DECLAIMER: los personajes de naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.
U/A
Sexo explisito – Escenas de violencia.-
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Cap. I "Muriendo... "
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La tierra de nadie, siempre se había denominado así a aquella zona en particular, en donde en unos segundos podías tocar el cielo y al otro estar completamente condenado, nunca le importo salir de ahí, jamás quiso escapar de todo aquello pues era lo único que conocía, y fusionaba para ella por lo que no había razón para cambiarlo… la mediocridad en su punto.
Miro su reflejo en el quebrado espejo, miles de moretones pintaban su blanca piel, tampoco es que pudiese hacer nada con respecto a eso, lo había intentado y había fracasado, se había resignado… fusionaba, pues para ella no había manera de oponerse, de defenderse… cada simple movimiento podía desencadenar mas agresiones hacia su alma ya rota, bajo el rostro… si al menos después no se comportara como un príncipe con ella… seria mucho mas fácil odiarlo.
Sintió las lagrimas caer, otra vez… imparable, como un huracán, como la lluvia o como la noche… nada se podía hacer cuando este llegaba, solo cerrar los ojos y orar por que la luz llegara al fin… aunque la noche solo tenia una gracia, no podía ver nada, por lo que tampoco podía ver su propia miseria.
Sintió de un momento a otro una manos posarse en sus caderas y unos labios en su hombro, le miro por el espejo…
¿Por qué tenia que ser así?... ¿perfecto?... ¿ patéticamente perfecto?... sonrió, era la única forma de mantenerlo a su lado, fingir que nada había pasado, comportarse como la señorita que era ... sonrió, era la única forma de mantenerlo a su lado, fingir que nada había pasado, negar hasta tal punto que ya ni sabia quien era ella.
-ya te dije que lo siento.- su ronca voz rompió el silencio que se había formado a la hora de la cena, levanto la vista el plato de comida intacto.- come… vamos… hace dos días que no pruebas bocado.-
-no tengo hambre… gomenasai sasuke-sama… - bajo nuevamente la mirada, sumisa, con miedo… sentía a cada segundo que pasaba estar mas cerca de un golpe, de un grito o un insulto… pero le amaba, y no quería perder lo… no a él.
Escucho un suspiro cansado por parte de él, levanto la vista nuevamente, encontrando ce con la fija mirada de aquel por el que su cuerpo sufría, no es que lo odiara, solo… tenia miedo.
-¿Qué te sucede?... –se sorprendió, jamás le había escuchado decir aquella frase, jamás le había pregunto como se sentía.-
-n-nada sasuke-sama… ¿ya termino?.- le brindo una sonrisa, una de esas reales, pero que aun así no bastaba para llegar a reflejarse por sus ojos, no como antes.-
-hmp… -sintió sus ojos clavarse en su nuca, cuando caminaba a paso lento hacia la cocina, mas lo ignoro, no es que lo hiciera apropósito, mas bien, su cuerpo dolía a tal medida que… los movimientos bruscos le resultaban insoportables.- una vez termines ahí ve a descansar, se te ve agotada.- le miro con una sonrisa y asintió… mas él la seguía mirando…
Lavo los platos con cuidado, guardándolos uno por uno, no quería que él se enterara que le dolía, aquello quizás lo hubiese echo sentir culpable, y posiblemente le hubiese alejado, por eso había soportado en total mutismo cada una de las palizas que le había dado a lo largo de su relación… sin rechistar, sin llorar… siempre con aquella sonrisa que jamás llegaba a sus ojos…
Mas ese día cometió un desliz, uno a los cuales no sabia como referirse… por que simplemente no tenia explicación, en sus 18 años de vida jamás se le había caído nada, quizás era una de las personas mas cuidadosas en el mundo con respecto a eso… pero al parecer el destino le quiso jugar una mala pasada…
Era el ultimo baso que quedaba y se le resbalo, no por que no lo hubiese cogido bien, sino mas bien de la impresión que le creo el dolor en su vientre, fue una puntada insoportable, quizás uno de los golpes de sasuke multiplicado por diez, no… por veinte, y todo se borro por unos segundos…
-¿Qué-?... – era la voz de sasuke, preguntadoce quizás que demonios pasaba.
-n-no paso nada sasuke-sama… solo… por dios que torpeza la mía, de verdad discúlpeme si lo-
-estas sangrando hinata.- le corto.
-n-no s-se preocupe sasuk-ke-sama… no es nada.- bajo la mirada nuevamente, rogando a todos los dioses por que no se acercara a ella para regañarle y quizás darle una bofetada… levanto los vidrios rotos lo mas rápido que pudo, cortandoce los dedos de tanto en tanto por su rapidez y torpeza. –y-ya e terminado sasuke-sama… me i-iré a la cama… con su permiso.-
-estas sangrando….- susurro él… mas la voz del hombre no fue escuchada por ella.
Se sentía miserable, un monstruo… era el monstruo que su madre nunca quiso, el monstruo del cual los niños huían y se burlaban… el monstruo que dañaba lo mas preciado y quizás lo único que tenia… pero sentía que no podía hacer nada, perdía el control con facilidad, y era tan encerrado en su propio ego que… callaba.
Callaba todos esos "lo siento" y aquellas lagrimas de arrepentimiento, se guardaba aquellos cuidados que podría haberle dado, aquellas palabras de amor…
Amor…
No quería golpearla mas, realmente no quería, pero… las ansias de golpear, de mutilar… estaba enfermo, lo sabia, mas nunca busco ayuda, nunca quiso… sentía que eso era para los débiles, pero… veía como aquella niña se desmoronaba frente a sus ojos, como estaba muriendo prácticamente… ¿Qué vaso le habría roto para que ahora sangrara por la boca?...
¿Qué mierda había hecho ahora?
Tenia miedo, un miedo asqueroso que subía por su Columna vertebral hasta posarse en su nuca y hacerle sudar frió, tenia miedo a perderle, a que por un descuido se le escapara de las manos… esa era la realidad, era tan hermosa, tan perdía en su propio mundo, que su mente enferma encontró la única solución para que no la arrebataran de sus manos… demacrarla, encerrarla… golpearla.
Como se odiaba por ello…
Su ángel, su mundo… su todo, quizás nunca la arrancarían de sus manos, no físicamente, pero psicológicamente… la estaba perdiendo, y se horrorizo aun mas en pensar que quizás… quizás su hinata se estaba muriendo… por culpa de él…
-hinata…- susurro en la oscuridad, su mujer se encontraba dormida al lado suyo, mas la sentía tan lejos… le tenia miedo… había aprendido a mantenerse fuera del alcance de sus manos, de sus pies… siempre a una distancia prudente pues quizás, le diera su ataque y la golpeara mientras dormía…
Era un maldito cobarde…
Una sola imagen vino cuando finalmente cerro los ojos, aquel cuerpo, exuberante por donde se le mirase, hermoso… pero tatuado con infinitas manchas azuladas, le miro sorprendió por detrás del espejo, y su vientre se comenzó a hinchar, era grotesco a tal punto, enfermizo, ver aquel vientre abultado lleno de moretones y sangre… ver como su mujer se enterraba un fragmento de espejo… matandoce ella y la criatura que crecía en su interior, sintió que se rompía… que caía en una gran oscuridad de la cual nunca saldría…
-sasuke-sama…. Sasuke-sama…. –por inercia poso sus manos en aquel cuello del causante de su inesperado despertar, abrió los ojos de golpe para encontrarse con su mujer… con los ojos cerrados y la respiración intranquila, temblaba… y tenia una lagrima atascada en una de sus largas pestañas… la soltó de inmediato, sintiendo la picazón en sus manos por la fuerza utilizada… probablemente le habría manchado su cuello… otra vez.
-yo… l-lo siento sasuke-sama…- su voz era raposa, se notaba que no podía hablar bien.- n-no quer-iia inportu—narlo.- le costaba hablar… nuevamente la había agredido.- p-ero estaba gritando y c-crei que…
-no te preocupes… ya paso.- prendió la lámpara de su mesita de noche, la contemplo por unos segundos, dándose cuenta inmediatamente que sus manos habían quedado marcadas en su cuello, como un verdadero tatuaje, en ese momento estaba rojo, pero para cuando amaneciera quizás estaría violeta…
Era un maldito maricón…
-mañana pasare por el supermercado… se esta acabando la comida… ¿deseas algo?...- quería premiarla, comprarle algo bonito, quizás un collar, o ropa nueva, o un bolso… cualquier cosa, un ramo de flores podría ser… la miro atentamente, vio como bajaba la mirada pensativa…
-m-me preguntaba s-si… si sasuke-sama podr-ia p-pasar a la farma-macia … se me acabaron las v-vendas y los… y los u-ungüentos… p-por favor…. Y- quizás unos anti inflamatorios… s-siempre e-es bueno t-tener ¿n-no cree s-sasuke-sama?.- vio como retorcía sus delgadas manos nerviosa.
Se sintió miserable nuevamente, por culpa de su egoísmo y mediocridad su mujer no podía pensar en nada mas que no fuera cosas para calmar el dolor que padecía su cuerpo… ¿Qué le había hecho?...
-¿te ah dolido la cabeza últimamente?... –aun recordaba cuando por culpa de su cerebro casi la pierde… en ese tiempo aun no comenzaban los maltratos, por lo que la llevo al hospital…
-mhp… -vio como bajaba la mirada otra vez ¿Por qué le costaba tanto expresarse?... "por que te tiene miedo maldito hijo de puta" las palabras resonaron en su cabeza, como si su yo interior le hubiese hablado.- a-ayer por la mañana se-nti extraño… p-por eso se quebró el espejo.- vio como sonreía avergonzada.- soy torpe p-po lo que caí encima… n-no pude evitarlo… gomenasai sasuke-sama.- y nuevamente ahí estaba, esa mirada sumisa, ese cuerpo encogido por el miedo y la vergüenza…
-ya… comprare tus medicamentos nuevamente…. Quizás fue muy pronto para interrumpir el tratamiento, doctores mediocres… nunca saben nada… ven, volvamos a dormir, mañana no quiero que te levantes a prepararme el desayuno ¿entendido?...-era una orden, hinata sabia muy bien cuando era así… - yo me prepare algo, no es que sea lo mismo pero… necesitas descansar, además… debes de comer hinata, sino comes pronto enfermaras.- quizás era lo único que podía decir que fuera extrañamente cariñoso, pues no sabia que mas hacer… nunca nadie le enseño como tratar a una mujer, nunca nadie le explico la diferencia entre amor y odio… todo lo aprendió el solo…. Y a la mala.
Pero pro primera vez en muchos años, rezo… le rezo a aquel dios que tenia guardado en un cajón al fondo de su mente, que le ayudara… a proteger a aquella suave mujer que dormía ahora cobijada cerca suyo, quería cambiar… de verdad lo deseaba, y quería poder sanar aquella gran herida que había dejado en el alma de su princesa… recuperar su confianza y que la pesadilla que soñó… nunca se hiciera realidad…
-te amo… - susurro a la noche… esperando que entre sueños, ella le escuchara y comprendiera que todo lo que le había hecho solo era producto de su inmadurez ante la vida… y no por falta de amor, morboso y hasta cruel, pero amor de todos modos…
-también te amo … - escucho su voz como un suspiro, estaba soñando… le vio sonreír, como una niña pequeña, con aquella sonrisa que le había cautivado desde el primer momento en que la vio y en que pensó " mía"…
No quería perderla… ella era su todo…
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