Hola! Soy nueva en FanFiction y está es la segunda novela que publico aqui y la primera que escribo de Hetalia. Pero yo no he escrito esta loca y rara historia si no que también otra escritora con el seudonimo de "Hobell", quien entre las dos hemos creado ha esta historia con el fin de que ustedes nuestras queridas lectoras o lectores. Asi que esperemos que les guste esta linda y retorcida historia que hemos creado.

Diclaimer: Hetalia no me pertenece, es propiedad de Hidekaz Himaruya.


PEI: UN VIAJE DE LOCOS

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Capitulo 1: Un plan y un bar de por medio

Eran una de las mejores temporadas en el año, se daría inicio a las reuniones de las Naciones Unidas que se recorre por todo el mundo, desde Asia hasta América, unas "vacaciones mundiales". Y ¿qué era tan especial en esta fecha para Alfred? Claro, quería declarse a Inglaterra su ex tutor y amor platónico desde que se independizó, era fácil según para el amante de las hamburguesas, incluso lo había practicado con su amigo Tony, bueno más bien él hablándole a la nada porque Tony ni atención lo ponía y mucho menos si se trataba del fucking limme.

Se había acaba la reunión era el momento indicado, el primer país sería Francia, perfecto maldita sea, todo iba a ser perfecto. Buscaba al inglés desde lejos, lo vio muy a fondo guardando sus cosas en su elegante portafolio, suspiro... Arthur lo volvía loco desde hace tanto tiempo, realmente quería besarlo y decirle cuanto lo amaba... claro si el inglés se lo permitía. Le hizo señas con la mano, lo que inglés respondió con un bufido de fastidio.

- ¡Hey Iggy! -Lo saludo amistosamente como siempre, se moría de nervios y miedo por el rechazo, pero aun así fingía esa contagiosa sonrisa.

- ¿Y ahora qué quieres? Estoy ocupado, mi vuelo no tarda en despegar y mis jefes me tienen presionado para que llegue jodidamente puntual, así que sé rápido git.

- Bueno, ya sabes... van a ser las próximas reuniones mundiales y no sé si estas enterado, pero estoy buscando a alguien con quien compartir estos días y yo... -se quedó callado, los malditos nervios, ¡no seas cobarde y dile! estaba ahí parado, con las palabras atoradas en la garganta, ¿y si me rechaza y nunca quiere saber de mí? Estúpidos pensamientos, sólo dilo, lo peor que podría pasar es que Inglaterra te rechacé ¡qué bien!

- ¿América?... - Si tan solo con pronunciar su nombre hacía que se fuera a otro mundo, en donde decía su nombre y utilizaba esos labios no precisamente para hablar, está bien era hora.

- ¿Te has dado cuenta de que tus cejas están más grandes hoy?

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Estúpido, ahora estaba en el piso con un brazo fracturado y un ojo morado, agradecía a Dios de que fuera una nación y sus heridas sanaran rápido, pero eso no excluía el inmenso dolor en su corazón, había cometido otra vez el mismo error de siempre, cada vez que lo intentaba el miedo se apoderaba de él y decía lo primero que se le venía a la mente. Lo había arruinado todo, su supuesta luna de miel con Arthur, se había ido a un lugar muy lejos.

Llego a su casa con el corazón destrozado, tomó los 20 botes de helado del refrigerador y su Play Station 4, iba a pasar todos los videojuegos posibles existentes en mundo, peor que una adolecente rechazada, él no se pondría a llorar mientras que veía fotos de Inglaterra, eso no funcionaba. Sonó el teléfono de su casa, no contesto, lo más probable es que fuera una llamada de Obama y no precisamente a felicitarlo, lo más probable es que Arthur se quejará con él porque volvió a insultarlo y ahora tendría que soportar un discurso de 3 horas de porque es importante tratar a otras naciones lo mejor posible. No tenía la culpa, su cerebro lo traicionó y no pensó con claridad. Y el buzón de llamadas sonó.

- ¡Hey! ¿Cómo está mi gringo favorito? ¡Qué tal si nos tomamos unos tequilas, tengo una asombrosa noticia que darte!- Se colgó, era México.

Se levantó, tal vez tomar hasta que pierda su uso de conciencia con México iba a ayudarle. Pero cuando iba a devolver la llamada, volvió a sonar.

- Hello. -Saludo algo desanimado como usualmente habla, obviamente después de su intento fallido.

- Hey Señor McDonald, ¿suenas desanimado? ¿Te volviste a pesar cierto?. -¿No se notaba que amaba molestar a Alfred? Pero hoy era hora de festejar a lo grande, como una fiesta mexicana verdadera.

- Vamos al grano Alejandro, quiero emborracharme hasta perder la conciencia y no saber ni mi nombre.

- Nos vemos en el bar de siempre a las nueve. No traigas tus malos ánimos. Cuídate y no comas demasiado!.- y con eso colgó

Estúpido, él no estaba gordo ¡eran sus músculos! Pero nadie ha visto sus hermoso cuerpo, por eso lo critican, es envidia claro. Guardo todas sus cosas para depresivos, sería en otra ocasión, de todas formas la mayor parte del día iba a estar en el avión con destino a México.

Eran 9:30 y la puntualidad de Alejandro era impresionante, ¡treinta minutos tarde! Por lo menos no fue como la última vez que estuvo casi 2 horas esperándolo, y su excusa fue "me quede dormido". De todas formas, ya había pedido unos tragos para despejar su tormentosa mente, y disfrutar de la música mexicana, le gustaba ese bar, era como si retrocediera el tiempo en que aún era bastante joven y apenas estaba en la lucha por territorio, también recordaba la antigua mala relación entre México y él, por lo del álamo y Texas, qué hoy en día le sigue replicando.

- Perdón por el retraso Alfredo, ¿empezamos?. - preguntó un guapo hombre que aparentaba aproximadamente 20 años, de tez bronceada (aperlada) y ojos cafés, sus cabellos eran negros como la noche y vestía un pantalón de mezclilla con una camisa de cuadros roja y su inseparable pañuelo rojo en el cuello con una pequeña cadena con el dije de una cruz adornando su cuello y unas botas de piel en color café.

De alguna forma estaba acostumbrado a la impuntualidad de México, así que no era algo tan relevante, se preocuparía si fuera de Kiku, Alemania y... oh sí, del mismo Inglaterra. Sujetó su vaso con toda la fuerza, rompiéndolo inconscientemente, después se percató de lo que acababa de hacer y sólo veía al dueño del bar enfurecido, pero no le decía nada porque era un turista extranjero, suerte de ser un estadounidense en México. Alejandro se sentó a su lado.

-Hey compadre, ¿qué te pasa? No me digas que el Inglesito ese te dejo con las ganas.- se burló el Mexicano mientras pedía un trago

-No dude, fue algo peor. -Miraba perdidamente el piso mientras que respiraba profundamente, soportando todo el dolor, y preparándose para romper con su orgullo, para pedir ayuda a Alejandro.

-Jajá.-se rio fuertemente mientras tomaba un poco de su bebida- Te dije que la ibas a tener muy dura con ese tipo, pero bueno cuéntame lo que te sucede, no por nada somos mejores amigos, hermanos y amantes.-esto último lo dijo con una sonrisa pícara

-¿Perdón? - Dijo algo sorprendido, mientras que casi se ahogaba con el vaso de bebida, que termino escupiendo en la cara de un señor bigotudo que estaba ahí, lo miro de la peor manera que de alguna forma le recordaba a la mirada de Arthur, ¿qué? Como era posible que compare al inglés con ese señor pasado de edad, probablemente era el alcohol. Obviamente Alejandro ya estaba en el piso muerto de risa.

-Lo siento viejo, no era mi intención. -Luego miro con fastidio al mexicano- ¿Otra vez con tus bromitas pasadas de tono?

-Jajaja no te Jajaja enojes Jajaja.-comento entre risas mientras se ponía de pie y volvía a tomar asiento.- Ya sabes como soy no sé porque te molestas. Andas con un humor de los mil demonios que ni tú mismo te aguantas, ahora ya dime bien hermano ¿qué te paso?.-pregunto seriamente el Mexicano mientras veía como el rubio se tensaba levemente

-¿Era necesario responder?- Se preguntaba mentalmente, mientras que volvía a llenar su vaso hasta el tope, necesitaba algo que le diera valor para confesarle su intento fallido. De todas formas Alejandro sabía la situación ¿qué más podía perder?

-Me confesé otra vez a Inglaterra, pero mi miedo volvía a vencerme y quede como un completo imbécil de nuevo. -Suspiraba frustrado mientras bajaba la mirada decepcionado de él mismo. ¿Y así se creía un héroe?.- ¿Algún consejo?

-Así que era eso...-suspiro.- Alfred ahora ¿qué le dijiste?

-Bueno, sabes perfectamente bien lo que digo cuando estoy nervioso. -

Y ahora era el momento de le confesara su estupidez...

- Well, primero empecé bien y de maravillas, completamente confiado, pero mire los hermosos verdes de Arthur y me perdí en ellos, miraba cada detalle de su rostro, tal vez para encontrarme con algo nuevo, aunque me sabía de memoria cada cualidad facial de él, y me empecé a ponerme más y más nervioso. Mis manos empezaron a sudar y tartamudeé muchas ocasiones, Inglaterra me miraba con algo de fastidio y eso aumentó mi miedo... ¡Y LE DIJE QUE SUS CEJAS ESTABAN MÁS GRANDES EL DÍA DE HOY! Quiero morirme, y que nunca se vuelva a saber de mí. -Alfred estaba siendo un completo dramático, incluso llegaba al nivel de Francia, sólo me faltaba el pañuelo rosado y una luz que me enfoque.

-Pff... Alfred eso fue... fue... Muy estúpido.- y con ese comentario estalló en risas, bajo la fastidiada mirada del rubio.

Minutos después de que el moreno se calmara y volviera a ver normal a Alfred sin que se vuelva a burlar de él. Continuaron su conversación.

-Eso fue muy idiota, aun no sé cómo ese wey no te ha matado todavía. Pero bueno eso no importa yo te ayudare y ya tengo un plan. Según me entere las reuniones de las Naciones Unidas está cerca ¿verdad?

-Así es, mi plan inicial después de confesión era ir con Inglaterra juntos como pareja. - Y se calló, pensando unos minutos de lo que acababa de decir el mexicano. ¿Un plan? Si no mal recuerda los planes de Alejandro eran alocados, pero no tenía opción. -¿Cuál plan? -Lo miro curioso.

-Jejeje, ya verás que este plan te va a gustar; ven acércate, te lo voy a contar.- y América con curiosidad se acercó a México, mientras este le contaba su plan en susurros por el oído, después de unos minutos Alejandro se separó del oído de Alfred y le sonreía con arrogancia- mi plan es genial, y estoy muy seguro de que eso puede lograrse. Piénsalo tú y aquel cejón... digo tú y Arthur siendo pareja durante muchos años, pero sobre todo disfrutando de un adelantito de la "Luna de Miel" por todos los países más hermosos y exóticos que ahí en el mundo.-comento mientras lo miraba con picardía

Alfred estaba completamente sonrojado, gracias al alcohol y a las palabras del mexicano. El plan era perfecto, conociendo que Inglaterra era un tsundere, que era así Japón y Hungría, le llamaban a la extraña personalidad del inglés.

Tal vez Arthur, se fijaría en el... y sólo tal está vez todo saldría como su plan inicial.

Miró a México, le dedico una sonrisa de cómplices. Esperaba que recordaran lo planeado para el día siguiente.


Hasta aqui el primer capitulo, espero que les guste y cualquier duda o pregunta, no duden en consultarme.

Me regalan un voto y un comentario? :3

Jejeje, muchas gracias por leerme y apoyarme

~Sayonara~

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