Chapter 1: City Of The Damned

Chapter 1: City Of The Damned

-¡Inservible!-gritaba mi madre una y otra vez. Para ella yo era una completa idiota, me trata así prácticamente desde el fallecimiento de mi padre, cuya muerte, nunca salió a la luz. Se dijo que había sido un suicidio, pero es lo menos probable. El caso se investigó, nunca se encontró algo que indicara un asesinato. Hace prácticamente un año que no se contactan con "Mi Familia". Cada vez pierdo mas las esperanzas de poder saber algún día que fue lo que realmente ocurrió. Mi padre era la única persona que sinceramente me estimaba de la familia, si es que así se le podía llamar. Todo el tiempo discutía con Sara, no había un solo momento en paz. Aunque la mayoría del tiempo las peleas y discusiones eran ocasionadas por mi culpa, era "La Chica Problemática" según mi madre. Solía tener varios problemas con los vecinos, vivían criticando: Mi forma de vestir, el volumen de mi música cuando la elevaba mucho y aun mas cuando se me ocurría, tocar guitarra, instrumento regalado por mi padre, junto a mis amigos y amigas.- ¡Deberías empezar a aprender como llevar una vida sola! ... aunque lo dudo.-rió.
-¡Puedes parar! ¡Estoy harta de ti! ¡Me tratas como si yo fuera una incompetente!-exclamé furiosa.
-¿Acaso no lo eres? ¡No se como se le pudo ocurrir a tu padre dejarme sola con esta basura! ¡Afortunadamente tengo a tu hermana, que al menos es un poco mas considerada!-continuó con sus insultos.
-¡No te preocupes, no pretendo fastidiarte más! -dije, corriendo a mi habitación en busca de mis maletas, deseaba irme de ese maldito lugar. Supuse que Sara me seguiría.
-¡Dónde vas! ¡No me dejes hablando sola!-escuchaba sus constantes gritos.
-¡Ya lo hice!-agregué decidida, sacando rápidamente algunas piezas de ropa y guardándolas en una especie de bolso.
-¡Qué haces!-exclamó entrando repentinamente a mi cuarto.
-¡Me voy, estoy harta de ti, de tus maltratos, de tu histeria y de tus comparaciones entre Jen y yo! ¡Lamentablemente no soy igual que ella! ¡Ni tampoco lo seré algún día!-exclamé cerrando el bolso y saliendo de mi habitación, bajé rápidamente las escaleras.
-¡Ashley! ¡Ven acá!- Mi madre me logró alcanzar, tomándome fuertemente de un brazo, evitando que saliera.
-¡Suéltame! ¡Basta!- Insistía, intentando zafarme.
-¡No te irás a ningún lado! ¿Entiendes?-dijo ésta.
-¡Tengo la edad suficiente como para irme donde se me de la real gana! ¿Algún problema?-contesté, Sara me soltó, dándome una fuerte bofetada.
-Recuerda esto. Tú ya no existirás, ni para Jennifer, ni menos para mí. Esta fue tu decisión, nadie, en ningún momento, te votó de este lugar.-dijo, esta vez muy calmada, con una mirada completamente segura.
-Está bien, como si me importara mucho.- Tomé nuevamente el bolso y salí de mi casa, cerrando la puerta de golpe. Pensé en tomar el primer taxi que apareciera, pero las calles estaban solitarias, me pareció raro, eran las 18:30 hrs. Normalmente hay mucha locomoción.
-¡Ash! ¡Que haces con eso! -Dijo Jen apareciendo de pronto junto a Seth.
-Desaparezco de tu vida y de la de Sara.-Agregué.- ¿Y que hacen ustedes juntos?
-Yo te venía a buscar para ir a algún lado.- Respondió Seth.- ¿Donde vas?
-Me quiero ir de esta ciudad ¡La odio! ¡Tanto como odio a todos los que viven en ella!- Exclamé.
-Siempre tan idiota, que paso ahora para que hagas esto.-dijo Jen con un tono muy detestable.
-Púdrete.-dije simplemente.
-¡Aquí están las mejores hermanas! Me anima mucho seguir aquí.-agregó Seth tomándome de un brazo y apartándome de el lugar en el que se encontraba mi "hermanita".-Donde piensas ir.-preguntó éste ya lejos de Jen.
-No lo sé, no estoy pensando en este momento.-respondí con la cabeza gacha.
-De eso me di cuenta hace mucho. ¿Piensas abandonar a Sara y a Jen?-preguntó luego.
-Como si me importaran tanto como les importo yo a ellas.- contesté.
-Pero, ¿Podrías sentarte a conversar con alguien, algún momento? Tomas decisiones sin pensar antes.-continúa Seth intentando que yo entrara de alguna u otra forma en razón.
-Seth… déjame, quizás llame, no sé a… Stacy.- agregué luego.- ella odia tanto a su familia como yo a la mía. Podría ir a algún lado con a ella.
-¿Te llevo a su casa?-dijo mi amigo, sacando las llaves de su auto de un bolsillo de su chaqueta, enseñándomelas. -¿Piensas ayudar a esa lunática?-agregó Jen entrometiéndose en la conversación.
-Esta lunática necesita a alguien, tenlo por seguro.-respondió Seth, llevándome hacia su auto.
-Gracias por la ayuda.-agregué irónicamente. Subimos al coche, dejé mi bolso en el asiento trasero del vehículo y este lo puso en marcha al instante.
Llegamos a casa de Stacy, golpeé la puerta y esta abrió.
-¡Hola Ashley, Seth! ¿Qué hacen aquí? ¿Pasó algo?-pregunto Stacy al instante.
-¿Estas sola?-preguntó Seth.
-Si, ¿Por qué?-contesto esta.
-A Ashley le dio una locura.-continuó Seth.
-¿Locura?-agregó mi amiga, algo confundida.
-Quiero salir de esta ciudad, quiero ir a algún otro lado, ir a vivir.-dije, decidida.
-¡Estas loca mujer! ¿Dónde piensas ir? ¿Tienes dinero?-comenzó un interrogatorio de parte de Stacy.
-Crees que soy una idiota. ¡Claro que tengo!-respondí. Logré robar algo de dinero a mi madre antes de salir.
-¿Peleaste con ella? ¿De nuevo?-continuó esta.
-Si… pero hoy fue distinto, esta vez no la volveré a ver jamás.-contesté- Algo así dijo ella, que ya no existiría para ella ni para Jen. Lo bueno es que, me quité un peso de enzima. Pelear con ella era una rutina formidable, no había un solo día sin que ella criticara cada uno de mis actos.-continué.-Lejos de ellas, es extraño, pero me siento feliz. -Te entiendo perfectamente amiga, te lo juro, mi madre es exactamente igual.-agregó.
-creo que me estoy fuera de la conversación, Stacy piensas ir con ella, si o no.-preguntó Seth luego de escuchar atentamente nuestra platica.
-¡Claro! ¡A esta tipa no la dejaré sola, en ninguna de sus locuras!-respondió esta ansiosa. Esperen aquí un momento.- Stacy corrió a su habitación en busca de lo necesario para viajar.
-¿Nos piensa dejar esperando afuera?-agregó Seth. Solo reí. Stacy se demoró unos 15 minutos en traer todo.
-Mientras mas rápido salgo de aquí, mas me alivio.-dijo esta subiendo su bolso en la parte trasera del vehículo, donde dejamos todo.- ¿Donde me siento?
-junto con los bolsos… atrás.-dijo Seth riendo.
Luego de un largo rato de conversación.
-Seth… ¿piensas acompañarnos?-pregunté. Quería que fuera con nosotras, era lo que mas deseaba.
-Estoy pensando en eso, no me gustaría formar parte de sus locuras, pero tampoco me gustaría dejarlas solas.-contestó este a mi repentina pregunta.
-Por favor Seth, no nos puedes dejar sola, luego tendrás tu cargo de conciencia y no podrás dormir.-dijo Stacy rompiendo la seriedad, haciendo que todos riéramos.
-Después de todo tienes razón… Ya me decidí, las acompaño.-respondió este.
-¡Ah! ¡Te amo!-dije abrazándolo.
-Suéltame, harás que choquemos.-agregó riendo.

-Entonces, vamos a tu casa.-Nos dirigimos a la casa de Seth, el sacó rápidamente lo que necesitaba y subió al auto, dejando sus cosas junto a Stacy.
-¡¿Piensan dejarme con todo esto acá atrás?!-exclamó esta.
-Ahora iremos al aeropuerto, no será mucho tiempo.-respondí. Seth encendió el coche y lo puso en marcha. En el camino conversamos del lugar al que podríamos ir, no teníamos idea de nada, éramos ignorantes del tema. Al menos Stacy y yo.
-Que les parece si vamos a Oakland, California, mi prima vive allá, de seguro consigo fácilmente algún lugar donde vivir.-agregó Seth, una idea casi fantástica.
-Yo estoy de acuerdo.-respondió Stacy.- ¿Qué dices Ash?
-bueno…-dudé- ¿No tenemos otro lugar cierto?
-Vamos Ashley, no seas tan negativa, de seguro que encontrarás algo en que entretenerte.-dijo Seth riendo junto a Stacy, ambos con una mirada maliciosa.
Llegamos al aeropuerto, sacamos los bolsos del vehículo, corrimos hacia dentro de este. Nos sentamos en una especie de banca mientras Seth compraba los pasajes.
Media hora después…

-Ya nos estábamos quedando dormidas.-agregué cuando volvió este.- ¿Por qué la demora?
-Parece que hay mucha gente que quiere viajar al mismo lugar de nosotros, ¡Estaba repleto!-contesto este.-Sería bueno que fuéramos a dejar los bolsos, el vuelo no tarda en salir.
-Está bien.-respondió Stacy, yo no dije nada, solo obedecí.
Pasajeros vuelo 86 Oakland, California, por favor subir a su avión.
-¿Es el nuestro?-pregunte como idiota.
-Si, este si, ¡Ahora has acertado!-respondió Seth. Subimos al avión, nos sentamos en las sillas correspondientes, las cuales son de tres cada fila, Seth en medio, Stacy en la esquina del pasillo y yo en el lado de la ventana.
-Como creen que será este nuevo viaje.-preguntó Seth, cuando el avión comenzó a andar.
-Emocionante.-respondió rápidamente Stacy.
-No lo sé.-contesté. Luego cerré mis ojos, quedando, de una extraña manera, dormida.