Año XX mes XX Día XX

Cuentan las leyendas de que desde la instalación de un sistema de visión solida surgió un misterioso poder que altera la realidad. Solo unos pocos elegidos son capaces de sobrevivir en este mundo doble realidad. El torneo donde el ganador obtendrá una recompensa inimaginable ha empezado.

Era un día festivo.

El apartamento estaba en la más absoluta calma. En su habitación, tumbado en su cama con sus grandes auriculares cubriendo sus orejas se hallaba un chico de pelo blanco y ojos rojos mostraba una expresión de frustración y enfado extremo mientras jugaba a un juego en su Coil.

Un Coil es algo parecido a un teléfono móvil, pero es mucho más conveniente que uno ya que además de hacer llamadas o mandar mensajes, puedes también comprar con él ya sea online o en la vida real. Es también tu identificación y sobre todo puedes ver en él canales de televisión o escuchar la radio. Todo ello con esta pequeña máquina en forma de pulsera.

"Mierda, otra vez he perdido. Diez partidas y solo he ganado tres…"

Su quejido de frustración hizo que se apagase la imagen holográfica mientras soltaba un fuerte suspiro.

Una brisa fresca entró por la ventana abierta trayendo consigo una sensación tranquilizante y adormecedora.

Sus ojos se cerraron poco a poco. Sus dedos aumentaron el volumen del trance metal que sus cascos emitían. Su consciencia empezaba a perderse en ese océano de riffs y redobles acompañados por los efectos del sintetizador de sonidos que levantaban una atmosfera futurística en torno a los instrumentos.

Todo iba bien, hasta que su Coil empezó a vibrar. Estirando la mano, mientras doblaba el codo, acercó el dispositivo hacia su cara. Una pantalla holográfica apareció mostrando la carpeta de mensajes. En ella aparecía un mensaje bajo el título de Techno Dream

Sentándose en la cama leyó el mensaje, a cada palabra su frente se ceñía y al terminar su expresión delataba el deseo de arrancarse su Coil y arrojarlo por la ventana.

"Ni siquiera me dejas descansar" Refunfuño levantándose de la cama y estirando su cuerpo.

Momentos después salió de aquél complejo de apartamentos.

En aquella ciudad, andar era la forma más rápida de llegar a un destino. El transporte público de los barrios bajos era completamente ineficiente. Los autobuses casi siempre se retrasaban y las investigaciones policiales cortaban las calles deteniendo el tráfico por horas. El metro o el tranvía no era una opción demasiado recomendable ya que sus líneas se alejaban del centro y había que tomar una ruta más larga para volver de la estación al centro del barrio bajo.

En el barrio alto, la cosa era similar, salvo por el detalle que mucha gente poseía su propio coche, además de la abundancia de taxis.

El chico llegó a una pequeña tienda que poseía un luminoso cartel Techno Dream

Techno Dream es una tienda de tecnología, en ella podías comprar de desde juegos, hasta música y componentes para diversos tipos de ordenadores.

Al abrirse la puerta, la campana retro alertó a todos de la llegada del chico.

La persona que había detrás del mostrador, al verle inmediatamente apagó su Coil y dirigió su mirada acompañada con una sonrisa.

"Ah, Cranel. Te estaba esperando"

La voz pertenecía al jefe de la tienda, un hombre de aspecto elegante con un aura misteriosa.

"Buenos días" Saludó el albino educadamente. En su interior sabía que aquella llamada no era una invitación para tomar el té.

EL jefe miró al chico con cara de preocupación.

"¿Qué ocurre Cranel? No tienes buena cara"

"No, no pasa nada" Dijo Cranel forzando una sonrisa con su máximo esfuerzo "Solo que después de perder 20 partidas seguidas, no me siento realmente feliz. Y menos sabiendo de antemano que mi buen jefe me obliga a trabajar en un día supuestamente festivo" Obviamente no dijo nada de esto.

"Entonces perfecto" Abandonó su asiento detrás de la mesa de recepción y se dirigió hacia una puerta en la cual había un cartel clavado [Solo personal autorizado] Minutos después salió de ella con una bolsa bastante grande "Hay un paquete que un cliente pidió por entrega urgente, entiendes verdad, por eso mismo tienes que ir a esta dirección. Este pequeñín te guiará"

Entregó al chico la bolsa junto con un pequeño cuervo que en realidad era un robot de clase dron.

"Entiendo, trataré de llegar lo más pronto posible"

"Me parece estupendo. Ah una cosa más, el pequeñín se autodestruirá una vez llegado al destino, no te quedes cerca de él"

Cranel asintió y salió de la tienda. Nada más abrir la puerta, el sistema operativo del cuervo se activó y el dron bateó las alas alzando un vuelo bajo y lento en una dirección seguido por el chico. Su trabajo es sencillo, repartir mercancía a los clientes. No se permiten preguntas ni se puede ojear el material, la dirección es toda la información necesaria.

Tras llegar a una calle el dron aterrizó sobre una farola y estalló destruyendo la parte superior de la farola. Cranel observó el lugar buscando al supuesto cliente que pidió la mercancía, sin embargo nadie apareció.

El chico espero un buen rato, ya empezaba a llegar la tarde, todo cobraba un color naranja dorado a la vez que se estaba volviendo un lugar oscuro. Abrió un mapa holográfico para comprobar si en verdad estaba en el lugar correcto. La idea de que el sistema GPS del dron tuviese un bug que distorsionase la dirección estaba cobrando fuerza, lástima que no podía comprobarlo gracias a la genial idea de su jefe de autodestruir sus drones para no dejar evidencia. Era obvio que esa entrega se salía de los límites de lo que la sociedad y especialmente la policía consideraban legal, pero aun así era una entrega y debía realizarla. También otra idea se le cruzó por la mente ¿por qué no llamaba a su jefe para que le diese la dirección exacta? Pero enseguida recordó lo de la línea de la legalidad y se le pasó.

En ese momento, sin explicación alguna, el mapa holográfico desapareció. Un sentimiento de advertencia surgió en el interior de Cranel. Ese sentimiento era el mismo que le advertía que algo específicamente malo iba a ocurrir.

Captó con su mirada como el espacio estaba siendo alterado, aunque una persona normal no se habría dado cuenta de ello ya que la alteración no deformaban el entorno, ni tampoco lo remplazaba, simplemente se sobreponía creando una ilusión combinada con la realidad. Era el inicio del proceso de batalla del sistema holográfico de realidad solida.

"Una batalla ahora ¿eh? Me pregunto quién será mi oponente" Murmuró el peliblanco desinteresadamente.

A lo lejos, una figura de un hombre fornido y prominente apareció caminando en su dirección. Su mirada fija y penetrante acompañada de una gran sonrisa aclararon las cosas a Cranel antes incluso de que iniciase la conversación.

"Esto, disculpe ¿acaso fue usted el que hizo un encargo a la tienda Techno Dream" Preguntó el chico intentando parecer lo más educado posible.

"Maravilloso" Contestó el hombre conforme a cada paso que daba desplegando sus brazos "Eres mucho más lindo en persona de lo que imaginaba. Estoy reuniendo hombres lindos para mi harem (Equipo) ¿quieres unirte?"

"Me niego" Respondió Cranel inmediatamente.

Su respuesta fría y seca, lejos de desagradar a aquella persona, más bien pareció complacerle.

"Oh, mi corazón sufre con tus duras palabras" Expresó falsamente dolido "Pero esto solo me hace querer poseerte con toda mi alma" Dijo formando una extraña y siniestra sonrisa que desconcertó al peliblanco.

Encima de Cranel apareció un asaltante. Descendiendo e una frenética velocidad desenvainó una espada corta con la cual partió en dos al chico en un corte limpio y poderoso, tanto que incluso llegó a cortar el suelo sin haberlo tocado siquiera. Pero para sorpresa suya, el cuerpo que supuestamente atravesó con su arma, se desvaneció en el aire. Era una imagen residual.

Tres esferas de luz impactaron contra el asaltante, pillándole con la guardia baja en el momento en que se dio cuenta del engaño. Las esferas transparentes estallaron como si fuesen fuegos artificiales causándole un gran daño al asaltante, dejándole inconsciente.

Aquel hombre quedó sorprendido, su cara le delataba con aquella expresión de incredulidad al ver su emboscada fracasar. Con su mirada buscó a Cranel, quien se encontraba a unos metros de distancia entre el hombre fornido y el asaltante.

"¿Qué ocurre, de verdad esperabas que caería en tu trampa? Si activas el modo BR (Battle Royale) daré por sentado que no me enfrentaré a un solo objetivo" Explicó el chico con indiferencia mientras sus entrecerrados ojos carmesí brillaban con fulgor por las luces del ocaso.

"Eso lo que acaba de lazar era poder de aura" Pensó mientras recuperaba su compostura "Te he subestimado, chico" Dijo con un tono serio. Había dejado ese extraño comportamiento suyo tan pronto como vio a su mejor asesino caer. Movió su cabeza de un lado a otro crujiendo su cuello mientras tensaba sus músculos, los cuales empezaban a resaltarse obligando a la ropa a adaptar su forma "Los hombres que se me resisten son los más deseados ¡Te haré mío!"

Tas adoptar una pose digna de un atleta, recortó distancias a una gran velocidad. Alzó su puño cerrado dispuesto a golpear con él a Cranel. Los fragmentos de la pared de ladrillo salieron volando por el choque de la fuerza del hombre. Había fallado en alcanzar a su objetivo y daño una pared que era el siguiente objetivo, cuando el primero dio un salto para esquivar el ataque.

En medio del aire, Cranel pudo divisar por el rabillo de ojo a otras dos personas que avanzaban en su dirección justo detrás de aquél hombre, eran sus esbirros al igual que el asaltante que permanecía allí inconsciente.

Desplegando su aura transparente, concentrándola alrededor de sus manos mientras les daba forma con la mente, un par de dardos puntiagudos semejantes a cuchillos se crearon. El chico las lanzó con precisión atravesando la capa de cuero de los zapatos junto con la piel y carne de los dos esbirros, frenando su avance con eficacia. Aun lejos de terminar, las hojas estaban conectadas al aura como finos cables de metal, los cuales Cranel jaló al pasar por encima de una tubería. Como si fuesen parte de una polea, los esbirros quedaron colgados y el chico aprovechó la resistencia de los cables de aura a modo de liana para cambiar la dirección de su aterrizaje, justo sobre la cara del hombre musculoso. Sin embargo, los reflejos de aquel hombre lo llevaron a bloquear su patada entrecruzando los brazos por delante de su cabeza y así absorber el impacto.

Haciendo gala de una increíble habilidad de resistencia y fuerza, repelió el contrataque del peliblanco.

"Nada mal, chico"

Cranel disolvió su aura y los subordinados que colgaban sobre sus cabezas inconscientes cayeron al suelo. Luego volvió su cabeza hacia el líder del equipo.

"Arruinaste mi día libre con esa broma tuya, al menos espero que seas fuerte" Dijo el chico mostrando un poco de interés.

"Que coincidencia, precisamente ahora iba a ir con todo"

El hombre fornido apretó sus músculos, los cuales resaltaron sobre la ropa al punto de llevarla al límite. Su tamaño se incrementó un poco. Esa pequeña transformación llamó un poco la atención del chico.

Con una velocidad sobrehumana aumentada apareció encima del chico. Su puño cerrado apenas le alcanzó cuando un cráter se abrió en su trayectoria. Como si se hubiese teletransportado, Cranel esquivó su ataque.

"Wow, un golpe de vacío" Expresó mirando el cráter que se encontraba entre él y su atacante.

El hombre volvió a abalanzarse contra el peliblanco lanzando una oleada de ataques, los cuales abrían hoyos en el pavimento y en el asfalto cada vez que el chico esquivaba. Sin embargo no mostraba signos de iniciar un contrataque, algo que mantenía intranquilo al hombre. En su interior una parte lógica decía que su ataque era abrumador que obligaba al enemigo a defender sin poder responder, pero sus instintos y su experiencia en el campo de batalla refutaban esa parte ocasionando la incomodidad que sufría.

Al último puñetazo que lanzó, Cranel lo esquivó fácilmente creando a su vez una pared invisible hecha de aura que alejó al atacante por seis metros.

"No está mal, chico" dijo el hombre complacido de haber encontrado a tal adversario que hacía ver los límites de su poder.

"Si, eres bastante fuerte" Dijo Cranel en un tono serio pero tranquilo.

Justo cuando el hombre iba a volver a cargar contra el chico se oyó un terrible estruendo. En esa misma carretera, una sombra pasó volando entre ellos y estrellándose en la pared del edificio cercano. El hombre inmediatamente reconoció a ese individuo y rápidamente le atrapó cuando estaba en el aire, antes de que colapsara contra la pared.

"Vaya, parece que no paran de llegar bocaditos" Se oyó una voz ronca y siseante desde la cortina de polvo al otro lado de la carretera.

Una figura se dejó entrever. Era una especie de lagarto humanoide de color verde metalizado. Su apariencia imponía con su cuerpo robusto y musculoso. Su tamaño superaba los cuatro metros de altura. Era en realidad un bug, un supuesto error del sistema holográfico de batalla que a veces generaba monstruos de diferente forma, poder y cantidad.

El hombre depositó a su subordinado en el suelo cuidadosamente y volteó a ver la criatura.

"Madre mía, siento que esa criatura debe estar alrededor del nivel 9" Dijo confiando en su intuición "Te has atrevido a atacar a mi Harem (equipo) no me quedaré de brazos cruzados viendo como mis chicos son apaleados"

"¿Acaso se ha olvidado que estaba peleando conmigo?" Pensó Cranel mientras guardaba sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera.

"Retrocede Cranel, ese bug parece demasiado fuerte me ocuparé de él ahora mismo"

"Ah, vale" Contestó desinteresadamente.

El lagarto humanoide se estaba acercando amenazantemente, dejando atrás los cuerpos destrozados de lo que una vez fueron los subordinados de aquel hombre.

"Ese monstruo acabó con mis chicos de alto nivel, no debo tomarlo a la ligera. Comenzaré yendo con el 75% de mi poder" Pensó el hombre tensando sus músculos has que los mismos casi duplicaron su tamaño haciendo añicos su cazadora "¡Aaaaghhh la chaqueta que me regaló mi novio. Cómo te has atrevido a destrozarla maldito lagarto, nunca te lo perdonaré!" Gritó histéricamente mientras Cranel le observaba la escena con la boca abierta y sin poder creer lo que le mostraban sus ojos.

El lagarto pasó su lengua por encima de sus labios de un lado a otro.

"Pareces bastante apetitoso, comenzaré probando un bocadito" El bug conectó un puñetazo directamente en la cara del hombre. Segundos después el hombre conectó el suyo en la cara del lagarto devolviéndole el golpe critico con la misma fuerza, algo que dejó al lagarto sorprendido "¿Eh? Oh vaya" Un segundo ataque fue conectado en el vientre del bug mandándolo a volar unos metros atrás. El lagarto cayó al suelo de pie, crujió su mandíbula encajándola de nuevo "Dolió, pero solo un poco" Dijo en un tono arrogante.

"Esto también duele" Dijo el hombre encajando su nariz mientras escupía la sangre a medio coagular de su boca "Pero solo un poco"

Aunque no lo aparentaba, los golpes del lagarto le habían hecho más daño, algo que Cranel notó al instante. Ellos tenían un poder de ataque similar, pero no una resistencia defensiva, lo cual parecía dar ventaja al bug.

"¿Eso es una batalla de alto nivel? No me imagino perdiendo ante ninguno de ellos" Dijo Cranel a sí mismo. En ese momento una gota cayó sobre su nariz. El chico alzó su cabeza y vio como empezaban a caer más gotas de agua del cielo "¿Lluvia? Pero si estaba completamente despejado hasta hace un segundo… esto deber ser una habilidad del bug"

"Ese lagarto es bastante fuerte. No tengo elección, voy a pelear al 100%" El hombre tensó sus músculos aumentándolos de tamaño hasta reventar literalmente su ropa quedando desnudo "¡Estilo de asalto de amor!" Gritó poniendo una pose que todo culturista amaría realizar.

"¿Se… se ha desnudado? No me fastidies eso no tiene nada de amor, ni siquiera, ni siquiera humano. No quiero ver esto, me voy a casa" Pensó Cranel asombrado mostrando a la vez una expresión de completo desagrado.

El hombre parecía estar orgulloso de haberse desnudado y mostraba sus músculos en poses culturistas.

"Mi poder liberado no deja vivo a nadie"

"Entonces me voy" Dijo Cranel dando media vuelta.

"Que monstruosidad" Dijo el lagarto mostrando una expresión de desagrado igual que la del peliblanco, salvo que no se apreciaba mucho.

"¡Que me diga eso bug es imperdonable!" Gritó dando un salto y descendiendo a medida que lanzaba golpes consecutivos "Asault Rush"

Cada golpe hacía que el asfalto se resquebrajase a consecuencia de la transmisión de estos por el cuerpo blindado del lagarto, el cual se hundía mientras resistía los ataques. Una nube de polvo comenzó a levantarse en torno a la batalla de esos dos, pero fue inmediatamente disipada cuando el bug contratacó conectando su puño en el costado del hombre, dejándolo aturdido.

"Eso dolió un poco más" Dijo el bug preparándose para atacar de nuevo "Sabes. Los ataques de tipo bombardeo tienen que hacerse de esta manera… Hay que dar cada golpe como si fuese un ataque critico"

Tras la explicación, comenzó la ejecución (correcta) de la técnica que usó su rival, dando como resultado una deformación del cuerpo del hombre con cada golpe que recibía. Al final fue lanzado a la cima de un edificio de diez plantas de una patada.

Tras derrotar al individuo y su Harem (equipo) el lagarto fijó su mirada en el chico, quien miraba la cima del edificio destruido con interés.

Cranel notó la mirada del bug y ladeó su cabeza.

"¿Qué eres realmente?" Preguntó el chico mostrando curiosidad.

"Soy el rey de los anfibios" Contestó el lagarto con desinterés "… Jefe de las salamandras marinas y futuro rey de este mundo"

"Un plan bastante ambicioso ¿de verdad crees que podrás hacerlo? Soy tu siguiente oponente"

"¿En serio? Entonces puedes morir al igual que ese idiota" Dijo el lagarto en un tono contento mientras señalaba con su morro la azotea destruida por el cuerpo de aquel hombre.

"Te digo lo mismo. En realidad no pensaba hacerlo, pero que haya alguien tan fuerte cerca de mí, no puedo dejarlo pasar como si nada"

A una velocidad considerablemente superior a la sobrehumana, el lagarto apareció sobre Cranel descargando su puñetazo, el cual falló en darle a su objetivo y fracturó el asfalto como si fuese arcilla. Dirigiendo su cabeza al cielo y vio como el chico, el cual había esquivado su ataque, caía en picado girando sobre sí mismo como si de un molino se tratase y golpeó la cara del lagarto con una patada giratoria para luego aterrizar frente a varios metros de su objetivo.

"Eres demasiado lento si crees que puedes atraparme…"

Antes de que pudiese hablar, frente a él apareció la cabeza de una serpiente marina, con su boca abierta revelando tres hileras de dientes puntiagudos como los de un tiburón. Aquella cabeza tomó por sorpresa a Cranel, pero falló por poco en regalarle un mordisco debido a los reflejos del peliblanco.

Cranel observó como el cuerpo de aquella serpiente salía directamente de la boca del lagarto, como si fuese su lengua.

"¿De qué estás hablando?" Preguntó el lagarto con claridad a pesar de que el cuerpo de la serpiente ocupaba casi todo el espacio de su boca "Cuando mi amiga te atrapa no dejará ir jamás"

La serpiente soltó un rio de babas mientras se retraía para volver a lanzarse contra el chico a la velocidad de una bala.

Sin que el lagarto de lo esperase, Cranel apareció debajo de él cerrándole su boca. Los dientes afilados del bug desgarraron el cuerpo de su amiga, la cual cayó al suelo retorciéndose.

"Cállate" Dijo el chico antes de cerrarle la boca al bug.

El lagarto intentó atrapar al peliblanco con sus manos, pero solo atrapó el aire. Empezando a perder su paciencia, sacó su nueva arma oculta, unas escamosas afiladas que recubrieron sus manos dándoles el aspecto de garras. El primer zarpazo que fue esquivado fácilmente por el chico desgarró el asfalto sin tan siquiera haberlo tocado. El siguiente tuvo el mismo efecto, el tercero desgarró a un grupo de transeúntes que ocasionalmente pasaba por allí. Todos los ataques dejaban un rastro de destrucción y sangre, pero el chico seguía sin un rasguño.

"Eres demasiado lento. Ataques como esos no tienen efecto en mí"

Cranel respondió con una rápida ráfaga de aura que impactó de pleno en el cuerpo del lagarto dando como resultado interminables explosiones. Tras el ataque, Cranel aterrizó en la cima de un edificio y miró de reojo al suelo para verificar si su objetivo había sido abatido, pero para su sorpresa vio que el bug estaba detrás de él alzando su puño y descargándolo con toda su fuerza.

El tejado estalló en pedazos a consecuencia del ataque, eso pudo divisarlo el peliblanco al caer sobre otro tejado a varios metros de lugar del incidente. En su mirada todavía quedaban restos de la impresión sufrida por el instantáneo contrataque de su enemigo.

"se ha vuelto más rápido de golpe y más poderoso ¿Qué le pasa a esa lagartija? Se preguntó el chico en voz alta.

"¡¿A quién estás llamando lagartija?!"

Desde el cielo aterrizó detrás de él, fragmentando las tejas con su impacto. Una colosal criatura ahora estaba parada a su lado. En comparación a su anterior tamaño, ahora era como diez veces más grande. Su aspecto cambiado le daba un aire más siniestro e imponente.

"¿Qué te ha pasado, has pegado el estirón?" Preguntó Cranel curioso.

"Silencio. Mi cuerpo se encogió desde que aparecí en este lugar. Ahora con el agua me siento mucho mejor y puedo revelar mi verdadero poder" Explicó con una voz más ronca y profunda.

"Ya veo"

Cranel saltó sobre el lagarto esquivando el impacto de su ataque. Usó su aura para generar varios dardos con cables y lanzó la mitad hacia los puntos débiles de su objetivo, pero este se anticipó a sus movimientos y bloqueó las agujas con su sus manos. Aun así estas se clavaron en su piel.

"Apenas siento tus ataques" Dijo el lagarto arrogantemente.

"Entonces cuéntame como te sientes con esto"

El chico aterrizó sobre el tejado y lanzó la otra mitad hacia un punto concreto del edificio. Al bug observó como los dardos que había detenido estaban conectados con los que había lanzado hacia la caja de interruptores.

Los dardos actuaron como un conductor transmitiendo la electricidad del edificio hacia el cuerpo del bug. El lagarto recibió la descarga eléctrica que dejó sin luz al complejo de apartamentos.

"Eso si que dolió, pero un poco" Arrancó los dardos de su piel y estos se disolvieron en su manos. Observó la mirada de asombro de su presa y sonrió con satisfacción "Jejeje, hace falta más que un calambre para acabar conmigo"

Una cadena de explosiones azotó la fila de edificios por donde Cranel pasaba intentando escapar de aquella critura.

"Tenía su poder escondido, ahora es como si hubiese ascendido dos o tres niveles" Pensó Cranel mientras saltaba de un tejado a otro con ayuda del impulso de su aura "Pero en solo si puedo aguantar un poco más yo podría…"

En ese momento la mano del bug le atrapó antes de que pudiese llegar al techo y le estrujó con fuerza.

"¡Te tengo!" Gritó eufórico mientras estrujaba el cuerpo que cabía en la palma de su mano como si de un muñeco se tratase. Al abrirla vio que el supuesto cadáver había desaparecido. El bug se quedó sorprendido, pues pudo asegurar haberlo atrapado, pero ahora su mano estaba vacía.

"¡Por aquí!" Gritó el chico.

El lagarto buscó con su mirada la fuente de la voz, encontrado al chico dirigiéndose hacia una plaza cercana. En medio del camino, Cranel sintió como su aura se incrementaba volviéndose momentáneamente visible por unos segundos. Era como si una capa de humo transparente circulase alrededor de su cuerpo.

Ya en la plaza, Cranel dejó de huir y se quedó esperando en medio de la misma. El bug cayó sobre él descargando su puñetazo directamente sobre el cuerpo del chico.

Las baldosas de la plaza se partieron y se levantaron al igual que los charcos de agua. En medio del lugar, el peliblanco había resistido el ataque. El lagarto le miró con curiosidad.

"¿Ya te has cansado de huir?"

"Algo así"

"Nada mal, pudiste aguantar este golpe. Parece que estabas conteniéndote, ciertamente no eres como el resto de basuras que me he encontrado hoy"

"Que va, solo es que en realidad ese golpe fue demasiado débil"

"Soy el rey de los anfibios. Incluso las criaturas del mar no pueden vivir en la superficie, así que ser su gobernante me pone en la cima de la cadena alimenticia de ambas…"

"Si, si, eso ya me lo has contado. Está lloviendo ¿puedes apresurarte?" Dijo el chico sin poner atención ni importancia a lo que el bug estaba diciendo.

Obviamente tal impertinencia y falta de respeto no le agradó nada al monarca de los anfibios. Reuniendo toda su ira lanzó un puñetazo más poderoso, en ese momento Cranel lo esquivó y conectó el suyo en el torso de la criatura.

Fue todo en un instante. El contrataque del chico abrió un agujero en el blindado cuerpo del bug, y la potencia del mismo dispersó las gotas de agua junto con las nubes. El puño de aura eliminó al monstruo junto con el mal tiempo que trajo consigo.

El cuerpo del bug se empezó a descomponer en datos a medida que caía al suelo, hasta desaparecer del todo antes incluso de que tocarlo.

Un mensaje apareció en el Coil del chico. En él aparecía una recompensa de experiencia y monetaria por la derrota del bug, pero ni siquiera lo leyó, la respuesta automática cobró la recompensa por la cabeza del bug y se apagó.

El día estaba acabando. No se sentía con fuerzas ni con ganas de ir a encarar a su jefe ahora, ya le diría todo mañana.

Sin nada más que hacer en aquella calle destrozada, dio media vuelta y caminó de vuelta a su casa. La tarde estaba dejando paso a la oscuridad, el día marcaba su final y el camino hacia su casa era largo.

Las calles comenzaron a depender de la iluminación de las farolas para ser visibles, todo estaba tranquilo, salvo por algunos otros pandilleros que se metían en problemas. Esos mismos eran los que impedían la desactivación del modo BR (Battle Royale) En condiciones normales podría desactivar su Coil, pero ese modo en concreto tenía sus propias reglas y una de ellas era que se precisaba de una autorización especial para desactivarlo. Pero de igual forma no era algo que en verdad le molestase.

En ese momento el peliblanco vislumbró en la lejanía un supermercado de 24 horas, concretamente un cartel del mismo, el cual anunciaba un importante descuento en comida preparada. Sin embargo el descuento era solo temporal y a juzgar por la hora acababa en unos minutos. Sabiendo de antemano que no tendría nada para comer esta noche esa oferta era como un milagro, una compensación más que justa por soportar los problemas de este día; llevarse algo caliente y preparado a la boca para terminar de recuperar fuerzas.

La idea era tentadora al igual la tensión del límite de tiempo sumado a los gritos que provenían de su estómago. No se lo pensó mucho y se lanzó hacia la tienda a toda velocidad. Llegar y elegir el producto tomaría su tiempo y era algo que no podía darse el lujo de permitir.

Justo cuando estaba a tan solo unos metros de las puertas, una onda de energía mágica le alcanzó. Reaccionando casi instintivamente su aura absorbió el impacto reflejándolo sobre sí mismo, lo que ocasionó que la onda se dispersara.

Cranel ladeó la cabeza para mirar al responsable. Este era un sujeto trajeado, que parecía pertenecer a alguna banda de estilo yakuza. El hombre estaba atónito, puesto que su técnica de poder fue detenida fácilmente.

"Imposible" Murmuró retrocediendo unos pasos. Sin embargo cuando observó mejor la cara del chico la suya palideció.

"No me detendrás ahora que estoy tan cerca de mi objetivo ¡Desaparece!" Gritó Cranel extendiendo su mano, canalizando su aura y soltándola en forma de una violenta ráfaga de energía que mandó a los yakuzas a volar sin que estos pudiesen decir nada.

Tras terminar ese esporádico enfrentamiento, el joven suspiró tranquilizándose y se dispuso a retomar su rumbo, pero una voz proveniente de su espalda le paralizó.

"¿Bell?"

Aquella voz delicada y aguda resonó en los oídos del chico. Girándose sobre sí mismo, sus ojos carmesí se posaron sobre la figura de una joven arrodillada en el suelo.

Aquél encuentro era el preludio de los acontecimientos que estaban por llegar.