N/A: ¡Yuju! Ya hacía bastante tiempo que no escribía nada nuevo sobre FMA…y de repente me vino esto a la cabeza. ¡Mis disculpas por si no está demasiado bien!

¡Fuera de aquí!

La chica rubia suspiró, irritada, y se pasó la mano por la frente para retirarse los mechones rubios que dificultaban su vista e impedían su trabajo. Aunque, tenía que reconocerlo, no era eso lo que realmente la molestaba.

Se giró, y "descubrió" unos ojos dorados que la miraban con todo el descaro que podía caber en un tipo tan canijo cómo él.

— ¿Quieres dejar de mirarme así? –le increpó, amenazándolo con una llave inglesa.

El alquimista sonrió sinuosamente y se acomodó aún más en el sillón.

—No tengo otra cosa que hacer –dijo perezosamente.

La rubia se volteó, dispuesta firmemente a ignorarlo, pero la siguiente frase la hizo recuperar sus ánimos homicidas.

—Si no fueras tan lenta reparando automails…

Touché. Había tocado su fibra sensible. ¿¡Cómo que era lenta reparando!? ¡¡Lo que pasaba era que él era un inculto incapaz de reconocer sus más que increíbles dotes mecánicas!! Como si él supiera algo más que hacer estúpidos cálculos y dar palmaditas…

— ¿¡Quién te has creído que eres!? –gritó, lanzándole una llave que él esquivó con irritante facilidad.

En el instante en que la mecánica tomaba otra herramienta –y de jurarse a sí misma que aquella vez no fallaría-, el rubio se acercó a ella…quizás demasiado.

—Tienes grasa en la frente –murmuró, acercando la mano para retirarla.

La chica se quedó desconcertada. ¡Pues claro! Si se manchaba las manos y luego se tocaba la cara, era evidente que iba a mancharse… Una vez, incluso acabó con la cara totalmente negra, pero eso sí, con un nuevo y flamante automail en sus manos.

—Ed, ¿qué haces? –dijo ella con un leve temblor en la voz, consciente de que el chico había cambiado el rumbo y no parecía interesarle tanto la mancha de su frente como el acercar su cara a la suya.

— ¿Qué piensas tú? –preguntó el chico pícaramente, acercándose más.

En el momento en el que los labios del chico rozaron los suyos, Winry sintió una descarga eléctrica que la sacudía…y que la indignación la invadía, sabiendo que el alquimista trataba de jugar con ella, de "mandar", por así decirlo.

¡Y nadie jugaba con una Rockbell!

— ¡Fuera de aquí! –le gritó, azuzándole la mortífera herramienta que aún portaba en sus manos y que provocó que Ed saliera por patas, conociendo el mal genio de su… ¿amiga?

Sin embargo, en cuanto se quedó sola, su expresión cambió. Se llevó la mano a los labios y sonrió, traviesa.

—…por ahora –completó, urdiendo en lo más profundo de su mente una trama maquiavélica.

N/A: ¡¡Wa, es la primera vez que escribo un EdWin!! Sinceramente, soy más del AlWin (que hay muchos menos XD), pero se me ocurrió que podía probar con otra pareja (que sea fan del AlWin no quiere decir que odie el EdWin).

Dependiendo de vuestra opinión, me plantearé escribir otro de esta pareja o no, así que… ¡dejad reviews! ¡Gracias por haberlo leído (y si dejáis review, gracias dobles )!