Capitulo 1:

Ya pasaron tres años desde la última vez. Como pasa el tiempo, quién diría que antes pasábamos las vacaciones construyendo miles de inventos pero ahora ambos tenemos 16 años, nos dimos cuenta que ya somos muy grandes para inventar y de eso nos dimos cuenta a las 5 de la mañana de un sábado tras terminar un proyecto nocturno que se nos ocurrió.

Ahora cada uno tiene su habitación y cada uno tiene sus gustos y tomamos decisiones separadas, pero eso no quiere decir que no nos hablemos, seguimos tan unidos como antes.

Seguro se preguntaran que pasó con nuestra hermana mayor. Bueno ella ahora con 22 años de edad, está en quinto año de universidad y está felizmente de novia con un chico que conoció hace un año llamado David. Y yo que creía que terminaría estando con Jeremy.

Estaba acostado en mi cama, ni me volteé para ver la hora, en una de esas me agarro frío y no sabía si levantarme a buscar una remera ya que solo traía puesto un pantalón. Luego de pensarlo me decidí por levantarme.

Me acerque a la cómoda, abrí el cajón y comenzó a buscar una remera corta color azul cielo lisa. Cuando estaba por ponerme la remera sentí que habían abierto y cerrado la puerta detrás de mí. Me di vuelta y la vi. Me quede sorprendido, no esperaba verla aquí. Y lo más extraño es que solo llevaba puesto una musculosa rosa claro, que se le ajustaba mucho al cuerpo, y también usaba un short del mismo color que la musculosa. En definición se veía ¿sexy?. Si, sexy es la palabra correcta.

-¿Isabella?-la llamé. No respondió solo se quedo ahí parada con una media sonrisa en su cara y mirándome con sus ojos negros como la noche.

Empezó a caminar lentamente hacia mí, sin cambiar la expresión. Yo me quede inmóvil, todavía estaba demasiado sorprendido como para decir algo. Se acerco lo suficiente como para que nuestros cuerpos quedaran a solo unos centímetros de distancia. Sentí que la sangre se acumulaba en mi cara y también comencé a sentirme un poco nervioso.

-¿Sucede algo?-le insistí. Seguía sin responder, solo rio de una manera tan delicada, que cualquiera puede considerar tierna.

No aguante más e hice lo que quise hacer desde que cruzo la puerta. La agarre suavemente de la cintura y comencé a besarla. Ella no se opuso, es más paso sus brazos por mi cuello y enredaba sus manos con mi pelo.

Después de un rato, ella corto el beso y se separo unos centímetros de mí.

-¿Qué ocurre?-pregunte, ella volvió a reír de manera delicada. De repente algo extraño estaba pasando. Isabella estaba desapareciendo, así como si nada.

-¡Isabella, Isabella!-la llamaba, pero solo se desvanecía con una sonrisa en la cara mientras que yo seguía gritando su nombre.

De repente me desperté de golpe. Estaba sentado en mi cama transpirando y todavía era de noche. Entonces caí en la cuenta, solo fue un sueño, solo un sueño…

Volteo a ver el reloj, que se encuentra sobre la mesa de noche al lado de mi cama. Marcaba las cinco de la mañana en punto. Justo ahora se cumplían cuatro años desde la última vez que Ferb y yo inventamos algo.

Creo que lo mejor sería volver a dormir ya que dentro de un par de horas, tendré que levantarme para ir al colegio. Porque hoy es el primer día de clases después de las vacaciones de invierno. Qué ironía es invierno, pero tengo calor. Me recosté sobre mi cama y al rato me quede dormido. Lo mejor es descansar, ya que tengo el presentimiento de que será un largo día.