I

—¿Dónde estoy? —

Jaune balbuceo al abrir los ojos y percatarse que no se encontraba en el salón de baile junto con el resto de los estudiantes de Beacon.

—Ah… parece que tenemos un invitado con un destino intrigante…— Sus ojos se enfocaron en dirección a la voz.

Sentado a un metro de distancia. Se encontraba un hombre con un traje negro elegante, guantes blancos en las manos y pañuelo en la solapa del saco. Se hubiera visto como el mismo ejemplo de la elegancia de no ser por sus rasgos físicos.

Tanto sus brazos y piernas eran alargados y delgados; carecía gran parte de cabello en su cabeza, con excepción una sección cerca a la parte trasera del cráneo, que irónicamente le llegaba hasta los hombros.

Pero era su rostro en donde se concentraban los elementos mas perturbadores, una cejas largas y excesivamente pobladas, ojos saltones inyectados de sangre, así como una nariz larga y afilada.

—Mi nombre es Igor… y estoy encantado de conocerte…— a pesar de las primeras impresiones, el hombre hablaba con voz calmada y desde su opinión incluso animada.

—¿Dónde estoy? ¿Por qué estás aquí y exactamente que es aquí? — preguntó confuso mientras miraba alrededor.

El lugar pecaba de un exceso de azul, alfombras azules, el techo, paredes e incluso la pequeña mesa frente él, compartían ese color. Asomó la vista a una de las ventanas cerca y aunque no podía notar nada fuera, si pudo percibir el movimiento de lo que parecían ser nubes. Instintivamente coloco sus manos alrededor de su boca, pero contrario a lo que esperaba, el habitual mareo de su condición no se hizo presente.

Sorprendido alejó las manos lentamente, como si esperara que eso fuera a cambiar y estuviera listo para reaccionar, sin embargo, nada pasó.

Posó su mirada en el hombre una vez más y aun con, lo que Jaune llamaría, una espeluznante sonrisa, continúo hablando.

—Este lugar existe entre los sueños y la realidad, la mente y la materia…es una habitación en donde solo aquellos ligados a un contrato pueden entrar…tal parece que tal destino espera por ti en un futuro cercano. Bueno, ¿porque no te presentas? —

El hombre terminó su discurso ofreciéndole con un gesto el lugar en donde previamente estaba sentado.

Jaune le devolvió una mirada insegura antes de volver a su sitio. Después de todo no sabía que estaba pasando.

Esto tiene que ser un sueño, si eso mismo, debo estar tan estresado por la iniciación de mañana que estoy soñando con extraños espeluznantes. Pensó él

—Mi nombre es Jaune Arc— respondió tal vez, si le sigo la corriente terminare despertando.

—Ya veo, ahora ¿qué te parece si le damos una vista a tu futuro? — el hombre hizo un gesto con sus manos y sobre la mesa que se encontraba entre los dos, un maso de cartas se materializo.

—¿Crees en la adivinación?

—No realmente, solo suelen ser…

Antes que siquiera lograra terminar de hablar, Igor hizo un movimiento y las cartas se alinearon sobre la mesa.

—Whoa…

El hombre soltó una ligera risa al ver la reacción de Jaune.

—Cada lectura se hace con las mismas cartas, sin embargo, cada lectura siempre resulta diferente…. La vida misma sigue esos principios… ¿no te parece?

El hombre hizo un suave movimiento y una de las cartas se volteó.

—Ah… la Torre se encuentra en posición vertical, representa el futuro inmediato. Parece que una terrible catástrofe es inminente. La carta que indica el futuro tras ese punto es… La Luna en posición vertical, esta carta representa dudas y misterio… sin duda muy interesante. Parece ser que encontraras desgracias en tu futuro, los engranajes del destino comenzarán andar sin mucho que puedas hacer. —

Un escalofrío recorrió la espalda de Jaune. El no creía en la adivinación, aun así, el ambiente en donde se encontraba, así como el sospecho hombre frente a él hacían una combinación inquietante, logrando que siquiera tomara en cuenta lo que le decían.

—Pronto formaras un contrato de algún tipo, después del cual, regresaras aquí. Son las maquinaciones del destino las cuales te han abierto a esta oportunidad, espero que las aproveches al máximo, ya sea que quieras combatirlo o no.

Era extraño, casi sonaba como si lo estuviera animando

—Mi labor es proveer de ayuda a nuestros invitados para que su futuro no este perdido por siempre. — con un ligero movimiento más, las cartas desaparecieron.

—Que negligencia la mía, he olvidado presentarte a mi asistente. — inclino su mano izquierda y presento a la chica, que hasta ese momento Jaune no había notado.

—Ella es Agatha, es una residente de este lugar, como yo.

—Mi nombre es Agatha y me encargare de supervisarlo; y claro me asegurare de que sea un viaje eficiente. — la chica, que no parecía ser mayor a la mayor de sus hermanas menores, se ajusto unos pequeños lentes mientras le lanzaba una mirada apreciativa.

Su cabellera de un inusual platino se encontraba atada en dos coletas y sus ojos era de un inusual ámbar. Llevaba un vestido azul de una pieza de tonalidades azules, guantes blancos en sus manos, una pañoleta de azul marino en el cuello y un sombrero de aeromoza sobre su cabeza.

La chica gozaba de rasgos perfectos emanando de ella un aura inhumana altamente cautivadora, sin duda era una belleza, que solo haría por mejor al hacerse mayor.

—Nos ocuparemos de los detalles en otro momento…— La voz de Igor le sacó de sus pensamientos. —Hasta entonces… nos vemos…

Su visión se tornó borrosa al punto que ya no podía ver con claridad la extraña habitación ni a los peculiares seres que la habitaban.

Cuando Jaune volvió a abrir los ojos, se encontraba en el salón de baile. Miró a los alrededores, pero solo se encontró con una vista esperada.

El resto de estudiantes se levantaban uno a uno, otros ya listos y preparados conversaban unos con otros mientras que algunos aun dormían.

Despierta Jaune Arc se dijo así mismo tras unas palmadas a sus mejillas y se levantaba del lugar en donde había dormido.

Se apresuró a las duchas de los hombres con toalla en mano y esperó con impaciencia que alguna ducha se desocupara.

Incluso si las duchas en los gimnasios son amplias, no podrían soportar al mismo tiempo a todos los estudiantes del primer año. Pensó mientras que con sus brazos cruzados sus dedos tamborileaban sobre los mismos.

La ducha más cercana se desocupo y de ella salió un chico de cabellera larga negra con excepción de un pequeño mechón rosa o magenta no podía saberlo con claridad. Llamo su atención la extraña coloración de los ojos, que parecía compartir con el mechón que ya había notado.

Solo vestían una toalla sobre la parte inferior del cuerpo mientras que se secaba con otra la cabellera.

—Ya puedes entrar— el chico desconocido mencionó pasando a un lado de Jaune.

—Oh, si claro… gracias… — fue todo lo que dijo antes de poder tener la ducha para sí solo.

Una vez listo, cambiado y con armadura puesta, ya solo le quedaba buscar su arma. El único problema es que no parecía recordar en donde la había colocado. El casillero 636 no le parecía familiar

Jaune suspiro un poco pero no se desanimó.

No importa, todo va bien, hoy es la iniciación. Al final del día tendré un compañero y un equipo. Al fin mi viaje va comenzar. Pensó emocionado.

—Pues… estaba pensando en estar en un equipo juntas…

Una voz familiar le hizo voltear, ahí vio a esa pequeña chica de blanco que conoció tras el discurso del profesor Ozpin.

Una pequeña figura como la de una muñeca, cabellera blanca y rasgos finos e iba vestida con ropa más acorde para una fiesta que para luchar con monstruos, sin mencionar que le intrigaba como podría pelear con tacones.

Sonrío una vez más.

Parece que será un buen día pensó al dirigirse a la chica de blanco, sin darle mucha importancia a la pelirroja con la que hablaba.

II

Este día no puede ser peor pensó Jaune Arc mientras se encontraba empalado en lo más alto de un árbol.

La jabalina que lo sujetaba había atravesado con una precisión asesina su sudadera y cortó parte de la camiseta bajo la misma.

Pensó en botar el trozo desprendido, pero cambio rápido de opinión.

Uno nunca sabe cuando un trozo de tela puede ser útil pensó mientras lo guardaba en su bolsillo del pantalón.

Tomó la jabalina que lo sujetaba y aló con todas sus fuerzas sin que esta se moviera en absoluto. Cuando iba a comenzar otro intento, sintió una comezón. Sus ojos se enfocaron en la mariposa de una extraña coloración que se posaba en su nariz.

Trató de espantarla, pero antes que su brazo se alzara, un dolor desgarrador se apodero de su cabeza. Por un instante le pareció escuchar a alguien, pero el dolor era muy fuerte como para prestar atención.

Es como si algo quisiera salir de mi cabeza. Sujeto su cabeza con ambas manos, sin importarle ya, su actual situación.

El dolor parecía calmarse al tiempo que escuchaba como los arbustos cercanos se movían.

Bajo la mirada y se encontró con Weiss, quien lo miró por unos segundos antes de regresar por donde vino y llevarse a rastras a Ruby

—Esto no nos hace amigas…

—¡Volviste!—

Logró escuchar a la pequeña chica de la capucha roja decir emocionada, antes de que comenzara a desaparecer entre los arbustos.

—¡Hey esperen! ¡Regresen! ¿Quién me va a bajar de aquí? — gritó agitando sus brazos hasta que ya no pudo verlas

Decepcionado, bajo los brazos y agachó la cabeza.

—Jaune … ¿Aun tienes lugares libres en tu equipo? —

Era la chica que había conocido en los casilleros, Pyrrha Nikos. Por lo visto lo suficientemente famosa como para salir en la portada de los cereales Pumpkin Pete. Vestía con unas ropas muy propias de un coliseo, pero que aun así no apañaba su atractivo.

—Muy graciosa. — se cruzó de brazos fingiendo molestia para luego sonreírle. Sonrisa que Pyrrha devolvió.

Sin mucho esfuerzo Pyrrha recuperó su arma, y una vez con los pies una vez más sobre la tierra, solo tenían una cosa por hacer.

—Muy bien, ahora solo tenemos con buscar las reliquias. ¿tienes alguna idea de donde podrían estar?

—No estoy del todo segura…— respondió ella mientras miraba los alrededores. —Sigamos por aquí — decía mientras tomaba la delantera.

No pasó mucho tiempo antes de que Jaune escuchara el inconfundible estallido de una detonación.

—¿Escuchaste eso?

—Tiroteos. Parece ser que nuestros camaradas se enfrentan al enemigo. — respondió ella sin darle mucha importancia

Siguieron caminando atravesando los arbustos y haciendo aun lado algunas ramas perdidas. Desafortunadamente, Jaune no prestó atención a las ultimas.

—Ouh. — el golpe repentino logro hacerlo caer.

—Jaune, Lo siento.

—Esta bien, es tan solo un rasguño

—¿Por qué no activaste tu aura?

—¿eh?

—Tu aura

—Salud.

—Jaune… ¿Sabes que es el aura? — Preguntó entrecerrando los ojos.

—Por supuesto que lo sé… ¿TU sabes lo que es aura? — se puso a la defensiva lo mejor que pudo.

—El aura, es la manifestación de nuestra alma. Soporta nuestras cargas y protege nuestros corazones.

¿Alguna vez te sentiste observado sin saber que alguien estaba allí?

—Ah… sí.

—Con práctica, nuestra aura se vuelve un escudo. Todos la tiene, incluso los animales

—¿Qué hay de los monstruos?

—No, los monstruos contra los que luchamos carecen de alma. Ellos son criaturas del Grim. La manifestación del anonimato. Ellos son la oscuridad y nosotros la luz.

—Es cierto… por eso los combatimos.

—No se trata del porqué, es sobre el saber. Entiendo tanto la oscuridad como la luz nos ayuda a manifestar el aura. Cada uno tiene un poco de ambas. Al proyectar tu alma hacia afuera como una fuerza puedes rechazar el daño. Todas nuestras armas y equipos son conductores de aura, te proyectas a ti mismo y a tu alma al pelear.

—¡Es como un campo de fuerza!—Gritó Jaune emocionado.

—Si, si lo quieres ver de ese modo.

Esa es la razón por la cual los cazadores son tan poderosos y capaces de tanto. Pensó para si mismo. Aunque era algo que ya debería saber, debí informarme más antes de solo presentarme con documentos falsificados. Se apenó de su propia mala preparación.

—Ahora, cierra los ojos y concéntrate.

—uhhh… bien…— cerró los ojos y trato de desviar su atención de la mano de Pyrrha sosteniendo su mejilla. Sin contar a su madre o hermanas, era la primera que compartía cierto nivel de intimidad con una chica por lo cual no pudo evitar tartamudear sus palabras.

—Puesto que es pasajero que alcancemos la inmortalidad…— Pyrrha comenzó a recitar lo que en su opinión parecía un hechizo. Pero su mente ya no podía centrarse. El dolor que momentos atrás le afecto, se hacia presente con la misma fuerza.

Soporto lo mejor que pudo. Lo último que quería hacer era preocupar a su nueva compañera.

¿Qué sucede? ¿tal vez estoy muy estresado? Debatió solo. El dolor no parecía menguar, es más podía escuchar una voz. Era diferente, en definitiva, no era la voz de Pyrrha, era una voz masculina.

—…yo libero tu alma, y por mi cuenta, yo he de protegerte. — al terminar de recitar, el dolor en su cabeza se desvaneció. Cuando abrió los ojos lo recibió una Pyrrha agotada.

—Estoy bien, use mi aura para desbloquear la tuya, pero la energía que te protege ahora es tuya. — la respiración pesada se torno normal al poco de calmar la preocupación de su compañero. — y tienes mucha…— dijo esbozando una sonrisa.

III

—¿Crees que este sea el lugar? — Jaune preguntó a su compañera mientras enfocaba su mirada a una cueva oscura que no parecía tener fin. Ignorando categóricamente el dibujo tribal a tan solo unos pocos centímetros de distancia. En donde se mostraba a hombres primitivos enfrentándose lo que parecía ser un escorpión gigante.

—No lo creo… además esta muy oscuro para investigar…

—Déjamelo a mi— Dijo Jaune manifestando tal vez demasiado orgullo. Se acercó hacia los árboles buscando entre las hojas caídas y cogió una de las ramas. Sacó el trozo de tela que había guardado y lo amarro a un extremo de la rama.

—¿No tendrás un poco de Dust de fuego verdad?

Sin necesitar escuchar más, Pyrrha tomó una de las balas de Milo y sin mucha dificultad separó el casquillo.

—Ten cuidado— mencionó al dárselo a su compañero.

Jaune alejo la vara atada con un trozo de tela, lo mas lejos que sus brazos lo permitieron mientras que con su mano libre espolvoreaba el inestable componente como si fuera sal para un alimento. Tras una pequeña explosión liberada, que hizo que ambos alegaran ligeramente el rostro, la antorcha quedó encendida.

—Muy bien, ahora podemos buscar la reliquia… — su pequeña victoria no había hecho mas que mejorar su estado de ánimo.

—Eso pudo haber terminado mal…— la voz de Pyrrha hacía eco en húmeda cueva, sin embargo, no era reproche lo que había en su voz, ¿era tal vez curiosidad?

—No tienes que decírmelo. La verdad hace algunos años atrás estaba de campamento con mi familia, parecía que los troncos estaban algo húmedos y no se podía encender la fogata. Una de mis hermanas por desesperación disparó su arma cargada con una bala de fuego y funcionó, claro nuestros padres no estaban muy contentos con eso. — río ligeramente.

Muy bien, esa fue una buena forma de romper el hielo. Hasta ahora solo hemos hablado cosas sobre el aura, si vamos a ser compañeros no está de más conocernos mejor.

—¿Qué me dices…

—No estoy segura de que sea por aquí.

Volteo ligeramente a ver a la pelirroja, miraba dubitativa las paredes de la cueva, con Milo en su mano preparada para cualquier cosa.

Habían ya pasado algunos metros desde la entrada y la cueva parecía no tener fin. Tal vez Pyrrha tenía razón. Aun así, ya se había tomado la molestia de venir hasta aquí, así que porque no continuar unos minutos más.

—Ah… Pyrrha ya hice la antorcha… ¿podrías seguirme el juego un par de metros más?

La conversación lo distrajo y de la forma más torpe posible, tropezó dejando caer la antorcha en el húmedo suelo, quedando a oscuras.

—Sentiste, eso…

—¿mi alma siendo aplastada por el arrepentimiento?

—No, es… cálido.

Esto es una cueva húmeda, no es tan raro que se sienta calor. Pensó si darle demasiada importancia al comentario de su compañera.

Aun con la visión radicalmente reducida, logro apreciar a lo lejos una pequeña fuente de luz.

—Lo sabía, esa debe ser la reliquia— a pesar de tenerla tan cerca se abstuvo de correr, lo ultimo que quería hacer era volver a ponerse en ridículo.

Una vez cerca, trató de cogerla, sin embargo, para su sorpresa, la reliquia se movió, realizó dos intentos más con el mismo resultado. Al perder su paciencia salto frente a ella logrado asirse de la parte más delgada mientras sus pies colgaban.

—¡te tengo! — gritó triunfante.

—Jaune…

La victoria le duró poco, enfrente de él una luz roja emergió formando un patrón. Un rostro, para ser más precisos el rostro de un Grim.

Tras liberar el grito menos masculino que había hecho en toda su vida. Se vio obligado a sostenerse de la cola.

Sin darle mucho tiempo a actuar el enorme Grim arremetió contra Pyrrha, uso a Akoúo para defenderse de las poderosas pinzas. Sin embargo, el impacto logro hacer retroceder unos pasos. Se encontraba en desventaja, si quería por lo menos escapar, necesitaba salir de la cueva.

Corrió con dirección de la entrada dando ocasionales miradas a su perseguidor. Aún estaba oscuras así que lo único que logro a ver era los patrones rojizos. El sonido de su respiración pronto fue acompañado por el de la cueva colapsando por el paso del enorme Grim y los gritos Jaune.

Una vez afuera cambio a Milo en forma de lanza y se mantuvo atenta a que hiciera aparición.

El monstruo no se hizo esperar, atravesó la entrada sin muchos problemas mientras aun cargaba con un Jaune que no dejaba de gritar.

—ESTA NO ES LA RELIQUIA, NO LO ES—

La criatura se cansó de mantener al polizón por mas tiempo, y tras algunos movimientos de cola este salió volando.

—¡Jaune! — Gritó Pyrrha siguiendo con la vista el ángulo de la caída de su compañero.

Para bien o para mal, no salió volando tan lejos como creyó. Su cuerpo se había estampado contra un árbol a pocos metros de donde estaba.

En lo que se ponía de pie, pudo ver como Pyrrha corría hacia él.

—¿crees que podamos contra él? — Preguntó Jaune colocándose de pie para luego desenvainar Crocea Mors

—Es difícil de decir. — Pyrrha por su lado opto por una posición defensiva con Milo aun en forma de lanza. —Los Death Stalker tienen placas de hueso muy duras, dependiendo de que tan viejo sea, podría ser impenetrable para nuestras armas.

Death Stalker, si no me equivoco su único punto débil esta en su vientre, claro que esa es información de un juego de cartas y solo lo comprobé en un viejo video juego. Pero vale la pena intentarlo.

El sombrío artrópodo se adelantó a cualquier debate que pudiera haber y se lanzó al ataque. Con su pinza derecha dirigió un ataque en dirección a Jaune, quien logro levantar su escudo a tiempo.

Yo… puedo hacer esto… pensó al mantener su terreno ante el Grim.

—¡Cuidado! —

Jaune levanto la mirada al oír la voz de su compañera. Un aguijo color de oro se dirigía justo hacia el rostro. Cerró los ojos esperando lo peor, pero en su lugar solo escuchó un sonido metálico.

Abrió los ojos de golpe para contemplar la figura de Pyrrha con su escudo en mano soportando la arremetida de la cola.

Ella le lanzó una mirada, una que el pareció entender. Con un rápido movimiento ambos se movieron logrando que la cola pinza se incrustaran en el suelo.

—Rápido, salgamos de aquí— Sugirió Jaune al ver al Death Stalker atorado en la tierra.

Antes que Pyrrha pudiera contestar, La criatura uso pinza para sujetar a la desprevenida guerrera. Sin embargo, ella no se quedó quieta, cambio a Milo a forma de rifle y comenzó a disparar descarga tras descarga en el rostro del Grim.

Aprovechando esto, Jaune se aproximo a la pinza que mantenía cautiva a su compañera y comenzó a arremeter contra ella. Lamentablemente Crocea Mors no parecía ser lo suficientemente efectiva.

El Grim irritado, desterró su segunda pinza y arremetió contra Jaune. Esta vez teniendo éxito mandando a volar a Jaune varios metros en dirección de un claro.

La criatura lo siguió aun con su compañera, quien, habiendo cambiado de estrategia, ahora trataba de cortar la pinza.

Jaune se sentía desorientado. Miró a los alrededores, pudo ver un grupo de chicas a lo lejos de lo que parecía ser un pequeño templo. Dirigió su mirada a su perseguidor.

Así que esta es la diferencia. Trató de ponerse de pie. Su cuerpo se sentía pesado y su respiración se había tornado rápida. …. La diferencia de verlo en un video juego, en un comic o en televisión ¿En tal mal estado me encontraba? Soltó una risa de auto desprecio.

Su condición no era mala, tal vez mejor que una persona promedio. Sin embargo, no se comparaba con el cuerpo de un cazador entrenado por años. Y después de todo esta era la primera vez que tenia una pelea con su vida en juego. La adrenalina y la emoción solo lo podían llevar hasta cierto punto.

Trató de caminar hacia adelante, pero plumas gigantes se incrustaron en el suelo.

¡Esto tiene que ser una broma! Maldijo para sus adentros al ver al Nevermore volando en su dirección.

Su mirada bajo una vez más, pero esta se nublo de inmediato. Sintió una enorme presión en su pecho y callo de espaldas.

—¿Estas bien Pyrrha?

—Ah…—ella solo libero un gruñido mientras movía su cabeza de lado a lado tratando de aclarar su visión.

—¡Jaune! — escuchó una voz algo infantil llamarlo desde atrás. Pero el no hizo caso, sus ojos seguían clavados en el Death Stalker que se acercaba a una ridícula velocidad.

El Nevermore en el cielo lanzó una segunda ronda de plumas en su dirección. Intento levantar su escudo, pero su cuerpo no le obedecía.

¿tengo miedo?

El impacto nunca llegó. En su lugar dos pequeñas chicas aparecieron frente a él. Una de rojo con una guadaña ridículamente grande y la otra de blanco con un delicado estoque.

Parte de las plumas habían sido detenidas con un pequeño muro de hielo, mientras que el resto habían sido repelidas por Crescent Rose.

—Eres demasiado imprudente— Criticó Weiss

—No podía solo quedarme de pie mientras atacaban a Jaune. — respondió Ruby. —Además ¿el Nevermore no está aquí por tu culpa?

—¿¡Mi culpa!? Tu fuiste la que me abandono arriba

—Te dije que saltaras.

Que pasa Jaune, es apenas el segundo día y no puedes mantenerte de pie. Pensó el mientras dirigía su mirada hacia las dos chicas.

¿Como pueden estar tan tranquilas?

A pesar de la proximidad de la gigantesca ave, tanto Ruby como Weiss mantenían una conversación, o tal vez discusión, sin perder por completo la atención a lo que pasaba enfrente.

Ellas están tan tranquilas mientras que a mi me empiezan a temblar las rodillas. ¿Es tan grande la diferencia entre ellas y yo? Su agarre en el mango de su espada comenzó a debilitarse. No, no puede solo rendirme. Su mirada se centró en su perseguidor de grandes pinzas.

Vamos ponte de pie… aun debe haber algo que pueda hacer… no quiero ser salvado todo el tiempo, quiero valerme por mi propia cuenta. Logro erguirse usando su espada como apoyo.

Pero en ese momento, aquel dolor volvió a arremeter. Esta vez era mucho más intenso, apretó los dientes tratando de contener los deseos de gritar. Y una vez más logro escuchar la voz.

¿Quieres crear tu propia leyenda? ¿Tu propia historia?, si es así, llámame. Llámame

—¿Jaune? — preguntó Pyrrha al ver la extraña actitud de su compañero.

Una misteriosa niebla azulina comenzó a emanar de él.

—Per…

Jaune se irguió por completo sostenido Crocea Mors en posición para atacar. Mientras que enfrente de él, una carta azul comenzaba a materializarse.

—...so… — Colocó la espada sobre su cabeza a punto de arremeter con un tajo.

—…na — Su espada cortó la carta liberando dentro de Jaune una inmensa cantidad de energía.

Una figura humanoide blancuzca hecha de metal apareció sobre su cabeza. La figura parecía tener una contextura delicada con excepción de la protección en las caderas, los hombros y mano derecha que eran anchas.

En su mano derecha empuñaba una espada mientras que en la izquierda un escudo con el emblema de su familia, y para terminar en su cabeza de metal, fundida sobre la misma una corona dorada y piedras preciosas.

—¿Qué es…— Por primera vez, desde que estaba ayudando a protegerlo Weiss volteo a mirar al chico

—¿Es ese el Semblance de Jaune? — Preguntó Ruby, también distraída.

—No lo sé— fue todo lo que logro a decir Pyrrha

Tu eres yo

Y yo soy tu.

He venido desde los más profundo de tu alma.

Soy Arthur.

El héroe legendario.

—¡¿Puede hablar?! — Gritaron las tres chicas sorprendidas.


Nombre: Arthur

Arcana: The Fool

Skills:

*Bash

*Kouha


Bien este es la versión historia extendida( por decirlo de una forma) del oneshot que publique hace como una semana. La verdad tuvo más aceptación de la que espere, para ser sinceros pensé que pasaría sin pena ni gloria, y pues aquí estamos capitulo 1. espero que llamé su atención, porque pare ser sinceros es una historia que siempre me ha dado curiosidad escribir.

como habrán notado no he iniciado desde el principio de la historia, sino desde la Iniciación. pero como asumo que muchos de ustedes ya llevan algún tiempo en el apartado de RWBY en esta pagina, habrán leído como mínimo ese acontecimiento unas docenas de veces. por lo cual trate de ser breve y conciso.

y en un nota aparte. saben que me la pase buscando pero nunca encontré una sola imagen de Jaune usando una Persona. encuentras a las principales en varios fan art pero nunca Jaune. por eso el que la imagen siga siendo la misma del Oneshot

sin mas que decir, espero que sigan esta historia.

Amaterasu Necross