Out Of Breath
Autora: White Lady EF.
Género: Drama, Amor, Sexo.
Clasificación: Apto sólo para mayores de edad (+18)
Advertencias: Lemon. Tensión sexual. Lenguaje obsceno. Lenguaje adulto. – En resumen, no apto para menores, sé que suena demasiado repetitivo, pero no tengo intención de pervertir mentes inocentes xD No me hago responsable por las consecuencias que produzca la lectura de esta historia… :P
Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.
N/A: Hello… soy nuevita en estos de los fanfics :P y vengo con mi segunda historia, en la que llevo un tiempo trabajando. Espero sea de su agrado, sobretodo para los fans de Kakashi y de la pareja KakaRin! ^_^ Y para aquellos que no están seguros de ser shippers de esta pareja, es una buena ocasión para que lean algo de ellos :D
Cualquier comentario, crítica, opinión, etc. serán bien recibidos!
Capítulo I
Era de noche en la aldea de Konoha. Un ninja solitario saltaba de tejado en tejado en dirección a su departamento. El ninja llevaba una máscara de ANBU con el dibujo de un perro, las ropas mal trechas y ensangrentadas por la recién terminada misión, había acabado con todos, pero él también había salido herido. Ya había dado el informe al Hokage, quién le había dado 3 días de descanso y recuperación, así estar listo para la siguiente. Las heridas comenzaban a escocerle la mente de dolor, la adrenalina de la matanza había desaparecido de la sangre de su organismo, y ya podía sentir el dolor de los golpes en su cuerpo con más detalle. Se tomaría una ducha caliente primero y luego se curaría como pudiera. Necesitaba dormir.
Saltó por la ventana de la tercera planta, que correspondía a su habitación. Entró sin hacer ruido y se puso en guardia de inmediato, había alguien más en su morada.
- Tranquilo, soy yo… - Reconoció la voz femenina al instante, bajo el kunai y se relajó.
- ¿Por qué tienes la luz apagada? – Se acercó al interruptor para iluminar la habitación.
- Así venías sin sospechas… ahora no podrás escapar de tu revisión médica – La ninja le sonrío. El bufó incrédulo, como si ella pudiera detenerle.
La luz dejó en evidencia una segunda ninja, delgada y ágil. Saltó cerca del ANBU y lo inspeccionó visualmente. La ninja hizo un gesto de desaprobación al fijarse en los cortes de los brazos y cerca de las costillas.
- ¿Te mando el tercer Hokage? –
Ella asintió levemente - Siéntate, por favor.
- Solo recibí dos cortes profundos, no es nada grave… Rin – El ANBU se sentó en el borde de su cama.
- Hai, pero de todas formas has perdido mucha sangre. – La ninja le siguió y abrió rápidamente su estuche de primeros auxilios.
El ninja se sacó la máscara para relevar sus ojos. El ojo izquierdo lo mantenía cerrado, le cruzaba una cicatriz hasta la mejilla, el derecho era tan negro como su pupila, el resto de su rostro lo cubría una segunda máscara de tela. Inspeccionó con más libertad a su compañera, que ahora estaba concentrada en proporcionarle su jutsu médico en las heridas.
Se fijó en su vestimenta y en su cuerpo. Ahora, que no pasaba muy seguido en la aldea por sus misiones, se daba cuenta que en todo este tiempo, ella había crecido… mucho. Él seguía siendo más alto, por lo menos le sacaba una cabeza de altura. Ella seguía utilizando su antigua vestimenta: llevaba su camiseta negra pero… le parecía mas escotada que de costumbre… ¿o era su imaginación?, sus pechos le parecían más... grandes. Sus calzas parecían más pequeñas, y esa faldita rosada parecía tentadora. Gracias a dios, se tapaba los muslos con vendas ninjas. Se relamió los labios debajo de la máscara.
Rin ni siquiera se percató de cómo la miraba. Seguía concentrada en su labor, estaba aumentado la velocidad de división celular, y las heridas ya habían cerrado exitosamente. Sonrió ante su trabajo.
- Kakashi, deberías pasar por el hospital cuando terminas tus misiones - El peliplateado volvió a la tierra con sus palabras, y tosió un poco para aclarar su garganta.
- ¿Para qué? Parece que tengo ninja médico personal - Ella le dio un ligero empujón con el puño cerrado justo en el pecho, donde no habían heridas.
- Hai, hai. – Rió ella. – Necesito que te quites el uniforme para vendarte. –
Kakashi se sintió incomodo – No lo creo.
- Hey, solo he logrado que cicatricen, pero ante cualquier movimiento se van abrir de nuevo – Ella se puso las manos en la cadera, regañándolo.
- No te preocupes, puedo hacerlo yo solo. – Se acercó a la caja de los vendajes para sacar algunos.
- Lo estas haciendo mal, tienes las manos sucias, esos vendajes están estériles.
- Hai, hai. – Se levantó de su posición para dirigirse al baño, el solo movimiento le generó un dolor enorme en la esquina izquierda del torso, la herida se había vuelto abrir.
Rin frunció el ceño. Kakashi se hizo el loco, olvidándose del dolor, y siguió levantándose. La ninja lo empujó con una sola mano y el peliplateado cayó sentado nuevamente en la cama con una expresión de dolor.
- ¿Ves a lo que me refiero? Vamos, no seas terco, ya te he vendado antes –
Sí… pero antes yo no era un pervertido – pensó Kakashi angustiado.
- No me digas que tienes miedo de que te duela – Rin malinterpretó la angustia de Kakashi – Creo que esto te debe haber dolido mucho más – señaló su brazo herido.
No… tengo miedo… pero de mí y hasta donde me pueda controlar, malditas hormonas – maldijo por lo bajo. Se golpeó mentalmente. - Soy un ninja, claro que puedo controlarme. Y sobre todas las cosas, ella es Rin, mi amiga de infancia, el amor de Obito. Debo dejar de verla así…. soy un enfermo mental. Ya no voy a leer nunca más Icha Icha Paradise.
- Está bien, tienes razón – aceptó al fin Kakashi, resignado.
Se quitó la chaqueta blanca de las fuerzas especiales ANBU y luego intentó sacarse su camiseta negra sin mangas, pero sin éxito. La herida de las costillas le ardía. De repente, sintió las manos heladas de Rin cerca de su torso, ayudándolo a levantar su camiseta. Un escalofrío le recorrió por toda la espina dorsal.
- Ya esta – La camiseta cayó junto a su chaqueta, dejando al descubierto su torso herido y su rostro. La ninja no pudo evitar un ligero sonrojo, seguía siendo guapo. Su rostro seguía siendo el mismo, sin vellos, fino y agraciado. Casi se le escapa un suspiro, pero su mirada se volvió triste casi al mismo tiempo. No era que esperara que en todo este tiempo, su compañero se volviera menos guapo de lo que era cuando lo conoció. Pero si esperaba que sus sentimientos cambiaran. Él estaba lejos de interesarse en ella, y se había propuesto cambiar su corazón. Había pensado que la distancia que se había interpuesto entre los dos, por las misiones ANBU de Kakashi y las obligaciones de ella en el hospital, serían suficientes para olvidar su amor de la niñez. Incluso se recordaba a sí misma a Obito, que había sacrificado su vida por ellos dos, se lo recordaba a diario. Se acordaba del momento que casi se le declara al peliplateado, pero él la había interrumpido, y sus palabras frías nunca las olvidaba: "Yo soy el tipo de escoria… que te hubiera abandonado."
Pero parece que no escarmiento, ¿verdad?... Siento dolor en el corazón, y es porque todavía lo amo tanto…
Rin escondió la mirada entre sus cabellos castaños que ahora eran largos y enmarcaban su rostro. Kakashi se percató de su sonrojo, había visto su mirada triste, cuando la máscara había abandonado su rostro. La ignoró y poso su mirada al techo. Claro que se acordaba de sus sentimientos, pero no podía corresponderle, ni ahora, ni jamás. ¿Cómo iba a traicionar a Obito de esa manera? El hecho de que estuviera muerto, no los liberaba en absoluto. Sólo hacía más difícil la condena. Volvió a mirar a su compañera. Rin parecía haberse recuperado porque le sonrío. Tomó la silla del escritorio y se sentó cerca de él. Luego juntó chackra verde en sus manos y las posó cerca de su torso desnudo. Su chackra le invadía como un alivio generoso en su cuerpo. La herida ya no ardía, comenzaba a cicatrizar nuevamente.
Rin tomó los vendajes y comenzó a cubrir la herida del brazo. Lo sujetó firmemente.
- ¿Cómo lo sientes?
- Bien.
Rin asintió levemente. Necesitaba más vendajes para su torso. Se levantó de la silla para buscar más, dándole la espalda. Kakashi la miró por detrás, la espalda angosta… bajó por su cintura y su trasero. Ladeó la cabeza, esa faldita en verdad ya no dejaba nada a la imaginación. Las calzas enmarcaban sus muslos perfectamente. De pronto, se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se golpeó la frente, y volvió a su postura original.
Rin ajena a todo, se acercó nuevamente con nuevos vendajes. – Necesito que te pongas de costado.
- Hai…
Rin dejó la silla y se sentó también en la cama detrás de su espalda – Levanta el brazo. – El peliplateado levantó el brazo izquierdo.
La ninja por primera vez se fijaba en que su compañero había cambiado. Al parecer las misiones le hacían bien, porque su espalda era mas ancha de lo que ella recordaba y tenía los músculos más marcados. Tragó saliva.
Cuando hubo terminado de vendar, se quedó mirando su espalda fijamente. Su mano libre se posó en la piel desnuda. Kakashi sintió el contacto de su palma fría y suave sobre su cuerpo, pero no dijo nada, no estaba seguro de si ya había terminado. Rin sentía como la sangre se le subía a la cara, - ¿qué estaba haciendo? - Pero el cuerpo no le respondía, acortó más el espacio entre los dos. Lo abrazó por la espalda.
Kakashi frunció el seño. Iba a pedirle que se retirara, pero la suavidad de sus manos y la delicia de sentir sus pechos en su espalda, no le dejó articular ninguna palabra.
Rin se atrevió a más, se enderezó un poco y beso la base de su nuca, donde nacía su cabello plateado. Kakashi cerró sus ojos, al sentir la delicadeza de sus labios.
Como su compañero parecía no moverse, ella volvió a besarle en la nuca y su pequeña lengua recorrió parte de su cuello.
El ninja volvió a sentir un escalofrío en su espalda que casi le hace temblar. Tenía que parar todo esto.
- Rin… no, por favor…
Ella se abrazó nuevamente a su espalda. Kakashi pasó saliva.
- No puedo evitarlo…
- Ya es tarde, ve a casa a dormir – trató de sonar lo más frío posible.
Se aferró más a su espalda, no quería irse.
- No es propio de una señorita estar en la casa de un hombre solo. – remató Kakashi.
- No me importa… - Dijo firmemente la ninja. Unas lágrimas comenzaban a asomarse por sus ojos.
Él la seguía rechazando, ella jamás sería lo suficiente buena para él.
Kakashi pudo percibir los sollozos de Rin. No podía soportarlo, pero tenía que ser así… por los dos. Nada estaba bien, si se involucraban… no podrían soportar la culpa.
- Rin, no puedo hacer esto. Obito…
- Él esta muerto – le cortó antes de que pudiera seguir.
- Eso no importa
- ¡Claro que importa! – Rin se soltó del cuerpo de Kakashi y se tapó la boca. No podía creer lo que había dicho.
Kakashi se giró para enfrentarla. Rin estaba con la cabeza gacha, pero alcanzaba a ver su banda de Konoha en la frente, su pelo volvía ocultar su mirada.
- Tú también sabes que todo esto esta mal. Lo mejor será... que te marches.
Rin se aferró a su falda y apretó los puños. Levantó la cara con enojo.
- ¿Es que no entiendes? ¡Yo te amo! – Lágrimas bajaron por las mejillas de la castaña.
- Es precisamente eso lo que esta mal. – volvió a contestar fríamente.
Rin se aferró a todas sus fuerzas. No había vuelta atrás, no tendría otra oportunidad. Si quería luchar, este era el momento. Después no podría decirlo de nuevo.
- ¡No puedo dejar de hacerlo! Siempre te he amado, desde que era niña. No puedo vivir sin ti. Siempre estas en mis pensamientos. ¡No puedo evitarlo! ¡Lo he intentado todo! ¡Lo he intentado por Obito… por mí! No puedo luchar contra… -
Kakashi se había levantado, se puso en la espalda de Rin y estaba a punto de golpear la nuca de la ninja médico, todo a una velocidad increíble. Pero Rin se había adelantado, tomó un kunai del estuche de su pierna derecha y lo había detenido justo a tiempo.
- ¿Por qué? – Rin se acercó amenazante hacia el ninja, con el rostro lleno de lágrimas.
- No te acerques, no respondo de lo que te pueda hacer. – Kakashi también había sacado un kunai de su estuche.
Rin bajó su kunai, no era pelear lo que ella quería.
- Sólo quiero que me dejes hablar.
- No quiero que sigas hablando… no quiero seguir escuchando.
- ¿Por qué? –
No puedo seguir escuchando, parece una tortura… mi corazón no lo resiste.
Pero Kakashi no respondió. Rin frunció el seño - ¿Por qué? – volvió a repetir, pero Kakashi se mantenía en silencio. De pronto se sintió mareado, la sangre que había perdido y el cansancio de la batalla, le estaban pasando la cuenta.
Rin se percató de la inestabilidad del pelipleatado y se acercó preocupada.
- Dije que no te acercaras – Kakashi seguía con el kunai en alto y se agazapo en su sitio.
Rin levanto el kunai nuevamente, se acercó veloz al ANBU. Kakashi instintivamente atacó, pero la ninja aprovecho que estaba débil y lento, y le arrebató el kunai con el suyo. Sin embargo, aunque Kakashi estuviera fuera de combate, había logrado hacerle un corte en la camiseta de la ninja entre el pecho y la clavícula. La tela se desgarró y un ligero corte apareció en su piel marquesina. Ahora se podía ver claramente el nacimiento de los pechos de la ninja que estaban tapados con vendas, se cubrió como pudo e intentó acercarse al peliplateado que se encontraba apoyado al suelo con una mano y la miraba con el sharingan activado.
Rin se detuvo antes de llegar donde el ninja. Él la miraba justo en la herida, ella se miró a sí misma. Si Kakashi estuviera en mejores condiciones, la hubiera podido dañar, en serio.
- Te lo advertí.
Rin le miró, pero no había resentimiento en sus ojos, cayó de rodillas en el suelo, su mirada parecía haber llegado a una resolución. Kakashi se fijó en la piel de su cuello se veía cremosa, la herida hacía destacar más su piel blanca. Ella comenzó a gatear lentamente para acortar la distancia, la camiseta se le iba cayendo más, la imagen no se le podía hacer más erótica.
- Si quieres matarme, puedes hacerlo. – Amenazó, terminó por llegar a su lado, le tomó la muñeca para inspeccionar su pulso. Él rápidamente retiró su mano.
¿Qué sacaba con revisarlo? Tenía taquicardia pero no por que se sintiera mal, ella lo estaba volviendo loco.
- Déjame ayudarte a levantarte al menos. – Kakashi no respondió, pero dejó que Rin lo tomara despacio, se apoyaron contra la pared, para la menuda Rin, el cuerpo de Kakashi pesaba demasiado. La respiración del peliplateado se hizo trabajosa nuevamente, estaban tan cerca que podía oler el aroma a canela que desprendía el cabello de su compañera, el olor a sangre que brotaba de la pequeña herida de su piel. Soltó el kunai, sin darse cuenta.
Estaba tan cerca de su cuello… se acercó casi hipnotizado. Beso la herida y lamió con cuidado la sangre. El cuerpo de Rin se paralizó, podía sentir la lengua caliente del peliplateado y la piel se le erizó. Seguía lamiendo aunque la herida había dejado de sangrar, beso la piel descubierta y se abrió paso hacia su cuello.
El corazón de Rin latía desbocado, pero no podía moverse, tenía miedo que la dejara de besar ante cualquier movimiento que hiciera su cuerpo.
La piel de su cuello era tan suave como lo había imaginado. Se acomodó mejor, se pusó de frente a la ninja médico y la atrapó contra la pared. Siguió besando su cuello, y subió por él, hasta la quijada, tomó el lóbulo de su oreja derecha entre sus dientes y lo succionó un poco. A Rin le flaqueaban las rodillas, y estaba por caer ante sus caricias, pero el ninja se adelantó y la afirmó más fuerte contra la pared con su mano.
Kakashi se acercó a su oído y susurró con voz ronca: - No quisiste escucharme… ahora ya no hay vuelta atrás. –
El cuerpecito de Rin tembló bajo el suyo ante su sentencia. Pero él ya no iba a resistirse más, se saco los guantes y las protecciones que usaba en los antebrazos...
N/A: ¿Qué les pareció? :D... Ejem... si... fue intencional dejarlo hasta ahí... xD... No me maten T_T ...les aseguro que el próximo capítulo será muy... interesante...
Review? Porfis porfis porfis porfis! :3
White- off.
