El invierno había llegado ya a arendelle, durante todo el tiempo que Elsa llevaba de ser reina todo había marchado perfectamente bien, reinaba con valor y prudencia, las relaciones con los otros pueblos y reinos eran más estables que nunca, y con respecto a anna, ella estaba simplemente feliz, al fin tenía la libertad que había deseado, una sorpresa gigante cuando kristoff y ella se comprometieron. Pero sobre todo Elsa y ella se comportaban en realidad como unas hermanas, unas verdaderas hermanas amorosas y cariñosas, cuidándose una de la otra.
Sin embargo algo iba mal con Elsa, desde hace un tiempo, poco antes del invierno, había estado perdiendo sus poderes, lentamente día con día se debilitaban más y más. Justo como el día de hoy, mientras su hermana había ido a ver a kristoff (como casi todos los días), ella trataba, en el bosque de practicar con toda esa nieve a sus pies, rodeada de los frondosos árboles copados de nieve, desde hacía ya tiempo, no podía crearla, tan solo manipularla, y eso con mucho esfuerzo.
-vamos, vamos-decía Elsa mientras señalaba con sus manos unos montículos de nieve blanca
-tienes que levantarte,….. Vamos –siguió tratando sin éxito alguno
¡PORFAVOR! –dijo ya harta dejando de intentarlo, sentándose en el mismo montículo y mirando sus manos
-¿qué pasa?, ¿no pudieron dejar de funcionar cuando no podía usarlos?, ¿Por qué ahora?-suspiro profundamente- solo unos días más, y los perderé totalmente-no quería llorar, intentaba con toda sus fuerzas no hacerlo, tenía que ocultarlo a todo momento. No le había dicho nada a anna, a nadie más bien. Salía todas las mañanas a tratar a intentar de hacerlos funcionar de nuevo, unos días eran buenos y hasta podía refrescar a olaf y jugar en la nieve con su hermana y los niños del pueblo, otros, ni siquiera un simple copo podía formar.
tenía que ser una broma, ahora que ya los sabia usar, después de más de 10 años, controlar sus poderes ya no era el problema, si no el no tenerlos cuando por fin los había conseguido manipular, era ese cruel destino ,otra vez, casi como una maldición, arrebatándole su libertad de nuevo. No lo contuvo, ahora que no la veía nadie podía derramar las lágrimas que había guardado, silenciosamente, sentada en la nieve con sus manos protegiendo su rostro.
-oh valla, valla, veo que ya te rendiste pequeña-dijo una voz escondida entre el bosque, logrando asustar totalmente a Elsa, poniéndola de pie y en estado de alerta.
-¿Quién eres?-pregunto ella en tono defensivo-muéstrate, y deja de jugar con la reina de arendalle
-woah woah, que brava su alteza, si tanto me quieres, bien aquí estoy-dijo un hombre larguirucho con un aspecto sombrío, vestido de pies a cabeza de negro con una tez grisácea saliendo detrás de unos arbustos, moviéndose lenta y perezosamente –conde pitch su majestuosidad-dijo haciendo una reverencia - guardián de las sombras, o tan solo pitch si tu prefieres-
-no le he permitido tutearme, ¿Qué hace aquí?-cuestiono Elsa, un poco más relajada, pero igual en posición de batalla.
-solo he venido a verla reina, por si le faltaba compañía, además puedo yo preguntarle lo mismo-dijo sonriendo, sentándose en el mismo montículo que ella estaba.
-yo no le he pedido su compañía, y no le interesa lo que pueda estar haciendo, así que, de la manera más atenta le pido que se marche en este instante, buenas tardes.-Elsa hizo un ademan de despedida y se volteó de espaldas esperando a que este se fuera.
-está bien, me voy-se levantó del montículo y empezó a andar-aunque podría ayudarle con, ya sabe, la perdida de sus poderes-dijo sin voltearla ver
-¿cómo sabe eso?-Elsa volteo a verlo alertada, haciendo que pitch frenara y la mirara-veo que eso si le interesa, ¿Qué cómo me entere? Eso no importa, importa que yo puedo ayudarla jovencita
-claro, y como puede hacerlo, señor-dijo Elsa desconfiada e incrédula y poniendo énfasis en la última palabra-y por supuesto, ¿Por qué habría de creer en un desconocido que me encuentro en el bosque?
-Eso ERES Elsa sospechoso, pero créeme, créeme serio si yo mas de Tus poderes tú Mismo-DIJO ella camina directamente hacia la obtención de menos de medio metro de distancia. Él era más que alta ella y al ver la distancia entre el tratamiento Ellos Elsa de alejarse lo más posible-son malos, puede registrarse probártelo, ¿Cómo te conseguiste poderes Tus, reina?
-de nacimiento, mis padres me dijeron que nací con ellos –respondió ella sin dudarlo
-¡JA!, que bien te mintieron tus padres pequeña-dijo pitch volteándose incrédulo y alejándose –claro que nadie nace así, no seas tonta, a ti te dieron tus poderes, más claro no puede estar. Y yo sé quién te los dio y por qué ahora los estás perdiendo –sonrió tras decir esto
-¿Quién fue?-ahora fue Elsa quien se dirigió hasta él –dímelo ahora
-¿no que no te importaba?, el culpable de que tu hayas sufrido toda tu infancia encerrada, sola, sin absolutamente nadie, tratando de proteger a tu hermana. No lográndolo claro. Pero, al poder hacerlo, al poder controlarlo, él te los quita ¡que absolutamente trágico!-la mirada de odio y satisfacción en sus ojos era más que clara
-¡¿Quién es?!-lo que había dicho pitch altero a Elsa y la hizo ponerse en posición de batalla con lágrimas, muchas lágrimas en los ojos-habla ahora o juro, juro que te disparo-
-¿sabes qué?, no, no te lo diré –lo dijo la más relajado posible y recargándose en un pino cruzando los brazos-quiero ver que lo hagas-
La acción no tardo y Elsa mando un rayo de hielo filoso justo al árbol, enterrándose en la corteza, pero claro, no en pitch que se había esfumado a otro árbol mucho antes que ella si quiera levantara los brazos
-¡bien!, ¡perfecto! Si sigues así quizás superes a tu creador –
-¿¡mi creador!?- ya no estaba enojada, estaba furiosa. Tomo toda la nieve que estaba alrededor de sus pies y se la arrojó, otra vez falló.
-sí, tu creador-dijo pitch apareciendo detrás de ella- que falló por que no supiste hacer nada, solo dañar a los que querias,aunque vivieses sola, amargada, y distante de cualquier cosa que respirara-
-¡cállate!-volvió a atacar pero fallo, congeló a todo alrededor, sus poderes se salían de control de nuevo, iban a explotar, así que decidió mejor huir que a afrontarlo
-y ahora te vas, porque sabes lo que eres ¿no? Tienes miedo de admitirlo, eres una gran bolsa de vergüenza y miedo eres una amenaza para todo aquel que te rodea –
-¡detente! –comenzó a correr más rápido, se sumergió en lo profundo y frondoso de los pinos, hasta que dejo de escucharlo. Miró hacia atrás y al ver que no había nadie volvió a dirigirse hacia adelante y justo a centímetros estaba el. Elsa soltó un grito y corrió en la dirección contraria-eso bien grita, grita como el monstruo que eres –Elsa llego hasta un claro de nieve blanca sin ningún árbol alrededor solo una plana cama de nieve, pero pitch siguió hablando-un monstruo que nadie entiende, o más bien solo la soledad, tener que ocultarte a ti misma ¡por miedo a ser tú! ¡Que miseria tener que estar en tus zapatos!-grito
-¡basta! Por favor –grito Elsa, cubriéndose los oídos con las manos y cayendo de rodillas en la nieve, llorando-por favor-
-no, no puedes parar lo que eres, tu pueblo tuvo razón, debieron encerrarte en una jaula y dejar que te pudrieras ahí dentro, tendrías más dignidad que ahora, siendo llamada reina helada cuando has perdido tus poderes
-¡YA!- Elsa empezó a mecerse sobre sus rodillas, y sin querer un viento empezó a levantar toda la nieve, formando una tormenta alrededor de ella, iba a estallar.
-¡sí! –dijo pitch al ver la tormenta- Y tú en el fondo lo sabes, ni siquiera mereces la familia que tienes, no la mereces por que la destruiste, lastimaste a tu propia hermana –haciendo que ella levantara aún más la tormenta salvaje a su alrededor.
-destruiste a tu familia, hasta tus padres, la poca vida que vivieron tuvieron que soportarte, es más esconderte de la sociedad, por vergüenza de tenerte como hija, es más, seguro que se fueron por eso, las dejaron por eso, así que su muerte es en parte tu culpa. Tus padres murieron por tu culpa-
-¡NO!-Ya, no había vuelta atrás, había explotado, toda la tormenta a su alrededor se hizo más fuerte y se expandió más y más, en un momento casi toda la nieve del bosque estaba en la tormenta creada por ella, Elsa ya no lo podía controlar se había perdido, por lo menos ya no escuchaba a pitch, se había ido, pero no podía controlarlo, todo lo que podía hacer era llorar y exactamente fue lo que hizo.
