Tercer fanfic para esta serie. Si, otro Victuri por supuesto.
Espero estén muy bien. Escribí esto ayer, inspirándome en cierta escena del episodio final del kdrama "She was Pretty" cuando la vi, a los protagonistas en algo parecido, no pude sino imaginarme al Victuri ¡Fue tan ellos! Así que, conmovida, decidí escribir esto.
Es corto, sin mucha cosa, pero espero sacarles al menos una sonrisa.
Disclaimer: Yuri on Ice no es mío, yo sólo escribí esto por el amor que le tengo a esta parejita tan hermosa.
Aclaraciones: Victuri. Humor, fluff. Un Víctor muy celoso y berrinchudo (nada nuevo)
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-¡Yuuri!- no obtuvo respuesta, pero de todas formas continuó- ¿Dónde está el peine?-
Recién tomaba una calientita ducha, en contraste al frío clima de la época, su cabello goteaba de vez en vez mientras revisaba algunos cajones del cuarto de baño de su hogar, en busca del objeto en cuestión.
-En el segundo cajón, Víctor.-
Recibió como respuesta, desde lo lejos, y buscó donde le indicaron. Pero no encontró nada.
-¡No está!- avisó, alzando la voz nuevamente.
-Busca bien, ahí estaba.-
Fue lo que le contestaron. Entonces, abrió una vez más el cajón y el resultado fue el mismo; no estaba lo que buscaba.
-¡No está!- soltó de nueva cuenta, esta vez con un berrinche.
Al no obtener una nueva respuesta, se colocó una toalla pequeña bajo su cuello, sólo se había puesto los pantalones para dormir, y se dirigió a la sala de estar. Ahí encontró a su esposo (nunca iba a cansarse de llamarlo así) sentado frente a su computador portátil escribiendo quien sabe qué cosa.
-¡Yuuri!- pronunció su nombre, acercándose. Este ni se inmutó- Oh, ya sé.- una idea cruzó su mente y apresuró el paso- Búscalo tú y me cepillas el cabello.- soltó, llevando una de sus usuales sonrisas en forma de corazón.
-Está bien.- fue su respuesta, en automático.
Esperó unos pocos segundos, pero a pesar de su afirmación el japonés no se movió. Dejó salir un bufido y se sentó a su lado.
-Yuu~ri.-
Silencio, sólo se escuchaba el sonido de las teclas siendo presionadas una y otra vez. No sabía qué tenía tan ocupado al contrario, lo que sea que estuviera haciendo ya no le estaba gustando ¡Le estaba quitando a su Yuuri!
-Yuuri…- apoyó su codo sobre la superficie y descansó el mentol en su mano- Un beso…- se inclinó hacia el otro, con sus labios listos para ser besados, con la intención de obtener toda su atención.
Pero el japonés apenas giró el rostro y, al encontrar sus labios, dio un rápido rose, eso sin despegar la mirada de la pantalla. Hizo pucheros ante eso, era el colmo ya.
-Ah…- dejó salir un lamento exagerado- Estoy casado, pero me siento tan solo…- fingió llanto, su puchero no se había ido todavía- Tan soliiito.- dramatizó, como sólo él sabía hacerlo.
Se levantó de su puesto, el japonés seguía sin mirarle, con intención de retirarse. Él, el pentacampeón del patinaje artístico sobre hielo, había perdido contra un computador. Toda una triste historia.
Y su vergonzosa retirada fue interrumpida por cierto sonido, por justamente la pantalla computador portátil siendo bajada por Yuuri.
-Ya lo cerré…- dijo lo obvio, todavía de espaldas en su silla.
Hizo falta sólo unos pocos segundos para que se diera cuenta de la situación. Su puchero fue suplantado inmediatamente por una gran sonrisa.
-¡Yuuri!-
Y fue por su ya no tan cerdito, tomándolo en brazos como muchas veces había hecho y cubriendo su rostro de besos amorosos y sonoros. Su cabello podía esperar, después de todo peinarlo ahora ya no tenía caso…
Su matrimonio con Yuuri seguía siendo maravilloso desde el primer día, y eso no cambiará jamás.
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Si, fue todo.
¡Gracias por leer! y me disculpo por si hubo algún error :(
Si te gustó, me haría muy feliz si me lo haces saber.
¡Hasta una próxima vez!
