Disclaimer: Este es una historia dedicada especialmente a todos y todas los fans tanto del mundo de Percy Jackson, como de Rick Riordan.
No pertenece nada de aquí. (Solo la historia, claro)
Pero todo lo demás, es propiedad de Rick "El Genio Malvado" Riordan.
Yo solo tome prestados a los personajes para pasar un buen rato escribiendo.
Nota: Este fic participa del reto temático de abril "Campamento Mestizo" del foro El Monte Olimpo.
Algunas ventajas de ser el líder de cabaña eran muchas.
Una de ellas eran las pequeñas ventajas que para Leo Valdez eran perfectas para él.
Dado que su cabeza era un hervidero de ideas que no paraba de trabajar, Leo siempre tenía que tener a la mano algo de papel y lápiz. Porque en el momento menos esperado podía surgir algo y a pesar de que tenía una buena memoria, más valía prevenir que lamentar.
Y cuando estaba seguro de que algo buen podía salir, se recluía en el bunker 9 (alejado de todos temporalmente) y trabajaba hasta lo posible.
Podía estar solo con sus ideas sin gente merodeando por ahí.
Y por malo que llegara a sonar, gracias a los dioses que sus hermanos desconocían su escondite. Ya era difícil de por si crear algo por sí solo, pero el tener a alguien criticando o sugiriendo cosas era limitar su potencial por preocupación o por el deseo de complacer.
Fuera como fuera, a veces la soledad era la mejor compañera.
Otra ventaja era que siempre podía ser el primero en todo.
Las duchas: lo cual la mayor parte del tiempo era esencial para él, como cuando la grasa y el aceite le llegaban hasta las cejas.
Las tareas: cuando podía dejar unas cuantas para sus hermanos y tener más tiempo libre para sí solo, su novia o sus amigos. No tenía tanto con lo que cargar.
La comida: Siempre podría ser el primero en la fila para el desayuno, la comida y la cena. Llegaba y aun cuando la comida aparecía mágicamente, él podía darse el lujo de comer hasta morir sin ojos fisgones o críticos a su alrededor.
Pero Leo no negaría que siempre podía darse el tiempo para convivir con sus hermanos y hermanas, después de todo son familia y la familia es lo único que te queda al final. Y como Leo carecía de familia sanguínea, no se quejaría por tener familia divina.
No solo eran su novia o sus hermanos con los que disfrutaba pasar el tiempo haciendo cualquier cosa. Sino también sus amigos. Más específicamente lo chicos dela Argo II.
Pasaron tanto tiempo juntos que era inevitable pasarla juntos de vez en cuando. Ya fuera en la fogata o captura la bandera.
Seres queridos y razones para ser feliz no le hacían falta.
En conclusión, las ventajas de ser líder de cabaña eran muchas. Pero de ser Leo Valdez eran mas.
