LA MENOR DE LOS UCHIHA
CAPITULO 1: UNA VIDA MUERE Y OTRA NACE
Ha pasado un año desde el ataque del Kyubi y la muerte del Yondaime. Un año en donde Konoha aún sigue recuperándose por todo lo perdido, en donde muchos clanes tuvieron que adaptarse a la reestructuración de la ciudad en donde fueron reubicados, pero el clan al que menos le gustó su nueva ubicación fue al clan Uchiha, en el cual el líder, Uchiha Fugaku tuvo que acceder.
El clan fue reubicado a las afueras de la ciudad junto con la estación policial que ellos dirigen, los líderes de Konohagakure les proporcionaron amplios campos para entrenamientos, pero ni con esos campos logran maquillar sus verdaderas intenciones con los poseedores de esos ojos de color sangre. Los Uchiha no estuvieron conformes con la nueva ubicación, sobre todo porque se les acusa de ser los culpables del ataque del Kyubi y además que sienten que Konoha desde los tiempos del Segundo Hokage tratan de deshacerse de ellos. El odio hacia la aldea cada día crece más y Fugaku lo sabe muy bien.
Todos estos acontecimientos son observados por un niño de cabellos negros que espera a sus padres que salgan de una reunión del clan.
Papá, mamá… hoy es el día – Dijo este niño muy animado.
¿Esperaste mucho, Itachi-kun? – dijo una bella mujer de cabellos negros con toque azulados y una tes blanca.
No. – lo negó con una sonrisa su madre – estuve entrenando antes de venir.
Bien, Itachi. No podía esperar menos de ti, hijo. – decía Fugaku felicitando a su hijo.
Debemos apurarnos a llegar a la academia, hoy es el primer día de Itachi-kun. – decía Mikoto.
¡Sí! Debemos apurarnos – afirma Fugaku. Itachi asiente con una sonrisa y se van.
Fugaku y Mikoto observaban a su hijo en la ceremonia que realizaron a los del primer año en la Academia, Itachi daba el primer paso para convertirse en ninja. A pesar de su corta edad, el hijo de los líderes Uchiha es un orgullo para ellos y para su clan.
La ceremonia culminó sin ningún inconveniente, Itachi y su familia se dirigían a una tienda a comprar su comida favorita y celebrar por su ingreso a la academia; pero durante el trayecto Mikoto les comunicó lo siguiente:
Ustedes vayan, yo tengo que ir a comprar algunas cosas para la casa. – comunicó.
¿Segura? Nosotros te podemos acompañar después de celebrar. – dijo Fugaku.
No se preocupen, a parte hemos dejado a Sasuke mucho tiempo solo. – Respondió ella.
Está bien – aceptó Fugaku – Ve con cuidado, en tu estado me preocupa dejarte sola.
No te preocupes, cariño, estaré bien. – Sonrió.
Itachi veía en como su madre iba en dirección contraria a ellos y recordó en su estado, iba a tener un nuevo hermano… era demasiado pronto, a un año del ataque del Kyubi en donde muchos ninjas y ciudadanos murieron… "Una vida muere y otra nace".
Papa ¿cuántos meses tiene el embarazo de mamá? – preguntó Itachi.
Tiene seis meses – respondió Fugaku.
¿Será niño o niña? – volvió a preguntar.
Eso lo sabremos cuando nazca, Itachi. – volvió a responder.
A Itachi le empezó a parecer aburrido la academia, sobresalía en todas las materias y a pesar que recién tenía meses de empezar sus maestros ya habían notado grandes avances por parte él. Itachi empezó a ser muy popular entre sus profesores por sus habilidades, amado por sus compañeras porque lo consideraban perfecto y odiado entre sus compañeros porque se sentían opacados por su talento. Itachi ya no asistía a clases, pero tampoco faltaba, prefería ir a entrenar con su mejor amigo, Uchiha Shisui, quien era mayor que él y ya era un ninja con unas habilidades admirables.
Un día, Itachi estaba regresando a su casa temprano después de entrenar con Shisui y de salir de la Academía, pero prefirió ir a ver a su padre y conversar con él, un miembro del clan le dijo que su padre estaba en una reunión en la oficina del Hokage y él se dirigió hasta allá. Mientras corría a ver su padre, Itachi empezó a recordar ese momento en que Fugaku lo llevó al campo de batalla para que pudiera entender la realidad en la que él vive y la labor de un shinobi, recordó las montañas y montañas de cuerpos ensangrentados e irreconocibles.
"Tú también, en pocos años, serás un ninja, y pronto la guerra llegará a su fin pero la realidad del shinobi no cambiará. El mundo en el que estás a punto de adentrarte sólo es la punta del iceberg." – Fueron las palabras de su padre.
"¿Qué significa ser un shinobi? ¿Por qué tendré que luchar? ¿Tengo algo que proteger?" son algunas de las preguntas que este niño con sus apenas siete años se las hacía. Por fin llegó a la oficina del Hokage y lo que siempre ha caracterizado a Itachi es ser un niño muy curioso, intentó escuchar la reunión de su padre con los líderes de la aldea. El niño prodigio de los Uchiha veía desde un punto estratégico a su padre frente a los líderes, no se veía que fuese una simple reunión, parecía que estuviesen acusando a su padre de algo.
Fugaku se encontraba frente al Tercer Hokage, sus consejeros y Danzou, líder de RAÍZ.
Estoy al tanto del altercado en Kumogakure, lo que no entiendo es qué tiene que ver el Clan Uchiha en esto. – dijo Fugaku, sin comprender lo que le acusaban.
Kumogakure nos está acusando de a vernos robado al Nibi y a ver asesinado a los hombres que custodiaban a la bestia. – Respondió el Tercer Hokage. – No hay pruebas exactas pero los que sobrevivieron al ataque vieron el sharingan en algunos de ellos. – Añadió.
¡Eso es imposible! No hay razón para que nosotros hallamos tenido que ir hasta allá por un demonio – Argumentó el líder de los Uchiha.
Todo esto pone en una mala situación a la aldea – Mencionó Danzou. – Y esto puede provocar una guerra entre ambos países.
No podemos dejar que eso pase – Añadió Hiruzen – así que la medida que tomaremos es que en todos estos días la zona del Clan Uchiha estará vigilada y se inspeccionará cada casa e incluyendo la estación de policías; también interrogaremos a cada miembro del clan hasta que todo esto se calme. Es una decisión ya tomada.
Entendido. – Aceptó Fugaku.
Fugaku salía del edificio del Hokage con un semblante de preocupación, pero su semblante cambia cuando ve a su hijo esperándolo afuera del edificio.
¡Padre! – Fugaku escuchó a su hijo llamándolo.
¿Qué haces aquí, Itachi? Ya debería estar en casa.
Quería entrenar contigo antes de ir – Le respondió Itachi.
Está bien, vamos – Fugaku sonrió.
Padre e hijo estaban entrenando en uno de los campos pertenecientes al clan, había un enorme lago frente a ellos.
Padre, enséñame un jutsu del clan – insistió Itachi.
Está bien – respondió Fugaku.
El líder de los Uchiha empezó a realizar los sellos de uno de los jutsus más emblemáticos del clan: serpiente, tigre, mono, cerdo, caballo y tigre
¡Katon: Gōkakyū no Jutsu! – realizó el jutsu e Itachi se sorprendió.
Fugaku intentó explicarle los sellos a su hijo, pero él se adelantó y realizó el jutsu a la perfección.
¡Sorprendente! No hay duda que eres mi hijo – Fugaku lo dice orgulloso.
Padre ¿de qué hablaste con el Hokage en la oficina? – Itachi se atrevió a preguntar.
Fugaku cerró los ojos, cruzó sus brazos y le empezó a contar lo ocurrido.
Hace unos días hubo un atentado en Kumogakure.
¿Qué clase de atentado? – preguntó Itachi.
En el pasado, en la época del primer Hokage, diferentes países del mundo tomaron posesión nueve poderes demoniacos a quienes llamaron Bijuus, cada uno con sus nombres y diferentes cualidades, el País del Rayo poseía dos, el Hachibi y el Nibi. La razón por la cual el Hokage me citó es porque se nos acusa de haber robado al Nibi. – contó Fugaku.
¿Por qué se nos acusa de eso? – volvió a preguntar.
Porque había alguien con el sharingan – respondió. – Van a inspeccionar cada casa de cada miembro del clan, la estación de policía, nuestro templo y cada lugar que nos pertenezca.
¿Cuánto tiempo durará eso?
No lo sé, pero todos nosotros estaremos bajo mucha presión hasta que todo esto acabe.
Itachi se sorprendió por todo lo que le contaba su padre ¿realmente habrá un grupo dentro de su clan que habrá robado a ese demonio? ¿para qué lo querrían? Si de por si los Uchiha no están contentos por los tratos que los líderes de Konoha les da, esto va a seguir aumentando el odio y la incomodidad que ellos sienten ¿Llegará el día en que Konohagakure y el clan Uchiha puedan vivir en paz como ciudadanos de un solo país… de una sola aldea?
Padre ¿por qué los países tienen a esos demonios?
Porque los utilizan como armas de guerra. Itachi, el mundo shinobi al que pertenecemos es tan cruel que ha creado tácticas inhumanas para someter a esos demonios, de esas tácticas nacen humanos llamados "jinchurikis", que son usados como contenedores de esos bijuus.
¿Konoha también tiene a un bijuu en su poder?
Sí – afirmó Fugaku. – la aldea tiene al Kyubi, el mismo demonio que nos atacó hace un año.
¿Y en dónde lo tienen? – preguntó su hijo. – ¿el Cuarto Hokage no lo mató?
No, el Kyubi ahora tiene un nuevo contenedor.
¿Y quién es?
Posiblemente más adelante lo conozcas – comentó Fugaku. – tal vez se vuelva compañero de Sasuke cuando ya tenga la edad para ir a la academia. Ya debe de tener un año, igual que Sasuke.
A Itachi no podía creer que el contenedor de un demonio tan inmenso como el que atacó Konoha hace un año sea tan solo un niño de apenas de un año, por un momento se le pasó por la mente que ese niño podría ser Sasuke. Tan grande es el deseo de poder de los países shinobis que son capaces de usar a un bebé para propósitos sanguinarios.
"¿A este mundo realmente debo pertenecer?" – pensó.
Padre e hijo regresaron a su casa y los recibió un hermoso bebé de cabello negros con toques azulados que apenas ya daba sus primeros pasos.
¡Sasuke! ¿nos estabas esperando? – le preguntó Itachi a su pequeño hermano mientras lo cargaba y este solo le podía responder con balbuceos.
¡Sasuke! ¿Cuidaste bien de tu madre? – cargándolo también mientras su pequeño hijo le respondía con balbuceos.
Fugaku junto con sus hijos ingresaron a su habitación en donde estaba reposando su esposa Mikoto, ya en su noveno mes embarazo este era el más riesgoso.
Regresaron… - lo dice a ver a su esposo e hijos con él.
Sí – afirmó Fugaku. - ¿cómo te sientes?
Bien – respondió su esposa – el bebé no deja de dar patadas, ya quiere salir. – lo dice mientras acaricia su panza.
Itachi se acerca y coloca su oído en la panza de su madre, intentando escuchar el corazón de su nuevo hermanito.
¿Ya quieres conocerlo, Itachi? – le pregunta su madre.
Sí – afirmó su hijo mayor.
Con lo inquieto que es va a ser un varoncito. – entre risa y risa se lo dice a su familia.
No, mamá, está vez va a ser una niña.
¡Oh! Espero que dios te escuche – se lo dice su madre con una sonrisa cariñosa.
No estaría mal tener a una niña en la familia – comenta su padre feliz con esa posibilidad.
¿Puedo ser yo quien le escoja su nombre si nace mujer? – preguntó.
¡Oh! ¿Tienes ya uno en mente? – preguntó su madre.
Sí, mamá… – afirmó su hijo.
Ya era el día en que la líder del clan Uchiha era trasladada al hospital y ser internada hasta que nazca su bebé, este embarazo era el más riesgoso, su bebé iba a nacer en un tiempo sumamente conflictivo para el clan. Realizaron todas las intervenciones en todas las casas y zonas pertenecientes a los Uchiha, interrogaron a cada miembro del clan y Mikoto era custodiada en el hospital, a quien también interrogaron. Fugaku se encontraba en la estación de policía en donde estaba teniendo una reunión con los demás miembros.
¡Capitán! ¿cómo es posible que estemos permitiendo este atropello por parte de Konoha? – Protestó un miembro de la policía.
¡Konoha siempre busca algo del cual culparnos! – siguió otro miembro.
Ahora los anbus ingresan a nuestras casas, siguen a nuestros hijos y hasta su esposa que está siendo custodiada en el hospital ¡Ni respeto por su embarazo tienen!
Ya no podemos seguir aguantando este atropello por parte de la aldea, capitán ¡Debemos hacer algo!
Entiendo que este sea un momento incómodo para todos nosotros, pero ningún miembro de nuestro clan tiene algo que ver con ese atentado a Kumogakure, así que no se preocupen, saldremos limpios de estos – habló, Fugaku – Sabemos que hay quienes quieren hacernos parecer que somos un mal para esta aldea, pero… ¡Nosotros les demostraremos todo lo contrario y saldremos limpios de esto! ¡No permitiremos que este mal momento nos derrumbe! Nosotros saldremos bien de todo esto y seguiremos adelante, como clan, como ciudadanos de Konohagakure y del País del Fuego.
Capitán…
A pesar de sus palabras, Fugaku era consiente había una fracción dentro del clan con el objetivo de dar un golpe de estado, era inevitable que esto no pasara, incluso con él y con su autoridad… los problemas que tienen los Uchiha con la aldea no es reciente, es desde los tiempos de Hashirama y Madara. Fugaku, llegaba a la habitación de su esposa en el hospital, ella estaba siendo custodiada por parte de ANBU día y noche como persona con mucha influencia dentro del clan.
Fugaku se sentía muy mal porque su esposa tenia que pasar por todo esto en un momento tan importante como es un embarazo, él no lograba encontrar las palabras con las cuales disculparse o justificarse que estas situaciones ocurran.
No te preocupes, cariño, estoy bien – dijo Mikoto, acertando al ver el semblante que tenía su esposo – Todo esto pasará, tú no tienes la culpa nada.
Gracias… - Fugaku sonrió. – y a todo esto ¿dónde está Itachi?
¡Ah! No lo sé, dijo que iba a comprarse algo.
Bueno, ya regresará – dijo su esposo, no preocupándose mucho por su hijo – Iré a la casa a traer a Sasuke, le debe estar dando mucho dolor de cabeza a la niñera.
Está bien, no demoren mucho que falta poco para el parto.
Itachi había llegado a su casa, estaba yendo a recoger a su hermano para que también conociera al nuevo miembro de la familia, ya le había dicho a la niñera que se podía ir.
Ven, Sasuke, tú también vas a conocer a nuestra hermanita – le decía a su hermano mientras lo cargaba en sus brazos para llevárselo al hospital. – hermana… porque será mujer y la protegeremos de este mundo, Sasuke.
Se puso a observar a su hermano y recordó las palabras de su padre "… la guerra llegará a su fin, pero la realidad del shinobi no cambiará…".
"¿Realmente nunca cambiará?" – pensó – "¿Mis hermanos no pueden crecer en un mundo mejor?"
Itachi salió de su casa con Sasuke en brazos ya en dirección al hospital. A pesar del nivel de espionaje de ANBU su presencia en los dominios Uchiha no pudieron pasar desapercibido para este niño prodigio.
No te preocupes, Sasuke, ellos no podrán hacernos daño – se lo decía a su hermano, que a su corta edad no podía entender los momentos en los que estaba pasando su clan.
Por su camino al hospital se encontraron con su padre y juntos regresaron a ver a su madre, llegaron cuando Mikoto ya había ingresado a la sala de parto.
El parto duró ocho horas y a pesar de las dificultades que se presentaron durante el nacimiento, madre y bebé salieron sanos y salvos. Mikoto ya había sido trasladada a su habitación y el bebé estaba en la incubadora. La enfermera se acerca a Fugaku y a sus hijos para darles la esperada noticia.
Felicidades, señor, es una niña – anunció la enfermera.
Fugaku se le llenó el rostro de alegría y orgullo porque el nuevo miembro de la familia era una niña, se acercó a conocerla junto a sus hijos al área de neonatos. La bebé nació bien, pero con bajo peso así que tiene pasar unos días en la incubadora les había notificado también la enfermera. Itachi al ver a su pequeña hermana no podía creer lo chiquita y delgada que era.
"Esa cosita tan pequeña y delgada le causó problemas a mi madre en el parto" – pensó.
Pasaron tres días y la bebé ya pudo salir de la incubadora para estar en los brazos de sus padres. Fugaku la tenía en brazos y le parecía un pedacito de persona tan delicado, tanto, que ni sabía como cargarle sin hacerle daño. Mikoto los observaba con mucha ternura y pidió que se la entregara.
Nuestra hija ahora es una bebé muy pequeña, pero cuando crezca será un gran ninja – dijo.
Sí, solo que crezca más y se recupere – dijo Fugaku. – Por cierto, Itachi ¿ya tienes el nombre para tu hermana?
¡Sí! – afirmó su primogénito.
¿Qué nombre escogiste, Itachi? – preguntó su madre.
Aomi – respondió Itachi – Quiero que se llame Aomi.
Está bien – aceptó su madre – se llamará Aomi ¡Bienvenida a la familia, Aomi-chan!
Sasuke, ven y conoce a tu hermana – le dice Fugaku a su menor hijo mientras lo carga y la hace conocer.
Todos observaban a la nueva integrante de la familia, muy felices y orgullosos, Itachi recordó ese momento que cuando nació Sasuke y se volvió a repetir con Aomi. Itachi no podía dejar de ver a sus hermanos y apreciar este momento de felicidad con su familia.
"Aomi, Sasuke y tú han nacido en una época en donde los Uchiha siguen siendo perseguidos, en una época en donde los shinobis son armas para el mundo… un mundo que no se niega en seguir bañándose en sangre y odio. Ustedes han nacido dentro de un clan en donde el odio abunda en nuestros corazones, ha sido así desde siempre, ustedes lo sabrán cuando tengan los ojos de nuestros padres y los que yo también tendré… pero… a pesar de ese odio existen momentos como este, como tu nacimiento que nos llena de alegría y por un momento nos aleja de ese odio heredado y que no se va. Pero Aomi, para que tú puedas nacer en este momento, varías vidas se han sacrificado… varias vidas ya no están para que, así como tú varias vidas nuevas puedan nacer, nunca lo olvides…"
