~ Hola de nuevo! :D Gracias a todos por su paciencia, últimamente me conecto menos por debido a mí bajo rendimiento en la estupida escuela y mis viejos no me dejan usar la comp. Pero sus rewiews me inspiran a romper las reglas. Como por ejemplo ahora que estoy en un cyber y les dije a mis viejos que iba a Gimnasia ._. ~

Bueno, sin más preámbulos; el fic :D


VANIDAD – LUJURIA – GULA – PEREZA – ENVIDIA – IRA – AVARICIA

Llovía, y mucho. Era un martes lluvioso en el tranquilo pueblo de South Park, para ser más específicos, en la escuela secundaria. Donde dos adolescentes conversaban en la cancha de futboll detrás de la escuela.

-¡Tweek, por el amor a Dios, está lloviendo muy fuerte! ¿Realmente es muy importante lo que me tienes que decir?- preguntó casi a gritos Craig, bastante mal humorado por estar mojándose en lugar de poder irse a su casa. El entrenamiento había terminado y él seguía en la escuela, especificamente, en el campo de deportes, mojándose bajo la lluvia.

-Y-yo ¡GAH!- se sobresaló el rubio. -¡Te-tengo algo-go muy i-importante que decirt-te!- dijo sin dejar de mirar su ojos azules con decisión.

Craig se quedó en silencio. Tweek era de trabarse en muchas de sus oraciones, pero esta vez hablaba enserio, y él lo entendió, aunque no sabía de que quería hablarle su amigo. Así que, tratando de ser el primero en hablar, dijo el primer pensamiento que se le vino a la cabeza.

-Tweek, si tiene que ver con los otros jugadores de futboll, les he dicho que si te molestaban de nuevo les iba a romper la cara de un solo golpe.- dijo respondió. Él era uno de los mejores jugadores de su equipo, aunque sus compañeros no eran exactamente los chicos comprensivos. Si veían algo diferente a los que consideraban "normal" lo atacaban hasta asegurarse de que desapareciera.

-¡NO! N-no es es-so.- respondió tratando de no desmayarse ahí mismo. –L-lo que t-te queri-ia decir es qu-e y-o.. yo.. GAH!-

Craig levanto una ceja dudoso y resopló con cansancio, lo que puso más nervioso al rubio. Tweek no sabía que hacer en ese momento. Sí sabía, pero no sabía como. Habían sido mejores amigos después de esa estupida pelea que sus compañeros Cartman, Kyle, Stan y Kenny habían inventado para ver quien era más fuerte cuando tenían ocho años. "¿¡Qué hago!? ¡Es ahora o nunca!"

-¡CRIA-GG, YO TE AMO! ¡GAH!- gritó con los ojos cerrados, rompiendo el silencio que reinaba entre ellos dos. -¡SIEMPRE LO HICE! ¡DESDE QUE ERAMOS CHICOS!- sintió como se quitaba un enorme peso de encima, se sentía bien. ¿Pero hasta cuando? ¿Cuánto iba a tardar hasta que Craig lo viera como un fenómeno y no le hablara más?

El morocho de ojos negros no sabía que decir, una y mil preguntas vinieron a su cabeza su mejor amigo estaba… enamorado de él. ¿Desde cuando? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Está seguro?

Tweek seguía con los ojos cerrados, totalmente paralizado, esperando una respuesta, o tal vez un golpe, aunque una respuesta sonaba mil veces mejor que un golpe. Pero ninguna de esas dos cosas llegó, es mas, llegó algo que nunca esperaría por parte de Craig. Un abrazo.

-Yo también Tweek.- le susurró en el oído y lo besó en la frente. -Yo también te amo.- dijo esta vez besándolo en los labios.

Lo dijo, lo confeso, lo admitió. Craig siempre había sentido la necesidad de protegerlo, de tenerlo cerca, de no dejar que alguien más lo toque. El era SUYO. Él lo amaba, amaba todo de el pequeño rubio. Desde su pelo despeinado, hasta sus enormes orbes violetas tirando a azul. Su linda forma de ser, amable y cariñoso. Sus temblores, hasta su forma de tomar café. Todo lo que el rubio proveía era tan embriagante para él.

Tweek correspondió el beso, fascinado por el sabor a cigarrillo que poseía Craig. Pero el beso no duro tanto como hubiera querido, sintió unos gritos desde lejos. Los pudo reconocer. Provenían de los jugadores del equipo de futbol, compañeros de Craig. Los mismos que se aseguraban de hacerle la vida un infierno. Si bien el ruido de la lluvia no permitía escuchar muy bien, escuchó perfectamente uno de sus gritos:

-¡Miren! ¿Ese no es Tucker?- preguntó unos de los jugadore.

-¡Eh! ¡Tucker! ¡No sabíamos que eras un marica!- aulló otro jugador.

-Parece que interrumpimos algo!- siguió con diversión y burla uno de los jugadores más grandes.

De golpe Tweek sintió como lo empujaban al piso, mojado por la lluvia que todavía seguía cayendo, ensuciándose toda la ropa en el proceso. Cuando levantó la cabeza para ver la causa de su caída, solo vio a Craig, que lo miraba con una mirada de indiferencia y frialdad.

-Aléjate de mi.- fue lo único que le dijo ante de irse con los otros jugadores. Como si nada huviera pasado.

Despúes del shock, llevó las piernas al pecho y lloró, lloró como nunca antes lo había hecho. Nunca nada lo había herido tanto como el rechazo de Craig. Lo más patético de todo fue que lo rechazo por miedo a su propio rechazo por parte de sus "amigos". Siguió llorando, mientras la lluvia lo seguía mojado, ya no le importaba nada, su mejor amigo, su único amor verdadero lo había rechazado.