Autor: Jaimico Plauto
El regreso temprano
Pasaron diez años del acontecimiento sucedido en Londres, y dejo muchas pérdidas humanas y materiales causadas por el ataque de la organización Milenio, que fue vencida.
En la organización Hellsing, solo quedaban Integra, que solo tenía un ojo y la vampiresa Victoria Seras, recordaban la pérdida del mayordomo Walter, que los había traicionado vilmente y pereció en combate, y sobre todo al lacayo Alucard, que para Integra fue algo que ella lamentaba y se entristecía al recordar.
Aunque para Victoria, el capitán Pip que había muerto, su espíritu aún vivía en ella, y en su intimidad hacían cosas que ni Integra se enteraba.
Ambas se pusieron a hablar:
-Si Alucard estuviera aquí, me hubiese casado con el-
-Vaya, y ¿Por qué no busca a alguien?-
-No quiero, prefiero estar sola, es que Alucard era más que un amigo, y él me quería desde niña-
-Ya veo, usted ha estado muy malhumorada desde entonces-
-Sí, pero dije que el volvería, mejor será esperarlo-
-Yo también, ama-
Integra, para pasar su soledad, fumaba sus cigarros, como siempre, tomaba el té a la tarde y leía libros, aunque ellas conservaban el ataúd del querido Alucard.
Aunque también, Victoria se encargaba de exterminar vampiros, pero luego del ataque a Londres, el número de muertos vivos se reducía.
Una noche como todas, Integra se preparaba para dormir, y una extraña presencia estaba en la mansión.
Mientras estaba dormida profundamente, apareció un ser oscuro y planeaba clavar sus colmillos en Integra, pero como protección, tomo su pistola y disparo.
Para sorpresa, era alguien que además de impresionar, lleno de lágrimas al único ojo que tenía Integra: era Alucard.
Emocionada fue hacia él y lo abrazo, por otro lado, Alucard estaba contento de volver con alguien que había querido tanto en su inmortal vida.
Integra se secó las lágrimas y le dijo:
-Volviste, te he extrañado-
-Yo quise volver con usted, condesa, he estado eliminando las almas de mi cuerpo, ya ni una quedo-
-Está bien, ahora que aun soy joven, te digo que nunca me dejes, si tú me querías, pues yo también que quería un poco-
-No se preocupes, ahora vamos a rehacer nuestra vida-
Integra se cortó el dedo y le dio algo de sangre para el vampiro, porque tenía hambre, y luego de ponerse apósitos sobre la herida, continuo durmiendo y el vampiro volvió a su cofre a descansar un poco.
Luego de un merecido descanso, el vampiro despertó y volvió a reencontrarse con Victoria:
-Cuanto tiempo, amo, que bien que regreso-
-Es bueno en casa, con la gente a quien quieres-
-Bueno, yo extraño a Pip, pero el estará siempre en mí, porque he bebido de su sangre-
-Igual, es mejor que ustedes estén cerca mío, son lo más cercano que tengo-
El vampiro volvía a hacer aquellas cosas que hacía con Integra, se sentía feliz de hacer lo que le gustaba.
Ambos salían a pasear por la ciudad de Londres, que luego de lo sucedido tenían que volver a empezar, además que hubo muchas pérdidas humanas.
Estando a solas en un jardín botánico, se pusieron a hablar:
-Cuanto tiempo hemos estado separados, a veces yo salía con Victoria, pero no era lo mismo si no te tenía a ti-
-Parece, que cuando he salido con Mina o con Ilona, no fue lo mismo, contigo me sentía más libre además de que yo sea su esclavo-
-Mira, vamos a dejar de ser amo y esclavo, a partir de ahora, aunque no haya tantos vampiros en el pasado, seremos conde y condesa, como siempre quisiste-
-Bien, pero no olvides, que siempre estaré a tu lado-
Ambos se tomaban de la mano y mirándose el uno al otro, se veía algo de amor, que duraría eternamente.
Cuando iban de regreso a la mansión, Integra le dijo:
-Te espero hoy en mi habitación, te tengo una sorpresa-
Luego de cenar, Integra llamo a Alucard para que venga a su cuarto. Luego de que ella se limpió el vacío en su ojo izquierdo, se quitó la ropa y quedo en bata.
Para cuando vino Alucard, le pidió que se quitara la ropa, para darle lo que tenía en mente.
Cuando estaba completamente desnudo, tenía los ojos vendados, y ella lo abrazaba tocándole los glúteos, a él le estaba gustando.
Al quitarle la venda, ella se quitó la bata y estaba desnuda y le dijo:
-Veo que querías hacerlo hace mucho, y esta es tu sorpresa-
-Gracias, condesa-
Ahí ambos se besan abrazándose apasionadamente piel a piel, luego van a la cama donde continúan los besos y las caricias.
Cuando descansan un poco, le dice a Integra:
-Hace años que no lo disfrutaba-
-Ya que te gusto, te diré que quiero tener un hijo contigo-
-¿En serio? Bien, así tendrás a mi heredero-
-Aunque sea nuestro heredero, será el fruto de nuestro amor-
-Bien, pero será cuando nos casemos-
Terminan de hablar, se besan y luego duermen piel a piel juntos.
Luego, ellos están a solas en el jardín, e Integra está esperando al hijo de Alucard, pero primero van a proponer el casamiento.
El vampiro le dice:
-Todo aquello que es sufrimiento va a desaparecer cuando estemos juntos, yo siempre te protegeré-
-Y siempre lo harás-Ahí se besa con el vampiro.
Luego le pide la mano a su prometida y ambos tomados de la mano, salen a dar un paseo, estando llenos de sueños y esperanzas para la eternidad.
Fin
