¡Aquí viene mi primer fic de Xenoblade! Estoy muy emocionada, porque escribir una historia de este juego siempre me había captivado. Y ahora lo he hecho realidad.
Además quiero dedicar este fic a GiygaShade. Me encantan tus fics sigue así!
Pensamientos
¡Perfecto!, todos se han dormido ya. Shulk y Fiora están enfrente mío con la cabeza del uno sobre la del otro. Dunban está apoyado en esa esquina con la espada entre las piernas ¿estará dormido del todo? Espera... Creo que sí, ese ruido que he oído ha debido ser un ronquido suyo. ¿A ver que más? Melia está estirada abrazando a Riki, que debe estar en el séptimo sueño, por lo menos, vaya cara de felicidad. Y por último y, obviamente, no menos importante está Sharla.
Parece un ángel cuando duerme, perdón, siempre me lo parece. Tiene la espalda contra la pared y gracias a esto puedo ver su hermosa cara, desde aquí. Bueno en el fondo no está tan lejos, si alargo el brazo derecho podría acariciar su precioso pelo negro. Ahora mismo su cara expresa tranquilidad, como si no existiera ningún problema o nunca hubiese sufrido su dolor. Tiene que ser muy duro perder tu hogar y ver a la persona que amas convertida en Mechon; claro que Fiora la convirtieron en un Mechon con Cara, pero creo que no sería lo mismo si Sharla fuera la que se convirtiese en uno.
Después está el hecho de que Gadolt se sacrificó para salvarnos a todos, él mismo se utilizó como escudo para protegernos. A partir de ese momento pude observar como Sharla sonreía cada vez menos. Se sentía muy triste y siempre estaba puliendo el rifle de Gadolt que le dio Otharon. A veces, me gustaría ser ese rifle.
Yo hago lo que puedo para hacerla sonreír, y entonces me dice que me parezco a Gadolt, en ese momento me hundo. Creo que nunca podré superarle. Hago todo lo que está en mis manos para ayudarla, pero en algunas ocasiones recuerda episodios de cuando era feliz con Gadolt. Que si Gadolt aquello, que si Gadolt lo otro, que si me parezco a Gadolt... ¡Yo soy Reyn! Por Bionis, solo quiero que esté bien y no le pase nada. No que por mi culpa le atormente la muerte del que iba a ser su marido (me entran escalofríos solo de pensarlo).
Ay, Sharla. Me gustaría decirte tantas cosas... Algunas no hace falta que te las recuerde, porque ya las sabes: te protegeré siempre, siempre estaré ahí, tienes toda mi ayuda en lo que quieras, puedes confiar en mí y siempre seré ese tonto y testarudo que soy. Hay otras que ya no me atrevo a decirte, aunque me encantaría: eres la mujer más guapa de todo Bionis; esos ojos tuyos me vuelven loco; tu eres la causa por la que no duermo por las noches, no estoy tranquilo porque podría pasarte algo... y... te amo como a nadie.
Claro está que con la pérdida de Gadolt no me atrevo a decírselo. Tengo miedo de que me diga que no me quiere, porque teme perder a alguien a quien ama otra vez o porque le recuerdo a Gadolt. Espero que algún día pueda decirle que la quiero con locura. Mientras eso no pase, seguiré siendo Reyn su guardián silencioso.
Espero que os haya gustado.
Un abrazo y hasta la próxima.
