Amigos de Zootopia, desde que apareció el primer fic he estado leyendo sus hermosas historias, en los de mi parecer deje Reviews, y así no les extrañé que sea parte de la familia, desde los primeros días de estreno vi esta película y todas mis reacciones fueron un dilema, sin duda es mi favorita, tenía años sin saber lo que era adorar con toda mi alma una película de Disney.

Así que luego de tanto tiempo decidí crear mis historias o morir en el intento, haha.

Este fic no tiene ninguna finalidad comercial, espero sus comentarios y de antemano es mi primera vez con un tipo de pareja "no humana", por si se me pasa por alto algún detalle.

Esta semana cumplí años y por eso no subí este fic de una vez, espero les guste tanto como a mí.

Caso 01: Revolución.

El gran acúmulo de personas crea una ideología, al evocarse distintas crianzas nace la diversidad, con la variedad se crea el desequilibrio, con el ingenio inapropiado el desorden y así aumentar los conflictos.

Así todos los habitantes de la "Gran Zootopia" se hallaban en sus propios conflictos internos y bilaterales con respecto a su seguridad ciudadana, aquí es donde entra la labor día a día del dúo dinámico (o así el comité los llamaba). Recientemente la pareja había adquirido cierto reconocimiento no sólo por su famoso caso de los "Aulladores", sino también muchos otros asignados entre ellos, el rescate de una joven cerdita a punto de dar a luz atrapada en un ascensor en picada.

Todo esto no sólo lograba que Nick Wilde y Judy Hopps se unieran más por los hilos fascinantes del destino, del cual salieron victoriosos con perseverancia y un poco de ingenio mal gastado en ventas semanales de "Popsipatitas" y aquellos dichosos doscientos billetes al día.

-¡Nicholas Wilde!, levanta esa cola del sofá ahora mismo- pronunciaba de muy mal humor la coneja policía a la vez intentaba despertar de sus siestas vespertinas a su compañero zorro que cabe acotar era un completo vago en sus obligaciones.

El joven hizo caso omiso a los llamados desesperados de Judy, y dando vuelta de acogimiento entre los pliegues del sofa pertenecientes a la sala de expedientes, donde se encontraban desde hace dos horas continuas.

Judy hastiada de la actitud relajada de su compañero, llenó de aire sus pulmones, exhalando en gran parte este, se acercó a la mesa central de la habitación, y cerró la carpeta de expediente pertinente a un multiple choque en la Av. Rinoausment, del cual se hallaban tres heridos leves, uno en terapia intensiva, más de dos toneladas de lácteos desperdiciados, sin dejar de lado los dos fugitivos restantes al cuadro.

La chica tomó con sutileza la carpeta entre sus patas; lo acercó a su pecho, dando una última mirada al zorro en el sofá, agotada se retiro del cúbiculo correspondiente a su área. Acercándose a su lugar visualizó al jefe Bogo con su acostumbrado ceño fruncido mientras Judy obtenía unas naúseas extremas y se devolvía por donde entró minutos atrás, tropezando con un somnoliento Nick.

-Hey, me dejaste tirado Jud… ¿Está bien?- Se aproximó a preguntar a su superior, el jefe Bogo, ya que la coneja prácticamente lo había ignorando y empujado, sobretodo haciéndole despertar aún más rápido.

-No lo sé Wilde… sólo puedo acotar que esto es una oficina de investigación, NO una floristería- anunció a regañadientes el búfalo con su respingado porte -¿A qué se refiere?- pregunto sin rodeos el zorro colorado algo perplejo prácticamente hablaba sólo, ya que el jefe Bogo se encontraba a tan pocos pasos de la salida.

-Otra cosa Wilde, dile a la agente Hopps que la ZPD no da vacaciones pre-natales y mucho menos a una coneja- finalizó malhumorado el jefe a su vez iba vociferando frases como "Esto me pasa por aceptar conejos"

Wilde jamás en toda su vida se había sentido tan confundido como aquel día, pero de inmediato se percató de los arreglos florales que yacían en el puesto de su compañero, rosas, margaritas, gerberas, girasoles y tulipanes de varios tonos, aquello era un despliegue de colores, que sólo lograron que el zorro arqueara una ceja inquisitivo, buscó alguna tarjeta o firma del remitente, hasta que logró ver una tarjeta en papel suave al tacto en los extremos de los ramos, y cuando la iba a despegar, ingresaba Judy con sus orejas abajo, mientras llevaba una taza de té recién servida.

-¿Conque naúseas, eh?- Se apresuró el zorro a sonar casual viendo como la chica tomaba un sorbo de su bebida.

- Antes de responder cualquier pregunta, ¿podrías pasarme la melaza?- Agradeciendo el gesto, Judy disfrutaba de su té y girando la cucharita en él.

-Bien, zanahorias, ¿qué sucede?- Nick con su porte natural, se carcomía por dentro sin razones, ¿o sí?

-Primero que nada no tengo idea, y antes de que tu imaginación vuele muy, muy alto, sólo percibí el olor a… tulipanes, ¡los odio!- Decía con recelo mientras veía los ramos con rencor.- Y quién sea que los haya enviado me conoce muy poco, además de excederse a enviar absurdos "presentes"- Puntualizó afincadamente la última frase.

El zorro lanzó un puñado de pétalos caídos sobre el escritorio de su compañera a la papelera que tenía a su izquierda.

-Pues sea quien sea, lo tienes loco por ti… siento pena por ti.- Enfatizó entre dramático y melancólico.- Vaya, salir con chicos psicópatas sin avisarme, una puñalada a nuestra confianza, coneja tonta.

La coneja sólo rió un poco, ironizando todo, ya su humor había cambiado… A lo que el zorro se aproximó a decir el recado de su superior pero Judy lo interrumpió con respecto a su comentario anterior.

-No lo llamaría una cita, es más un amigo de, emm, esto, infancia ¡Sí Infancia!- La chica se desvió un poco hacia sus recuerdos de niña.

Nick solo calló y se aproximó a la chica para acariciar sus orejas, febrilmente y seductor mientras veía como ella desviaba la mirada algo avergonzada, no siempre el zorro tenía la oportunidad de tener a merced y sutileza a aquella que no se daba por vencida ante nada, ambos corazones estaban confusos. No es que no se acostumbraran a que sus rutinas fueran lo más extrañas y volátiles del mundo, pero entre ellos dos el tiempo se detenía, sin que nada más importase.

-Bien, zanahorias, tenemos un caso que resolver- Y así fue como Nick decidía romper el ambiente, ya que tenía suma curiosidad sobre algo.

Caminó decidido sin objetar nada más, dejando confundida y con una mirada de reproche a su compañera. Ya en el umbral de la puerta posó brevemente mientras se colocaba sus gafas oscuras y guardaba en su bolsillo sigilosamente la tarjeta remitente de los arreglos florales que iban dirigidos a Judy.

-¿Bien, torpe coneja, seguirás viéndome con cara de enamorada? - Procedió a argumentar Nick a la vez que se dirigía a la sala para despedirse de Garraza, con unos leves susurros de "Je dois hiberner".

-Nunca cambies, Zorro astuto- finalizó la coneja ya sola en la sala, por esa vez disculpaba una de esas miradas inquisidoras de parte de su compañero.- Ahora se supone que hablas francés…- Decía sumamente alto a manera de broma mientras salía detrás de Nick Wilde.

Continuará…

De corazón espero les haya parecido una grata lectura, al final decidí convertir esto en el inicio de la trama principal, más proximamente publicaré unos Oneshot, que me tienen algo perpleja. Feliz día a todos!