Notas del fanfic:
Hola a todos y todas este nuevo proyecto esta inspirado en un anime llamado TOGAINU NO CHI en el cual me impacte al escuchar la voz de nuestro sempai como Chiki fue magistral y por eso me decidio a escribir algo mas o menos apegado a ese personaje pero con los desvarios de nustro adorado tirano... espero que sea de su agrado para las curiosas aqui expongo algunos terminos...
Lycan: Licantropos, hombres lobos o lobos.
Vampiros: Caminantes nocturnos, chupa sangres, Nosferatus o incluso sanguijuelas xDDDD
Bien los personajes no me pertenecen son de Hinako Tkanaga y puesto que ella puso al sempai como un lindo libito en uno de sus doujinshis yo tome esa idea jijiji bien he aqui las familias.
Tatsumi: Licantropos: Souji lider de esta casa, Souichi hijo primogenito desendiente del septimo hijo de Sederas el anterior lider de los hombres lobos... Tomoe segundo hijo, Kakano ultima, Isogai Taichiru sensei de Saouichi lobo puro tambien.
Morinaga: Vampiros: Lider Morinaga Yamato padre de Kunihiro y Tetsuhiro Morinaga ambos guardianes de los dominios en Japon, Masaki Junya Vampiro transformado por Kunihiro Kurokawa Mitsugo y su madre vampiros puros.
Algunos terminos como Okami Shiroi que significa lobo blanco se utilizaran al igual que los nombres de las katanas... si algo no concuerda con la historia de los seres sobre naturales mil perdones en fin! eso es todo que lo disfruten n_n
Aclaraciones del capitulo:
Primer capitulo cortito pero es un inicio cuidaos mucho y por favor imaginaos al sempai con este tipo de vestimenta al igual que nuestro adorado Morinaga cuidense bye!
Odiar y amar.
Kirai Ai Suru.
By: Aurora la maga
Hace más de 500 años la guerra en el mundo humano se llevaba a cabo, esta no se trataba de conquistas ni tampoco de gobiernos absurdos todo lo que la tierra veía y vivía no era nada a comparación de la guerra eterna entre dos especies. Vampiros y Licántropos, aquella llego a ser la más fiera de todas, dejando a su paso un velo de luto en ambas casas... los licántropos fueron vencidos gracias al descubrimiento que se hizo al morir el líder de los en aquel entonces hombres lobos; el amor, lo llevo a la tumba y con el varios de sus hermanos. Los vampiros podían llamarse los vencedores pero ya anteriormente muchos de los suyos habían muerto. Emil el último de los vampiros puros, decidió que lo mejor sería escapar y ocultarse; ya habría lugar para vencer a sus peores enemigos y con ello hacer realidad la leyenda que por siglos han querido alcanzar los nocturnos... beber de la fuente encantada Diabolus Magnus la cual protegían a capa y espada los licántropos. Y para poder lograr ocultar el lugar específico de aquella fuente, Sederas, el hermano y nuevo líder de los Lycan, ordenó a los suyos a mezclarse con la gente para ocultar sus identidades mientras la casa Lycan se rehabilitaba y se aseguraba de que la fuente estuviere bien protegida, Lejos de los ojos rojos de los nosferatus.
El tiempo paso sin clemencia ambas casas se fortalecían, aquella tregua duro por años muchos vampiros y Licántropos se ocultaron en todos los rincones del mundo; sin embargo, aquella paz se rompió al por fin entrar en tela de guerra, nuevamente las casas se abatían en peleas, nuevos líderes se conformaron y hoy en la actualidad ambas especies comienzan una lucha por sus propios territorios, pero no solo esa fue la razón de esta nueva batalla... si no también luchar para proteger a la única especie que desafortunadamente puede alimentar a los caminantes nocturnos, LOS HUMANOS...
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Actualidad... año 2011 diciembre, Nagoya Japón.
La noche era fría sumamente helada para alguien que apenas y caminaba por las oscuros callejones del barrio, regresaba de una fiesta en su oficina parecía que todo iba a salir bien esa noche, se había divertido con todos sus compañeros y hasta incluso había programado una cita con la chica que más le gustaba, sonreía y parecía saltar canturreaba las canciones de aquella fiesta navideña, sin notar que alguien le seguía de cerca, unos ojos rojos iluminaban en la oscuridad y un jadeo extremo se dejó escuchar, el aliento no se pudo descifrar ya que aquel sujeto que observaba atento los movimientos de aquel oficinista no contaba con calor en su cuerpo, era pálido y parecía tener aspecto huesudo. Se relamió los labios al ver que su víctima por fin se detenía en el callejón y costosamente llevaba sus manos a su entrepierna abría su bragueta para orinar en plena calle.- Llego la hora...- Susurro el malhechor desapareciendo de su escondite y colocándose en la oscuridad a un costado de aquel sujeto de cabellos oscuros y mirada animada.
-Jumm, jummm, chan, channnn.- Tardeaba mientras terminaba de hacer pis, cuando de la nada aquel ojo rojos se abalanzó sobre él, tirándolo al piso y cayéndole enzima.-¡Ah, pero que!- En primera instancia se sorprendió y pareció sonreír en su muy alcohólica situación creía que aquello era una broma y enseguida expreso.-Jah, de seguro Kenjiro te mando ah, ahh, JA, JA, JA, JA- Se soltó en risas mientras el animal le observaba con entera profundidad y deseo de querer romper su tráquea y perforar su la vena principal.- Bueno ya fue suficiente, dile que esto de los sustos ya paso de moda.- Intento quitarlo de enzima pero no pudo moverlo ni un milímetro.-Oi... ya, ya basta, ¡OI!- Le grito pero aquel solo agudizó su mirada roja y dedico una escaza sonrisa dejando ver el brillo de sus colmillos, entreabrió la boca y con voz rasposa y grave le dijo.
-Quizás... no te hayas dado cuenta, pero yo no soy lo que tu esperabas.- Sujeto su cuello con su mano huesuda y fría causando en el hombre una reacción tremenda, con sigilo sujeto la mano de aquel con ambas manos e intento deshacer la presión que este le ejercía, pero no lograba hacer nada, comenzó a respirar agitado y su corazón comenzó a latir a mil por segundo, percibió como su atacante se agachaba y acercaba su nariz y boca a su cuello al tiempo que decía.- El miedo... siempre hace que la sangre fluya más rápido, la adrenalina de los humanos es como... la droga.- Susurro por ultimo elevando su torso aun presionando el cuello de su víctima, abrió su boca y dejo ver dos enormes y afilados colmillos largos y que sobresalían entre lo rojo de aquella boca.
-Oh, Dios.- Susurro apenas, viendo venir al vampiro con rapidez hacia su cuello, cerró los ojos con prisa y fuerza dejándose llevar por lo que iba a ocurrir... el silencio en aquel callejón se hizo sentir, el pelinegro extrañado no logro percibir el aliento pútrido de su atacante y esto lo descoloco un poco pero más lo descoloco la sensación de que alguien lo sujetaba en sus brazos y que aquella mano huesuda ya no estaba en su cuello, abrió de un golpe los ojos y cuando sus estos se acomodaron a la penumbra descubrió el rostro de un hombre, con flecos platinados y su cabello igual, sus ojos eran dorados iguales que el oro, sus facciones tan finas y delicadas en toda la extensión de su rostro. Luego de analizar aquello escucho de su atacante.
-Eres tu... Ookami, Shiroi Okami.- Grazno con enfado y de manera tétrica, el mencionado bajaba a la que iba a ser su víctima y mientras lo hacía con voz grave y suave le advirtió.
-Largo...- Aquel no lo pensó tanto, salió del lugar casi cayéndose, mientras su salvador era abatido por una fuerte ráfaga de viento helado que hizo remover su larga gabardina negra y gran parte de su coleta platinada la cual brillo más con la luz de la luna menguante, el vampiro dibujo una enorme sonrisa macabra y susurro.
-El gran Lobo blanco, ¿En persona?- Cuestiono girando su cabeza a un lado.-¿Esta será suerte?- Se cuestionó desenfocado.
-Yo... más bien creo, que es el destino.- Expreso con calma y gravedad, al tiempo que movía su mano enguantada en negro y sujetaba el mango de una Katana negra, la liberaba con lentitud haciendo un ruido melodioso con la hoja rozando la funda ensordeciera al nocturno, aquel filoso instrumento causo un brillo que casi deja ciego al Vampiro.- ¡Vampiro!- Le llamo elevando su voz.-¿Creo que ya sabes el nombre de mi katana verdad?-
El aludido arrugo las cejas en confusión cuando por fin noto el gravado y la brillantes de la hoja, fue ahí que si aquel hubiese tenido más color se hubiese notado lo pálido que se ponía.- ¡Basura!, así se llama.- Grito para alistarse y correr al encuentro con el platinado.
-Idiota...-Sonrió.- Esta es Mizu-hi.- La blandió con un movimiento rápido para clavarla en el pecho del nocturno quien agacho la mirada totalmente impactado y susurro.
-Mi-mizu...Hi.-
-Así es... AGUA Y FUEGO.- Agrego el platinado retirando la hoja y haciéndose a un lado para finalizar diciendo.-Quiere decir, hecha de plata, bañada en agua bendita y fuego para los vampiros.- Dicho aquello aquel se prendió en llamas internas que carcomieron todo su cuerpo quedando solo los rastros de ceniza, El platinado guardo el arma en su funda y mientras la metía a esta escucho al fondo.
-Sou-chan, Sou-chan, espérame ¿En dónde rayos te metiste, Sou-chan?-
El aludido, ya acomodaba su gabardina y mientras lo hacía liberaba del bolsillo delantero de su chaqueta unas gafas redondas al tiempo que decía.- Llegas tarde Isogai.-
-AWWW, que mal y yo que quería probar mi resiente habilidad.- Expreso socarrón el nuevo sujeto en escena, se trataba de un hombre de cabellos platas con un traje peculiar, una gabardina de color vino y un traje interno blanco.- Oh cielos por la marca en el piso quiere decir que mataste a uno de esos extraños.-
-Se llaman Vampiros.- Expreso con molestia el pelilargo mirándole tras sus gafas.
-Si lo se Sou-chan.- Murmuro sonriendo.
-NII-SAN.- Se escuchó otro grito más fuerte.
El mencionado detuvo todo movimiento se giro con prisa para ver al peli plata de cabellos cortos y le vocifero molesto.-Isogai, ¿Acaso trajiste a Tomoe?-
-Si, Souichi-chan, ya que ellos han logrado a la edad perfecta de un cazador, deben aprender a cazar nocturnos.-
-¿ELLOS?-
-Nii-san.- Aquel último grito alerto aún más al peli largo quien con entera sorpresa grito.
-KAKANO, ¿Pero qué hacen aquí?- Ambos chicos menores a simple vista no parecían fuertes pero venían de un enorme linaje.
-Bueno, pensamos que Souichi-Nii-san quizás debió necesitar ayuda.- Expreso la castaña, esta traía un vestuario más cómodo que los demás, un pantaloncillo corto y una blusa ajustada de manga larga guantes negros con los dedos visibles y unas botas negras militares, mientras su otro hermano de cabellos castaños llevaba nada más una camisa de cuero ajustada a su figura, las mangas eran mallas caladas y un jean ajustado a su figura con un sinfín de cadenas, ambos hermanos parecían tener armas más pequeñas que la de su hermano mayor. El cual al verse rodeado de tanto menor no tubo opción más que masajearse la cien y fastidiar al culpable de traerlos.
-Isogai, bastardo, ¿Acaso no sabes que mis hermanos no han terminado su entrenamiento?-
-Te preocupas demasiado, sabes que ambos ya están llegando a la edad adecuada de cazador experto.-
-ESTAS DEMENTE, NISIQUIERA HAN TENIDO SU PRIMERA METAMORFOSIS.-
-Uhhh, es cierto ahora que lo mencionas.- Sonrió divertido el de cabellos cortos.- AH, pero pronto se hará la ceremonia quiere decir que estarán listos para ayudar a su tirano hermano mayor y líder de los licántropos de la familia Tatsumi a acabar con los vampiros chupa sangre del continente, je, je.-
-Ya dijiste demasiado, IDOTA.- le dejo ir un golpe.
-Awww, pero Sou-chan.-
-YA DEJA DE LLAMARME DE ESA FORMA, QUE TE HACE PENSAR QUE SOY "CHAN"-
-Ah es que las gafas te hacen ver inofensivo.- Expreso con malicia, causando que sus hermanos se soltaran en risa.
-INOFENSIVO MIS NARICES, ¡TEN POR, IMPULSIVO Y MAL EDUCADO!- Le golpeo con la funda de la Katana, dejándolo ver estrellitas, mientras Isogai se encontraba en el piso el cazador de vampiros Tatsumi Souichi se encaminaba para retirarse al mismo tiempo que decía.- Vengan, vamos ya a casa, pronto amanecerá.-
-HAI.- Expresaron ambos hermanos siguiendo al mayor.
-Sou-chan que malo eres con tu maestro...- Sollozo Isogai incorporándose.
-Oye, maestro si no te apresuras te dejaremos.- Grito sin ganas el cazador, aquel grupo de aparentemente Licántropos se disipo en la oscuridad, mientras en esta misma el rastro de las cenizas eran elevadas por el viento y llegaban a la zona más desolada de aquella comunidad en donde se encontraba un hombre de cabellos rubios mirada afilada y ropas oscuras, piel pálida y ojos azules por no decir celestes, extendió la mano y dejando que cayera sobre la palma de esta aquella ceniza la apretó con el puno. Se dio la vuelta encontrándose con otro sujeto más, de cabellos castaños y bien arreglados hacia atrás, piel muerte cina y ojos más filosos y peligrosos que los de él. Se acercó a este y con voz suave y ronca informo.
-Otro más, fue asesinado... Kunihiro-sama.-
El mencionado se ponía de pie de su cómodo lugar, dejo ver atuendos con finos detalles parecían ropas de la realeza, pero una realeza gótica puesto que sus ropas eran más negras y rojas que la mezcla entre sangre y oscuridad dependía de un saco negro con detalles de cuero negro brillante una camisa a botones roja sangre que adornaba una corbata negra con diamantes incrustados unos pantalones de vestir negros y unas botas reluciente y de un estilo militarizado Aleman, ante la desagradable noticia el castaño le dio la espalda al rubio, llevo sus manos hacia atrás entrelazándolas y pensando con puntualidad elevo su rostro para mirar a la luna menguante, sus gafas que yacían en su rostro brillaron con el reflejo del astro nocturno y por fin susurro de manera susurrante.
-Esto no le agradara a nuestro padre.-
-¿Qué propones Kunihiro?-
El cuestionado se movió despacio soltó sus manos y con su derecha acomodo la montura de sus gafas para expresar.- Acabaremos con el problema... Masaki, reúne a los Kyodai-akai vamos a exterminar de una vez por todas a esos sucios perros.- Masaki que así se llamaba el ojo azul asintió y pronto susurro.
-¿A Tetsuhiro, también le llamo? Después de todo esta también es su zona.-
-Masaki.- Llamo un poco molesto el castaño.- Mi hermano no es digno de ser un vampiro puro o de por lo menos llamarse dueño de esta zona.-
-Pero, Kunihiro... él es.-
-Él es un cobarde, ahora largo.- Grito molesto, haciendo que el rubio asintiera y se escabullera del lugar, mientras tras del castaño una figura nueva se presentaba, tenía los cabellos azul oscuros y los ojos verdes a simple vista, la piel más pálida y una expresión compasiva en todo su rostro, muy raro en los Nosferatus; sus ropas eran negras con detalles de cuero en colores platas, tenía unas botas de estilo antiguo y una camisa vino ajustada con un chaleco en su torso en color gris aquel nuevo personaje camino despacio hacia su hermano al cual dijo.
-Kunihiro, creo que esta es mi zona.- Murmuro de manera aun educada, pero al enterarse de lo antes ordenado por el de gafas no pudo evitar retirar su expresión suave y cambiarla por una mucho más molesta y seria.- ¿Por qué haces esto a espaldas mías?-
-Porque eres un tonto cobarde.- Respondió directo.-Tetsuhiro, más de la mitad de tus vampiros a cargo han sido asesinados por ese perro.-
-Ese perro es mi problema, tú deberías encargarte de tus dominios.-
-Fukuoka ha sido liberado de los Licántropos ¡Lo sabes muy bien!-
-SI... Olvidaba que eres el favorito de mi padre por haberte deshecho de los Lycan en varios lugares de Japon.-
-¡Así es, esos animales deben morir entiendes!-
-Lo se.- Expreso de forma dolida, quizás Tetsuhiro el hermano de Kunihiro ambos de la casa Morinaga, era el único vampiro que no seguía las absurdas enseñanzas de su raza, el odiaba la guerra y la muerte creía que eso era estúpido y secretamente pertenecía a un clan neutral en donde Vampiros y Licántropos parecían vivir en entera paz; pero aquella paz no podía ser sobre puesta ante sus líderes o quizás serian desterrados. Ocultando aquello tenía que seguir los designios de su padre y su hermano y para sobre llevar la situación angustiante tuvo que revivir el otro motivo principal de esta guerra.- Pero, yo en este momento... trato de averiguar si ese licántropo sabe algo de la Fuente encantada.-
Kunihiro abrió enorme los ojos.-Eso es absurdo, sabes que ese sujeto y ninguno de los Lycan hablara.-
-Yo estoy seguro que si.-
-¿Tetsuhiro, acaso has hablado con él? ¿Dime ya luchaste contra ese bastardo?-
-No... nunca lo he visto, solo sé que es fuerte y peligroso... pero estoy seguro que él debe saber algo y si tú me lo permites yo puedo conseguir esa información sin derramar tanta sangre.-
-¿Por qué lo dices? ¿Qué sabes de el?-
-Porque se que su padre, es el séptimo hijo varón de Sederas.- El ojo verde había dicho algo de entera importancia para su hermano ante aquello el de gafas tuvo que llevar su mano a su barbilla y cuestionar.
-Séptimo hijo...-
-Si.-
-El licántropo más puro de todos.-
-Así es...-
-Jum.- Se la pensó un poco.- Mientras, torturábamos a los Lycan en Soporo, uno solo pudo confesarnos algo de vital importancia y eso fue que solo los lobos puros tienen acceso a la Fuente encantada.- Tetsuhiro asintió.- Bueno, entonces esto cambia un poco más las cosas.-
-Así es.- Expreso emocionado previendo que su hermanos e retiraría de sus dominios y dejaría en paz a los Licántropos; mas sin embargo.-
-Entonces, tu acompañaras a Masaki Junya; entre los dos van a capturar a ese lobo y lo traerás para sacarle la información.-
-Kunihiro.- Llamo molesto el menor observo al castaño con las cejas juntas de enfado, eso no era lo que había planificado.
-Harás lo que yo te diga, mi padre me lo ha ordenado, ¡Hemos terminado!- Le dio la espalda y salió de aquel lugar perdiéndose en la tenue oscuridad ya que la luz de un nuevo día se presentaba a lo lejos, Tetsuhiro Morinaga, suspiraba hondo su vano deseo de hacer que sus dominios fueran la casa de los neutrales se esfumo, ahora ese lugar se convertiría en un escenario lleno de batallas y sangre, comenzó a sentirse sofocado por los primeros rayos de luz y cerrando los ojos se sumergió en las sombras para no aparecer más mientras el rastro de sus pensamientos dictaba.-"Tengo que hacer esto yo solo... pero, si lo mato... las cosas serán más fáciles."-
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La vida real de la nocturna, se tenían que dividir, era así como debía de ser, mezclados aun entre los humanos Souichi Tatsumi trabaja en un laboratorio como investigador de nuevas ramas medicinales. Lo cotidiano era fácilmente de llevar, el día era como una real farsa para su persona pero aun así el apreciaba el conocer las distintos compuestos que la química y la tecnología humana han podido crear, además de disfrutar las diferentes facetas de sus lejanos semejantes los humanos. A su lado uno de sus colegas habla muy amenamente con él.
-Oye, Tatsumi-san.-
-Dime.- Respondía de manera indiferente haciendo apuntes en una libreta pequeña.
-Pronto, será año nuevo y los del laboratorio queremos celebrar por que no te nos unes.-
-No.- Respondió cortante y directo.
-¿Pe-pero por qué?-
-No me agrada socializar, además... tengo otro tipo de trabajo por las noches.-
-¿A si?-
-Aja.-
-Bueno, pero... veras es que, mm hay alguien a quien tú le gustas y desea que vayas.-
-Peor aún, no me gustan las relaciones de ese tipo.-
-Pero, Tatsumi-san, ¿Nunca has pensado en que sería bueno, digo a tu edad una relación sería muy conveniente no crees?-
-Yamagushi.- Le llamo mirándole con fastidio.- Estoy a punto de descubrir algo, así que mejor porque no te guardas tus ideas absurdas y te vas a trabajar.- Gruño.
-Bueno... yo nada mas decía, además el chico se ve que te quiere.- Eso ultimo saco de quicio a Souichi se erizo de pies a cabeza y grito a todo pulmón,
-¡QUE DIJISTE!-
-E... Tat-Tatsumi-san me-mejor vamos a seguir quieres.-
-MAS TE VALE, O TE ROMPO EN MIL PEDAZOS A TI Y A TU AMIGO ENFERMO.- Expreso sobre molesto, volviendo a lo suyo.
-"Cielos, casi me ahorca, pobre Rey-san creo que tendrá que olvidarse de Souichi Tatsumi, este sujeto es más duro que una piedra."- Pensaba mirándole adolorido.
-Oi, que me ves.-
-NADA.- Se puso a trabajar.
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Finalmente el día se escapó, la tarde estaba muriendo en el horizonte, los últimos rayos solares bañaban toda la ciudad causando un efecto visual de antaño. Tatsumi salía de los laboratorios caminaba por las calles con una mochila en su hombro derecho, se dirigía a tomar el metro mientras transitaba el sonido y los miles de olores en todo lugar que el deambulaba siempre lo aturdían pero ese era el precio de vivir entre los humanos, continuo caminando hasta que por fin logro pasar la entrada principal del metro.
A un costado justo apoyado en la pared se encontraba un sujeto de cabellera azul oscura y desordenada con una enorme gabardina negra y unas gafas de sol negras al instante en que Souichi paso a su lado este se sintió alerta, ya le habían dicho sus informantes que el cazador seguido transitaba por el lugar y claro que estaba seguro que era el, puesto que el olor lo delato por completo.-"Ese... aroma, no puedo equivocarme, es el aroma de un licántropo."-Pensó retirándose de la pared para examinar a la gente que transitaba el lugar, alcanzo a ver una coleta platinada y con prisa le siguió, bajaban las gradas siendo abatidos ambos por la gente que iba y venía, el de pelos azules pudo acercarse más y lo que sucedió al llegar a la parte baja de las gradas lo impresionó de manera sublime, Souichi se había detenido pues un hombre había dejado caer su preciada carga y fue entonces que el peli largo le ayudo a recogerla; mientras lo hacia Tetsuhiro se detuvo tras de él, muy de cerca tanto así que logro percibir a sus anchas el aroma de aquel.-"Este... aroma, me embriaga, el, él tiene un olor incomparable siento que me voy a perder en su esencia..."-Luego de salir de su transe noto como el peli plata continuaba su camino pasaba la plataforma principal y las pequeñas máquinas de peaje, con grandes zancadas se sometía al vagón por fin, Tetsuhiro no espero más se sometió a este y con la esperanza de que este se vaciara en futuras estaciones permaneció de pie justo tras de su presa.
El vagón comenzó a moverse anunciando su destino, Souichi sujetaba su mano a un colgante y liberando el periódico de su mochila comenzó a leer, mientras lo hacía un olor peculiar le llego a su nariz, detuvo su lectura y con movimientos lentos giro su cara hacia atrás para admirar a los que en el vagón se encontraban, todos los olores se mezclaron, desde perfumes caros a baratos, sudor y por supuesto leche materna, pues una mujer amamantaba a su hijo, pero un tenue olor suave y sumamente embriagador le hizo detener su examinación, sus ojos recayeron en el de gafas negras y cabellos azules oscuros los cuales parecían recubrir parte de su frente y de sus mejillas. Souichi no pudo dejar de observar a aquel con entera sospecha parecía que algo le atraía de él; sin embargo tuvo que dejar de verle pues en una curva cerrada todo el vagón se movió súbitamente haciendo que él regresara su mirada al frente y se sujetara con más fuerza, luego de que todo termino, ladeo su rostro hacia atrás para buscar al que antes miraba pero... este ya no estaba.
-"Quien demonios era el?"- Se preguntó un poco irritado para regresar su mirada al frente, la ventana mostro su reflejo y los miles de edificios por entre donde pasaba el metro.-"Me molesta su olor, me irrita... me irrita demasiado."-Siguió pensando devolviendo su lectura al periódico, sin darse cuenta que aquel peli azul se encontraba ahora al lado de la mujer que amamantaba.
-"El olor de una madre confunde a cualquiera..."-Pensó con calma Tetsuhiro sin quitarle la mirada de enzima al platinado.-"Acaso este es mi enemigo, ¿Por qué expide tanta fragancia?"-En todo lo que resto del trayecto no dejo de mirarle, pero el final del camino llego para ambos, el vagón nunca se vacío quizás él pudo lograrlo si ponía bajo su hipnosis a los humanos pero por alguna extraña razón no quiso hacerlo, fue entonces que noto su error cuando Souichi bajaba del metro y el así también lo hizo difícilmente pero lo logro, ahora caminaba tras de él, pero su deseo ya no era el de pelear o incluso matarlo ahora era algo más que lo movía a seguirle, subieron las gradas que daban a la avenida; Tetsuhiro entonces noto que al llegar a la sima su lycan daba la vuelta en la esquina, corrió para no perder su rastro, pero no vio más que solo un callejón oscuro y un cruce de calle. Aun sintiendo su peculiar aroma se aventuró a seguir su rastro y justo cuando daba la vuelta en el cruce una barra de metal se posó sobre su garganta amenazándolo al tiempo que una voz seria y susurrante le cuestionaba.
-¿Por qué DEMONIOS ME ESTAS SIGUIENDO, QUIEN RAYOS ERES?- Tetsuhiro se impresionó por completo, no pudo entender por qué aquel no le había reconocido como un vampiro y entonces percibió su olor propio mezclado con la mujer del metro entonces aprovechando esta ventaja respondió.
-Cálmese, yo solo...- No sabía que agregar cuando el ojo miel se acercaba más y susurraba.
-Tu olor es extraño, me confunde.-
-¿Mi olor?- Cuestiono disimulando.
Souichi bajo el arma que había encontrado la arrojo a un costado y al descifrar que aquel no era un peligro entonces agrego.- Escuche, no sé si sea un acosador, o lo que quiera que sea, solo váyase o le juro que si vuelvo a verle tras de mi lo mato, ¿Entendió?-
-Cla...claro.- Souichi acomodo su mochila y continúo su camino pero para su sorpresa aquel sujeto no dejo de seguirle, harto de aquello se dio la vuelta con brusquedad y susurro.
-Bien esto ya es suficiente, rompiste mi paciencia.- Con lo primero que tenía su mano lo golpeo con fuerza y eso era la mochila, varios de sus libros de apuntes salieron expedidos y el pesado diccionario con pasta de cartón cayo abierto en el piso junto con su acosador quien se llevaba la mano al lado izquierdo de la cara y gritaba.
-Auch, ¡OIGA QUE LE PASA!-
-Eso mismo pregunto, ¿Qué te pasa por que me sigues?-
-Bueno, porque...- Miro a todos lados buscando una respuesta.
-¿Por qué HABLA?- Grito para agacharse y sujetarlo del cuello de la gabardina negra y zarandearlo.-HABLA.-
-Ahgg. Po-por que por ahí es la salida.- Señalo agredido con los lentes chuecos y mirándole de forma serena al ojo miel.
Souichi se detuvo al ver aquellas orbes verdes oscuras parecían dos piedras preciosas y de nuevo a cuenta ese aroma lo volvió a invadir, se apartó con prisa de él y recogiendo sus cosas vocifero.-ENTONCES LARGUESE DE UNA VEZ.-
Tetsuhiro se ponía de pie acomodaba sus gafas y de forma precisa se agachaba para ayudarle a recuperar los libros de el pelilargo.- Lo siento, de verdad, mi intención no fue asustarte.- Entrego sus libros y luego de que que los guardara extendió su mano y se presentó.- Me llamo Tetsuhiro Mori...naga.- Susurro temiendo a que hubiese cometido un error por haberle dicho su apellido pero al parecer aquel no se inmuto.
-¿Tetsuhiro Morinaga?-
-Aja.-
Souichi le miro desconfiado y sin importarle que continúo su andar.- Como sea ten cuidado, Tet...lo que sea.-
-E-es Tetsuhiro.-
-Aja, no me importa, para mi eres un desconocido.- El peli azul suspiro hondo ese sujeto sí que era algo especial, pero no se dejaría vencer le siguió el paso y a costa de recibir otro golpe comento.
-Si me dices tu nombre ya no seré un desconocido.- Souichi se detuvo justo al frente del enorme callejón ya en la calle se miraba más gente y autos y por supuesto el jaleo de los lugares de comercio, bares, restaurantes y una que otra abarrotería. Observo a su interlocutor y de manera molesta le respondió.
-Tatsumi Souichi.- Al decir aquello continuo caminando.- Ahora lárgate, este lugar no es para los débiles como tu.- Grito por ultimo cruzándose la calle. Mientras el ojo verde se encontraba de pie totalmente helado, si no hubiese tenido sus gafas se hubiese notado lo grande de sus ojos estaba impactado, había dado con el Licántropo más puro de todos y por supuesto su mayor enemigo, permitiéndose una reacción apenas y susurro.
-Tatsumi... Souichi.- Se repitió para entrar de nuevo al callejón y apoyarse con una mano en la pared, comenzó a pensar muchas cosas no conocía nada de él, nunca se lo había encontrado, pero era más que seguro que ese hombre era el culpable de que varios de sus vampiros estuvieran muertos y que incluso su hermano ahora estaba tras de el con toda su bandada de vampiros, elevo una mano a su frente y la masajeo despacio para susurrar.-¿Realmente él es... un licántropo?- Agacho la cabeza y sudando una gotita confeso.-ARRRR PERO POR QUE ES TAN LINDO.- se revolvió los cabellos y observo de nuevo a la calle en donde noto al peli largo hablar con el dueño de una tienda.-Souichi...- Dijo haciendo puno su mano en la pared que antes acariciaba.- No puedo dejar que mi hermano te capture, sería peligroso, será mejor que... yo.-
-Tetsuhiro.- Se escuchó la voz del rubio Masaki salir de entre las penumbras del callejón y sorprender al ojo verde en el acto.
-AHHHH.- Grito asustado.-MASAKI NO ME ASUSTES ASI, POR DIOS, POR POCO Y HACES QUE MI CORAZON VUELVA A LATIR.- El rubio le observando con seriedad, cuando el peli azul tomo aliento cuestiono.-¿Qué haces aquí?-
-Tu hermano me envió para avisarte.-
-¿Avisarme que cosa?-
-Tu padre te está buscando.-
-¿Qué?- Sin pensarlo más ambos se disiparon en una nube negra de humo, desapareciendo del lugar.
Mientras en la calle, Souichi salía de la tienda, bajaba con calma las gradas y sin saber por qué lo hacia redirigió sus ojos a aquel callejón, sus cejas se curvaron en enfado y confusión, ignorando lo extraño de sus acciones se hecho la bolsa al hombro y continuo su andar al tiempo que dijo por lo bajo y de forma grave.-Su aroma desapareció... que bueno ya me estaba poniendo nervioso.- Se introdujo a otra calle transitada y elevando sus ojos al cielo presintió una brisa helada que removió sus flecos.- Ese hostigoso sujeto... ahora que lo pienso no pude descifrar su palpitar, ¿y cómo rayos lo iba a hacer si me tenía preso su aroma? Solo espero no volver a verlo.- Gruño, por fin llegando a una cuadra en la que en lugar de paredes solo habían unas rejas negras y a una distancia un portón de rejas, se detuvo frente a estas y admiro la que era su casa parecía un enorme castillo era la edificación más vieja y enorme de ese lado de la ciudad, abrió la reja con una llave y se encamino hacia adentro totalmente pensativo cuando de la nada algo o más bien alguien se colgó de su cuello gritando.
-SOUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU-CHANNNNNNNN.-
-ATKS!- Ambos cayeron al piso con fuerza.-Iso-gai.- Gruño con molestia.
-Siiii.-
-QUE DE-MONIOS HACES.- Grito arrojándolo lejos de él.
-Awww, que malo eres Sou-chan y yo que quería recibirte con alegría y ser el primero en darte la fabulosa noticia.-
-¿Qué noticia?-Pregunto retomando su camino y entrando por fin a la gran estancia, en donde elevo su rostro y pudo ver que el lugar estaba lleno de invitados.-¿Pero qué demonios es esto?-
-Ah, Sou-kun.- Saludo un hombre de cabellos platas atados en una coleta y una barba en todo su rostro, traía ropas blancas.
-¿Viejo?- Susurro, para notar como su padre se abrazaba a él.-¿Qué, que paso y esta sangre?- cuestiono al notar algunos rastros pequeños en las ropas pulcras de su padre.
-Ah.. no te preocupes no es mia.-Sonrrio.-Veras hoy nuestra casa a obtenido un triunfo.- Souichi arrugo sus cejas.- Hoy tus hermanos dieron su primer golpe, junto conmigo claro.- Agrego sonriendo.
-¿De qué hablan?-
-Hablamos de que un buen grupo de sanguijuelas en Japón a muerto.-
-¿NANI?- Souichi se impactó, observando a sus hermanos pequeños los cuales estaban al fondo de la sala.
-Bueno lo dejamos medio muertos, pero estamos mas que seguros que no se van a reponer de esta.-
-Explícate papa.-
-Hoy a inicios de la tarde nos infiltramos en su guarida, destruimos a varios, debiste verlo todo, Tomoe y Kanako son sanguinarios.- Souichi suspiro tranquilo.
-Bueno con que hayan salido ilesos me conformo.- Agrego.
-Por lo menos hicimos que uno de los líderes del mundo escapara, la casa de los Morinaga a sido vencida por los Tatsumi.-
-Disculpa, que dijiste?- Cuestiono el peli largo.
-La casa de los Morinaga, ese era el linaje que aterrorizo a los muchos de nuestros hermanos que muertos en Fukuoka.- Souichi se sorprendió, pero no supo porque, algo le decía que aquel apellido era importante pero no lograba recordarlo; sin embargo, ante su maltrato mental por querer recordar fue jaloneado al gran salón para celebrar.
Notas finales:
y que les parecio ojala le den una oportunidad besos! n_n
