REPARTO

Robert Englund…..Freddy Krueger

Kane Hodder…Jason Voorhees

Tyler Mane….Michael Myers

Doug Bradley….Pinhead

Juliet Landau…Drusilla

Brad Dourif…..Chucky (voz)

Valentina Vargas…Doctora Angela / Angelique

Peter Sarsgaard…..Doctor Hammond

Götz Otto...Dozer

Estrella invitada

Derek Mears como Jason Voorhees II


1

El hombre estaba sentado en el interior de un cuarto, iluminado por unas luces de velas colocadas a su alrededor en forma de cuadrado. En sus manos, la caja broncínea parecía refulgir, mientras él lentamente presionaba sus partes móviles, haciéndolas encajar en su sitio.

Cuando la configuración del intrincado puzzle estuvo completa, ocurrieron varias cosas a la vez, siendo la primera de ellas el tañido de una campana en algún lugar.

El hombre sudaba. Esperó. Una luz azulada surgió de la nada. La acompaño la aparición súbita de un ser humanoide enfundado en un traje de cuero, calvo y con la cabeza surcada de clavos o pinches. Su piel era blanca, como la cera y la expresión de su rostro era fría como un témpano.

-Tú – señaló al hombre – Tú. Has usado la caja… Tú nos has convocado. Ahora, experimentaras el placer del dolor.

Pinhead comenzó a acercarse amenazador al hombre, pero entonces hubo un cambio en la escena. El sujeto que lo había convocado se irguió, cuan alto era, y extrajo de sus ropas algo… un aparato de alta tecnología. Lo esgrimió frente al cenobita y presionó un botón.

Un aro, similar a un collar de perro, salió despedido del aparato. Se encasquetó directamente en el cuello de Pinhead.

-¿Qué significa esto? – preguntó el cenobita, sorprendido.

-Cambio de planes, imbecil – replicó el hombre y con una sonrisa astuta, activó el collar.

Una violenta corriente eléctrica sacudió a Pinhead. Fue tal su fuerza que el cenobita se desplomó gritando en el suelo.

-¿No que te gustaba el dolor? – se burló de él el hombre. Caminó hasta ponerse encima suyo y volvió a activar el collar. Hubo otro chisporroteo eléctrico. Pinhead se retorció impotente, en el piso.

-Lo que pensé – el hombre suspiró – Novato – se volvió hacia un rincón – Todo suyo, chicos.

Varias puertas se abrieron en la habitación. Hombres armados y con mascaras aislantes entraron. Con una rapidez envidiable, esposaron al cenobita y lo arrastraron fuera de allí.

Antes de quedar inconsciente, lo último que Pinhead ve es al sujeto que lo había atrapado, dedicándole una sonrisa de oreja a oreja.

-Bienvenido al club, freaky.