¡Hola a todos! Este es el primer fanfic que escribo de Yuri! on ice y es para participar en el concurso You Only Live Once.
Las bases del concurso son las siguientes:
Inéditas. Se revisará la fecha de subida del fic.
Subirse a AO3, Wattpad, Fanfiction o Amor Yaoi con la etiqueta #concursoYOLO. El link de publicación se colocará en el grupo correspondiente para ello.
Aunque es obvio, no plagio. Se chequeara.
Mínimo dos capítulos, máximo tres.
Escrito para todas las edades. Nada de sexo ni imágenes explícitas. No dependan de esos temas para atraer la atención. Lo mismo con el gore, violación, mpreg.
Buena ortografía. En español.
No crossover con otras series. No inspirados en otros fanfics, canciones, series, etc. Pueden escribir a los personajes en situaciones cualesquiera, en cualquier época o lugar.
1 fanfic por persona.
Disclaimer. Los personajes son propiedad de Kubo Mitsurou y Sayo Yamamoto.
También quiero expresar mi agradecimiento a Piyadath por dejarme utilizar su fanart como portada de esta historia, les dejo el enlace a su página para que la conozcan y a Harperfinch por sus hermosos patrones
¡Pasen a leer! Si les ha gustado, déjenme un comentario :)
#concursoYOLO
Confusión en San Valentín.
Capítulo 01.
14 de febrero 07:30 horas.
Era una mañana fría en San Petersburgo; Rusia, Viktor Nikiforov había organizado una fiesta de San Valentín para reunir a los finalistas del GrandPrix, algo que solamente él, impulsivamente podía haber hecho, todavía era temprano pero ya se encontraba levantado yendo de un lado a otro en su departamento acomodando cosas todo en compañía de su peluda mascota, un gruñido se escuchó desde su estómago así que fue hasta su habitación donde la persona que más amaba permanecía todavía dormida, se acercó a la cama y se arrodilló en el suelo recargando su cabeza sobre las cobijas, admirando unos segundos al chico.
—Yūri…despierta Yūri— Palpando la mejilla de su compañero hasta que lo vio abrir los ojos—
—Viktor…buenos días— Respondió somnoliento, tallándose los ojos — ¿Ya estás levantado?— Preguntó al verlo vestido con un pantalón ajustado color negro y un suéter blanco ligeramente holgado—
—Es que hoy va a ser la fiesta y todavía faltan cosas por comprar— Levantándose y recostándose de nuevo sobre el vientre del pelinegro—
— ¿No crees que te precipitaste mucho al hacer esta reunión?— Acariciando los cabellos platinados—
—Fue culpa de Chris, estuve platicando con él y de alguna forma me convenció— Volteando a ver el par de ojos marrones— ¿Te molesta eso?—
—No…sólo me hubiera gustado que me consultaras antes de llamar a todos— No podía enojarse cuando lo miraba con esos intensos ojos azules—
—Lo sé, te lo compensaré— Incorporándose para darle un beso en la mejilla— ¿Qué vamos a desayunar?— Sonriendo suplicante.
—Me has despertado para que prepare el desayuno ¿verdad?—
— ¡Es que la comida que hace Yūri es deliciosa!— Levantándose de la cama— ¿A que sí Makkachin?— Viendo como el lindo perro movía su cola como si estuviese de acuerdo.
—Está bien…ya me levanto— Dijo sin muchas ganas pero feliz al escucharle dar un cumplido a su persona.
=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=
Viktor era descuidado y rara vez cocinaba algo, pero lo que realmente disfrutaba era ver la expresión tranquila y sonriente que Yūri le regalaba cada vez que estaba en la cocina, una vez que se sentaron, el desayuno transcurrió de forma tranquila y agradable.
—Oye Viktor, ¿Está bien si me salto el entrenamiento de hoy?— Preguntó un poco tímido, antes de que el ruso se fuera—
— ¿Por qué preguntas?— No era común que él le pidiera algo así.
—Bueno…— Poniéndose nervioso— Es que Yurio me pidió que…que lo ayudara con algo…realmente no me dio muchos detalles…— Desviando la mirada.
—Mmmm…— Sabía que Yūri mentía, pero algo importante sería —Está bien— Sonrió abiertamente —Pero tendrás que practicar mucho más para recuperarlo— Yo iré a hablar con Yakov, después de ahí compraré algunas cosas— Dándole un tierno beso en los labios — No llegues muy tarde ¿De acuerdo?—
—Gracias Viktor, te veo más tarde— Sintiéndose ligeramente mal por mentirle.
—YA lyublyu tebya— Le dijo el peli plateado antes de cerrar la puerta tras de sí.
El japonés no entendió aquella frase, trataría de recordarlo para preguntarle más tarde.
Yūri terminó de arreglarse y salió de casa con una mochila bastante pesada—Makkachin, regreso más tarde…cuida la casa— Acariciando la cabeza del puddle— Me voy— Cerrando la puerta.
=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=
El pelinegro japonés se paró frente a la puerta del departamento de Yurio tocando el timbre— Ya era hora de que llegaras Katsudon—Bufó molesto al recibirle en la puerta—
—Disculpa las molestias— Sonriendo nervioso, a veces no entendía cómo era posible que estuviera de mal humor tan temprano—
—Entra de una vez— Dejando la puerta abierta para que entrara mientras se dejaba caer en el sofá—
—Gracias de verdad Yurio por dejarme cocinar aquí, realmente quería hacer algo para Viktor por San Valentín, pero estando en casa me hubiera descubierto— Sacando los ingredientes de su mochila.
—Si, como sea— Revisando su celular— Ahí está la cocina, usa lo que quieras ¡Pero quiero todo limpio cuando termines!— Mirándolo molesto desde el sofá.
—Gracias— Buscando los utensilios que utilizaría— ¿Tú vas a regalar algo?—
— ¡¿Qué?!— Sonrojándose totalmente— ¡¿Por qué regalaría algo?!— Arrojando un almohadón hacia la dirección donde estaba Yūri—
—Ahh…— Esquivando apenas el proyectil— Lo siento, yo pensé que regalarías…algo— Escondiéndose detrás de la barra del desayunador, nervioso de que le pasara algo más.
— ¡¿Ahh?!— Aquello lo dejó estático por unos segundos, Yūri tal vez tenía razón…regalarle algo a cierta persona no sería tan malo— Está bien cerdo— Caminando a la cocina— Prepararé algo contigo— Buscando un delantal para usar—
— ¡¿En serio?! Qué bueno— Animándose mucho— ¿Qué te gustaría preparar?—
— ¡Algo bueno! ¡Y con forma de gato!— Respondió animado apuntando con su dedo el rostro del japonés— Necesitaré más detalles— Riendo.
Ambos empezaron a preparar los ingredientes sin darse cuenta que estaban siendo observados desde el techo del edificio de enfrente. Un joven muy animado, miraba con un par de binoculares a los dos chicos que cocinaban, de complexión delgada y alta, vistiendo un pantalón ajustado en color rojo, con un suéter blanco a rayas negras y sobre este un abrigo marrón claro, su cabello castaño rosado se alborotaba con el aire frio contrastando con su tez clara y ojos color ámbar — Muy bien, por fin pude dar con la dirección— Sacando su celular— El reporte dice que Yuri Plisetsky necesita un empujoncito para terminar de enamorarse de su amigo Otabek Altin— Deslizando la pantalla— No hay adjunta ninguna foto…mmm— Volviendo a revisar— ¿Cómo voy a saber quién de los dos es?— Pensando un segundo— ¡Ya sé! Voy escuchar un poco su conversación así sabré quien de los dos es el objetivo— Colocándose un micrófono en el oído.
=/=/=/=/=
—Oye Katsudon ¿Así está bien?— Preguntó el rubio mostrándole una bandeja con galletas de chocolate en forma de carita de gato—
—Bastante bien Yurio, ahora solo debes decorarlas— Pasándole algunas mangas pasteleras—
—Yurio ¿Por qué nunca me dices Yūri?— Preguntó tratando de hacer plática.
—Tú no mereces llamarte Yūri…eres un Katsudon— Apretando con mucha fuerza las mangas— ¡Además tú me llamas Yurio!—Asustando al pelinrego.
—Está bien, está bien—Alejándose un paso— Me quedo con Katsudon—
=/=/=/=/=
—Bueno, parece que el rubio se llama Yurio…— Mirando por los binoculares— Y Yuri el chico con gafas— Dejó los binoculares a un lado, buscando en su lugar un maletín, lo abrió y de él sacó un arma larga de color rosa, lo armó y apuntó con la mirilla hacia la ventana del departamento tomándose su tiempo para asegurar a su blanco, miró al pelinegro de lentes sonreír y disparó directo a su cabeza, aquel tiro atravesó la ventana sin romper el cristal, sin embargo no logró darle a su objetivo, volvió a disparar pero falló de nuevo, por alguna razón los proyectiles eran desviados, buscó de nuevo dentro del su bolso y sacó una munición más larga que la anterior — Esto es más potente, no debería errar— Apuntó de nuevo y disparó, siendo empujado hacia atrás por la fuerza del disparo, se incorporó rápidamente observando a la ventana esta vez, la bala golpeó a Yūri en la nuca haciendo que este se sujetara de la barra al sentir un dolor punzante en la cabeza.
=/=/=/=/=
—Oye cerdo ¿Qué te pasa?— Viéndolo como sujetaba su cabeza—
—Nada…solo me dio un ligero dolor en la cabeza— Incorporándose— Ya se está pasando—
— ¿Seguro?— No sé veía muy bien era como si estuviera triste—
—Si claro— Se sentía raro, como si le hubiera olvidado algo muy importante— Mejor sigamos, el pastel para Chris ya está listo, solo falta decorar las magdalenas—
—Está bien katsudon— No muy convencido.
=/=/=/=/=
— ¡Sí! Le di— Celebró animado el pelirosa— El jefe estará muy contento, hice mi trabajo a tiempo— Sentándose para revisar su celular— Parece que la conexión a internet mejoró— Podía tomarse un tiempo para descansar— ¿Qué habrá de nuevo en Cupido News?— Deslizando la pantalla— Oh…parece que el patinador Jean-Jacques "JJ." acaba de ser dejado por su prometida Isabella, pobrecillo, cuando se recupere debería ir a Corea— Riendo divertido— Ahí hay alguien que le espera— Continuó revisando— ¡Oh! ¡Pichit tiene otro hámster!— Suspiró viendo la foto adjunta— Otra vez te has convertido en alguien maravilloso…— Lo admiró durante algún tiempo hasta que una notificación de actualización de datos apareció— Pero que raro— Abriendo el archivo— Es el trabajo que acabo de hacer…han adjuntado las fotos— A buen momento— Ironizó —Yuri Plisetsky… ¡¿Quééééééééé?!— Gritó al ver la foto— ¡No puede ser! ¡Yuri Plisetsky es el rubio!— Sin poder dejar de mirar la foto— Debe haber un error…si él es el Yuri que buscaba ¿Quién es el otro chico?— Realmente preocupado empezó a buscar en los registros— Veamos…este no— Deslizando la pantalla— ¡Aquí está!— Revisando el perfil— Yūri Katsuki…japonés…pareja— Abriendo los ojos al ver la foto adjunta— ¡V-Viktor Nikiforov!— Arrojando el aparato— No puede ser, no puede ser…¡Ellos son almas gemelas! ¡Tengo que arreglar esto antes de que sea tarde!— Tomando su rifle de nuevo — Primero el rubio—Apuntando de forma nerviosa a Yurio— Aquel tiro fue bastante más sencillo impactó justo en el pecho del joven ruso.
=/=/=/=/=
—Esto es muy extraño— Murmuró al sentir su corazón acelerar y una sensación rara en el estómago al momento de que una imagen del pelinegro de Kazajistán se apareció en su mente.
— ¿Te pasa algo Yurio? Tu cara está muy roja— Tocando su frente para saber si tenía fiebre.
— ¡¿Qué haces?!— Alejándose abruptamente— ¡C-Claro que estoy bien!—
—Me alegro—Sonriendo—Todo ha quedado listo— Dijo Yūri al ver el pastel y los regalos de San Valentín terminados—Debería irme para alistarme— Sintiendo una ráfaga de aire que pasó cerca de su nuca— ¿Qué fue eso?— Mirando hacia atrás sin encontrar nada.
— ¿Qué pasa cerdo?— Preguntó el rubio con rareza.
—Sentí que algo rozó mi nuca— Terminando de guardar sus cosas— Debió haber sido mi imaginación—Varios tiros más fueron lanzados pero ninguno logró darle, fueron directamente hacia las paredes dejando pequeñas marcas en forma de corazón— Me voy Yurio—
—Si…ten, esto es para ti por ayudarme— Dándole algunas galletas—
— ¡¿En serio?! Gracias— Recibiéndolas con mucha alegría— Nos vemos en la noche— Cerrando la puerta.
=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=
— ¡No es posible!— Recogiendo sus cosas— No le di ninguna vez—Se había puesto muy nervioso lo que causaba que se precipitara al momento de tirar— ¡Tengo que seguirlo!— Bajando rápidamente del edificio hasta la acera donde pudo divisar al pelinegro japonés caminar hacia una avenida, tomando distancia empezó a seguirlo, al doblar en una esquina se escondió detrás de una gran contenedor de basura sacando su arma, pasando totalmente desapercibido por las personas.
Apuntó a la nuca y disparó, sin embargo una ráfaga de viento desvió lo suficiente el proyectil errándolo de su blanco para terminar impactándose en una anciana que no pareció sentir nada pero que más adelante recogió a un pequeño gatito sin hogar, volvió a apuntar y disparar pegando su tiro en un poste para luego rodar por una alcantarilla— ¡¿Qué me pasa?! No puedo darle— Reflexionando un segundo— No tengo más opción…debo apuntarle a quemarropa — Corrió rápidamente detrás del japonés que dio vuelta hacia una calle no muy concurrida— ¡Espera! ¡Yūri Katsuki!— Gritó haciendo que el pelinegro volteara, deteniéndose.
—Ammm… ¿Te conozco?— Preguntó el chico de lentes.
—No, yo soy Chetan, trabajo para cupido y por accidente te di con un proyectil para que te enamores, necesito anular el efecto con otro—
— ¿Qué?— Alejándose varios pasos.
—Tengo que contrarrestar el efecto— Sacando su arma y apuntándole, lo cual hizo que el joven japonés se pusiera totalmente blanco debido a la impresión. El pelirosa estuvo a punto de dispararle pero un fuerte golpe lo tiró al suelo dejándolo inconsciente, detrás de él, un chico ligeramente más bajo que el japonés estaba de pie con un trozo de madera en sus manos— Vamos— Fue lo único que dijo mientras tomaba la mano de Yūri para huir corriendo de ahí.
Otabek era el nombre de su salvador, el japonés lo miraba desde detrás sintiendo una presión en el pecho que lo hacía colorear su mejillas de color carmín…— ¿Estás bien?— Preguntó el pelinegro de Kazajistán deteniéndose cuando creyó que se habían alejado lo suficiente.
— ¡Sí!— Se apresuró a responder, admirando su rostro y los mechones de cabello alborotados que enmarcaban su rostro haciéndolo ver más atractivo— ¡Muchas gracias!—
—Eso fue peligroso…— Notando que Yūri todavía le sostenía la mano—
— ¡Lo siento!— Soltándolo apresuradamente— Será mejor que me vaya— Estaba extremadamente ansioso y nervioso por la presencia del chico de ojos oscuros—
— ¿Estarás bien?— Preguntó algo desconcertado por el extraño comportamiento del muchacho.
—Sí…yo ¿Vas a ver a Yurio?— Sintiendo como sus manos temblaban.
—Así es…—
—Que bien…nos vemos más tarde…— Corriendo lejos de ahí sin esperar que el otro le respondiera.
¿Qué era esa sensación tan pesada en su pecho? Se preguntaba mientras corría ¿Me enamoré de él? No podía haber otra explicación, era un sentimiento muy parecido al que había tenido por su amiga Yuko tiempo atrás— Me gusta Otabek…— Deteniéndose al darse cuenta que estaba frente al edificio donde compartía con su entrenador Viktor.
=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=
13:47 horas
Viktor ya se encontraba de nuevo en casa, estaba ordenando algunas decoraciones que usaría para la fiesta cuando escuchó la puerta principal abrirse, fue hasta ella y vio que su japonés favorito estaba de vuelta —Bienvenido Yūri— Mostrándole una gran sonrisa para luego acercarse a él y besarlo como acostumbraba, más no estaba preparado para la reacción del más joven quien no le permitió acercarse.
—Viktor ¿Qué haces?— Habló evidentemente molesto— Te he dicho que no hagas esas cosas—
—Yūri ¿Qué sucede?— Realmente confundido.
—No me gusta cuando te me acercas tanto— Entrando hasta la cocina para dejar el pastel— Sé que nuestras culturas son diferentes, pero no entiendo porqué te cuesta tanto trabajo mantener algo de distancia—
—Yūri ¿Por qué estás molesto?— Yendo tras él preocupado.
—Porque no es correcto lo que haces— Mirándole con cierta agonía en sus ojos— Solo debes limitarte a ser mi entrenador— El pelinegro no fue consciente de que aquellas palabras realmente habían lastimado al ruso—
—Yūri…— No sabía qué hacer, no comprendía que pasaba.
—Lo siento Viktor voy a salir un rato— Saliendo apurado sin siquiera dejar reaccionar al peliplateado—
El ruso se sentó en el sofá y se echó a llorar abrazando a Makkachin — ¡Yūri! ¡Yūri!— Repetía sin parar, no sabía que había puesto de tan mal humor a su cerdito— Makkachin ¿Tú sabes por qué está tan molesto conmigo?— Sollozando— ¿Y si ya no me quiere?— Mas su peludo acompañante solo se limitó a lamer las lágrimas que rodaban de sus orbes azuladas—
Poco después el timbre de la puerta sonó de forma insistente haciendo pensar al ruso que Yūri había vuelto por lo que corrió a abrir la puerta encontrándose no con el pelinegro sino con un chico de cabellera rosada, que se encontraba realmente agitado de tanto correr —Yu…yu— Trataba de decir mientras recuperaba el aliento— Yūri Katsuki…¿Está aquí?—
— ¿Quién…eres tú?— Preguntó el peliplateado, limpiándose los restos de lágrimas.
—Ay no…— Viendo su expresión— Lo siento mucho— Poniéndose de rodillas apoyando su cabeza sobre el suelo — ¡Realmente lo siento! Todo es mi culpa ¡Pero lo solucionaré!
— ¿De qué hablas?—
—Lo siento, es mi culpa que Yūri se comporte así— Incorporándose.
— ¡¿Qué?! ¡¿Qué le hiciste a Yūri?!— Agitándole de los hombros.
—Lo siento…Yo trabajo para cupido y tenía que dispararle a Yuri Plisetsky una munición para que terminara de enamorarse de su amigo Otabek, pero el reporte no tenía fotos y Yūri le decía Yurio a Yuri y yo pensé que Yūri era el Yuri que buscaba y a él fue a quien le disparé y ahora se está enamorando de Otabek— Respirando para recuperar el aliento— ¡Por favor no me reportes!— Juntando sus manos en forma de súplica.
— ¿Qué?— Su mente trataba de entender lo que acababa de escuchar— ¿Tú trabajas para cupido?— Rectificando la información.
—Así es—
—Y tenías que enamorar a Yurio de Otabek…—
—Sí, Yuri Plisetsky—
—Pero lo confundiste con mi Yūri—
—Si—
—Y ahora Yūri se va a enamorar de Otabek—
—Sí—
— ¿Y tú nombre es?—
—Chetan…miembro activo de la segunda división de agentes del amor—
Viktor dio un paso atrás temiendo de que aquel muchacho fuese inestable mentalmente— Creo que deberías irte— Apuntando hacia la puerta—
— ¡Ahhh! ¡¿Por qué nunca me creen?!— Golpeándose levemente con la mano— Te lo puedo probar— Sacando su celular—
—Mira— Mostrándole su propio historial—
Viktor deslizó la pantalla leyendo cada palabra — ¡Aquí están todas mis exnovias! ¡¿Yūri es mi alma gemela?!— Volviendo a leer y entrando al perfil de Yūri— ¡¿Por qué dice que Yūri tiene dudas sobre nuestra relación?!—
— ¿Qué?— Tomando el teléfono para leerlo— ¿Le has hecho algo recientemente? ¿Algo que lo haga sentir inseguro?—
— ¿Yo?—
—Piénsalo, ahora con mayor razón debemos encontrarlo y deshacer lo que hice—
— ¿Por qué?— Sin creer todavía muy bien en todo aquello que parecía un cuento.
—Porque si tiene dudas es más vulnerable a que otro amor penetre su corazón— Revolviéndose el cabello— De todas formas tenemos que encontrarlo antes de que se cruce con Otabek— Sin saber que eso ya había pasado tomó a Viktor de la mano para llevarlo con él—
— ¡Espera!— Deteniéndose— ¿De verdad es cierto todo lo que dices?—
— ¡Que sí! Ya te lo dije, debemos encontrarlo rápido, Otabek con toda seguridad lo rechazará, lo que romperá el corazón de Yūri y entonces será irreversible…tendrá una gran decepción amorosa y olvidará completamente que estuvo enamorado de ti—
— ¡No! No quiero que Yūri me olvide— Poniéndose en marcha — ¡¿Qué esperas?!Hay que buscarlo— Y así los dos chicos salieron en busca del japonés, acompañados de Makkachin—
=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=
15:26 horas
Viktor y Chetan llevaban más de una hora buscando a Yūri, no atendía su teléfono así que simplemente estaban corriendo en diferentes direcciones — ¿Aún no responde el teléfono?— Preguntó el pelirrosa evidentemente cansado de tanto correr.
—No, no me responde…— Deteniéndose a pensar— No debería estar muy lejos, no conoce muy bien la ciudad ¿Dónde estás Yūri?— Marcando de nuevo sin obtener respuesta— Le marcaré a Yurio— Buscando su número y marcando sin obtener respuesta tampoco— Yurio tampoco responde—
— ¿Él es el único que puede saber dónde encontrar al chico Otabek?—
—Sí, después de todo son buenos amigos—
—Debe de existir otra forma de encontrarlo…— Sacando su celular — ¡Ya sé! Buscaré con el GPS—
—No va a funcionar, yo lo hice pero debe tener apagado su celular—
—Sí pero el mío busca la ubicación de una persona directamente—
— ¡¿Y por qué no lo buscaste así desde el principio?!—
—Lo…olvidé— Riendo nervioso al ver la cara del peliplateado que le sonreía sádicamente.
— ¿Y bien?— Impaciente— ¿Lo encontraste?—
—Dice Yūri está…fuera del área de servicio por falta de cone…xión— Escondiéndose detrás de un poste a una distancia prudente del ruso—¡Lo siento! Lo siento, lo siento—
— ¿Te han dicho que eres algo incompetente?—
—Todo el tiempo…— Lagrimeando un poco.
—Vaya, no esperaba encontrarte por aquí Viktor— Se escuchó una voz masculina detrás de él, proveniente de un joven suizo de mirada seductora.
— ¡Chris y Masumi!— Habló emocionado Viktor — ¿Han visto a Yūri?— Preguntó apresurado—
— ¿Yūri?— Poniendo su cara como si estuviera pensando.
—Si a mí cerdito—
—No, no lo he visto…solo salimos a dar un paseo así que esperábamos ver a todos hasta la noche—
—Ya veo…— Suspirando de forma pesada.
— ¿Pasó algo? ¿Ya le llamaste?—
—Sí, pero creo que apagó su celular— Mirando si tenía alguna notificación de él, pero no había nada.
— ¿Acaso se pelearon? ¿En San Valentín?— Haciendo burla de aquello.
—No exactamente…— Mirando molesto a Chetan, que todavía estaba detrás del poste pero observando meticulosamente al rubio.
— ¡¿Viktor?!— Mirando asombrado al muchacho de cabellos rosas que de alguna forma tenía un aura similar a la de Yūri— ¿Acaso…engañaste a Yūri con él?—
— ¡¿Qué?!— Sobresaltándose— ¡Por supuesto que no!—
—Es que de alguna forma se parecen un poco ¿No lo crees Masumi?—
—Tal vez no en su apariencia, pero ambos desprenden la misma aura— Colocándose una mano en el mentón.
—Claro que no— Recriminó Viktor quien no encontraba ningún parecido.
—Ohh vaya— Se acercó el pelirosa con los ojos brillantes mirando al suizo — Tú eres Christophe Giacometti ¿Verdad?— Mirándolo de arriba abajo— Eres mucho más atractivo en persona…podría mirarte todo el día— Completamente embelesado.
—Ammm…gracias pequeñín— Sintiéndose ligeramente acosado—
—Debemos irnos, hay que seguir buscando— Dijo el peliplateado, jalando de un brazo al ayudante de cupido — Si ves a Yūri por favor llámame— Corriendo de nuevo
— ¡Oye! ¡Lo de esta noche sigue en pie ¿verdad?!— Gritó pero el ruso ya no respondió— ¿Qué haremos si se cancela?— Mirando a su compañero de castaños cabellos.
—Yo creo que Rusia también es muy bonita de noche— Respondió dedicándole una sonrisa al suizo.
—Si verdad, encontraremos algo que hacer— Riendo tranquilamente.
=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/=/
Continuará
