Disclaimer: Todos los personajes y referencias al mundo de One Piece son propiedad del genialísimo Eiichiro Oda.

Notas: ¡Feliz día del LawSan! Escribí esta historia con la intención de festejar con toda la secta lawsaner de FB, esas damitas chulas ya saben que me refiero a todas ellas 7u7, y de paso hacer realidad una de mis fantasías que involucrara a toda la familia Vinsmoke. xD

Advierto que el tono de la historia me llevó a elegir un ritmo más pausado sin amores instáneos ni pasajes rosas. De hecho, me extendí más de lo que planeaba por el afán de cocinar esta aventura lentamente. La historia constará de seis partes, y todo será publicado a partir de esta semana a propósito de la estas fechas. Espero lo anterior no sea un inconveniente para los lectores y aún así decidan acompañarme.

I.

Por fin puso la cabeza sobre la almohada, y a pesar de tener un sueño urgente tras el prodigioso banquete tenía mucho que cavilar. Habían preparado una habitación estupenda para él dando por hecho que el trato había sido cerrado. Y hasta el momento no tenía nada que objetar. Si decidía quedarse su prioridad sería ganarse la confianza del mayor de los varones y, al menos, simpatizar con el tercero.

Judge lo recibió magnánimo como si se tratara de un aliado conveniente, otro rey contratando los servicios habituales. Habló bien de la familia Donquixote y el por qué había tenido el detalle de llamarlo a hablar de negocio y la clase de cosas que importan a los médicos. "Nosotros los científicos no distamos mucho de su labor en el quirófano ¿no?" Law levantó la copa celebrando las coincidencias y dio un sorbo inseguro de que tuviera un rastro de veneno.

Llegó al castillo en una barcarola que había rentado a un señor en el muelle que estaba pocas millas atrás. Ante la imponente presencia del colosal molusco amaestrado para soportar siglos de arquitectura sobre su concha, Law confirmó que no había escuchado mal, en efecto, se trataba de un reino errante en medio de la inmensidad del mar.

Su pobre vehículo marítimo atrajo la atención de los vigilantes, incluso de los que dormían despreocupadamente en la cabina de la torre más alta. Las maletas atadas torpemente una sobre otra y apiladas cerca de la proa lo desvelaron como invitado.

Un sirviente bajó a preguntar "¿Ha venido el médico con usted?" y el entonces intruso desplegó un gesto de humildad al responder "Trafalgar D. Water Law. Soy el médico cirujano de hecho. También ahijado de Doflamingo. De nuevo, un placer conocerlos". Ofreció su mano y el oficial de vigilantes no pudo tragarse la curiosidad y terminó mirando sin reservas la tinta esparcida en la carne de los dedos. Tosió disimulando la impertinencia "Una disculpa. Sus ropas me hicieron dudar. Es un doctor que no porta el blanco y.…" Law sonrió divertido seguro de lo que diría "Y llevo escrita la palabra la muerte en mis manos ¿verdad?".

Fue escoltado hasta el palacio en paso marcial. Frente el águila con alas extendidas y coronada con nardos escuchó su porvenir.

"Es el estandarte de esta nación y también el portento de nuestra familia. Espero algún día le emocione tanto como a nosotros. Bienvenido sea, Trafalgar", la dama apareció junto a un trío de doncellas quienes sostenían con gallardía un pequeño cofre que pesaba más de lo que aparentaba.

Un vestido color coral con escote cruzado no era el atuendo que Law hubiera escogido para imaginar a una princesa. Sin embargo, así era. Además, tenía una abertura en laparte inferior por donde se divisaba parte del muslo apetitoso que estaba tatuado con un 6.

"Vinsmoke Reiju. La primera hija de la familia. Única princesa del reino y comandante del ejército del cuadrante 2". La mano nívea relució con gracia en el saludo. Law sintió el apretón incómodamente cálido, pero no perdió la calma. Era hermosa, lo reconocía. Y tenía un acento descarado que combinado con el porte sembraba la duda de si uno estaba siendo seducido o solo lo imaginaba.

"Nos veremos en la cena, mientras tanto póngase cómodo por favor", Reiju se despidió con lentitud, tomó el cofre sin problema devolviendo el aire a las sirvientas. Salió de la recepción con un contoneo natural de caderas y miró hacia atrás para sonreír por última vez.

Law pestañeó para librarse de ensoñaciones. Una de las doncellas hizo reverencia. "Lo guiaré hasta su habitación".

La muchacha caminaba con orgullo y también era vivaracha, "Judge -sama está en una reunión con importantes magnates de periódicos e imprentas. Sus demás hijos se encuentran entrenando, creo... ¿usted ya los conocía?"Law negó con la cabeza, le era imposible rebasar a la chica con palabras. "Oh, ya veo. De todos modos, usted podrá reconocerlos por ya sabe qué..." señaló su ceja sonriendo traviesamente. Law había notado la espiral en que terminaba la ceja de Reiju sin embargo resto importancia al admitir que se adentraba a una cultura que no conocía. Corrían rumores de que los Vinsmoke no eran humanos. Demonios o máquinas, incluso arcángeles. La verdadera especie todavía era tema de debate en las cantinas de pueblos escondidos.

Seguía la ruta de la muchacha silenciando el chismorreo con objetos y detalles que llamaban mejor su atención. Al pasar por un ventanal camino al tercer piso pudo observar la plazoleta invadida por cajas de provisiones y sirvientes por montones organizando la descarga. Escuchó el alarido de otras doncellas sonrojadas que perseguían fielmente los talones de un muchacho rubio que cargaba tres costales de patatas. Law creyó mirar en el rostro de aquel la consabida ceja en remolino, sin embargo, el uniforme de cocina parecía desmentirlo.

Fue a las nueve de la noche en que lo llamaron al comedor principal para cenar. Tuvo suerte al encontrarse como el primero, así decidió alejarse de la silla principal, no por miedo sino por precaución. Diez minutos más tarde aparecieron los cuatro príncipes, seguido del padre acompañado de la hija quien ya tenía una copa de vino rosado en la mano. Law se paró en automático y algo confundido de quién saludar primero.

"No hace falta la reverencia, muchacho. Estás en confianza". El inmenso hombre soltó el cuerpo en el trono mullido y al mismo tiempo todos sus hijos se sentaron. Uno de los hijos, el más alto y robusto, tomó uno de los cuatro cuchillos y el tenedor número cinco para golpear el plato, pero cesó el ruido en cuanto el hermano de a lado lanzó el zarpazo directo a su nuca, "Estás en la mesa, idiota. Respeta la cena". Law confirmó que ese muchacho rubio se había arrancado el uniforme y dejado atrás las patatas y cebollas; el que había tenido por sirviente en las labores de la mañana era en realidad un hijo de la realeza.

"Disculpa a mis hermanitos. A veces les cuesta comportarse y hoy han estado un poco caprichosos. De izquierda a derecha: Ichiji, Niji, Sanji y Yonji", Reiju eligió el asiento desocupado a la derecha de Law, giró su cuerpo innecesariamente para juntar su rodilla con la de él, señaló a cada uno con dulzura y ninguno cambió su expresión.

"No nos trates como niños, Reiju. He sido yo, por cierto, el que ha tenido la idea de convocarte Law ¿lo sabías?" Niji exclamó orgulloso para sacudirse la imagen de mocoso recién cincelada por la hermana. Infló el pecho, desenfundó la sonrisa y le brillaron los ojos detrás de las extrañas antiparras.

"Este idiota es un prodigio de la ciencia, Law. Ha intercedido por ti para que cooperes con nuestro laboratorio en la ejecución de algunos proyectos", acotó Judge tras dar un largo sorbo a su cáliz de oro con incrustaciones de rubíes.

"Entonces a usted adelanto mis agradecimientos, Niji-ya", Law presentó sus respetos lo que originó más alegría al corazón del chico de pelo azul.

"No te adelantes, apenas es una entrevista. Por mi parte, rechazo este plan. Eres de la familia Donquixote ¿no? Por qué habría que confiar en ti. Padre puede hacerse de la vista gorda, pero yo no ignoro que Doflamingo esté hambriento de poder", Ichiji enunció tajantemente sus argumentos. El tono de su voz era más serio que el del padre, si de él dependía su estadía Law ya podía buscar sus maletas.

La interrupción de Eponi, la doncella más antigua al servicio de la casa, con la bandeja de los aperitivos impidió a Law enumerar su lista de virtudes que Cora-san había escrito para él previniendo una ocasión desesperada. Para colmo, Sanji comentó vagamente pero con la mirada inquisitiva en todo el ser del médico "Y hasta este día jamás había escuchado de ti. ¿Es este tu plan de hacer carrera y fama? Asumo que conoces la otra cara de este reino" .

Law se sintió desnudo y frío como uno de esos cadáveres que alguna vez estudió a principio de su praxis, estaban siendo duros con él. Puso adelante la diplomacia y solo asintió. Prefirió poner atención a la sopa mientras mientras Niji exponía un informe sobre el descubrimiento de micotoxinas en algunos frutos después de expuestos a condiciones de clima antagónicos, hacían añicos la piel si llegaba al contacto de la dermis. En una ráfaga de mirada Law halló a su próximo jefe de laboratorio más contento de lo que esperaría de cualquiera que hablara sobre hongos perjudiciales para la salud.

"Debo felicitar al cocinero. La sopa tiene un sabor maravilloso", Law interrumpió sin darse cuenta de lo apresurado que fue al compartir su gusto con la familia, pero admitía estar poseso por la sopa de calabaza. Sanji cambió su expresión inquisitiva por la de sorpresa.

"Pues sí. Está bastante buena" Yonji reiteró sorbiendo el tazón ruidosamente. Niji tomó una cucharada y determinó que sabía igual que siempre. "Algún día te acostumbrarás a la vida de palacio Law. Todos los días puedes comer así si lo deseas". Bebió vino y limpió sus labios con la servilleta de paño.

"Quizás no. En cualquier momento ese cocinero puede hartarse de tus modales y renunciar. Agradece hoy lo que tienes, hermanito", Reiju reprendió sutilmente a su hermano menor mientras hundía la cuchara en la capa cremosa con suma elegancia. Law percibió una premoción en las palabras de ella, sabía algo y no iba a contarlo.

Entre alegatos sobre bocadillos gourmets que Niji y Yonji tuvieron el placer de comer y presumir a aquel extranjero de grandes ojeras, los primeros platillos fueron consumidos en aparente tranquilidad. Hasta que el alcohol reveló los verdaderos horrores.

Judge desató largas carcajadas cuando la bitácora de la invasión del día fue relatada por Ichiji. El lujo de los detalles sobre los diferentes tipos de sangre y su relación directa con la altura de las montañas dejaron internamente boquiabierto a Law.

Ichiji, el mayor de los hermanos, comentaba sobre la ráfaga de balas inteligentes que les había ahorrado la persecución de niños y adultos desesperados por huir, "Es nefasto padre, tanto la negación como la rendición. Si van a morir, deberían hacerlo con dignidad. Cuando están asustados no hay ningún mérito en ello ¿no?".

"Suena horrible Ichiji. Pero me alegra que las muertes sean rápidas y no haya a que presenciar más imágenes penosas que las necesarias" no había rastros de ebriedad en Reiju, Law notó lo buena bebedora que era, pero bebía sin placer y con el único fin de acompañar la cena. Ni siquiera se tambaleaba, él empezaba a sentirse mareado, pero resistió al notar que con el resto de los hermanos ocurrió lo mismo: estaban en sus cabales.

Algo soñoliento, pesado y preocupado de haber caído en una trampa como conejillo de indias miró la copa intacta de Sanji, éste había desistido de la bebida. El vino no fue totalmente consumido, pero sí reemplazado por tabaco y una expresión de reproche para toda su familia. Consolado por no ser el único abatido por el alcohol pidió permiso para retirarse. Yonji y Niji rogaron por que se quedara un rato más, había que esperar el retorno de los tarros de cerveza. Sanji se unió a su equipo y también anunció su retiro, Reiju fue la siguiente e Ichiji también se mostraba indispuesto. Compelidos por el avance de la soledad y la noche, Yonji con un bostezo declaró en fin de la cena.

Con ayuda de Reiju, quien aprovechando su estado de indefensión le tomó de la mano, logró reencontrase con la puerta de su habitación. Gracias a la oportuna llegada de Sanji al pasillo descifró que eran vecinos a dos puertas, además le salvó de dormir en el colchón de la chica que estaba a metros de secuestrarlo; al final se conformó con guardar sus planes para otro día y le plantó un beso en la mejilla. Law tenía suficiente conciencia como para sentirse avergonzado a pesar del Sanji atorado con sus llaves que fingía no haber visto nada.

Con el alcohol surtiendo efecto sobre sus ideas acordó que no podía ser tan distinto de ellos. De adolescente también le apasionó la disección de diversas anatomías tras la justificación de la búsqueda del conocimiento. Y también rió con ese festín de tripas, también se sintió poderoso.

"Poder. Hambre terrible" Dio la vuelta sobre sí y ocultó el rostro en la almohada añorando el recuerdo de Cora-san en el muelle despidiéndolo con ternura y un pañuelo blanco agitado con cursilería. Se despojó como pudo de la ropa y apagó el candil del buró inmediato a la cama.

"Somos personas horribles, ¿no Sanji?" balbuceó antes de echar su primer ronquido con la seguridad de que ese muchacho era el único miembro de la familia que podía presumir de ser inocente.