"Propuesta Indecente"

-Natsu, necesito hablar contigo- Le dije a mi compañero de equipo. Él me miró, sonriendo.

-Claro Lucy ¿Sobre qué?- Preguntó impaciente.

-No, aquí y ahora no- Natsu frunció el ceño.

-Entonces, ¿Cuándo y dónde?- Happy, quién hasta este momento observaba la escena, se levantó y se dirigió hacia dónde estaba su compañera Charle, dejándonos sólos.

-En mi casa, hoy al atardecer- "Listo, ya lo solté" Me dije a mi misma.

-Claro, ahí nos vemos, pensabamos ir con Happy de todas formas- Oh no, por mucho que quisiera a Happy, estaba interviniendo en mis planes.

-Pues veras... Preferiría que Happy no venga- Natsu frunció el ceño por segunda vez en pocos minutos.

-¿Por qué?- "Porque voy a hacerte una petición indecente y él, no puede estar presente" Pensé.

-Porque...-Tragué saliva- Charle quiere tener una cita con él y no creo que Happy quisiera faltar a su cita con ella.

-Tienes razón- Sonrió- Entonces iré sólo- Quien sonrió esta vez, fuí yo.

-Genial, nos vemos- Me di la media vuelta para salir del gremio, cuándo Natsu me llamó.

-Espera Lucy, te acompaño- Él se dispuso a levantarse del asiento en el que se encontraba sentado.

-No- Negué rápidamente.-Preferiría ir sola con Plue- Natsu volvió a acomodarse en la silla.

-Si tú lo dices..- Luego se giró para comenzar a pelear con Gray.

Suspiré y salí del gremio. Necesitaba reflexionar sobre lo que iba a pedirle a Natsu.

El viento que corría por las calles de Magnolia chocaba fuertemente contra mi rostro, haciéndome sentir una extraña sensación de conformidad.

-¡Lucy-san, ¿Me firmas un autógrafo para mi hijo?!- Me sobresalté al oír la voz del chico del bote que siempre me hablaba. Vaya, ya estaba en casa.

-¡Mañana!- Grité para que me escuchase.

Entré en el apartamento rentado en el que vivía, suspiré y me dejé caer en mi cama.

-Natsu...- Susurré su nombre inconscientemente antes de caer en un placentero sueño.

-¡Lucy, despierta!- Oí que alguien me llamaba- Eh Lucy- Ese 'alguien' me agarró el hombro y lo movió suavemente.

Abrí mis ojos lentamente y me encontré a un sonriente Natsu sentado en cuclillas frente a mi. Más atrás logré ver como mi ventana estaba abierta, dejando que una brisa moviera nuestros cabellos. ¿Que acaso no conocía la puerta? Raramente no me molestaba que no lo hiciera, me gustaba verlo todos los días en mi apartamento luego de haber entrado por la ventana.

-¡Lucy!- Me sobresalté al escuchar como Natsu reclamaba mi atención.- ¿De que querías que habláramos?- Me sonrojé en sobremanera al darme cuenta de la razón de la presencia del Dragón Slayer en mi casa.

Me senté en la cama, dándole la espalda.

-Natsu, ¿Recuerdas a Axel?- Comenzé por el principio.

-¿El que fue al gremio a pedir tú mano?- Reí ante la molestia que su voz profesaba.

-Sí, ese.- Dije, agachando mi cabeza.

-¿Que tiene ese tipo?- Preguntó bruscamente- Si te ha hecho algo te juro que lo ma...

-No es eso Natsu- Lo interrumpí.- Es sólo que... Él...-Mi boca se secó, mi mente se nubló. No podía decirle 'eso'. No a Natsu.

-¿Él que?- El Dragon Slayer de Fuego se paró frente a mi, mientras que me miraba entre impaciente y enojado.

Recordé el día en que fuimos a las aguas termales mixtas luego de acabar con nuestra misión de descongelar el pueblo de gigantes.
Natsu había dicho que era normal vernos desnudas justo antes de que Erza comenzara a tallar su espalda.
Normal, normal, para mi no lo era. Ciertamente en Fairy Tail había gente sin pudor ni vergüenza y Natsu, era el que menos contenía estas cualidades. Y, si Natsu no tenía pudor ni vergüenza, no habría problema con lo que iba a decir a continuación.

-Axel quiere que...- Todo el valor que segundos antes me llenaban, desaparecieron en un suspiro.-Él...

-Por dios Lucy, ¿Él que?- Natsu alzó sus brazos, exasperado.

-¡Quiere que nos acostemos!- Grité, aún más exasperada que él.

-No le veo el problema. Yo también me acuesto contigo Lucy- Dijo esto último, obviandolo.

Comprobado: Natsu es más idiota de lo que parece.

-No me refiero a eso...- Murmuré.

-Dijiste "acostarse" ¿Que otro significado podría tener?- Me miró.- Lucy, por sí no lo sabes, acostarse con alguien es dormir juntos, en la misma ca...- Lo interrumpí al darle un fuerte puñetazo en la cabeza.

-¡No me refiero a eso idiota!- Le grité.

-¡No te entiendo Lucy, en verdad que no lo hago!

-Axel quiere que tengamos... Relaciones... Sexuales...- Susurré mientras miraba el suelo. Sentí como Natsu se sentaba a mi lado.

-Y tú... ¿Vas a hacerlo? Me refiero a... Eso...- De pronto Natsu estaba más serio que de costumbre. Asentí con la cabeza, avergonzada, y eso que todavía faltaba el resto de la información que tenía para darle.
-Espero que te... Vaya bien...- Natsu se levantó y pude escuchar como sus pasos resonaban en la habitación. Estaba dispuesto a irse.

-Espera..- Le agarré la mano antes de que pudiera alejarse de más mi.- Natsu, yo nunca eh estado con nadie... Es decir... Tú entiendes ¿Verdad?- ¿Que si entendía? Le estaba preguntando eso a Natsu Dragneel, el chico más despistado que pueda existir. Pero para mi sorpresa, si lo entendía.

-Sí, lo entiendo Lucy. Erza me dijo que la primera vez de una mujer es muy importante para ellas.- ¿Erza? ¿Por que demonios hablaban de eso? ¿Acaso ellos...?

-Natsu... ¿Tú y Erza...- Se giró abruptamente y pude notar un ligero rubor en sus mejillas, uno apenas perceptible.

-¡No!- Negó rápidamente.- Pero volviendo a tu caso... ¿Por qué me lo dices a mi?- Mis mejillas se tiñeron de un color carmesi.

-Yo... Natsu quiero que tú...- Vacilé antes de terminar. "Es normal verlas desnudas" Era normal para él, seguramente verme desnuda a mi no cambiaría mucho las cosas. Pero sí el ya me había visto desnuda, incluso había tocado mis pechos indecentemente. Pero eso no cambiaba el hecho de que yo, a diferencia de él, sí sintiera pudor.

-¿Yo qué?- Preguntó. Inalé aire, tratando de, con este acto, coger valor.

-Quiero que tú seas el primero.- Solté mientras que cerraba los ojos, mientras que sentí como mi cara se tornaba más roja que un tomate.

-¿Qué?- Gritó.- ¿Por qué yo?- Y todavía lo preguntaba.

-Porque sé que contigo no dolerá tanto como con él, contigo me siento protegida.- Tragué saliva dificultosamente.

-Lucy...- Susurró mientras que posaba una de sus manos en mi mejilla, haciendo que yo tuviera que levantar la mirada y observarlo conteniendo una sonrisa.

-No te rías Natsu- Espeté enojada.

-No Lucy, no me estoy riendo de ti.- Murmuró mientras que bajaba su mano hasta llegar a mi mentón.- Dime... ¿En verdad quieres hacerlo?- Sus labios estaban a centímetros de mi oído. Asentí levemente con la cabeza. Sí, en verdad quería hacerlo. Quería ser de Natsu, aunque fuese por una vez.

Sentí el contacto de sus labios contra mi cuello, succionando cada centímetro de piel que tenía a su alcance. Me recostó suavemente en la cama mientras que con sus poderosas manos, comenzaba a desabotonar mi camisa blanca. Cuándo se hubo liberado de esta, comenzó con mi sostén. Sentí como mis pechos dejaron de sentirse presionados por el molesto brazzier, el cual, al ver la atenta mirada de Natsu en mís senos, quería volver a llevar puesto.
Mi tortura y vergüenza ante el Dragon Slayer desaparecieron junto con mi silencio. Solté un gemido al sentir sus labios lamiendo la cima de mi seno. Y, joder, se sentía condenadamente bien.

-Natsu- Gemí su nombre cuándo él cambió mi pecho izquierdo por el derecho. Me sentía desfallecer, no sabía sí es que el sexo era bueno o Natsu lo hacía como un experto. Pero, en estos momentos, no creo que eso sea de mucha importancia.
Instintivamente mis manos se dirigieron a pecho, por donde comenzé a sacar su chaleco lentamente, luego de eso, hice lo mismo con la bufanda que Igneel le regaló.
Ya sin nada que obstruyera mi camino, comenzé a tocar timidamente su torso desnudo mientras que él seguía con su trabajo de darme placer.
Luego de unos segundos, sentí como la mano de Natsu se adentraba en mi entrepierna, aumentando mi excitación. Sus dedos irrumpieron bajo mis bragas, al principio tocando los labios de mi vagina y luego, entrando en esta última. Solté un alarido de placer al sentir sus dedos dentro de mí. En el trayecto que Natsu entraba y salía, consiguió despojarme del resto de prendas que aún conservaba. Algo extraño comenzó a formarse en mi vientre, algo que seguramente indicaba que sentía demasiado placer para ser retenido dentro de mí.

-¡Natsu!- Chillé mientras que sentí cómo el primer orgasmo de mí vida me derribava.
El Dragon Slayer sacó sus dedos de dentro mío y los metió en su boca, saboreando mis juegos, no pude evitar sonrojarme aun más de lo que estaba hasta el momento. Oí como gruñia, ¿Eso era bueno o malo? Esperaba que fuese la primera opción.

-Sabes exquisita- Murmuró en mi oído. Sonreí al escucharlo.
Natsu comenzó a sacarse sus pantalones junto con sus boxers para dejar descubierto ante mí, su gran... Atributo... Una pregunta invadió mi mente.

-¿Eso entrará dentro mío?- Él me miró y luego sonrió.

-Supongo que sí...- Se encongió inocentemente de hombros.

-¿Supongo?- Inquirí, ¿Acaso no estaba seguro?

-No lo sé Lucy... También es... Mi... Primera... Vez- A pesar de su entrecortada voz, pude entender claramente lo que quiso decir. ¿Su primera vez? Es decir que, ¡Era la primera en estar con él! Me sentí feliz, aún más de lo que estaba por estar haciendo el amor con él.
Acaricié su mejilla suavemente.

-Hazlo- Pedí mirándolo a los ojos, a esos preciosos orbes verdes que me gustaban.
Natsu se posicionó encima mío, conteniendo todo su peso en sus fuertes brazos, los cuales más tarde me aseguraría de tocar.

-¿Estas segura Lucy?- Preguntó cuándo pude sentir su miembro en mi entrada. Asentí levemente.
El mago de fuego comenzó a adentrarse en mí, haciendo que dos emociones surcaran en mí interior: Dolor y placer. Una perfecta combinación. Él pareció detenerse y pensar sí continuar o no, estaba segura de que había llegado a la prueba de mi virginidad.

-Quiero que lo hagas Natsu.- Le dije. El me miró sonriendo levemente mientras que acercaba sus labios a los míos. En un movimiento lento, él rompió mi inocencia. Pero mis pensamientos no se concentraban totalmente en eso, sino, más bien, en el beso que él me estaba dando. Un beso tímido pero a la vez salvaje. Uno que demostraba pasión, pero también... ¿Amor?
Cuándo se separó de mi, no logré contener una pequeña risa.

-Siempre creí que lo primera que obtendría de un hombre, sería mi primer beso y no mi primera vez- Comenté mientras que trataba de acostumbrarme a su intrusión.

-Eso sería en un caso normal Lucy. Tú y yo no lo somos- Estaba segura de que él traía una pregunta rondando su mente.

-Vamos, sueltalo.- Animé.

-Dime, ¿Tú y Axel no se han...? Es decir, ¿Él no te ha dado tú... Primer beso?- Alzó sus cejas extrañado. Negué con la cabeza mientras que comenzaba a mover mis caderas, buscando fricción. Siempre que Axel se acercaba a mis labios, Loki aparecía de la nada, interrumpiendolo.

-Jamás...- Agregué, más no me animé a decir lo siguiente: "Siempre, inconscientemente, quise que fueses el primero en todo".
Natsu comenzó a moverse dentro de mi con movimientos lentos, que poco a poco, fueron tornandose más salvajes y apasionados. Entraba y salía de mi, mientras que yo sentía mi vientre estallar por tanto placer.

-¡Lucy!
-¡Natsu!- Gritamos al unísonio. Sentí como un segundo orgasmo me invadía, pero no era sólo eso, también sentí un líquido nuevo dentro de mi. No había sido la única en tener un orgasmo.
Él mago de fuego se tiró junto a mi y me abrazó cálidamente. Pude sentir nuestras respiraciones jadeantes.

-Gracias...- Me arropé en su pecho mientras que con una mano tocaba sus enormes biceps. No por nada era tan fuerte como lo era.

-Lucy..- Al estar tan cerca noté como él tragaba dificultosamente.- No usé... Ya sabes... Protección..- Mis ojos se abrieron como platos.

-Emm... Creo que compraré esas pastillas para las mujeres- Le dije, tratando de restarle importancia.

-Claro. Pero asegúrate de que ese idiota de tú novio sí lo use- Casi me ordenó. Asenti contra su pecho.
Por unos minutos me había olvidado del resto del mundo, hasta que Natsu me recordó a Axel. Ciertamente ya no sabía sí en verdad quería hacer el amor con él o no.
Traté de alejar esos pensamientos de mi mente y al parecer, lo logré. Poco a poco fui perdiendo la conciencia hasta caer en un profundo sueño.

-Lucy...- Oí la voz de Natsu llamándome. Abrí mis ojos para encontrarme con mi compañero de equipo completamente vestido. -Siento el olor de Happy, será mejor que te vistas sí no quieres que, al llegar comienze a molestarte por estar... Desnuda.- Asentí, sorprendida. No creía que Natsu acabase de decir eso, ya que, generalmente, él también me molestaba junto Happy. Aunque, por está vez, a Natsu no le convenía molestarme con mi desnudez, ya que él, prácticamente, la había provocado.
Terminé de vestirme justo cuándo un sonriente Happy entró volando con su magia aérea por mi ventana.

-Creí que estarías haciendo cosas raras.- Bajó su mirada hasta el piso mientras que desactivaba su magia.

-No Happy, sólo pensábamos cómo te la habrás pasado con Charle- Habló Natsu, haciendo que el Exceed se sonrojara. Oh oh, ahora que lo recuerdo, había sido yo quién dijo que ella aceptaría. Pero al parecer lo había hecho sin que yo le dijera algo.

-Bien, comimos muchos pescados.- Alzó su vista para mirarnos mientras que sonreía.- Por cierto, Lucy- Me miró.- Tengo hambre.- Suspiré y fui hacia el refrigerador para buscar pescado, el cual Natsu y Happy se habían encargado de que siempre hubiera en mi casa. Sentí como uno de los dos clavaba su mirada en mi espalda... O quizás más abajo. Una leve sonrisa surcó mi rostro. Saqué un pescado del refrigerador y una torta de chocolate del mismo. Saqué tres platos y un cuchillo de la alacena y lleve rodar las cosas hasta donde estaban Natsu y Happy.

-¿Ya le pediste a Charle ser tu novia?- Molesté al Exceed, quién se sonrojó ante mi comentario.

-Aún no.- Comentó para luego mirar a Natsu.-¿Y tú? ¿Les has pedido a Lucy que sea tú novia?- Deje caer el cubierto al suelo para luego agacharme a recogerlo. En el trayecto, miré de reojo al Dragon Slayer de Fuego, quién tenía un ligero rubor en sus mejillas.

-Happy, Lucy tiene novio- Dijo Natsu seriamente. Parecía molesto.

-Sí, pero Lucy no está enamorada de Axel.- Acató Happy. Natsu me miró al igual que el gato, esperando que dijese algo en contra de esta afirmación. Pero no podía, eso sería como mentirle no sólo a ellos, sino también a mi misma.

-Es obvio que sí está enamorada de él, de lo contrario, no sería su novia.- Se me adelantó el pelirosa. Pude notar algo extraño en su voz, algo que no podía descifrar.

-Sí, es cierto.- Concordó el Exceed azul.
No podía decirles que no era verdad, después de todo, ellos ya lo habían dado por hecho.

Los tres continuamos hablando durante el resto de la noche. Sentí como Natsu estaba un poco más frío de lo normal, cosa que me inquietó en sobremanera. No había pensado si mi petición de hoy afectaría nuestra amistad. Pero, hasta antes de pedirselo, estaba segura de que no. Sin embargo, ahora ya no tanto.

-Ya es tarde.- Comenté viendo el oscuro cielo por mi ventana.

-¡Aye!- Gritó Happy. Natsu se levantó de su lugar.

-Vámonos Happy.- Ordenó. El gato lo miró, sorprendido.

-Pero Natsu...

-Vamos.- Volvió a ordenar. Happy bajó su mirada hasta el suelo y luego se levantó.

-Adiós Lucy.- Saludó. Acto seguido, el mago de fuego y el Exceed desaparecieron de mi vista, al salir por la ventana.

Me quedé unos minutos sentada en la misma posición, extrañada por el comportamiento de mi compañero. Luego me levanté abruptamente y comenzé a limpiar el desorden del lugar. Cuándo me dispuse a tender mi cama, logré divisar una mancha roja de sangre, me sonrojé en sobremanera y cambié las sábanas. Al terminar me recosté en mi cama, intentando conciliar el sueño, cosa que no logré. Me levanté y me senté en mi escritorio.

"Madre, no te imaginas cuan confundida estoy.
No sé que pensar de Natsu, siento que está celoso, pero quizás sólo es mi imaginación. Y, por otro lado, está Axel, no creo poder seguir con él, ya que no siento nada cuándo estoy cerca suyo, en cambio, con Natsu, siento que mi corazón se agita más y más, hasta creer que mi pecho va a estallar.
Ni te imaginas que sucedió hoy con él, fué algo tan maravilloso, tan mágico, que aún siento mariposas en mi estómago, ¿Es esto normal? ¿Alguna vez te sentiste como yo? Espero que tú también hayas pasado por tan hermosa sensación. Aunque aún no sé que sentimiento es. Al principio creí que era algo normal, pero estoy segura de que sería incapaz de sentir esto por alguien que no sea Natsu. Ya mañana veré sí es verdad y te lo contaré madre.
Deseame suerte con esto que voy a hacer, espero que sea lo correcto.
Te quiero mucho mamá."

Las ganas de levantarme del escritorio no llegaron nunca, entonces decidí quedarme ahí sentada, pensando. No sé cuándo fue, pero me quedé dormida.