Chocolate, lavanda, madera y tabaco

Este fic participa en el reto "Olores de Amortentia" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"

Notas de la autora:Hola. Después de un tiempo sin estar escribiendo una historia de Harry Potter, gente, aquí estoy. Participando en mi primer reto.

Notas del fic: En una clase de pociones, los alumnos de quinto año son mandados a elaborar la poción amortentia. ¿Qué olor desprendera para nuestros dos protagonistas, Sirius y Lupin? ¿Acaso reconoceran a quien pertenecen sus olores favoritos?

disclaimer: Ningún personaje me pertenece, si no que los tome prestado de J.K para poder escribir esta historia.

Sirius camino con paso despreocupado a su siguiente clase, mientras con su mano derecha se dedicaba a despeinar sus cabellos grises con algunas mechas azules. Su portafolio, negro y con sus iniciales, reposaba en su mano izquierda. Solto un suspiró mientras doblaba a la derecha para dirigirse a la clase de transformaciones. Las chicas que caminaban en el mismo pasillo que él lo saludaban y él, devolvía el gesto guiñandoles el ojo y sonriendo, mientras dejaba a su vista, sus perfectos y blancos dientes. Las chicas suspiraron y siguieron con su charla mientras lo seguían con la mirada.

Sirius llego a la puerta del aula correspondiente y sonrió. Sus tres amigos ya estaban esperandolo. James dejaba volar una pequeña snitch, y luego, a los pocos segundos la atrapaba. Peter lo miraba con tanta admiración que a Sirius a veces le daba miedo, y Remus, Remus estaba apoyado en la pared con aire despreocupado. Noto lo concentrado que estaba, como sus ojos subían y bajaban a medida que termiaba un parrafo, y como mordía uno de sus labios cuando no entendía algo. Sirius busco el nombre del libro y noto que era el de aritmancia, materia que su amigo tenía luego de esta. Sirius sabía que era una de las favoritas de su compañero, pero también sabía que era muy dificil.

Mantuvo una charla ligera y sin sentido con James, y luego Minerva Mcgonagall, les abrió la puerta de la clase. Los cuatro se dirigieron a sus pupitres habituales, en el fondo. Sirius tomo asiento con James, y delante de ellos dos Peter y Lupin.

Sirius apoyo sus codos en la mesada y luego la cabeza entre ellas. Miraba a la profesora ir y venir mientras explicaba como serían los timos del próximo mes. Pero a él no le importaba. Era buen alumno, aunque no prestara mucha atención lo era.

Suspiró y un olor especial penetro en sus campo olfativo. Chocolate y lavanda. Sacudió su cabeza, y se pregunto de donde podía provenir. Noto que Lily Evans estaba sentada en la fila de al lado a su misma altura, talvez tenía una tableta de chocolate escondida en su mochila y la lavanda sería su perfume. Pero el olor era tan fuerte y exquisito que pensaba que alguno de sus amigos olía así.

Salió de un sueño cuando James le pidió prestada una pluma. Sacudió su cabeza y luego de decirle a su amigo que era un despistado, se agacho y rebusco una pluma.

La última clase de ese viernes era pociones con Horace Slughorn, por lo menos compartían la clase con los alumnos de Ravenclaw.

Camino allí mientras con sus amigos mantenían una ligera charla sobre como serían los timos, las preguntas que podían llegar a ser cruciales, los hechizos y pociones mas importantes. Al llegar a la clase, se callaron ya que Slughorn ya estaba allÍ. Se sentaron los cuatro juntos en una de las mesas del medio. Abrieron sus libros en la página que él les indico.

-¿Amortencia?- murmuró Sirius.-Seguro que la tuya Jammie, olera a Lily- dijo divertido mientras mriaba a su amigo ponerse colorado.

-Callate Black- murmuró mientras se hundia en sus pensamientos y comenzaba a elaborar dicha poción.

Sirius comenzó a elaborar la poción mientras sentía como las pequeñas gotas de transpiración comenzaban a caer por su rostro debido al calor que emanaba la poción.

-Por supuesto, la Amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala- murmuro su profesor mientras comenzaba a caminar alrededor de sus alumnos

El morocho retiro algunas gotas de transpiración luego de pasarse su mano por la frente y miro su poción. Suspiro al ver que estaba perfecta, tal cual como describia el libro, y el echarle el último ingrediente, el vapor comenzó a ascender formando unas inconfundibles espirales. Sirius se mareo unos segundos y luego se acerco un poco mas. Cerro sus ojos y sus labios. Respiro hondo y lo sintió. Olía a perro mojado, chocolate y lavanda. A los dos últimos olores abrió los ojos sorprendidos. Retrocedió unos pasos chocandose con Remus y ahí lo sintió aun mas fuerte.

Remus emanaba un olor a chocolate por su cuerpo, y su cabello, desprendía la fragancia lavanda. Lo miro asustado, y luego se alejo rápidamente.

Remus lo miro confundido y Sirius sonrió.

-Lo siento, me encuentro un poco mareado por todos estos vapores- se disculpo Sirius mientras arreglaba su tunica y luego se desataba su corbata

-Te entiendo, a mi también me sucede- dijo con una mueca Remus y luego volvió a tomar asiento junto a James.

Sirius noto como James aspiraba su poción y se acerco a él interesado.

-¿A que huele?- pregunto

-Cesped mojado, citrico y menta- dijo su amigo aun con sus ojos cerrados.

Sirius sonrió y luego le palmeo la espalda.-Lily- murmuró y noto que la chica estaba muy concentrada en su poción