A los mejores padres del mundo.

Mi hombre es Uzumaki Naruto y siempre me he puesto a pensar, qué hubiera pasado si estuvieran aquí.

Habría tenido a alguien que me abrazara aquellas noches que desperté llorando. Hubiesepodido dormir plácidamente durante las horribles tormentas que por segundos encendían mi cuarto y me hacían pensar que estaba rodeado de criaturas de la oscuridad. Habría tenido comprensión, amor y consejos, mas no de odio y desprecio. Algunas veces maldije el nunca haberlos conocido. Me hubiera gustado convivir con ustedes, escuchar sus voces. Sentir el amor de un padre y de una madre. Sin embargo, ahora pienso que hubiera sido más doloroso el tenerlos y al poco tiempo perderlos. Cada quien debe vivir su destino por más duro que sea.

Mi vida no ha sido fácil. Ustedes mejor que nadie lo saben -lo digo porque siento que jamás me han desamparado, siempre han estado conmigo. Lo sé, un hijo es un hijo y cuando lo tienes en tus brazos deseas cuidarlo toda la vida. Ahora yo tengo a los míos y son tan frágiles que no me quiero apartar de ellos. Tal vez yo no tuve una familia, pero ahora que he creado a la mía, por fin sabré lo que es el amor paternal.

Yo espero siempre poder estar con ellos. Sangre de mi sangre. Aunque si la aldea me necesita, tendré que arriesgar mi vida como ustedes lo hicieron, y si algo sale mal, lo cuidaría como ustedes siempre me han cuidado a mí. Deseo que mis hijos no pasen por lo que yo viví, pero si una cosa he aprendido es que vale la pena arriesgarse si tienes en tus manos la vida de muchas personas. El ser Hokague va más haya del amor por la aldea, al fin lo he comprendido. Ahora entiendo que mi soledad fue por un bien colectivo. En estos momentos agradezco haber vivido lo que viví. Gracias a ese sufrir, mucha gente sobrevivió... aunque fue esa misma gente la que por años me despreció. No les guardo rencor. Sin esa fortaleza que obligaron a tener durante esos días, hoy no estaría aquí cargando a mis pequeños hijos.

Estoy agradecido con la vida, pero lo estoy aún más por haber tenido a los mejores padres del mundo. A unos padres valientes, ejemplares y prudentes que vieron por el bien común, más no por el propio. Sí, lo repito, fueron los mejores padres del mundo... pero que por desgracia nunca pude conocer...