Primero que nada, Bienvenidos a todos(as), llevo muchos años siendo escritora silenciosa, espero y me disculpen a las muchas historias que no deje reviews, ojala y no me castiguen por eso, pero soy bastante ignorante para agarrarle el modo a Fanfiction, ahí si alguien tiene algo de compasión de mí y me ofrece algo de su ayuda gustosa la recibiré (:, bueno este es mi primer fic, espero y sea de su agrado y sí no pues también jaja. Bueno no las entretengo más y ojalá y disfruten.

Trama:Se genera en un periodo totalmente actual, es completamente Universo Alterno, en cuanto a las personalidades de los personajes, trato de asemejarlo lo más que puedo a la historia real, aunque claro con un pequeño toque mio.

Veremos a unIchigo mucho mas confiando en cuanto al tema con las mujeres, pero dejándole aun esa personalidad que vuelve a las chicas locas, con su carácter huraño y cálido.

Una Rukiacomo una mujer muy segura de sí misma y no dejarse de nadie, pero a la vez compasiva.

Las edades de los personajes varia, Ichigo lo conservo con la edad de 18 años al igual que lo demás personajes excepto a Rukia con un año menor pero están todos en el mismo grado de escolaridad.

Bueno Ya no enfado más! (:

Disclaimer:Todos los personajes pertenecen al mangaka KuboTite, yo solo los adapto a una historia ficticia sin ningún fin lucrativo.

Letras en cursiva son "Pensamientos"de los personajes

Los números entre paréntesis (*) Utilizo para explicar el significo de la palabra por ente.

Capítulo I

Ladrón que roba a Ladrón

Ichigo sintió arder su boca, la sangre brotaba escandalosa de su labio inferior, Renji le había dado un buen porrazo con el Shinai(1), él sabía perfectamente que el muy cabrón lo había hecho a propósito.

Empezaron las prácticas en el dōjō de Zaraki Sempai(2) esa mañana, faltaban unas semanas para participar en el campeonato estatal.

En ese momento no usaban los protectores, porque se suponía que era un entrenamiento para calentar. Pero más que calentar, le hirvieron los cabales al ver la sonrisa de gozo del pelirrojo cuando Yumichika levanto la bandera a favor de Renji.

Joder, a él nadie lo humillaba y mucho menos de esa manera, sin importarle se lanzo contra el pelirrojo y le propinó con verdaderas ganas un fuerte trancazo en la nariz con el shinai, el pelirrojo se tambaleo debido al impacto y soltó un alarido de dolor. Seguro le había roto nariz, pero que importaba ya tenía la cara fea de todas formas.

-Te hice un favor Abarai, a ver si con eso se te quita la cara de retrasado que te cargas, esto te enseñará a no hacer trampa, maldito gilipollas- escupió Ichigo venenosamente al observar a Renji sangrar a charcos por la nariz.

El aludido se llevo las manos a la zona afectada y miro con odio al pelinaranja.

-¡ESTO TE COSTARÁ, MALDITO IMBÉCIL! –gritó con cólera el pelirrojo lanzándose sobre Ichigo.

Y comenzó la pelea.

Rodaron por el suelo, tirándose puñetazos a diestra y siniestra, Ichigo sentía demasiada ira contra el pelirrojo, pero gracias a sus dotes y reflejos del Kendō(3), le demostraría quien era mejor. Renji lanzo un puñetazo directamente a la cara de Ichigo, pero éste último lo atrapó en el aire para doblarle la muñeca y tumbarlo, Renji perdió la concentración y eso fue un punto ganador para el ambarino pegándole un cabezazo y dejarlo en el suelo.

Los demás compañeros del dōjō gritaban y hacían bulla alrededor de ellos.

-¡YA BASTA!- una imponente voz se hizo resonar en todo el recinto, Zaraki Kembachi se abría paso entre los alumnos y estos lo observaban con temor.

- ¡Ustedes mariquitas sepárense, o lo haré yo a las malas!- Pronunció el corpulento hombre mientras que con su mano sostenía la empuñadura de una katana y la mitad de la punta reposaba en su hombro.

Ichigo y Renji decidieron hacerle caso. Ichigo sabía de ante mano que no era bueno provocar al sempai, pero no había podido controlar su rabia.

-Zaraki Sempai- pronunciaron ambos jóvenes al unisolo, haciendo una pequeña reverencia.

Ichigo sintió el filo de la espada de Zaraki a milímetros de su cara y trago saliva. Volteo a ver Kempachi y éste lo miraba con una sonrisa sádica.

-No te pondré una penalización con el anciano Kurosaki Ichigo, ya que eres el mejor estudiante que tengo en Kendō, pero por tu falta no competirás en la estatal- dijo con tono gutural el sempai.

Ichigo procesaba las palabras de Zaraki, estaba jodido, más que ¡jodido!, por ese imbécil retrasado se había quedado sin competir, él, uno de los más reconocidos en todo Japón. Apretó los puños, esto no se iba a quedar así.

-Pero Kempachi Sempai, ese mierda de Abarai Renji fue el que comenzó el pleito, no puede hacerme esto, soy el mejor en Kendō y usted lo sabe, si no voy yo ¿quién va ir en mi lugar? ¡Es una locura la que está diciendo!- articulo en un arranque de nerviosismo y coraje.

-Cuida tus palabras Kurosaki, tal vez tengas razón en que estoy loco, pero soy tu sempai y aquí se hace lo que yo ordene.- anuncio con fuerza.- Y da gracias que no le diré nada al viejo de Yamamoto, en cuanto a quien ocupara tu lugar, será Abarai.- pronuncio mostrando sus filosos dientes en una enorme sonrisa.

- ¡PERO QUE MIERDA ESTA DICIENDO, SE LE HA SAFADO UN TORNILLO!- grito Ichigo fuera de sí, todos los alumnos ante la contestación del joven Kurosaki se quedaron anonados, nunca nadie le había levantado la voz al sempai, y el último que lo hizo, no vivió lo suficiente para contarlo.

Ichigo se dio cuenta de que la había cagado, que ¡va!, re que te cagado, ahora temía por su pellejo el joven de peculiares cabellos.

Kempachi bajo su cabeza unos centímetros para quedar a la altura de Ichigo, y vaya que el chico media más de 1.90

Zaraki lo observo y le sonrió siniestramente. Ichigo sudo frio, esperaba con resignación su final.

-Kurosaki Ichigo, ¡los tienes bien puestos eh!, pero no te equivocas al decir que tengo la cabeza deschavetada, aun así es mi decisión final, Abarai ira en tu lugar.- sentencio Zaraki con lentitud al observar que la expresión de Ichigo se endurecía al escuchar el nombre de su rival.

- Y que les quede bien claro a todos, que no permitiré peleas callejeras en mi Dōjō- indicó el estridente hombre.- Una cosa más, si alguien se llega enterar de esta riña, el viejo Yamamoto me hará sufrir a mí, y yo los hare sufrir a ustedes, esto va para todos, en especial para ti Kurosaki- dijo señalando al chico.

- ¡Ahora a las duchas malditos puercos!-.

Todos los alumnos se dirigieron al lugar dicho.

Ichigo se dirigió a los vestidores, estaba encolerizado. Volteo a mirar a Renji, este se encontraba con el calvo de Ikkaku, vio que la acción era correspondía por el pelirrojo y éste le soltaba una sonrisa de pura satisfacción ¡Maldito Cabronazo!, vamos aver quien ríe al último.

-La has vuelto hacer Kurosaki, ahora ¿Qué harás que te suspendieron de la estatal?- pregunto Ishida acercándose a él.

- Ni me lo recuerdes Ishida, ese marica me las pagara todas juntas- sentenció.

-Pero no has escuchado a Zaraki Sempai, por un momento temí por tu vida, ya nadie me diría estupideces todos los días.- dijo socarronamente mientras sacaba ropa limpia de los vestidores.

- Cierra la boca cuatro ojos, y claro que tengo en cuenta lo que me dijo el Sempai, me las cobraré una por una, pero de otra forma, ya me lo pensare después, será algo que le duela en verdad. Deseara no haber nacido- expresó estirándose los brazos.

- Kurosaki, no crees que te lo estas tomando demasiado en serio-.

- Demasiado enserio Ishida, soy el mejor en kendō, por kami, es suicida que mande al retrasado.- Ichigo se jalo la cara con desesperación

- Eso no lo es todo Kurosaki, deberías dejar a Abarai por la paz, o por lo menos cortejar a una linda señorita, quizás te haga olvidar tu amargura- señalo Ishida subiendo sus lentes caídos con su dedo índice.

Ichigo lo volteo a ver con escepticismo

-¿Para qué Ishida?, además sabes bien que mi futuro está asegurado, puedo ir a cualquier Universidad, en cuanto interesarme a una sola mujer cuando hay tantas, ellas solas vienen a mí- explicó encogiéndose los hombros como si fuera de lo más normal.

Y era cierto. Kurosaki Ichigo era un hombre apuesto, con la complexión de un adonis por los años practicando el kendō, poseía una cabellera peculiar, naranja, con unos ojos grandes y ambarinos.

Estaba acostumbrado a tener lo que él quería. Nunca nadie le decía que no, por eso la rivalidad antaña con Renji Abarai, desde que él llegó solo quería mostrar una máscara falsa, aparentando ser el chico bueno y amable, eso lo cabreaba de sobremanera, por lo menos él no disfrazaba ser quien era.

Actualmente se encontraban en su último año de preparatoria, el Instituto Karakura, uno de los mejores colegios de Japón, su amigo Ishida era el número uno en tener las mejores notas.

-Espero no escucharte en mucho tiempo que te tragues tus palabras.- respondió Ishida colocando una toalla en sus hombros.

-Nunca Ishida, escúchalo bien, Nunca.- recalcó con una sonrisa curveada mientras se deshacía de su ropa sucia.

Ishida suspiró al escuchar a su amigo.- Nunca digas Nunca Kurosaki, la vida da demasiadas vueltas y cuando llegue ese día no voy a querer decir te lo dije- musitó con voz cansina el caucásico.

-Como sea, me quiero dar una ducha, apesto de los mil diablos- dijo Ichigo haciendo una mueca de desagrado.

Ishida lo miro de hito en hito, medito las palabras que dijo el ambarino unos momentos atrás, esperaba que las medidas que había optado su amigo no repercutieran a la mala, en fin, las personas solo cambiaban cuando tocaban fondo, con esto siguió el mismo camino de Ichigo.

-¿¡ Que hiciste que cosa!, rayos Renji, tú eres mucho mejor persona que ese idiota, no puedo creer que hayas caído en su provocación- rezongo la imperiosa voz de una mujer por celular, Renji tenía una acalorada conversación con su mejor amiga en ese instante.

-Rukia tu me conoces mejor que nadie, el teñido acabo con la poca paciencia que tengo y sabes que fue justo lo que hice, se lo tiene merecido, no podía quedarme sin hacer nada, no le iba dar el gusto- se defendió el pelirrojo con extraños tatuajes que surcaban sus cejas.

- Esta bien, tienes razón, pero eso no le da el derecho de hacer lo que quiera a ese Imbécil- profirió Rukia iracunda.

Renji sonrió sin que ella fuese testigo, como adoraba a esa mujer, aunque fueran amigos, siempre tuvo sentimientos encontrados desde que se conocieron, no solo era por su belleza y elegancia, su sencillez y altanería le encantaban, alguien que no se dejaba intimidar fácilmente, simplemente única.

-Hey tranquila, se supone que el molesto soy yo, a parte como buen castigo iré yo en su lugar a la estatal, te aseguro que eso le jodio mas que cualquier cosa-.

-Espero que no la agarre contra ti Renji, por lo que me has contado es una persona nefasta- expreso la mujer.

-No le tengo miedo Rukia, además el tenerte a mi lado me da fuerzas para enfrentar cualquier cosa- Soltó el pelirrojo sonrojado.

Rukia removió sus manos con nerviosismo, Renji siempre había sido atento y amable con ella, era un hombre fuerte y una persona con una lealtad increíble. Cuando estaba con él, se sentía tranquila y aliviada. A ciencia cierta no podía definir en claro sus sentimientos. Era su único amigo.

–Somos un equipo, no es así- resaltó.

Entonces Renji decidió que se lo jugaría todo por ella, ya no importaba nada mas, quizás tuviera una oportunidad, ese pequeño rayo de esperanza nadie se lo arrebataría. A fin de cuentas Rukia era su estrella…

-¿Podre verte hoy?- formulo con ansiedad, aún seguía sonrojado.

-Verás, estaba pensando lo mismo, quiero darte una sorpresa a la hora de la salida.- contesto entusiasta.

-Viniendo de ti, todo es bueno- afirmó el pelirrojo, Rukia por un momento pensó que era un halago, pero Renji era así, lindo y considerado, no quería hacerse conclusiones rápidas.

-Bien te veré a la salida, y deja de meterte en líos o si no iré a poner orden.- contesto risueña y a la vez severa.

-Quiero ver que lo hagas, te veo hasta entonces.- con esto se despidió el pelirrojo cortando la llamada y guardando su celular en el bolsillo de su pantalón. Cerró los ojos por un momento para recordar el rostro de ella. Observo la cancha del Instituto, viro sobre sus talones y camino lentamente hacia su salón. Tenía clase en 10 minutos.

Rukia se dirigía al Instituto Karakura, se encontraba un poco alterada y a la vez alegre, era un sentimiento extraño de definir, le había costado lograr que Byakuya Kuchiki, su ni-sama, le otorgara el permiso para ingresar al Instituto Karakura, pero gracias a la aportación de Renji, su ni sama lo reconsideró por última vez. Rukia sabía que no era exactamente porque le tuviera afecto al pelirrojo, sino por la confianza que tenía en él, a fin de cuentas se conocían desde que eran unos críos.

Aparte ella quería entablar algún tipo de vida social, no se quejaba por la educación que recibió en casa durante años, siempre fue excelente, pero al cabo no era lo mismo. Siempre estaba sola, era algo abrumador.

-Hemos llegado señorita Kuchiki sama- hablo el chofer

La pequeña Kuchiki salió de sus cavilaciones- Gracias Alfred, y deja los distintivos conmigo, solo llámame Rukia - corroboro.

El chofer se bajo del auto para abrir rápidamente la puerta de la Kuchiki.

-No te hubieras molestado Alfred- le sonrió sincera

-No es una molestia señorita Kuchiki Sama, aquí la espero-el chofer hizo una pequeña reverencia con su cabeza.

Rukia le dio nuevamente las gracias, ella no creía en la distinción de clases o que se refirieran a su persona como si fuese un reina, con esto se encamino a la entrada del Instituto, llego justo a tiempo de la hora de la salida, había cientos de personas a los alrededores, se abochorno un poco, aunque no fuera la primera vez que visitaba a Renji, sintió más nervios que nunca, así que decidió buscarlo por su cuenta.

-¡Kurosaki Kun!, ¿Estás bien?, te hizo daño Abarai Kun?-.

Ichigo escucho la voz aguda de Orihime Inoue, volteo para encontrarse con una hermosa joven de cabellera naranja y brillante, esbelta pero curvilínea.

-Inoue, pero como te has enterado.- respondió Ichigo con un deje de sorpresa.- Estoy bien, no tienes de que preocuparte, solo tengo una pequeña herida en el labio- dijo mirando a la castaña con una sonrisa tranquila.

La chica se sonrojo al ver la expresión dulce que le brindaba el pelinaranja.

-Todo el mundo habla de ello Ichigo, vaya si te dio un buen porrazo- se hizo notar la voz de Tsatsuki, ésta le miro con interés la herida.

-Solo en el ego- comento Ishida con suspicacia antes de que Ichigo contestara, el ambarino lo miro con odio mientras éste sonreía triunfal.

-El tampoco se fue limpio Tsatsuki- recrimino Ichigo.

-Es cierto, vi que Abarai Kun tenía la nariz morada hace unos momentos.- afirmó la castaña poniendo un dedo en su barbilla recordando.

-ICHIIIIGOOOOOOOOOOOOO- los tres chicos voltearon para encontrarse con un desesperado Keigo que corría hacia ellos.

El pelinaranja le dio el recibimiento de siempre, con el maletín que cargaba le dio un buen golpe para mandarlo a volar unos cuantos metros.

-Kurosaki, deberías aprender a ser más educado con las personas- resoplo el caucásico de Ishida acercándose junto con Mizuiro y Chad.

-De todos modos venia fastidiando todo el camino, por lo menos estará callado por un buen rato- esa fue la voz de Mizuiro mientras tecleaba su celular ágilmente.

-Ichi..go qu..e ma..al amig..o ere..s- lloriqueó el castaño mientras trataba de levantarse.

-¡Cállate!- esta vez fue Tsatsuki la que zambullo con su pie la cabeza del castaño en el suelo.

-Vámonos ya de aquí, no estoy de humor para nada- hablo esta vez el pelinaranja frunciendo el ceño más de lo normal.

-Nunca lo estás- afirmo Ishida.

Ichigo decidió encaminarse con sus amigos detrás de él hacia sus respectivos hogares, les platicaba sobre la pelea sucedida en la mañana y sobre su suspensión en la estatal, hasta que sintió que alguien más pequeño chocaba contra él, la persona iba a caer debido al impacto pero el ambarino fue más veloz y logro sujetarla del brazo.

Se dio cuenta de que era una mujer menuda que apenas pasaba del 1.50

-Lo siento mucho no te vi- se disculpo el ambarino que veía con especial interés a la chica.

….

Rukia no hallaba a Renji entre tanta gente, de repente logro visualizarlo a lo lejos pero él no se había dado cuenta, por la emoción contenida de la pequeña Kuchiki al poderlo encontrar al fin, no se dio cuenta que había una persona enfrente, chocando y haciendo que ella perdiera el equilibrio. Cerró los ojos instintivamente para recibir el golpe contra el suelo, pero sintió que una mano grande la sujetaba ferviente de su delgado brazo.

Escucho la voz ronca de un hombre disculpándose, Rukia abrió los ojos para encontrarse con unos ojos ámbar que la escudriñaban de pies a cabeza. Lo primero que se le vino a la mente, fue que el tipo era guapísimo, sintió un suave cosquilleo en su brazo cuando el disminuyo el agarre en su brazo y le dio una suave caricia con el pulgar, pero agito la cabeza y decidió concentrarse, se sintió ofendida, que confianzas se creía tener ese tipo con ella.

-Deberías tener cuidado, ahora si me puedes soltar, me harías un gran favor- sugirió la pequeña Kuchiki con un hilo de voz, sentía que él invadía su espacio personal.

Ichigo se molesto ante la actitud de la chica, quien se creía esa enana mandona, pero no pudo evitar acercarse a la mujer, el perfume que destilaba invadía por completo sus fosas nasales, era hipnotizante, no olía al típico aroma de rosas y frutas, era diferente. Era dulce y sutil. El pelinaranja quedo intrigado con sus ojos, eran los más increíbles que vio alguna vez en su vida. Aun no descifraba el color exacto, tal vez eran ¿azul zafiro o violetas acaso?,se acerco más hacia ella y le respondió en un susurro.

-Lástima que no le hago favores a enanas mandonas-.

Rukia se quedo pasmada, pero como la había llamado ese idiota, a no, ella no se dejaba intimidar por nadie menos por un mequetrefe como él.

-Te he dicho que me sueltes Idiota cabeza de zanahoria- le gritó con furia.

Al pelinaranja se le deformo la cara del disgusto, esa enana le había levantado la voz, ninguna mujer le había hablado de esa manera, aferro fuerte su mano en el brazo de ella al grado de lastimarla, iba a decirle unas cuantas cosas hasta que un Keigo ya recuperado los interrumpió.

-¡Oh por dios!, tu eres la hermana del magnate Byakuya Kuchiki- afirmo el castaño maravillado al observar a Rukia como si de una estrella se tratase.

Entonces Rukia tomo en cuenta a las personas que rodeaban al cabeza de zanahoria en ese momento, dos mujeres y cuatro hombres la observaban con curiosidad a excepción del zopenco.

Se sintió turbada al verse descubierta por el castaño que la miraba con devoción.

-Buen..o yo tengo que irme- irrumpió la Kuchiki al no verse presa del pelinaranja , saliendo lejos de ahí, sentía su corazón desbocar.

Ichigo se encontraba desconcertado, pero que había sido eso, ¿del magnate qué?Se pregunto mentalmente, la observo alejarse para encontrarse con el jodón de Abarai Renji, que diablos tenía que ver con ella.

-Keigo de ¿dónde la conoces?, porque dices que es hermana de un magnate-

-Ichigooo, es increíble que no lo sepas, es Kuchiki Rukia, hermana de Kuchiki Byakuya, el hombre más poderoso de Japón, siempre sale con él en las revistas de sociales, sorprendente no es así- menciono el castaño mirándose las uñas con arrogancia por su descubrimiento.

-Lo que me sorprende es que sepas leer- Ironizo el ambarino.

-Mi padre es el doctor personal de los Kuchiki, al parecer la van a transferir aquí por lo que me ha contado- secundo Ishida al castaño.

- Y ella que tiene que ver con el desfigurado de Abarai-.

-Esa chica viene casi todos los días a esta hora a visitar a Abarai Kun- pronuncio Orihime pensativa

- Y como sabes eso Inoue san- se aventuro a preguntar Chad que hasta ese momento había estado en silencio

-Bueno, Abarai Kun está en clase de cocina conmigo, salimos a la misma hora- expresó la castaña babeando al recordar los platillos

Todos posaron sus miradas en la castaña con incredulidad. Vaya marica pensó Ichigo

- Vaya, vaya, así que Abarai tiene una novia rica- dijo Tsatsuki poniendo los brazos en jarra mientras todos observaban la escena de la que eran ajenos el pelirrojo y Rukia.

-Y muy bonita por cierto- dijo Keigo en tono libidinoso llevándose un buen golpe por parte de Tsatski diciendo que era un pervertido.

Ichigo se quedo ensimismado observando con atención a la pareja, con que es novia del retrasado eh,ladeo una sonrisa maliciosa, ¿Qué sentirías Abarai Renji si le robara el corazón a tu pobre novia Kuchiki Rukia?Pensó Ichigo con perversidad.

Ishida trataba de descifrar lo que cruzaba por la mente del ambarino, presentía que no era nada bueno, así que se aventuró a preguntar.

-Kurosaki no estarás pensando en alguna burrada- dijo subiéndose los lentes.

-Creo que ya sabes la respuesta, Ishida, te dije que me las cobraría una por una-.

-Pero Kurosaki, ¡por kami!, supéralo qué culpa tiene la pobre chica- musito exasperado.

-No es que me interese en lo absoluto ella o tenga algo en su contra, es simple, Ladrón que roba a Ladrón.

-Eres un idiota Kurosaki- empezando así una acalorada discusión por la ética poco moral del ambarino

Chad observaba con interés la conversación que sostenían ambos hombres, razono por un momento, entonces se dio cuenta de que lo que haría Ichigo, tendría un fatídico desenlace.


(1) Shinai, espada de bambú que sirve para los entrenamientos de una forma más segura las técnicas de katana.

(2) Sempai, Es el miembro de mayor experiencia, jerarquía o nivel que ofrece su asistencia.

(3) kendo, disciplina que se vincula al antiguo arte de la confección de espadas y a la esgrima.

¡Hola! de nuevo, ¿qué tal? ¿qué les pareció?, una basura, un asco XD, bueno como comprenderán no soy espectacular haciendo esto, pero le hago la luchita Jojo, cualquier crítica, duda, comentario, o tomatazo háganmelo saber en review o PM, o donde ustedes gusten XD.

Bueno espero con muchas ansias que le haya gustado en verdad, y si quieren hacerme MUY FELIZ, solo os pido que dejen un humilde REVIEW :DDD.

GRACIAAAS, nos vemos muy pronto Besos, y un saludo enorme.

Y que Triunfe por todos lados el ¡ICHIRUKI!