El Potterverso es de Jotaká
Este es un pequeño drabble, que no llega ni a las 500 palabras, para Writter in process (o, como a mi me gusta llamarla, Writty) por su cumpleaños, que fue ayer. Siento haber tardado más de la cuenta en subirte esto pero anoche tenía un dolor de cabeza terrible y sólo avisar en el foro que no podría subir tu regalo a tiempo me ponía mala :C ¡Aún así no pienses que no me he acordado de ti! He disfrutado mucho con tu petición. Primero pensé en hacer un OS bien largo y detallado pero me di cuenta de que, realmente, Matemática de la carne no es una canción sobre la que una pueda explyarse de más. Es una canción que relata una historia demásiado concisa y a la misma vez demasiado simbólica. Así que he pensado que hacer algo breve, conciso y etéreo sería algo mucho más acertado. Espero haber plasmado bien la letra (que me encanta, ¡adoro Rayden!) haber escrito algo que te guste y que disfrutes aunque sea muy breve.
¡Un beso enorme!
Este fic participa en el reto "La agenda del Lord" del foro El Mapa del Mortífago.
Petición de Writty: En el universo Harry Potter, un Dramione apoyado o basado en la canción "Matemática de la carne", de Rayden.
Quererla.
Capítulo único.
Estas en mi lista de sueños cumplidos
Y en el de pecados compartidos,
Rompamos juntos la barrera del sonido
cuando el gemido se coma a el ruido,
Hagamos juntos todas las maldades
La dieta de los caníbales,
Soy de los que siempre creyó en las señales,
por eso pegame, muérdeme,
déjame cardenales.
Quererla es de las peores cosas que pueden pasarte.
Por alguna razón siempre parece tener las respuestas correctas, las contestaciones más mordaces, las miradas más letales.
Quererla es convertirte en un amasijo de nada ante una persona que encarna todo lo bueno.
¿Quien soy yo ante esta mujer que ha sobrevivido a la guerra salvando miles de vidas? ¿Quien soy yo ante esta mujer que maneja su vida privada y su vida profesional como si fueran la misma? Exitosa en todos los proyectos que emprende, en todas las cosas que hace.
¿Quien soy yo, Draco Malfoy, ante ella?
¿Qué puedo ofrecerle si lo único que puedo darle son besos y miradas y caricias y dolor? ¿Qué tengo yo que ella quiera y desee con tanto fervor?
―No trates de arreglarme. No quiero ser uno de tus proyectos de caridad anuales.
Pero ella siempre sonríe y no dice nada más. Sólo me aprieta y besa la Marca Tenebrosa, ya borrosa después de siete años, que se extiende sobre mi antebrazo. Una mancha negruzca sin forma ni patrón que retiene en su interior recuerdos y maldades que no puedo olvidar pero que ella parece querer con la misma intensidad con la que lucha contra las injusticias.
Quererla es rendirse ante las cosas más banales. Cosas diarias y mundanas a las que no se les suele dar ninguna importancia pero que a su lado vuelven a tener color.
Como la silueta de su cuerpo bajo la sábana fina de color azul pálido.
El rastro de su risa en el aire.
El olor de las tostadas y el café por la mañana.
El calor de su piel contra la mía durante las noches de verano.
El rastro de esmalte de uñas que deja sobre la mesa de madera cuando se le cae una de las botellitas mientras se hace la manicura en el sofá.
La cantidad de libros que se apilan junto a su cama.
El azul del cielo en Diciembre.
La humedad gris de las tormentas en Agosto.
Lo largos que se hacen los paseos a su lado pero lo cortas que son las despedidas.
Todo.
Todo con ella parece desvanecerse y convertirse en una escena en la que ella deslumbra y te alumbra. Todo con ella no es más que una mera película en la que te sientes expectador y protagonista.
Ella te dirige, ella te guía. Dice lo que quiere y corrige tus faltas.
Porque quererla, a Hermione Granger, no es más que una de esas cosas mundanas que ella convierte en algo eterno.
