Esta historia está dedicada a mis autoras favoritas, Julietaa, Altea Kaur, y Anna Yhels, por ser tan grandiosamente buenas escritoras.

También está dedicado a mi hermana mayor.

Los personajes son de J. k. Rowling, lo demás…es mío.

Chapter 1: De pasos descoordinados…

Capitulo 1: "De pasos descoordinados…"

-Mira, Dominique, tengo que ir ya al baño, ¿está bien? No aguanto más. –dijo la pelirroja quitándose los audífonos.

-¡No! Ésta es mi parte favorita, aquí conoce a Cossette –dijo Dominique reteniendo a Rose–. No puedes irte, es el destino, él puso mi película favorita en el camión para nosotras dos. No puedes fallarle porque eso causaría, no lo sé –hizo una pequeña pausa, buscando las palabras adecuadas- ¡Podríamos morir!

Rose miró a Dominique algo asustada, últimamente ésta se ponía algo sentimental, dramática, paranoica… ¿Cuál sería la palabra correcta?

-Dom, si no voy al baño ahora tal vez sí podríamos morir. –dijo Rose alzando las cejas. Dominique levantó las manos en señal de rendición.

-Está bien, pero agárrate de los asientos que si no te podrías caer, ¿y qué le diré a Albus cuando te vea lastimada? Me matará. Mejor cuídate, Rosey.

Rose rio por lo bajo, la palabra era exagerada.

Dominique y ella habían decidido pasar una semana juntas de vacaciones, y ahora estaban de regreso a Londres.

Comenzó a caminar ensimismada en sus pensamientos, estaba ansiosa por ver a Albus. Además, hacía poco había conseguido un trabajo en una exposición de arte, Rose amaba dibujar.

Durante aproximadamente tres años había estado trabajando en un café en turnos de la tarde para pagar su apartamento, con ayuda también de Dominique. En las mañanas había buscado a alguien que le ofreciera un trabajo y esa exposición era un comienzo. Luego esperaba ser maestra de dibujo en una escuela cercana a su hogar.

El autobús saltó inesperadamente irrumpiendo sus pensamientos y haciendo que se tambaleara y callera en un asiento. O eso creía.

-Está bien que te parezca lindo pero no es para que te me eches encima. –la pelirroja sacudió su cabeza y volteó hacia arriba. Había caído sobre las piernas de un chico.

-¿Perdona? –Rose lo miró incrédula, quedándose paralizada en las piernas del muchacho.

-Disculpa aceptada. –dijo, mirándola burlón.

Ella se enojó al instante, ¿quién se creía ese desconocido para hablarle así?

-Mira, yo solo estaba caminando hacia allá, no es necesario que me molestes. –pero antes de que la muchacha diera un paso el autobús volvió a tambalearse tirándola nuevamente sobre aquel muchacho.

-No hay problema –dijo él invitándola a sentarse mientras alzaba una ceja–, sé que soy irresistible. –agregó, haciendo brillar sus ojos color mercurio.

-Me largaría si el torpe universo no estuviera en mi contra. –dijo Rose, mirándolo a los ojos furiosa.

-Si quieres sentarte solo pídelo –dijo él pedante-. ¿Qué opinas de lo que va?

Rose se sintió descolocada al principio pero rápidamente asoció la pregunta con la película que estaban pasando en esos momentos, que tanto le gustaba a su prima.

-¿Quieres saber qué opino de la película? –"Bipolar" pensó Rose.

-No, sobre mis cómodas piernas. –dijo él, sarcástico.

Rose dio un bufido y se levantó al instante. Ese chico estaba sacándola de quicio. Decidió responderle cortante y así podría largarse rápidamente de allí.

-Me parece interesante.

-¿Solo interesante? –Dijo él con cara de incredulidad– Cuando te vi creí que serías más lista.

Eso le colmó la paciencia, ella era bastante inteligente y ningún desconocido pondría en duda eso.

-¡Claro que soy lista! –Exclamó, enojada- Preferí no compartir mi opinión sobre una historia que seguramente no comprendes. –dijo, echando chispas.

-Ten cuidado, creo que estás a punto de quemarte –comentó el muchacho haciendo una mueca exagerada, luego le sonrió–. Además, no deberías tomarlo tan en serio, yo solo quería comentar la película, es todo.

Rose se levantó indignada y, antes de que aquel chico pudiera detenerla, entró al baño. Ya estando allí se mojó la cara dejándose una corta sensación de frescura.

La verdad es que solo había usado de excusa el baño para dejar a su histérica prima.

Luego se secarse un poco las manos buscó su celular para revisar la hora pero no lo encontró. Rápidamente comenzó a buscar en todos sus bolsillos.

Nada.

Salió del baño enojada. Encontrarse a ese rubio y luego perder su celular… definitivamente no era su mejor día. Se notaba que el destino hoy estaba en su contra.

En medio de su ensimismamiento chocó contra alguien.

-Creo que te has olvidado tu celular. –Rose alzó la vista para encontrarse con el mismo rubio de ojos mercurio de hacia un rato.

-Gracias. –masculló, entre apenada y enojada. Seguramente se le había resbalado del bolsillo cuando cayó sobre el muchacho.

-Bueno, parece que ya te he salvado varias veces y creo que mereces saber el nombre de tu héroe, soy Scorpius. –dijo con una sonrisa de lado, burlón.

Rose puso las manos en las caderas y frunció el ceño.

-¿Mi héroe? –Le preguntó, incrédula- Oh, debe ser mi día de suerte. –comentó, sarcástica.

-Lo sé, pero no porque hoy sea tu día debes ser maleducada, ¿cuál es tu nombre? –preguntó Scorpius.

La pelirroja se descolocó, nunca había tratado con alguien así. "Tal vez si lo trato bien, el me tratará bien" pensó con un poco de ironía, ¿eso había salido de la mente de la orgullosa Rose Weasley?

-Soy Rose. –respondió con cuidado.

-Bonito nombre. –dijo Scorpius haciéndola poner colorada.

-Bueno, voy con mi prima que me debe de estar esperando, últimamente está algo paranoica –Rose dijo, buscando una excusa para huir de ese incómodo momento.- Adiós.

La muchacha se fue caminando hacia su lugar. Ésta vez procuró tener más cuidado, no quería encontrarse con otro como Scorpius. Cuando llegó y vio a su prima recordó por que se había largado al baño: Dominique lloraba ruidosamente, lo suficiente para que su llanto se escuchara más o menos dos filas atrás, mientras comía su segunda bolsa de patatas fritas; o eso supuso Rose al ver otra vacía.

-Ay Rosey, ¡no sabes de lo que te perdiste! –la pelirroja lanzó un bufido y se sentó.

-Lo sé. –masculló de mal humor.

-¿Pasa algo? –preguntó su prima al notar su estado de ánimo.

"Sí, conocí a un muchacho exageradamente arrogante" pensó para sus adentros.

-Nada, Dom, nada.

Hola a todas, aquí está el primer capítulo de "Coincidencias", espero les haya gustado (¿saben? Se puede demostrar con reviews jeje) me tarde mucho tiempo, porque, bueno, estoy en exámenes, y me escapaba de las explicaciones para escribir, así que espero eso haya valido la pena.

Cuídense mucho y si encuentran por allí una rana de chocolate, es mía . las vigilo.

Adiós.