Disclaimer: Los personajes pertenecen a J. K. Rowling, la mujer a la cual le debo que mi infancia haya sido tan mágica.

Nota: ¡No me miren así! Soy muy ambiciosa en cuanto a Dramione se refiere, quizás no logre hacer los mil y uno, quizás sí, yo que sé, sólo aseguraré que cada que tenga una idea de juntar este par, aunque fuese sólo unas lineas lo escribiré y vendré a publicarlo. Sin más nada que decir espero que puedan disfrutar de cada uno de los drabbles, ones o viñetas que logre poner por aquí.


Dormida


Estaba dormida. Sus ojos cerrados, su leve respiración y su sonrisa lo confirmaban. Sus rasgos estaban serenos, parecía tan feliz, que sus manos no pudieron contenerse en tocarla. Ella lo atraía como un imán y cuando estaba dormida lo torturaba con su serenidad.

Porque lo hacia desearla más.

Era imposible contenerse teniéndola de esa forma, sólo quería acostarse junto a ella, quizás tomarla entre sus brazos y estrecharla, o tal vez besarla, disfrutar de la carnosidad de sus labios, de su cálido y enloquecedor aliento.

Draco…–susurró entre sueños.

Él sonríe. Comprender de pronto que la felicidad pintada en el rostro de la castaña se debía, en gran parte, a él, lo hacía sentirse el hombre más feliz del planeta, lo hacía desear besarla cada segundo más.

Y lo hizo, besarla digo, no fue capaz de seguirse conteniendo, así que simplemente rozó sus labios. Un ligero toque. Tan leve y delirante como un beso francés apasionado.

Porque besarla dormida es lo mejor de todas sus mañanas, juntos.

End