Serpiente despiadada –Viñeta DM –
Me siento caer, como si estuviera en el borde de un precipicio. Siento el frío sudor resbalar por mi sien y el pecho en convulsión por la aceleración desenfrenada de los latidos de mi corazón. Mi respiración es agitada, mis manos tiemblan y aquella arma, que siempre fue mi compañera, cae de mis manos provocando un ruido seco en el duro suelo, que resuena en mis oídos. Observo aquél cuerpo que yace frente a mí, inerte, pálido, desnudo, sin vida, rodeado de aquella sangre tan roja como su cabello; miro las suaves manos que antes se aferraron a mi pecho, sus labios hinchados de tanto besarme, están abiertos pero ya no dan aliento ni gritan mi nombre, sus ojos abiertos que ya no ven, ni brillan de pasión o furia, su pecho está quieto, su voz retumba en mi mente, desgarrando mi alma que también está muerta… como mi amante.
Se entregó a mí sin condiciones, llevándome a estados de placer jamás explorados, superando los límites de la lujuria y el pecado; león y serpiente, enlazados en un fuego abrasador. Me juró amor eterno, pero vi la traición reflejada en sus ojos. Lo negó primero, luego lloró e imploró mi perdón, declarándome que su vida era mía. Y eso hice. Tomé lo que me pertenecía.
Moriré en Azcaban, lo sé, no pretendo evitar mi destino. Pero me acompañará su recuerdo, y vivirá para siempre en mí: Draco Malfoy, su verdugo… una serpiente despiadada, que se consumió en su veneno y enloqueció de amor, por aquella víctima traidora a la sangre, que cometió el pecado de amar a un mortífago.
