Amigas.

Amigas. El significado de esa palabra iba más allá de su simple mención, eso bien lo sabían ellas.

Helen, de carácter infantil, quizás la Claymore más burlona y divertida; y Deneve, todo lo contrario, madura, fría y calculadora. ¿Cómo era posible que fuesen amigas? Siendo como el agua y el aceite, siendo dos polos opuestos, siendo, simplemente... diferentes.

Pero eso a ellas no le importaba, su amistad estaba por encima de todo. En las buenas y en las malas juntas, dejándose llevar. Simplemente una al lado de la otra; se necesitaban mutuamente.

Helen inspiraba a su amiga a seguir adelante, ella le recompensaba cuidándola de lo que, a veces, por sí misma no podía.

Caminaban, una al lado de la otra, sin rumbo fijo. Huyendo de esa compañía que, de cierta forma, las había traicionado. Habían prometido permanecer vivas hasta la próxima vez que viesen a Clare y Miria, así lo harían. Se protegerían la una a la otra y se reencontrarían con sus otras amigas... eso era lo que hacían las amigas.

No importaría lo mucho que las separase la distancia, los acontecimientos o quién sabe qué cosas, ellas se volverían a ver y cumplirían su pacto. Un pacto de amigas.

Rubias, como todas las de su raza (si se le podía llamar así), con los ojos de un mismo color plateado. Monótono. Era eso lo que permitía a los humanos normales reconocerlas... mitad humano, mitad Yoma. Todas con un mismo deseo: vengar un suceso del pasado.

Ninguna de las Claymore tenía el suficiente deseo de vivir o, por lo menos, una razón para ello. No obstante, Deneve y Helen habían encontrado eso que las obligaba a permanecer con vida... eso era la amistad. El lazo de amistad que las unía, a ellas dos y, a la vez, con Miria y Clare.

La amistad las había cambiado.

Helen se adelantó y se volteó, quedando de espaldas al camino y de frente a su amiga. Sonrió con las manos detrás de la cabeza, mientras caminaba sin mirar, confiaba en Deneve, en que no dejaría que le sucediera nada mientras se encontraban en el camino.

-Deneve, ¿estás pensando lo que yo?

-Eso creo... –afirmó la mujer de cabello corto.

Una sonrisa maquiavélica apareció en el rostro de la otra.

Casi imperceptiblemente ambas habían sacado su espada y girado hacia uno de los lados, de donde, momentos después, había salido un hombre vestido de negro.

-¿Les suena "Pieta"? –preguntó el sujeto con una sonrisa burlona.

Helen ladeó la cabeza sin comprender, Deneve envainó su espada.

-Habla...

El destino estaba a punto de reunirlas con sus amigas, para probar, de esa forma, que su amistad podía más que cualquier otra cosa.

S-s-S-s-S-s-S-s-S

¡Y eso es todo! Quise inaugurar la sección en español de Claymore con este fic sobre mis dos personajes favoritos. Ocurre poco antes de la batalla en Pieta, donde se enfrentarían contra Isley y su ejército. Traté de mantener lo más IC posible a las dos, cosa que no es nada difícil porque me encanta el carácter de ambas tal como es. Deneve la ruda y Helen la divertida.

Espero que mi historia haya sido de su agrado.