Bleach, Bleach, Bleach (8) Realmente me encantó, y aunque el IchigoxRukia no sea mi pareja favorita, soy totalmente incapaz de hacerle ascos. Así como el IchigoxOrihime, aunque lo mío es más emparejarla con Ulquiorra jejej...

A lo que iba: evidentemente, Bleach no me pertenece. Tan sólo la estoy usando para crear este... relato, si deseais llamarlo de este modo, sobre Ichigo y Rukia. Espero que lo disfrutéis, pese a que no es gran cosa. Calificado más bien como drabble.

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-Eres muy malo, Ichigo.- Inoue sonrió amablemente, sin malas intenciones, cuando ganó por tercera vez consecutiva ese juego de cartas, sónde siempre perdía el pelirrojo. Ishida se ajustó sus gafas con superioridad y sonrió con suficiencia, pues quedó segundo y por encima de Kurosaki. Él lo miró con desprecio y algo de enfado.

-Esto no es justo, siempre ganas tu.- Dijo sin malas intenciones. Ella sonrió ampliamente y recogió la mano, guardándola y acomodándose en su lugar.

-Ha pasado ya un tiempo desde que recibiste tus poderes como Shinigami.- Comentó la peliroja. Rukia, quién se encontraba también con ellos y Renji, asintió con la cabeza, recordando.- Ah, qué nostálgico.

Hubo un silencio por unos minutos, hasta que Abarai Renji retomó la palabra.

-Aún recuerdo todo el lío que se montó con tu maldito Getsuga Tenshou Final.- Le dió un codazo.- Anda que las pintas que traías con esos pelos largos... no parecías tú, Ichigo.- Le intentaba picar, pero el nombrado enrojeció un poco de vergüenza.

-¿Y qué querías que le hiciera? Estuve entrenando en un lugar dónde el tiempo no transcurre del mismo modo...

-Eso lo sabemos, lo sabemos.- Renji le quitó importancia. Rukia miró a al pelirrojo por un buen rato hasta que él le preguntó por aquella extraña conducta.

-Realmente estabas mucho más guapo con el cabello largo. Era muy sexy.

Todos abrieron los ojos como platos, impactados por la revelación de la joven shinigami. Ella permanecía impassible, como si no hubiera dicho nada, y Ichigo bajó la cabeza para evitar que se notara demasiado su sonrojo.

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Habían pasado unos meses. Rukia regresó al mundo real junto a Abarai para pasar un rato con sus amigos y se sorprendió cuando se encontró a cierta persona con el cabello largo. Realmente, se dijo, se veía muy sexy. Tanto que enrojeció al instante y bajó la mirada. Renji, conociendo a la pelinegra, decidió dejarlos solos. No sin antes hacer la típica bromita. Daría una vuelta por el barrio e iría a ver a Chad y los demás.

-Te has dejado el cabello largo.- Apuntó ella una vez quedaron solos.

-¿Así estoy más sexy no?- Bajó la cabeza con una sonrisa burlona, y se acercó a la oreja de Rukia, mordiéndola suavemente.- O al menos, eso dijiste.- Su aliento entró en contacto con el lóbulo de la shinigami y ésta se estremeció.

-Ichigo.

-¿Qué?

-No hagas eso.- Estaba demasiado roja como para que él se la tomara en serio. Así pues, pronto terminaron en la habitación del pelirrojo, pero ésa es otra historia que debe ser contada en otra ocasión. El caso es que Rukia guardó por mucho tiempo en su mente, para toda la eternidad se podría decir, lo que Kurosaki había hecho. Dejarse el cabello largo por ella merecía, como mínimo, una recompensa que estaría dispuesta a pagar.

¿Reviews para mi primer fanfic de Bleach? :3