Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, le pertenece a Hiro Mashima y la historia si es de mi autoría.

Este drabble participa en la CI pairing cup, del foro Cannon Island.

Palabras: 588.


Lecturas que atrapan

Por culpa de sus padres se mudan a Magnolia, haciendo que comience una nueva vida para un pequeño niño ojirojo, el no conoce a nadie y su vecina es rara siempre está leyendo. Un día por culpa de su gato que se escapó al jardín de la rara niña, este la escucha leer en voz alta y el queda atrapado por su voz como si ella fuera un hada que lo acababa de hechizar. Todas las tardes desde ese día él le pide no muy amablemente que le lea.

– ¿Sabes? Eres un niño muy raro, sé que sabes leer así que no te entiendo – una pequeña niña de cabello azul y grandes ojos marrones miraba fijamente a un niño de cabello negro y curiosos ojos rojos.

– ¿Eeeh? ¿Quién te dijo? ¡Eso es mentira! ¡Así que léeme ese libro! – se mostraba algo nervioso pero la peliazul no le molesto que hablara en ese tono de orden, ella a su corta edad sabía que él era así.

Todas las tardes luego de la escuela ella le leía un libro que él le daba, si era muy gordo solo leía un par de capítulos y luego se ponían a jugar, ya era como un ritual.

Pero ellos no pueden ser niños por siempre, el tiempo pasa y ellos crecieron, pero ese rito no cambia, ella le sigue leyendo y él la sigue escuchando atentamente, a veces no le presta del todo atención porque a él le gusta verla leer y que lea para él, es solo ese acto lo que le interesa, porque por esas horas ella está con él, todo su tiempo le pertenece solo a él.

Puede que sea algo egoísta y posesivo pero esa era su forma de ser, así había crecido, él no se atrevía a confesarse ni si quiera sabía si a ella le gustaba, pero no se quería arriesgar a confesar sus sentimientos, tenía miedo a perderla.

Si el pandillero más terrible de la zona tenía miedo y es que esa pequeña hada le desataba muchas emociones.

No sabía cuándo le había comenzado a atraer, pero es que ¿cómo sería posible que su pequeña y adorable peliazul se fijara en él? No lo sabía, no había forma de que eso ocurriera.

– Oye, ¿estas prestando atención? Tienes rato con cara de idiota y no me respondes.

– Lo siento enana, solo me distraje. Lo que pasa es que ese es un libro muy aburrido. No me atrae en lo absoluto.

– Sí parece que no es lo único que no te trae – susurro la de ojos marrones con una cara de tristeza.

– ¿Dijiste algo? – el ojirojo si escucho pero quería estar seguro de lo que había escuchado.

– Si, que tienes que prestar atención aunque no te atraiga. – lo que ella dijo lo dijo con un doble sentido que por suerte el moreno no capto.

– Bueno prosigue en tu lectura. Y por cierto si te escuche y es solo el libro lo único que no me atrae. Gihii~

Esa especie de confesión dejo inmóvil a la peliazul pero no supo que decir ni que hacer, así que solo atino a seguir leyendo bajo la mirada del ojirojo. El no esperaba que ella respondiera pero vaya que esa nueva faceta le gustaba, nunca la había visto nerviosa y muchos menos sonrojada.

Él no era tan brillante como ella pero con lo bien que la conocía sabía que posiblemente estaba así por su culpa y aunque no lo había rechazado eso dejaba la posibilidad de que quizás la atracción fuese mutua.

~Fin~


Nota de la autora: Ni idea de donde salio esta idea, pero salio y soy feliz.