Last Exile no me pertenece, es del Studio Gonzo, yaddayadda. Al fic, tsk.


Regalo de despedida


Cada año vuelvo a este mismo lugar, como si se tratase de una especie de punto de partida por el cual necesito empezar.

La piedra áspera está desgastada, el musgo se instala entre las aberturas y el nombre inscrito sobre la superficie pulida aparece más borroso. Símbolo incuestionable del paso del tiempo; ese tempus fugit que tanto ha atormentado a los hombres se hace ahora presente en tu lápida de una forma que resulta abrumadora. Porque parece que fue ayer, y a veces me encuentro a mí misma pensando en ti como si aún estuvieras aquí, con nosotros. Aún pareces respirar dentro del Silvana.

Es ahora, cuando regreso a Norkia y subo la ladera y veo tu lápida... es ahora cuando recuerdo que ya no estás y que algún día tendré que aceptarlo.

Después de todo, estás aquí por mí. Y yo lo hice por ti.

Alex Row había muerto diez años atrás en Océano Turbulento junto a su prometida Euris, con la tétrica musicalidad de las carcajadas de Maestro Delphine como telón de fondo. Un recuerdo que te atormentaba continuamente, en la vigilia y el sueño. Al principio quería pensar que había posibilidad de alejarte de ese caparazón que tú mismo te habías construido alrededor; pero el día que mi padre me reclamó en la capital como princesa de Anatoray desestimé la idea.

Para ti, sólo existía ella. Sólo vivirías lo suficiente como para acabar con el Maestro, y después…

Por eso no vacilé en aquel instante. Sabía que tú estabas allí, y sabía que no había vuelta atrás. En el fondo, Alex, puedo presumir de haberte conocido mejor que el resto de personas que te rodeaban. Preferías reunirte con Euris; porque, a fin de cuentas, nunca la habías abandonado. Sólo esperabas el momento oportuno en el que regresar a ella. Quizás nunca debiste sobrevivir al accidente de Océano Turbulento. Quizás, tendrías que haber caído como lo hicieron Hamilcar, Georges y, sobre todo, Euris.

Sonrío, porque sé que ahora eres feliz. Entonces, yo también lo soy; aunque esa felicidad tuya contradiga la mía propia. Mejor pasar página ¿no?

No sé cuándo, ni cómo podré olvidarte. Seguramente tú ni siquiera eras consciente de lo que importabas para mí. Demasiado obcecado en ti mismo, supongo.

Sólo guardo la esperanza de que, al menos, supieses apreciar mi último regalo de despedida.

Volveré aquí, a este mismo lugar, dentro de un año. Tu lápida estará más erosionada y más florecida, pero no importa. Con suerte, entonces, ya seré capaz de decirte adios definitivamente.

Y entonces, al igual que tú ahora, yo también podré descansar en paz.

-FIN-


He tardado como lustros es hacer algo que, más o menos, me gustase para publicar desde que acabé Last Exile. Éste es el resultado, que nada tiene que ver con la idea original de lo que yo quería hacer xD. ¡Besos!