UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Habían pasado cinco largos años después de la dolorosa despedida de una pareja de enamorados en la fría ciudad de New York. Todo seguía normal para el resto de las personas, pero no se podía decir lo mismo para un joven actor y para una hermosa enfermera.

Ambos trataban de continuar con sus vidas, pero en el fondo los dos sentían que cada nuevo día que llegaba, venia cargado de pena y dolor; por qué tuvo que ser así todo, por qué el destino fue tan malvado con ellos, por qué la vida seguía cobrándoles algo que ellos ignoraban, es que acaso no tenían derecho a ser felices. Todas esas preguntas retumbaban en la mente de los jóvenes.

New York, en Casa De La Familia Grandchester Marlow.

-Señora… ¿se encuentra bien? (preguntaba Molly, una de las doncellas de la señora de la casa).

-Si Molly, es solo que desde la mañana no me he sentido del todo bien, creo que anda un poco inquieto, pues sabe muy bien que no falta mucho para que lo conozcamos (acariciándose su vientre).

-Si señora… es increíble lo rápido que pasa el tiempo, tanto tiempo esperando esta noticia y después de cuatro años de casados, usted y el señor por fin fueron bendecidos.

-Así es Molly, tan sólo falta un mes para que nazca mi bebe.

7 meses atrás: En el consultorio del Doctor Willson.

-Felicidades Señora Grandchester, está usted embarazada.

-¿Es enserio? No me está mintiendo…

-Por supuesto que no Señora usted se encuentra con cuatro semanas de gestación.

Ese mismo día en la mansión Grandchester-Marlow.

-Meredith, ya llego el Señor… (Le pregunta a la cocinera)

-Sí señora, el Señor se encuentra en el estudio…

-(Entrando al estudio) Terry, ¿Qué te ocurre? ¿Por qué estas en ese estado?

-(Con una botella de vino en su mano) ¿Qué por qué estoy así? Enserio te interesa saber porque estoy así… ¡Estoy harto Susana! ¡Estoy completamente cansado de esta situación! Llevamos más de cuatro años casados y todo este tiempo me la he pasado fingiendo un afecto por ti, que obviamente no siento. ¡Quiero ser libre! Quiero que termine este absurdo matrimonio…

-(Entre lágrimas) ¿Por qué eres tan cruel conmigo? Y si ya sé que quieres ser libre, para largarte con esa enfermera de quinta, lo único que te interesa es correr hacia sus brazos para poder revolcarte con esa mujerzuela. ¿No es así?

-¡Cállate! (Le da una bofetada) Jamás en tu vida se te ocurra llamarla de esa manera, entendiste, jamás, o sabrás de lo que soy capaz, entendiste…

Susana comienza a quejarse de un dolor muy fuerte en el área del vientre…

-Deja de fingir, que ese jueguito tuyo ya me lo sé…

-(Su rostro se torna pálido) Llama al doctor Willson por favor…

Repentinamente Terry logra ver como ella comenzaba a sangrar.

-¡Molly de prisa llama al médico!

-Sí Señor, en seguida.

En la habitación principal de la casa…

-Todo está bien Doctor…

-Si Señor Grandchester, es sólo que en el estado en que se encuentra la Señora, no debería de tener alguna alteración.

-¿En su estado? ¿A qué se refiere?

-¿Es qué no lo sabe? Su esposa fue a consulta hoy y descubrimos que se encuentra embarazada, usted se convertirá en papá dentro de 8 meses.

-¿Qué? ¿Es Enserio? (Su mirada la dirige hacia su esposa que se encuentra descansando en la cama)

-Por supuesto que sí, ahora si me disculpa me gustaría hablar con usted en privado…

-Claro… Volveré en un minuto Susana…

Afuera de la habitación.

-Dígame Doctor, en que lo puedo ayudar…

-Quiero hablar sobre el embarazo de su esposa.

-¿Qué sucede?

-Es mi deber informarle que su esposa no se encuentra bien, el embarazo es de alto riesgo, ella no se puede alterar, ya que correría el riesgo de no solo perder al bebe sino que podría perder su vida…

-¿Cómo? Pero si usted hace un momento me dijo que todo estaba bien…

-Sé lo que le dije hace un momento y usted comprenderá que no podía decirle la verdad enfrente de la Señora, como le acabo de decir ella no se puede alterar por ningún motivo…

-Comprendo…

-Ahora me retiro, si llegase a presentarse algún problema no dude en llamarme…

-Así lo hare…

Una vez estando a solas…

-No puedo dejarla, menos ahora que sé que está esperando un hijo mío y que la situación es grave… Es que alguna vez llegare a ser completamente feliz… Si mi destino es estar al lado de Susana, lo hare, sólo espero que sea lo correcto y que no terminemos haciéndonos más daño... Espero que este bebe que viene en camino provoque ese cambio en mí, que pueda llegar a quererla como ella siempre lo ha anhelado, aunque esto signifique olvidarme por completo de mi gran amor, de mi Candy…

...

-Señora, Señora, el Señor acaba de llegar de los ensayos…

-Gracias Molly, por favor ayúdame a levantarme…

-Hola Terry qué bueno que ya llegaste, así podremos comer juntos…

-Por supuesto… Hola Campeón, ¿Cómo estás? (Acariciándole el vientre a su esposa).

-Ya sólo falta un mes para poder conocerlo…

-Sí, discúlpame un momento necesito a ir al estudio a dejar estos documentos.

-Está bien, te estaré esperando en el comedor… Sé qué haces un gran esfuerzo Terry, pero sé que cuando nazca nuestro hijo todo cambiara, llegaras a amarme tanto como yo te amo a ti y seremos realmente una familia…

En el estudio…

-Tan solo un mes falta para que nazca mi hijo y aun no consigo olvidarme de ella, siempre está presente en cada momento del día ¿Es qué nunca te podre olvidar Candy? Si estuviéramos juntos, él bebe que está esperando Susana, seria nuestro, quizás fuera ya el segundo o el tercero que esperáramos (se dibuja en su rostro una sonrisa, pero solo dura unos segundos ya que se da cuenta de su realidad) pero no es así, ¿Dónde estarás pecosa? ¿Aún me recordaras? ¿Aún me amaras Candy?

Lejos de la ajetreada ciudad de New York, se encontraba un grupo de jóvenes enfermeras conversando con el director del hospital.

-Señoritas las he mandado llamar porque hemos tomado la decisión de enviar a cinco de nuestras mejores enfermeras al prestigiado Bellevue Hospital Center que se encuentra en la ciudad de New York, para que brinden sus servicios haya, el día de mañana se les anunciara a aquellas que fueron seleccionadas y que deberán partir inmediatamente hacia su nuevo destino… Por favor regresen a sus labores…

Todas las presentes se encontraban emocionadas por la información que les acababan de dar pero entre todas ellas, una joven de cabello rubio rizado, se encontraba muy seria y lo único que pasaba en su mente en ese momento era el nombre de la ciudad que el Doctor Brust había mencionado…

-New York, New York, New York (Pensaba la joven enfermera una y otra vez)…