Era vísperas de la Navidad, corría el año 770 de la Era del Dragón, en Capsule Corp. todos, bueno, casi todos, se preparaban a recibir la Navidad, las navidades se habían vuelto más alegres para los Briefs desde la llegada de su miembro más reciente, Trunks, quien ya tenía 6 años.
Ese año habían decidido invitar a toda la familia a pasar la velada navideña, eso de "toda" la familia era algo que a Vegeta aún no le cuadraba, como un príncipe saiyajín podía considerar como familia a la mujer de un saiyajín de clase baja que encima era su eterno rival y que había tenido la tonta idea de matarse, al fin y al cabo, por gusto, algo que Vegeta no entendía aún, junto con ella sus dos hijos, el mocoso llorón que ya entraba en la adolescencia al que conoció hace ya muchos años atrás y un mocoso tanto más latoso aún que acababa de cumplir los 5 años y al que tenía que aguantar más que a los otros porque era "el mejor amigo de su hijo", cosa que tampoco entendía, ni de como podía su primogénito Trunks tener cualquier tipo de contacto con gente de tan bajo nivel y encima hijo de Kakarotto, ni mucho menos entendía eso de lo de "mejor amigo", porque nunca lo había tenido, ni creía necesitarlo, aunque relamente no entendía bien de lo que se trataba.
Aparte de ellos, venían quienes aún peor, no tenían ni una sola gota de sangre saiya, ese tal Krillin y la muñeca de lata con la que se había casado y la cría de pocos meses de nacida, la sola idea de escuchar llantos de niños lo sacaba de quisio.
Además debía soportar al viejo ridículo que "dicen" fue maestro de Artes Marciales de Kakarotto y aquellos "insectos" que lo suelen acompañar, al ex-novio de SU Mujer y al Nameku, eso si no se les había ocurrido invitar a alguien más, aunque de Bulma y de sus padres se podía esperar cualquier cosa.
