Introducción
"- ¡Blackwargreymon!… ¡Blackwargreymon!"
Su nombre… alguien había gritado su nombre, antes de desaparecer y así poder sellar la puerta del digimundo; pero si eso había pasado, ¿Por qué tenía ese recuerdo?… ¿Acaso no había muerto?… Los muertos no tienen recuerdos. ¿Qué era lo que estaba pasando?…
Blackwargreymon abrió los ojos de golpe, una luz le cegó por un instante, sentía el cuerpo completamente pesado, la cabeza le daba vueltas.
- ¿Qué pasa?… ¿Dónde estoy?
- Bien, parece que tuvimos éxito – La voz de un digimon hizo eco en el lugar.
Aquella voz, Blackwargreymon la conocía, a pesar de haberla escuchado una vez hacía tiempo atrás, la recordaba con claridad. Al abrir sus ojos, supo lo que pasaba.
- ¡Qinglongmon!… ¿Tú me has traído a la vida? – Blackwargreymon miró al enorme digimon, tipo dragón, que estaba frente a él.
- No solo ha sido él – Una tortuga gigante se encontraba al lado derecho de Blackwargreymon – Yo soy Ebonwomon.
También había otros dos digimons gigantes, uno parecido a un ave fénix, y el otro a un tigre dientes de sable blanco. Los cuales se presentaron.
- Yo soy Zunquiamon, un gusto en conocerte – El ave digimon agitó elegantemente sus alas.
- Mi nombre es Baihumon – Dijo con orgullo el gigante digimon tigre.
- Somos los cuatro las Cuatro Bestias Sagradas del digimon – Hablaron los cuatro digimons al unísono.
- Te hemos devuelto la vida, Blackwargreymon, pues tu sacrificio lo merecía; protegiste este mundo, aun cuando realmente fuiste creado de algo que fue maligno con el objetivo de destruirlo – Comentó Qinglongmon – Pero tu vida no tiene que acabar tan rápido, aun te falta mucho por conocer, aprovecha bien esta oportunidad.
Antes de que Blackwargreymon pudiese preguntar algo, las cuatro bestias sagradas, fueron envueltas por una brillante luz y desparecieron del lugar. Blackwargreymon miró el lugar en el que se encontraba, era una zona desértica y rocosa del digimundo, fuertes vientos soplaban por el lugar.
- ¿aún me falta por conocer? – Blackwargreymon meditaba las palabras de Qinglongmon – ¿Por qué me habrán revivido realmente?
Blackwargreymon levantó el vuelo, mirando los terrenos del digimundo que aún no había logrado ver nunca. Pronto comenzaría la aventura para él.
Capítulo 1: Reencuentro
Isla File… Varios digimons nativos de la isla disfrutaban de la época pacifica que reinaba en el digimundo, de vez en cuando aparecían digimons malignos que perturbaban la paz y tranquilidad, pero los digimons que eran nobles y puros, lograban detener a los malignos, y esto mantenía un perfecto equilibrio en todo el lugar… Agumon, un digimon tipo dragón, de nivel novato, descansaba tranquilamente; hacía algún tiempo atrás, ese Agumon junto a varios amigos digimon, y varios compañeros humanos, habían logrado salvar el digimundo, así como el mundo de los humanos; habían sido grandes aventuras lo que había pasado. Pero también recordaba los momentos en que todo había sido difícil, triste, momentos que todos pasaron desesperación. Entre esos momentos que Agumon pasaba recordando, llegó hasta él los recuerdos de cuando había conocido a Blackwargreymon, sentía que había podido llegar a ayudar al digimon que había nacido de las agujas de control, ya había pasado mucho tiempo desde que Blackwargreymon se había sacrificado por el digimundo. Aunque Agumon deseaba que aquel digimon que conoció durante poco tiempo, hubiese podido conocer más del mundo que protegió al final, le hubiera gustado haber ayudado a Blackwargreymon a comprender todo lo que significaba tener un corazón. Aunque tenía que admitir que él mismo aun no comprendía por completo el significado de aquello…
Cerca del atardecer, Agumon comía con avidez algunos frutos rojos, junto a una hoguera, donde esperaba a que se terminara de asar un pez recién pescado, estaba cerca del rio; en el momento en que estaba por disfrutando su comida, se escuchaba cerca de ahí que se estaba llevando a cabo un combate, así que, movido por la curiosidad, Agumon decidió inspeccionar que era lo que sucedía; no tardo en hallar a dos digimon etapa campeón, concentrados en su combate, aquellos digimons que peleaban, eran Ogremon y Leomon.
Tanto Leomon como Ogremon, eran enemigos naturales, pero también, eran grandes amigos, ambos combatían entre ellos siempre como entrenamiento, así como para competir y probar quien de los dos era más fuerte.
- ¡Golpe del rey bestia! – Leomon lanzó su técnica especial.
- ¡Golpe del mal! – Ogremon contraataco a su vez.
Ambos ataques impactaron el centro del campo de batalla, con aquello el combate quedo finalizado. Leomon y Ogremon estrecharon sus manos en señal de amistad y respeto.
- Sí que fue un gran combate el de hoy – Ogremon sonreía entusiasmado.
- Claro que sí, tú también te has fortalecido mucho amigo mío – Respondía Leomon.
En aquel momento, Ogremon y Leomon captaron que alguien se encontraba escondido en el lugar; en aquel instante, Agumon salió tranquilamente de entre los arbustos.
- Cuanto tiempo sin verlos amigos – Agumon saludó sonriente y despreocupadamente.
- ¡Que sorpresa verte de nuevo en la isla File! – Ogremon se acercó a Agumon saludándolo alegremente.
- Agumon ¿Cómo te ha ido? – Leomon también saludó alegremente – ¿Hace cuánto que llegaste a la isla?
- Llegue hace pocos días, Whamon me hizo el favor de traerme hasta acá, aunque fui el único que vino a la isla, los demás se quedaron en el Gran Continente viajando por diferentes zonas del digimundo – explicó Agumon.
Leomon y Ogremon miraron a Agumon con detenimiento, se percataron en aquel momento que había algo que Agumon escondía, era como si tuviera un conflicto que no sabía cómo expresar.
- ¡Oye Agumon! – Ogremon avanzó hacia el pequeño digimon – ¡Veamos si eres más fuerte desde la última vez que te vimos!
Leomon se apartó del lugar, dejando que Ogremon y Agumon se enfrentaran en aquel combate amistoso. Ogremon saltó ágilmente, dejando caer su hueso-mazo contra el suelo de forma poderosa dejando un agujero en el suelo, Agumon apenas tuvo tiempo de evitar el ataque, pero aprovecho el momento de tener a Ogremon al alcance, Agumon utilizó su flama bebé para atacar, Ogremon utilizó su arma para bloquear el ataque, haciéndola girar a gran velocidad. Pero Agumon había aprovechado la distracción de su ponente para acercarse desde un costado.
- ¡Garra ardiente! – Una de las garras de Agumon quedo envuelta en fuego.
Ogremon tuvo solo un momento para esquivar el ataque, llevándose solo una quemadura. Pero Ogremon giro sobre sí mismo listo para atacar.
- ¡Mazo de hueso!
El ataque de Ogremon lanzó a Agumon por los aires; Agumon había ascendido demasiado gracias a la fuerza con el que había ido el ataque de Ogremon, pero eso le dio tiempo al pequeño digimon de reunir suficiente poder en su mandíbula, tanto que su cabeza había adquirido un color rojizo intenso; al descender, Agumon seguía reteniendo el poder de su ataque, pero apuntaba justo sobre Ogremon, al estar más cerca, Agumon abrió sus fauces, liberando una enorme llamarada sobre el lugar, Ogremon no tuvo tiempo de esquivarla.
Leomon, en cuanto había visto que Agumon utilizaba su ataque, había sido rápido en reaccionar, utilizando una de sus técnicas especiales, cien puños del rey bestia, Leomon había evitado que una gran parte de la zona terminara en cenizas con la llamarada de Agumon. Pero el resto del ataque había golpeado a Ogremon, quien se encontraba debilitado en el suelo; Agumon golpeó duramente contra el suelo, por lo que quedo fuera de combate al igual que su adversario.
Leomon se acercó a ambos digimon caídos. Frotando sobre las heridas un ungüento que llevaba consigo mismo, las heridas de ambos sanaron al instante.
- No esperaba que lanzaras esa poderosa llamarada, se ve que eres demasiado fuerte, aun para estar en etapa de novato – Dijo Ogremon con entusiasmo.
- Es verdad, ¿Por qué aun conservas la apariencia de nivel novato, Agumon? – Preguntó repentinamente Leomon – Con toda tu experiencia en batalla deberías poder permanecer en una etapa adulta o en la etapa ultra.
- En realidad si puedo permanecer en esas etapas, pero me es difícil pasear libremente por algunos lugares a veces, por lo que no me es inconveniente permanecer en etapa novato, además, prefiero digievolucionar solo en caso de que se necesite proteger a alguien – Repuso Agumon sonriendo.
Estaba atardeciendo, y para reponer energías los tres digimon decidieron comer algo, preparando una deliciosa cena con varios pescados que Leomon ayudó a capturar. Agumon se encargó de asarlos todos los pescados, mientras que Ogremon trajo bayas de diferentes tipos para acompañar la cena.
Al anochecer todos dormían pacíficamente, Leomon sobre las ramas de un frondoso árbol, Ogremon estaba acomodado entre las ramas del mismo árbol, y Agumon se encontraba en la base, durmiendo tranquilamente. La noche parecía ser algo tranquila para los que descansaban en ese momento, pero como había también digimon que preferían la noche, también había actividad en la isla; en esos momentos, por el lugar donde los tres amigos dormían, pasaban un grupo de Tapirmon, digimon de tipo sagrado, que se alimentaban de los sueños y ayudaban a limpiar las pesadillas. En aquel momento, los Tapirmon, curiosos al ver a los tres digimon dormir, se acercaron sigilosamente, utilizando su poder para ver los sueños que tenían Leomon, Ogremon y Agumon, y de paso alimentarse de ellos. Mientras los Tapirmon examinaban los sueños de Leomon y Ogremon, disfrutaban ver como ambos digimon soñaban uno con el otro, en situaciones cómicas. Pero con Agumon, dos Tapirmon que observaban su sueño, se dieron cuenta que el novato repasaba un momento melancólico para él. En los sueños de Agumon se veía que este recordaba cuando había hablado con Blackwargreymon, cuando habían peleado e inclusive cuando Black, se había sacrificado. Ambos Tapirmon comenzaron a emitir un humo blanco de sus fosas nasales, el cual cubrió la cabeza de Agumon, el sueño de Agumon se fue desvaneciendo.
Los Tapirmon se alejaron del lugar. Todo parecía indicar que la noche estaría tranquila, al menos en la isla… el aire frio que soplaba hizo que Agumon abriera los ojos repentinamente, se encontraba en la montaña central de la isla File; miró a su alrededor completamente desorientado, no sabía cómo había llegado hasta ese lugar, Agumon suponía que había caminado dormido. Recordaba sus sueños, al menos parte de ellos, pero veía la imagen clara de Blackwargreymon.
En aquel momento, Agumon percibió peligro tras de sí mismo, al dar media vuelta, una serie de agujas, se dirigían hacia él como dardos. Una bandada de Demidevimon, volaban sobre Agumon y reían malignamente.
Agumon esquivo los ataques de Demidevimon tan rápido como pudo, pero aun así recibió varias heridas de los ataques.
- ¡Demi Dardo! – Los Demidevimon atacaron al mismo tiempo una vez más.
- ¡Garra ardiente! – Con ambas garras envueltas en fuego, Agumon rechazó el ataque – ¡Flama bebé!
Agumon escupió varios proyectiles de fuego, algunos acertaron en algunos enemigos, pero varios más escaparon. Debido a las heridas del primer ataque, Agumon comenzó a sentirse debilitado, los Demidevimon que aun quedaban volaron en picada hacia su presa.
- Aleteo de murciélago.
El vuelo de los Demidevimon se hizo más rápido, sus alas se iluminaron y golpearon a Agumon lanzándolo lejos. Agumon trató de levantarse, pero había quedado mal herido. Esperaba que los Demidevimon trataran de atacar de nuevo, pero se habían quedado quietos. El aire se volvió más frio que antes, una sombra se formó tras de los Demidevimon.
- Es momento, terminen con él – La voz de aquella sombra era tétrica – Terminen con toda la isla.
Agumon quiso aprovechar el momento para poder digievolucionar, pero de la sombra emergió un relámpago de energía que lo golpeó y sintió su cuerpo paralizarse. De la sombra se distinguió una esfera de color carmesí, la cual proporcionó energía a los Demidevimon, otorgándoles el poder de la digievolución; los Demidevimon se convirtieron en su forma campeón, Musyamon, un digimon demonio de forma humanoide que vestía como un antiguo samurái. La sombra desapareció y los Musyamon levantaron sus armas dispuestos a atacar.
- ¡Espada Shogun!
Las espadas de los Musyamon quedaron impregnadas de grandes llamas, todos estaban por lanzar sus ataques en diferentes direcciones. Agumon estaba tratando de salir de la parálisis que lo retenía.
En aquel momento, una gran esfera de energía roja impactó contra los Musyamon, iluminando la noche, el ataque había sido rápido y sorpresivo. Agumon miraba atónito aquello, reconocía aquel ataque; le costó mucho resistir la onda expansiva de la explosión, pero cuando todo se tranquilizó, Agumon miró al digimon que le acababa de salvar la vida.
- No puede ser… Ese ataque…
Frente a Agumon había aterrizado Blackwargreymon, los Musyamon habían desaparecido.
- ¿Blackwargreymon?… – Agumon trataba de levantarse – ¿Eres tu realmente?
Blackwargreymon dio media vuelta, mirando a Agumon fijamente, le reconocía.
- Agumon… que bueno que llegué a tiempo… – Blackwargreymon ayudó a Agumon, cargándolo.
Antes de que ambos pudieran hablar, Leomon y Ogremon llegaron al lugar, preocupados por ver el estado en que Agumon se encontraba. Pero se pusieron en defensiva al ver al digimon de etapa mega.
- ¡¿Quién eres y que le has hecho a Agumon?! – Leomon estaba por atacar.
- ¡No Leomon! – Agumon alzó la voz – Él es un conocido mío. Es Blackwargreymon.
Leomon y Ogremon se acercaron con lentitud.
- Creo que lo primero será tratar las heridas de Agumon – Dijo Blackwargreymon.
Leomon asintió, pidiendo que lo siguieran para ir al lugar donde podían recolectar las hierbas medicinales que ayudarían al pequeño digimon.
Cuando todos se habían marchado del lugar, un Skullsatamon se manifestó.
- Debo informa a Metalphantomon, esto no le agradará nada.
