Hechizo de media luna

Los personajes de Hetalia pertenecen a Hidekaz-san , historia escrita sin fines de lucro, solo por entretenimiento y entretener al publico.
uh... e-etto Konichiwa minna-san, este es mi primer fic y luego de ya revisarlo continuamente (no estoy completamente segura me he animado a subirlo... espero sea de su agrado ^^ también tratare de publicar cada 15 días, doy especialmente las gracias a Miharu Kirkland por ayudarme en ciertas cosas, sin mas que decir: Disfrutenlo~


-ha ha ha ha ahora sí, nadie podrá librar de este maleficio, quien lo reciba me temo que tendrá que pasar por muchas cosas vergonzosas – dijo un chico de ojos color verde y cabello color oro desde un cuarto obscuro pronunciando unos maleficios. Aquel conjuro hecho a partir de magia negra salió de el cuarto y se perdió mientras se alejaba a la distancia en el horizonte .Mientras tanto en una casa cercana a la ciudad vivía un chico llamado Lovino, el tiene 16 años es un chico con un peculiar rizo en el lado izquierdo de su cabeza junto con el vivían su hermano Feliciano de 15 años y su abuelo Roma , Lovino no soportaba estar en casa ya que consideraba a su hermano y a su abuelo ''insoportables'' ya que Feliciano era un despistado y Roma se las arreglaba para hacerlo enojar .

Una mañana Lovino se levanto pero se sintió extraño , la noche anterior había dejado la ventana de su recamara abierta pero cuando por fin se paro y se miro al espejo pego un grito, Feliciano se percato de el grito de su hermano y entro a su habitación a ver que le había pasado pero se encontró con Lovino con una curiosa cola de gato café con la punta blanca moviéndose de un lado a otro y con un par de orejas de gato en la cabeza de su hermano, Lovino estaba desconcertado y a su vez se sentía asustado no sabía qué rayos le había pasado

-¡L-Lovino! – grito Feliciano al encontrar a su hermano en esas condiciones- que te paso? O más bien… porque tienes esa cola y esas orejas- dijo asombrado

-c-cállate no se qué demonios me paso así que solo cállate Feliciano desperté y así estaba esta mañana – decía con pánico

- oh ya veo, pero hace un rato llego Antonio y el abuelo me mando a despertarte para que bajaras a saludarlo- decía rascándose la nuca y con la mirada dirigida hacia el suelo

– ¡Ni creas que lo iré a saludar!- decía mientras se tiraba otra vez a la cama y se escondía entre las cobijas

-Pero, Lovino- Feliciano se comenzó a acercar a la cama- ya sabes cómo es el abuelo, no quieres que te obligue a bajar, verdad? – dijo mientras acariciaba la cabeza de Lovino pero sintió la curiosidad de tocarle las orejas y cuando lo hizo este se estremeció.

-¿¡que crees que haces idiota?! – exclamo mientras se movía rápidamente a el otro extremo de la cama con un ligero rubor en sus mejillas. Feliciano lo hizo adrede para ver qué pasaba y ,si, su teoría era cierta , el ahora era más sensible a las caricias y más si eran en sus orejas o su cola

-será mejor que bajes pronto fratello- dijo esbozando una alegre y despreocupada sonrisa- Antonio está esperando- se paró de la cama -toma, ojala te sirva –sonrió y le entrego una chamarra con gorro para que esta le cubriera por lo menos las orejas que sobresalían notoriamente de la cabeza de el mayor

- Gracias y… valla, ese maldito bastardo que no puede venir otro día? – pregunto frunciendo el ceño

- pues creo que ha elegido un lindo día- dijo el menor mirando por la ventana como era una mañana soleada y fresca, nubes blancas adornaban el sol mientras una ligera brisa hacia que se movieran las hojas de los arboles tranquilamente. Lovino por fin decidió ponerse de pie y bajo con el gorro en la cabeza y la cola escondida dentro de la chamarra

- buenos días Lovino- decía el abuelo roma desde el fondo de la cocina, al parecer estaba preparando el desayuno.

- buenos días –dijo mal humorado como de costumbre- vejestorio- susurro esto último y despreocupado se dirigió a la sala, tomo el control de la tele y se sentó en el suelo cuando de repente unos brazos lo tomaron desprevenido, así es, era AntonioAh, siempre con esa sonrisa que tanto me fastidia pensaba el Italiano

-¡Lovi! ¿Cuánto tiempo querido, como estas? – dijo mientras lo seguía abrazando fuertemente y lo zarandeaba de un lado a otro

- déjame idiota es demasiado temprano no me zarandees así que me acabo de despertar- decía mientras se apartaba de el chico español. Antonio solía hacerlo seguido pero cuando Romano se levantaba de malas eta de ''ni me mires, ni me hables y mucho menos me toques idiota'' así que a Antonio no le pareció extraño.

- ¿y cómo has estado Lovino? – decía mientras acariciaba la cabeza del menor pero este se estremeció de inmediato al sentir el contacto con sus orejas y en un abrir y cerrar de ojos de el suelo salto a la parte de arriba de el sillón

- ¿¡qué crees que haces idiota!?- decía molesto y con un leve sonrojo en la cara mientras estaba sentado de cunclillas en el sillón

- Oh Lovino ¿qué tienes? , que yo recuerde no eras tan ágil – decía mientras lo miraba confundido, las orejas y la cole de gato lo hacían sensible pero también le daban unos buenos reflejos y una capacidad rápida para desplazarse

-¡S-Solo déjame grandísimo bastardo! –se dio la vuelta y se sentó en el respaldo del sillón- es solo que hoy no estoy de humor

-Valla, te despertaste con el pie izquierdo verdad?- decía mientras se recargaba en el respaldo

He dicho que me dejes..- el chico tenía ganas de abrazarlo… bueno, como siempre, solo que ahora esas ganas eran mucho más fuertes ¡Maldita maldición! Pensaba mientras se aseguraba que la cola y las orejas estuvieran fuera del alcance de vista de Antonio

-Antonio, no te preocupes, ya sabes cómo es ese mocoso –El Abuelo se asomo desde la cocina para observar lo que ocurría –el desayuno está listo-y animosamente les hizo un ademan con la mano para que entraran a la cocina

-Ciao fratello Antonio tu visita fue inesperada – Feliciano lo abrazo y lo condujo hacia donde él quería que se sentara y por supuesto Lovino aun sin saber que haría si se enteraban de sus orejas, hasta el momento Feliciano era el único que sabía de ellas y los dos no tenían ni la menor idea de por qué Lovino las tenia, era un completo misterio.

-Hola Feli- su sonrisa siempre era deslumbrante y siempre reflejaba felicidad

-prepare lasagna Toño espero que te guste, todavía no he intentado preparar Paella – Italia se sentó en uno de los lugares a los lados de la mesa rectangular, Romano se sentó en un extraño y Antonio en el otro, a veces se arrepentía de haber proclamado aquel lugar ya que las miradas de Antonio pasaban desapercibidas fácilmente por el abuelo Roma y Lovino podía detectarlas fácilmente y al mismo tiempo sonrojarse.
El abuelo Romulo empezó a servir el almuerzo, Lovino siempre se despertaba bastante tarde y casi nunca alcanzaba el desayuno. Todo fue normal, por suerte Antonio no le lanzo alguna de sus tantas miradas que hacían que a Lovino se le subieran los colores carmín a la cara, su cola estaba inquieta y amenazaba con salir de la chamarra pero trato de controlarse y se paso tranquilamente.

-Fratello… ¿ahora qué haremos? – Decía una vez que el abuelo Roma y Antonio se habían marchado a la sala para hablar de sus asuntos- el abuelo y mucho menos Antonio se deben de enterar –tenía un tono preocupado al hablar

-No lo sé, será mejor que me aleje de ese imbécil no me gustaría que se enterara –decía mientras se sacaba la chamarra -n-nya – Lovino se tapo la boca, el pequeño rose de la chamarra al deslizarse creo que se escapara de su boca un peculiar sonido, parecido al de un gato

-¡Lovi!- decía Feliciano mientras se acercaba- eso fue demasiado lindo! – sus ojos emitían un cierto brillo que reflejaba felicidad y ternura

-¡C-cállate bastardo! –Se tapo la cara, no podía creer que había dicho eso – además… no me gustaría que Antonio llegara a abusar de esto… -se tiro a el suelo y empezó a jugar con su cola

-Al parecer mientras más tiempo estés así mas vas a parecer un gato- el chico menor soltó una pequeña sonrisa- mejor vuelve a ponértela tenerlas a la vista te hace daño –sonrió y salió de la cocina- Lovino bufo y se la puso de nuevo cuando el chico español entro a la cocina y lo abrazo

-¡Lovi! Ya tiene mucho que no pasamos tiempo juntos, que tal si vamos al centro comercial?- le dio un tierno beso en los labios. Los dos habían mostrado cierto afecto mutuo pero Antonio por mas de tratar de hacer que Lovino comprendiera que estaba enamorado el no lo aceptaba.

-Nh.. n-no puedo, en cerio perdóname- gimió un poco por el beso repentino y a la hora de abrazarlo este rozo su cola que estaba por debajo de la chamarra

-¿Por qué no? – seguía apresándolo con un abrazo- y… por que estas tan sonrojado?

-es que… creo que Fratello tenía algo que hacer y porque ah es que ahorita que estaba con el me estaba dando a probar una salsa que acababa de hacer y estaba muy picante

-oh ya veo, pues también dile a Feli-chan que venga con nosotros, será así mas divertido! –Sonrió divertido pero repentinamente los ojos dejaron de brillar -También hay algo que quería decirte….


B-benne~ espero les haya gustado, dejen Reviews ovo! y tengo muchos fanfics en mente.. pero por el momento solo sera esto, muchas gracias por leer este fic mio.