Marinett miraba el paisaje de parís al atardecer, desde el balcón de su departamento, a su lado estaba hija de 7 años, Emma, quien solo jugaba con una pequeña muñeca de tela, pasaban gran parte del día en casa, mientras que Adrien pasaba bastante tiempo en sesiones de modelaje o encargándose de la empresa de su padre, eran las 7:50 de la tarde, llegaría en cualquier momento.

Oyó la puerta abrirse y levanto la vista hacia esta, al igual que Emma.

-princesa, ¿dónde estás?- pregunto Adrien al cruzar la puerta.

-Aquí Adrien- Aquí papa- dijeron al mismo tiempo las dos, y se miraron a los ojos, Emma la miro con enojo, Marinett estaba confundida, Adrien siempre le decía princesa a ella.

- ya llegue-Adrien se acercó, abraso a Emma y se disponía a besar a Marinett pero esta le puso la mano y se lo impidió.

-Adrien, tenemos que hablar- dijo Marinett mientras intercambiaba miradas furiosas con su hija

- ¿Qué pasa? – pregunto Adrien

-¿quién de las dos es tu princesa?- pregunto Emma mientras miraba de mala gana a su madre

-sí, Adrien debes decidir quién de las dos es tu princesa- * niña malvada, yo siempre fui la princesa de Adrien* pensó Marinett, seguía siendo tan infantil como siempre-

- hemm, yo…- Adrien no sabía que decir.

Por un lado tenía a su hija, si le dice que no se pondrá a llorar por un largo tiempo y luego no le hablara. Y por el otro Marinett, si le decía que no, no dejaría que la toque por al menos dos semanas, además ella siempre fue su princesa *maldita sea* pensó Adrien.

-¡responde!- exigió Marinett, se notaba que estaba celosa, aunque fuera su propia hija.

-bueno, primero que nada…-Adrien estaba nervioso- Marinett siempre fue mi princesa-

Marinett saltaba internamente de alegría, Emma miraba a su papa con los ojos cristalizados.

-pero…- siguió el- si seguimos las leyes de la realeza, la princesa seria Emma-

Esta vez Marinett lo miraba mal y Emma solo sonreía y daba saltitos en el suelo

- y si yo soy el rey, Marinett legítimamente es mi reina-dijo y sonrió esperando que las chicas lo aceptaran- ¿qué les parece?

- Mmm, a mí me parece bien ser una reina- dijo Marinett y le dio un beso *problema resuelto* pensó Adrien hasta que…

-¡No!, ¡Yo quiero ser la reina!- grito Emma mientras se abrazaba a su cintura * no otra vez, porque rayos les puse apodos* pensó Adrien y soltó un lago suspiro. Casi todos los días era lo mismo, su reina y su princesa discutiendo por estupideces, ya se había acostumbrado.