¡ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por RutLance -CrystalFairy, Hetalia y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.

RutLance-CrystalFairy, presente: ¡Hola a todos! =D

Les traigo este nuevo fanfic, y por lo pronto, les diré que va dedicado con mucho cariño a klaudia14. Esto debido a qué me dejó el Primer Review (Por el cuál mi hermana y yo dijimos qué saltaríamos de gusto. :3) y el No. 25 (Qué nos permitió darnos gusto comprando un par de chocolates Extra-Grandes, estaban deliciosos. n.n) en "Sabor a mí"

Fuera de todo eso, por el momento no pondré ni quiénes son los protagonistas, ni de quién se trata en el primer capítulo, qué por cierto está en primera persona, algo que no me sale muy bien; por lo qué si desean adivinarlo, están en todo su derecho. Por las parejas, no se preocupen, este fanfic es clasificación "M"

Disfruten el capítulo. n.n


Cuando muere el día.

Capítulo 1: Dios, hoy te pido.

Apenas abro los ojos al amanecer, le pido a Dios estar muerto...

Y es de todos los días...

Al despertar, al abrir los ojos...

Podría quitarme la vida, pero sé qué soy cobarde para hacerlo; además, no puedo suicidarme porqué va en contra de las reglas de Dios, no podría...

Aparte, tengo un trabajo al cuál atender para poder pagar mis deudas y sostenerme. Pero ese, sólo es mi trabajo de día, el público. En el cuál la gente me conoce y me habla...

Pero al caer la noche, comienza mi "otro" trabajo, el qué me mantiene. El qué me tiene vivo...

El qué me mata lentamente por dentro...

Cuando muere el día...

Sólo tengo qué esperar paciente, en una banca, o en una esquina...

El agua y el jabón pueden lavar el exterior de mi cuerpo, más no pueden limpiar la suciedad qué llevo dentro de mi alma...

Y ocurre noche tras noche, como eterna pesadilla...

Sé que hay quiénes lo hacen por gusto, pero ese no es mi caso. No es algo qué me enorgullezca, pero tampoco me reprocho tanto de ello...

Y es cuando termina la jornada, qué cierro mis cansados ojos...

Y pido nuevamente a Dios qué el siguiente día no llegue...

Qué no amanezca...

Porqué otra vez le pediré que me quite la vida...

Volveré al trabajo público, con otra falsa sonrisa...

Y de nueva cuenta, cuando muera el día...

Volveré a repetir esa horrenda pesadilla...

Continuará...