Hola, vuelvo con una historia corta, que ya está casi escrita en su totalidad, así que esta vez, no quedará todo tirado a medias. En todo caso, en mi otra historia, no es que no quiera continuarla, sino que no sé como hilar todo lo que tengo en mente, cualquiera que esté interesado y dispuesto, yo con gusto lo acepto y retomamos las riendas de la historia. Me falta una renovación mental y sé que otra persona, podría dármela, con ideas frescas, pero no exentas de argumento.
Muchos cariños, los dejo, con este primer pedacito, para que se vayan haciendo una idea.
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Capítulo 1:
Volver
Estaba nerviosa, si, decididamente lo estaba, ¿Qué hacía ahí?, ¿Cuándo se le ocurrió la "fantástica" idea de: debo reconciliarme con mi pasado?, al diablo el pasado, ahora era feliz, eso debería bastarle, - "debería, pero no es así querida" - murmuró una voz burlonamente dentro de su cabeza, la sacudió intentando librarse de esos poco alentadores pensamientos y de esa molesta voz
-¿Estás bien cariño? - preguntó una voz ronca en su oído, mientras unos fuertes brazos le rodeaban la cintura, ella se volteó
-Mmm…si claro amor - respondió fingiendo una sonrisa
-Estoy ansioso de conocer tu antiguo colegio y a tus antiguos amigos - comentó su pareja, el hombre tenía alrededor de 30 años, era castaño y poseía unos bonitos ojos azules, Hermione lo observó con atención, era guapo, claro que lo era, no sabía como había tenido tanta suerte, era guapo, considerado, cariñoso, detallista, inteligente y encima de todo eso era mago!, que más podía pedir, nada, absolutamente nada… - "no puedes pedir más, pero claramente te falta algo…no lo niegues, sabes perfectamente que te falta" - dijo la misma voz, claro que lo sabía, pero no lo iba a aceptar, no! Ella ya había decidido -"¿segura de que hiciste lo correcto?" - claro que sí y si no es así ya es muy tarde para arrepentirse -"no es así y lo sabes…"
-¡¿Podrías callarte de una vez? - gritó bastante molesta
-No he dicho nada - respondió él algo sorprendido
-Oh! Josh lo siento, creo que el viaje me afectó un poco -"mentirosa mentirosa"
-Está bien, será mejor que tomemos un taxi - sugirió mientras le daba un beso en la mejilla
Subieron al auto y llegaron al Caldero Chorreante, la castaña sonrió, muchos recuerdos llegaron a ella, un extraño sentimiento de tristeza la invadió, la verdad es que Josh había insistido que se quedaran en otro lado pero ella se negó y ahora sabía la razón, quería recordar viejos tiempos, quería comprobar si algo de la vieja Hermione aún estaba dentro de ella y se dio cuenta de que todo lo que había intentado borrar todos esos años aun estaba ahí, enterrado en su mente y en su corazón, sintió como una lágrima se deslizaba por su mejilla, se la limpió rápidamente con la manga de su chaqueta y subió las escaleras hacia su cuarto. Cuando llegó frente a la puerta, rió irónicamente, era el mismo cuarto que Ron, Harry y ella habían alquilado para quedarse cuando la guerra había comenzado… Aún recordaba todo eso, como cada noche que pasaban ahí era un martirio pues tenían que cuidar no ser descubiertos, ese era su escondite y debían ser cautelosos.
-Cielo ¿Qué haces afuera? - preguntó Josh extrañado
-Ah? ¿Yo? Oh nada, nada - respondió apresuradamente
Ambos entraron al cuarto, el castaño dejó las maletas sobre una silla y se acercó a Hermione, y la abrazó, pero ella no respondió
-¿Sucede algo? - preguntó preocupado
-No nada…- la castaña sentía como todos los recuerdos se sacudían dentro de su cabeza, miró la habitación y un recuerdo en particular la hizo sonreír imperceptiblemente.
|- R e c u e r d o -|
Una joven de aproximadamente 18 años esperaba en silencio, sentada en el alfeizar de la ventana dentro de una vieja, pero ordenada habitación, cuando de pronto alguien abrió la puerta lentamente, ella rápidamente se puso de pie, pero no vio a nadie, aunque aún así sabía quién era, reconocería su fragancia en cualquier lugar. Unos segundos después apareció frente a ella un joven de contextura normal, cubierto con una larga capa negra y con la capucha echada hacia atrás, eso le permitía ver su rostro, a pesar de su palidez, el chico seguía siendo guapo, su cabello negro estaba desordenado y sus ojos verdes brillaban con fuerza, tenía una pequeña herida en la mejilla y esta le sangraba, la castaña se acercó a pasos largos y lo abrazó con fuerza, mientras los hombros le temblaban a causa del llanto.
-Sshh tranquila pequeña, ya estoy aquí- susurró él acariciándole la espalda con suavidad
-Yo…Harry…yo – la Gryffindor intentaba decir algo, pero se encontraba sumamente afectada
-No hables...tranquila - susurró el pelinegro con dulzura, luego de unos minutos, la castaña recuperó la calma
-¿Y Ron? ¿Dónde está? - preguntó Hermione preocupada
-Está dando una vuelta - dijo Harry con suavidad
-Pero ¡¿Cómo? ¡Podría pasarle algo! - exclamó molesta
-Él sabe cuidarse solo y sabe defenderse perfectamente - sentenció su amigo - además necesitaba pensar luego de lo que sucedió con Luna y lo sabes
La chica no respondió, sabía que él tenía razón, lo abrazó con más fuerza y sonrió, pero esa sonrisa se esfumó al instante, al escuchar el quejido que él había soltado al recibir el apretado abrazo.
-¡Estás herido!-Hermione soltó al pelinegro y lo condujo hasta la cama, lo dejó ahí sentado y fue corriendo al otro lado de la habitación, sacó un botiquín y volvió hacia él
-Pequeña relájate, son solo algunos rasguños - intentó calmarla, mientras una risa se le escapaba de los labios
-¡No señor! La última vez que dijiste eso, estuviste dos semanas en cama - respondió ceñuda sentándose a su lado, acercó un pequeño algodón con desinfectante a la mejilla del chico y le limpió la herida, suavemente, casi acariciándola - muéstrame las otras heridas - exigió en tono bajo, el ojiverde se sacó la capa y el suéter, dejando al desnudo su pecho, que estaba cubierto por pequeñas, pero profundas heridas - ¿Por qué son tan bestias para entrenar? - exclamó soltando un bufido.
-Porque cuando llegue una batalla de verdad, los mortifagos no tendrán consideración y serán incluso más bestias - declaró él con un gesto amargo, la castaña no dijo nada y comenzó a curarle las heridas con calma. Cuando terminó, él le tomó el rostro con ambas manos.
-Muchas gracias - dijo con simpleza - si no fuera por ti, yo ni siquiera estaría vivo
-Nada que agradecer, cada paso que des yo estaré contigo, siempre, jamás te dejaré y haré hasta lo imposible por verte feliz y mantenerte a salvo, incluso poner en juego mi vida, no importaría, si tu estás bien - confesó con seriedad.
-Hermione… - el chico parecía sorprendido
-Es cierto, siempre estaré contigo, hasta el día que me digas que no me quieres cerca y me des tres buenas razones por las cuales quieres que me aleje - el ojiverde la abrazó con fuerza y escondió su rostro en el hueco entre el cuello y el hombro, haciéndola estremecer. Harry contempló con una sonrisa el bello rostro de su amiga, mientras le acariciaba las mejillas con suavidad, la joven mantenía los ojos cerrados, procurando guardar todas las sensaciones en su mente.
-Te quiero - susurró el ojiverde suavemente, la castaña abrió los ojos lentamente, mientras se mordía con nerviosismo el labio inferior - No hagas eso - murmuró casi como una súplica.
-¿Por qué?
-Porque sino haré algo que no debo - respondió con un suspiro casi doloroso, un fuerte estremecimiento recorrió a Hermione, cuando sintió una de las manos del chico acariciándole el cuello y la otra acariciando con los dedos el labio inferior que aún seguía apresado por sus dientes - Demonios, pequeña… ¿Por qué las cosas son así? ¿Por qué todo es tan complicado? - exclamó con frustración poniéndose de pié, caminando hacia la ventana.
-No te entiendo - dijo poniéndose de pié y acercándose con calma. Por primera vez los pensamientos y acciones de su amigo se escapaban de su entendimiento. Lo abrazó con fuerza por la espalda, no le gustaba sentirlo tan contrariado. Harry se volteó rápidamente y le devolvió el abrazo con igual intensidad.
-Es mejor así, es mejor que nunca entiendas y puedas ser feliz - asumió resignado
-Difícilmente lo seré si tú estás así, hay algo que te atormenta, dímelo - le ordenó con suavidad acariciándole la mejilla, él tomó su mano y la alejó de su rostro, esto le dolió profundamente a la castaña
-No puedo - aseguró, la mano que anteriormente había alejado de su rostro, la tomó con una de las suyas y entrelazó sus dedos
-Dímelo, confía en mi - inconscientemente Hermione se acercó más aún a su amigo y la distancia entre sus rostros quedó reducida a milímetros - recuerda que soy yo, que puedes decirme lo que sea - Sus miradas se encontraron y una corriente eléctrica la recorrió de arriba abajo sin piedad.
-Ese es el punto, eres tú… solo tú - contestó con tono entrecortado, la ojimiel mal interpretó sus palabras y se alejó rápidamente de él, mientras los ojos se le cristalizaban con rapidez.
-Bueno, si crees que soy muy poco para…- sus palabras fueron interrumpidas por dos dedos que frenaron el movimiento de sus labios con una ágil maniobra.
-Eres demasiado para mi, no merezco nada de ti - confesó el ojiverde acercándose mientras retiraba su mano de los labios de la chica y con suavidad los rozaba con los suyos y con la misma delicadeza, terminaba el roce - y aún así quiero más, lo quiero todo de ti - confesó
-Ya lo tienes todo, siempre lo has tenido - aclaró Hermione y acortó la escaza distancia entre sus labios. Ya no había rastros de suavidad, era amor, pasión, miedo y dolor, todo mezclado en un profundo beso.
|- F i n R e c u e r d o -|
-Cariño te recuerdo que la cena es esta noche y si sigues parada ahí dudo que alcancemos a llegar temprano - comentó Josh con una sonrisa
-Oh! Si claro lo siento… creo que me ducharé - dijo la castaña sacudiendo su cabeza con un gesto molesto en el rostro
-¿Segura que no te ocurre nada?
-No cariño, no te preocupes, con el baño estaré bien - contestó sonriendo dulcemente, de verdad adoraba a Josh, con todo su corazón. Era muy simpático y sabía que la quería mucho, pero porque demonios ahora la asaltaban todas las dudas, porque justo ahora que volvía, que regresaba solo para auto demostrarse que ella había olvidado todo, se dio cuenta que jamás lo hizo, que nunca podría hacerlo, que todo la marcó y que por mucho que ella lo intentara nunca lograría desprenderse de ello. Entró a la ducha mientras otro recuerdo llegaba de improviso a su mente.
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Bueno, aquí está este adelantito, si es que así puede llamársele. Espero que les haya gustado y cualquier sugerencia en cuanto a esta historia o a Let's Dance, no duden en hacérmela, eso me haría muy feliz. Un abrazo apretado y muchas buenas vibras para todos en su diario vivir.
Loca y extraña por naturaleza: Isidora.
