EDITADO: 22/03/2016. Cambié varios diálogos entre Laito y Ayato que son importantes en la historia, por lo que se recomienda leer nuevamente.

Disclaimer: Diabolik Lovers no me pertenece a mí, sino a Rejet.

Advertencias: Posible Ooc (fuera de personaje), narración de dudosa calidad, intento de suspenso, vocabulario obsceno, temas sexuales, shonnen-ai (hombre x hombre), posibles spoilers de Lost Eden, violencia, entre otros.

Aclaraciones: »Pensamientos«


The vampire among us


Capítulo 1

Los terrores de la noche


La noche era fría y nublada, aunque eso no era obstáculo para las criaturas sobrenaturales que eran conocidas como vampiros. Pero a causa de ello, muchos vampiros aprovechaban las facilidades que la luna les otorgaba a esas horas, atacaban sin pensar a otros humanos, hasta llegar a matarlos, provocando sospechas entre los mortales de su existencia. Sin embargo, Laito Sakamaki procuraba atrapar a aquéllos vampiros que no obedecían las reglas entre los de su especie.

Esa noche no era diferente, el vampiro detective acababa de encarar a uno de los vampiros más problemáticos de la ciudad; y con esto era llevado por la policía especializada en vampiros (algo que obviamente los humanos desconocían), ellos se encargaban de su eficaz procesamiento en dónde sería juzgado por ante los tribunales, allí ya sería trabajo para otra persona terminar el deber como ciudadanos vampiros, decidir su castigo por no cumplir las normas vampíricas.

—Debo admitir que éste fue muy difícil, pero no menos divertido —mencionó Laito con aquélla sonrisa que a pesar de los años, no desaparecía. Sacó una caja de su bolsillo del cual tomó un cigarrillo y se lo llevó a la boca, a su vez tomó su yesquero y lo encendió.

—De nuevo andas fumando, ¿qué no te cansas de esa maldita cosa? —le preguntó su hermano, Ayato.

—Me gusta tener algo metido a la boca, me hace sentir calmado —le respondió luego de esparcir el humo provocando que Ayato lo mirara con molestia—. No todos tenemos un novio a quien chupársela todos los días.

—Maldito, vuelves a mencionar a Ruki y te mato —amenazó. Sin embargo, Laito no se sintió aterrado. Ya hace varios años la rivalidad entre los Sakamaki y Mukami había terminado, aunque Ayato nunca sintió que debían ser amigos, la relación entre él y Ruki podría decirse que fue inevitable. Laito siempre supo reconocer esas miradas de deseo entre ambos, era experto en ello.

—Ya, ya, no te molestes Ayato-kun —con el fin de que su hermano no se cabreara más, tiró el cigarro al suelo y lo pisó—. Después de todo, atrapé a ese chico malo para ti.

—Sí, sí, vaya molestia —se quejó el pelirrojo—. No puedo creer que haya accedido a este ridículo plan de Shu para mantener el orden entre los vampiros.

—Ciertamente, desde que Shu tomó el mando se ha vuelto un tipo más serio —Dijo Laito con cierto tono bromista pero sincero—. Además, estoy de acuerdo con él, porque mientras más me ocupo de esto, más me doy cuenta de que hay riesgos de ser descubiertos por los humanos. Ya bastante problema dan los cazadores de vampiros, ¿te imaginas que otros lo supieran? ¡Sería el fin de nuestra especie! No querrás recordar lo que pasó hace 10 años...

—Admite que sólo querías ser detective por el sombrero —le dijo Ayato ignorándo por completo lo serio que parecía estar su hermano.

—Es otra de las razones… —manifestó con una pequeña sonrisa.

—Bueno, ya he tenido suficiente de esta charla —anunció el pelirrojo—. Regresaré a casa, mañana será un largo día, debo preparar todo para la presentación en el tribunal de ese idiota que atrapaste —Ayato se despidió y empezó a caminar hacia su vehículo.

—¡Mándale saludos a Ruki-kun de mi parte! —le dijo en voz alta, Ayato por su parte le sacó el dedo del medio como respuesta mientras se subía al lujoso vehículo deportivo. Laito de nuevo sonrió, sin importar cuando tiempo haya pasado, él seguía siendo el hermano con el que mejor se llevaba.

El detective también emprendió camino de regreso a casa, pero al contrario de Ayato, a pesar de tener un vehículo, a él si le gustaba caminar y pasear por la ciudad; después de todo, las cosas buenas en el mundo humano siempre ocurrían de noche.

Y quien sabe, quizá podría conocer a alguien interesante con quien pasar el resto de la noche.

Aunque de lo que tenía ganas en ese momento era de comer macarrones, por lo que se dirigió a lo que era ahora su puesto favorito de comida; la verdad le sorprendía que a pesar de su "vulgar apariencia" como le llamaría su hermano Reiji, el cocinero de allí sí que sabía cocinar su platillo favorito. Tenía que agradecerle a Kou por llevarlo a conocer ese lugar, después de todo, ahora que Laito vivía solo, no tenía a su hermano para que le cocinara, y él no era del tipo de persona que se pusiera un delantal (por muy sexy que le pareciera) y empezara a cocinar, sin al menos, explotar la cocina.

Aún la noche era joven por lo que el puesto estaba abierto, así que Laito pidió su orden y se sentó a comer afuera. El olor de su comida no engañaba, cuando Laito lo llevó a su boca pudo disfrutar de cada sabor que le ofrecían sus macarrones, pero que feliz era en ese momento, sólo él y sus macarrones.

—Oficial, que alivio encontrarlo —en ese momento, Laito alzó su mirada para observar la hermosa figura de una mujer.

—Katherine, cuanto tiempo —le saludó. Katherine era una vampira con la que coincidió en varias oportunidades; ella tenía el cabello color marrón, de ojos azules, siempre usando vestidos ajustados a su cuerpo y labial color rojo—. Aunque prefiero que me llamen detective —sonrió burlón. Katherine por su parte se sentó a su lado—; ¿qué se te ofrece? Sabes que mi oficina siempre está abierta para ti.

—De eso no me cabe duda —le dijo la extravagante vampira mientras lo miraba con una sonrisa—. Me encantaría ir a tu departamento, pero no tengo tiempo —declaró con seriedad—. Algo extraño está pasando, Laito.

—¿A qué te refieres? —Preguntó mientras se enderezaba y sacaba un cigarrillo de su bolsillo. Ya se había acabado sus macarrones, en ese momento la mesera llegó para quitar su plato y el vaso ya vacío de la mesa.

—Bueno, no es del todo extraño, pero si inquietante —aclaró Katherine una vez la mesera se fue—. No he sabido nada de los caza vampiros por meses —lo miró fijamente mientras Laito fumaba—. Pero si han desaparecido varios de los nuestros.

—Nadie me ha reportado nada de eso —confesó Laito después de esparcir el humo.

—Yo tampoco lo noté hasta que Rick desapareció —anunció con cierto tono preocupante. Laito conocía a Rick, era el mejor amigo de Katherine, siempre solían andar juntos, aunque por lo que sabía Rick no tenía familia—. Sé que debí llamarte antes, pero decidí investigar por mi cuenta —Laito no despegó su mirada de ella ni por un segundo—. Es cuando noté que varios vampiros también desaparecieron, siento que los caza vampiros o la iglesa, lo que sea, están siendo más sigilosos, no me siento segura —declaró ella con cierto temor—. Por eso decidí decírtelo todo antes de irme.

—¿Eh? —Laito se quedó estupefacto. Jamás pensó ver a Katherine tan aterrada.

—Siento que algo está por venir, a lo mejor son locuras mías, pero un detective debe fijarse de todo, ¿no?

—Tienes razón —dijo Laito—. Y te prometo que lo resolveré —sonrió.

—Sabía que podía contar contigo —en eso Katherine sacó de su bolso un papel—. Ten, los nombres de los vampiros desaparecidos, es todo lo que pude encontrar —Laito tomó el papel y lo ojeó un poco antes de guardarlo en el bolsillo de su gabardina—. También está la dirección del novio de Rick, por más que lo intenté, no pude contactarlo, espero tú lo hagas —manifestó—. Se hace tarde, me iré al aeropuerto —dijo mientras se levantaba de la silla.

—¿Ni siquiera un beso de despedida? —bromeó Laito.

—Después nos veremos, cariño —ella le guiñó el ojo antes de irse.

Una vez concluida la conversación, Laito decidió irse a casa. Su departamento era lujoso pero a la vez simple, después de todo, Laito no solía pasar el tiempo viendo que remodelaciones hacerle. Él prefería estar siempre trabajando o divirtiéndose en otros lugares antes que quedarse "en casa".

Hubiera ido a dormir si su teléfono no hubiese repicado en ese momento, observó quien lo llamaba y suspiró. »Esta ya no será una noche tranquila« pensó.

—¿Qué sucede, Kou? —Laito no solía saludarlo, porque sabía que cuando el ídolo lo llamaba era para pedirle algo.

—T-tienes que ayudarme, me metí en un gran aprieto, estoy camino a tu departamento —la voz de Kou se oía muy bajo, Laito sabía que era porque se estaba ocultando.

—Vaya, vaya ¿ahora en qué problema te metiste? —le preguntó sin sorpresa alguna.

—¡Sólo dime si estás allí sino me tendré que ir donde Ruki-kun y no quiero escuchar quejas de su obstinante novio porque interrumpí su momento erótico! —dijo rápidamente en un tono de voz más desesperante. Laito se rio por como llamó a su hermano Ayato, pensándo en cuanta razón tenía.

—Sí, aquí estoy —al decir eso, Kou sólo respondió con un "de acuerdo" y cortó.

Laito tiró el teléfono en la cama y suspiró, seguramente estaría huyendo de sus fans o de los paparazis, aunque esconderse en el departamento de otro chico no aplacaría la situación, a su parecer. Pero Laito no se negaba a ayudarlo, le daba un poco de pena ajena, le recordaba un poco a lo idiota que podía llegar a ser Ayato. Además, a pesar de todo, Kou había sido un gran amigo al pasar de los años.

Cuando pasaron alrededor de diez minutos, tocaron la puerta, por lo que Laito la abrió, encontrándose con la cara perturbada de Kou.

—O-oye… tienes que venir rápido —le dijo temeroso.

—¿Qué sucede? —le preguntó confundido.

—Encontré algo en la entrada del edificio —respondió. Laito no preguntó más, sólo se dirigió con él hacia el sitio indicado, encontrándose con una especie de mochila color rosa—. Tuve que colocarlo allí antes de que alguien lo viera, me tendrás que comprar uno nuevo.

Laito ignoró su comentario y miró extrañado la situación, por lo que se acercó al bolso, pero cuando vio lo que tenía dentro llevó su mano hasta su boca con sorpresa y asco, pensó que vomitaría pero no lo hizo.

Lo que estaba allí, no se trataba de nada más que de la cabeza de Katherine.


Notas de autora: ¡Hola! La verdad esta idea la tenía planeada desde hace... no sé, ¿3 años? quizá más jaja, hasta ahora es que me puse a revisar todos los fics que tenía planeado hacer desde hace años y bueno, decidí por fin plasmar esto, debo advertir que como ahora tengo mucho menos tiempo, tardaré en actualizar. Otra cosa, varias situaciones fueron inspiradas en el juego The Wolf among us de Telltale Games, aunque sólo unas pocas, como el nombre de éste fic y el final del capítulo. A fin de cuentas, la trama será muy distinta a lo que trata aquél juego. El hecho de que Laito fuera el protagonista, lo imaginé cuando vi que mi tía estaba fumando, en ese momento pude imaginar a Laito fumar y bueno surgió mi imaginación, después jugué ése juego días después y seguía con la loca idea de hacer a Laito detective, debo destacar, él no es de mis favoritos, puedo decir que incluso es el que menos me cae de los Sakamaki xD, pero sólo a él lo pude imaginar con este papel :), sé que lo más probable dejé muchas preguntas al aire, pero las responderé a medida vaya avanzando el fic. Esto no será de romance, me fijaré más en el suspenso y crimen. A pesar de que posiblemente habrá más guiños como los de Ayato/Ruki. Bueno si has llegado hasta aquí gracias por leer y espero les haya gustado, nos leemos luego ;).