lucy y Levy. Adentro estaba la bufanda de Natsu con una notita y una cajita pequeña.

La notita decía "abre la caja", así que así lo hizo. Lucy sintió sus mejillas arder al abrirla. Adentro de la caja había un pequeño anillo con una piedra roja y una pequeña notita que decía "¿Te casarías conmigo?"

- ¡Lucy! – La voz de Natsu se oyó desde la barra - ¿Aceptas? – Lucy no tardo en responder afirmativamente. La emoción era palpable en todo el gremio, todos estaban felices, el Máster estaba emocionado por lo rápido que crecían sus hijos. Y dio inicio a la fiesta.

Y Levy, aunque también estaba emocionada por la forma en que Natsu se le había declarado a Lucy, también se sentía un poco triste, y su causa. Gajeel Redfox.

Gajeel por su parte, había escuchado y visto todo desde la distancia, se percato de la mirada triste de Levy y sintió como que algo se abollaba en su corazón de metal. La "enana" como el le decía, estaba triste y él no sabia que hacer. En definitiva ella le gustaba, desde el incidente con Laxus en el parque le había llamado la atención, la seguía a donde fuera sin que ella lo notara, conocía sus gustos, pasatiempos y comidas favoritas; hasta se alegró al enterarse de que Jet y Droy habían sido rechazados por ella en tiempo record.

¿Qué era lo que impedía que el Dragón Slayer se acercara a ella? Fácil, miedo. Y es que Levy McGarden no era cualquier persona, ella era diferente a todas las mujeres que había conocido. Era lista, inteligente y divertida. El color azul de su cabello lo hipnotizaba y las muecas que hacia mientras leía algún libro nuevo le parecían de lo mas tiernas. Si, tiernas. En definitiva, era un hombre enamorado.

Ver la acción del Salamander con la coneja le dio una idea, así que se marcho del gremio para poder pensar mejor, tenia que ser todo perfecto. Levy lo miró marcharse, preguntándose si algún día ella saldría del gremio con él.


Aquí les traigo una nueva historia… Gracias por leer :D