Crónica de un secuestro

"¿Han estado alguna vez en medio de una situación de la cual pensaron que no regresarían? ¿Han pasado por el momento de pensar que tienen los días contados? "O peor aún, ¿Alguna vez se enamoraron de la persona que no debían?"

Todas estas preguntas me las había hecho hace unas semanas cuando participe del secuestro más espectacular de la historia

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-¿Estás seguro que es aquí?

-Si,estate quieto. En cualquier momento saldrá

-Hace media hora que me vienes diciendo lo mismo. ¿Cuando es en cualquier momento?

-Pues no lo sé, deja de molestar con tus estúpidas preguntas.-gritó el conductor

-Mira allí van-señalo el acompañante hacia unos adolescentes que caminaban por la calle hasta entrar al edificio que estuvieron observando.-Parece que aun no ha terminado el evento- agregó

-Bien,entonces vamos -dijo el conductor mientras se ponía unos lentes de sol y tomo su saco negro. El acompañante hizo lo mismo y ambos bajaron del auto. Cruzaron la calle mientras se abrochaban el abrigo e ingresaron al edificio donde había entrado el grupo anterior. El olor a espíritu adolescente les repugnaba. El salón deportivo estaba repleto de hormonas femeninas y sudor masculino. El único espectáculo atractivo de aquel sitio,eran las porristas que saltaban moviendo sus cuerpos jugosos de arriba hacia abajo en un movimiento sincronizado. Las bancas se encontraban repletas y el estadio desbordaba, vale mencionar que era un partido de básquet inter escolar pero de todas formas era uno de los más concurridos. Fotógrafos, cámaras y mucha gente alentando. Ambos jóvenes se dirigieron hacia las gradas. Subieron y bajaron de las mismas, pasando entre la gente.

-¿Sabes cómo reconocerlo?-preguntó uno de los jóvenes al otro, que de los dos parece ser el líder de la situación. El segundo muchacho sacó una foto del bolsillo de su saco. La foto estaba mal sacada, fuera de foco y muy pixeliada pero se podía reconocer una cabellera rubia larga hasta la cintura y un cuerpo alto y muy flaco. Era bastante afeminado, es más, no parecía un hombre para nada. En realidad lo único que conocía era su pseudónimo; "Momo", y que era un sujeto con muchas influencias en la comunidad. También sabían que podrían encontrarlo allí, en ese evento específico. No podían decir porque ni para que, ya que las órdenes proveían desde el jefe y muchas explicaciones no podían pedir. Su trabajo simplemente consistía en cumplir y cobrar.

El último cuarto del partido había finalizado. Los visitantes perdieron por quince puntos y el equipo local se propuso a disfrutar de la victoria. El dúo se levantó de sus asientos y comenzaron a caminar de nuevo entre la gente concentrada alrededor de los jugadores. Muchos de los presentes se habían retirado ya, pero dado a su misión allí seguramente este tal "Momo" aun no se había retirado. Se acercaron hacia el grupo de las porristas, seguramente ellas conocían a todos los que estuvieran allí para verlas. Eran unas cinco o seis, todos muy esbeltas y muy bonitas. Pero también muy jóvenes.

-Deja que me acerque yo. Tu eres muy serio y se pueden asustar-le dijo el más joven de los dos a su compañero pasándose su mano por el cabello azabache y acomodándose el traje negro.

-Sí, de seguro que lo haces por ese motivo-le respondió el otro sonriendo.

-Disculpen señoritas. Lamento interrumpir sus hermosas voces-dijo sacando toda la dulzura y la seducción en sus palabras. Las chicas rieron sonrojadas.-solo les quiero preguntar si conocen a alguien que responde bajo el nombre de "Momo"

Las chicas se miraron confundidas. El joven decidió profundizar con los detalles que disponían.-Tiene cabellera rubia larga hasta la cintura, por lo general la lleva en una cola de caballo, su tez es muy blanca y tiene un cuerpo menudito pero una altura considerable.

-Si,creo que sé a quien te refieres. Pero ya se ha retirado, te la acabas de perder por unos segundos-El muchacho presto atención a lo que decía. Miro a su compañero con alerta y se preparo para correr-¿Hacia dónde se fue?-preguntó apresurado.

-se fue por la puerta principal, por donde sale toda la gente-señaló hacia la salida.

-Muchas gracias-les dedicó con una sonrisa y salió corriendo seguido por su compañero.

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-No lo veo, hay demasiadas personas

-Solo tienes que buscar una cabellera rubia.-le respondió el mayor- Mejor nos separamos.

-Sí, buena idea-uno se fue hacia el lateral derecho y el otro salió hacia el izquierdo. Buscaban con sumo detalle a "Momo", no podían echar a perder esta misión, debían realizarla bien. Estuvieron buscando por un buen rato; cada uno por su parte, hasta que una brillante cabellera rubia le llamo la atención a uno de los dos. El joven miraba detenidamente la cola de caballo para no perder de vista a la persona, mientras más se acercaba pudo apreciar el cuerpo pequeño,enjuto, tapado con un abrigo gigantesco que le colgaba de los hombros. "No parece tan alto como en la fotografía. Pero es pequeño y tiene cabello rubio. Debe ser la persona que estamos buscando". El joven se encontraba detrás de su objetivo, aprovechó el malón de gente y se le acercó más aún hasta estarle pegado a la oreja.

-¿Tú eres momo?-le susurro. La persona se tensó, se encontraba de espaldas hacia su buscador, y obviamente estaba sorprendido por la pregunta. Debido a la gorra que llevaba puesto no pudo ver quien era que estaba tras suyo. Lentamente asintió con la cabeza. El joven no perdió tiempo, le dio un ligero golpe que lo dejo noqueado,lo alzo sin mirarle el rostro ya que estaba apresurado por llegar hacia el vehículo negro que se encontraba en la calle de enfrente. Por supuesto que nadie le puso atención a este acto ya que la cantidad de personas era sofocante, todos apresurados por salir hacia sus propias casas. El joven vio a su compañero y le chifló para que lo siguiera.

Y fue así como secuestraron a alguien a plena luz del día, sin que nadie se diera cuenta.

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Deposito el cuerpo en el asiento trasero y rápidamente se largaron de la escena.

-Por fin-suspiro el joven de cabellos negros, sentado en el asiento de acompañante. El conductor le sonrió y asintió.

-Solamente tenemos que llevarlo al jefe y listo, misión cumplida

El cuerpo inconsciente de "Momo" yacía boca abajo, lo único visible era su camperón y su larga cabellera con esa gorra de baseball. Los jóvenes se detuvieron en una estación de servicio, lejos del edificio escolar. Uno aprovechó para ir al baño y el otro para llamar al jefe y darle las buenas nuevas.

-Hola jefe. Sí, ya lo tenemos. Fue más fácil de lo que creímos. ¿Qué dice? Ah gracias jefe, lo estamos llevando en este mismo momento, estaremos allí en un día como máximo. Adiós.- Dijo por ultimo antes de cortar el teléfono

-Ya hable con el jefe. Le dije que estaríamos allí en un día como máximo así que será mejor que nos apresuremos. –le comentó al joven que acaba de salir del baño. Ambos se dirigieron al vehículo y se detuvieron antes de subir.

-Deberíamos atarlo en caso de que despierte y decida no cooperar con nosotros.-sugirio el pelinegro

-De acuerdo. Haz lo que quieras-le contesto el otro, subiendo al asiento del conductor. El joven de cabellos negros y ojos del mismo color abrió la puerta trasera y dio vuelta el frágil cuerpo de Momo. Sus ojos se abrieron en shock

-Carajo-musitó - Trunks, creo que esta vez sí que la cagamos en grande.

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¿Qué les parecio? La idea me surgio hace bastante tiempo,la llevaba en mi cabeza y no me animaba a escribirla. No se si estoy demasiado apresurada por subir las cosas al sitio o si es simple obsesión con ésta pareja y me surgen varias ideas que me saturan y que me obligan a compartirlas con ustedes!..en fin...gracias por leer y en breve sale el segundo!

Beso