¡Hola! Bueno, esta es mi primera historia aquí en :) Espero que les guste, al menos un poquito. Si les gusta, ya saben, un review. :) Emmm…, la continuación la pondré el viernes o sábado a más tardar, ok? Espero que les guste, de nuevo y que opinen acerca de qué tal les pareció.

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No le podía estar pasando eso de nuevo. ¡Por el amor de Dios! ¿Por qué siempre se ilusionaba con un idiota y luego la dejaba tirada? ¿Será que así era el destino? No… No podía ser tan retorcido. Bueno, si podía, pero no debía ser así.

Se levantó de su cama y agarró su diario de la mesita. De esta manera se descargaría completamente de esa ruptura; quedarían cicatrices, pero la herida estaría sellada, lo sabía. Buscó algo para escribir en su mesita de noche, pero no encontró nada. Se volvió a levantar de su cama y se dirigió hacia su bolso. Lo abrió y sacó su cartuchera; la abrió y buscó una lapicera. Cuando la encontró, volvió a su cama y agarró su diario. Muchas hojas que había escrito en aquella pequeña libreta hablaban sobre sus ilusiones con ese idiota. ¡Qué estúpida que había sido al confiar en el!

Agarró su lapicera y buscó una página en limpio, la que sea. Ya no le importaba seguir el orden. Tenía una gran opresión en el pecho y lo que necesitaba era desquitarse de esa mala sensación antes de que la invadiera por completo y comenzara a llorar.

"Es casi imposible describir las sensaciones que estoy sintiendo dentro mío en este momento. Esa persona a la cual yo le confesé todo, a la que le abrí mi corazón por primera vez, aquel al que le entregué mi cuerpo y alma, ese maldito bastardo…, me dejó. En el primer día de clases. ¡Qué se cree que soy idiota! ¡No! Lo que el quería es conseguirse otra estúpida que cayera en sus redes como yo también lo hice. Hmp. Iluso. Idiota. Desconsiderado. Mujeriego. ¡Cómo lo odio! Pero ya me las pagará, esta noche será mi dulce venganza. Escuché por los pasillos del colegio acerca de una fiesta que se va a realizar en el salón de proyecciones organizada por Sabaku no Temari. Estoy segura de que el va a ir, no se perdería esa fiesta por nada del mundo. Conociéndolo –lo poco que lo conozco– va a estar en caza de alguna mujerzuela del colegio o alguna de esas coladas amigas de la Sabaku. Lo primero que tengo que hacer es prepararme mentalmente y físicamente también. Se va a arrepentir de haberme dejado ir. Punto número uno: vestimenta. Una vez me llevó con el hacia una fiesta de ese tipo. Las chicas usualmente llevan ropita bien pegadita al cuerpo. Hmp, recuerdo que cuando entré todos se quedaron mirándome por no ir así; esta vez será diferente. Iré como la multitud va a ir. Punto número dos: maquillaje. Tengo que encontrar a Ino para que me preste sus cosas. Nunca me había comprado nada de eso por temor a que a el no le guste. Esta vez, que se vaya al carajo. Punto número tres: actitud. Debo estar fresca y atrevida. Sexy e inocente. Todo a la misma vez. Punto número cuatro: hacerlo."

Cerró su diario y guardó su lapicera de nuevo en donde estaba anteriormente. Se dirigió al lavatorio y se miró en el espejo. Sus ojos verdes parecían haber perdido luminosidad, su cabello…, era mejor no verlo en ese momento. Estaba todo enredado y con puntas florecidas. Debía llamar a Ino en ese mismo momento para una sesión de belleza de emergencia, como su amiga solía llamarle. Realmente se enloquecería si la veía en ese estado, pero que más podía hacer. Volvió a su habitación y cogió su móvil. Marcó el número de Ino –el cual conocía de memoria y esperó hasta que la rubia contestara.

–¿Aló?

–¡Ino! –gritó Sakura.

–¡Frentona! Más despacio…, estoy tratando de dormir. –contestó Ino antes de bostezar largo y tendido.

–Son las diez treinta de la mañana, cerda –le respondí- Quería saber si vas a la fiesta esta noche, a la de Sabaku no Temari.-le dije, esperando de que fuera.

-¡Dios mío! Me había olvidado por completo. Se suponía que el maldito de Gaara me iba a acompañar al centro comercial a las once… ¡Aiii! ¡Tan solo falta media hora, necesito apurarme! Te veo esta noche, Sakura; ven a mi cuarto a eso de las once y media y nos arreglamos aquí, ¿entendido?-dijo Ino muy rápido como para una persona que se acababa de levantar.

-Claro que-y cortó.

Maldita cerda…

Se levantó de su cama y se dirigió de nuevo hacia el pequeño lavabo; necesitaba darse un baño. Se miró de nuevo en el espejo y reconoció un pequeño circulito amoratado. Maldito, pensó.

Abrió la ducha y corrió la cortina de plástico y se metió a la diminuta ducha después de haberse desvestido por completo. El agua tibia chocó con su cuerpo de una manera fugaz. Al cabo de unos minutos se encontraba totalmente empapada. Agarró un bote de Shampoo, lo abrió, sacó un poco del líquido y luego lo vertió sobre su cabello. Este tenía esencia de cerezos, eso era lo que más le gustaba a Sakura de ese Shampoo. Masajeó su cuero cabelludo hasta que se formó espuma, luego, metió su cabeza justo debajo de la regadera y comenzó a frotarse el cabello, para así eliminar todo lo que le quedaba. Después, agarró el bote de Acondicionador y repitió lo que anteriormente había hecho con el Shampoo. Después de cinco minutos, se sacó la mayoría del acondicionador y se dispuso a enjabonarse el cuerpo. Se lo pasó por el brazo derecho y luego el izquierdo; siguió con sus piernas, primero la derecha y luego la izquierda; el cuello, las axilas, los senos, el trasero,… Cuando estuvo lista, dejó que el agua recorriera todo su cuerpo, quitándole unas pequeñas burbujitas y espuma que se acumulaban en todo su cuerpo, más en las piernas. Cuando no hubo quedado nada de jabón, cerró la ducha y agarró la toalla que se encontraba colgada a menos de veinte centímetros de donde ella estaba. Se secó las piernas luego los brazos y luego se envolvió todo el torso.

Necesitaba comprarse una nueva.

Le quedaba hasta un poco más arriba de medio muslo, casi llegando a las nalgas.

Otra cosa para anotar que debía comprar.

Salió del lavatorio y buscó ropa íntima simple pero sexy; un conjunto negro con unas tiritas rositas, Ino decía que le quedaba angelical la vez que Sakura le mostró lo que había comprado. Se lo puso y luego se dirigió a otro cajón, en donde ella ponía las camisetas y saco una musculosa negra. Luego, cerró el cajón y abrió el de arriba, el que contenía pantalones. Cogió un gris un poco gastado y que le andaba suelto, pero tan solo un poco. Buscó las zapatillas blancas con un poco de punta y se las puso. Se hecho desodorante y luego perfume. Se fue hacia el baño y se miró en el espejo. Cogió el delineador negro en lápiz y se contorneó en ojo interno, luego se puso un poco de rubor rosa y una sombra blanca, pero no en exceso. Se peinó el cabello y se hizo una trenza. Salió del baño y se dirigió hasta su mochila, agarró bastante dinero y de paso cogió su teléfono móvil. Cuando se dispuso a salir, su celular sonó. Abrió la tapa y vio que era una llamada de Sabaku no Temari.

-Hola, Temari.-dijo Sakura saliendo de su habitación y cerrándola con llave.

-¡Sakura! Quería recordarte acerca de la fiesta de esta noche, hubo un cambio de planes por pedido de los chicos, así que necesitas venir disfrazada de algo. Y, antes de que reclames –dijo rápidamente al notar que Sakura se iba a oponer-, necesito saber si quisieras ser la chica de los tragos. El maldito barman me acaba de anunciar que no iba a poder venir, por favor, Sakura. Sólo será un momento. ¿Si? ¿Aceptas? ¿Qué te parece? –continuó Temari, esperando de que la pelirrosa le dijera que si.

-Temari…, no estoy de un buen ánimo, pero si así lo quieres…, esta bien, seré la 'chica de los tragos'.-se resignó Sakura, caminando por los pasillos del colegio.

-¡Gracias, Sakura!-agradeció y cortó. Sakura cerró su celular y revisó la hora, las doce menos veinte minutos. Si que se le había ido el tiempo. Se apuró a llegar hasta las escaleras, ya que no se quería encontrar con nadie, bah, en realidad no se quería encontrar con el pero su orgullo no iba a dejar que admitiera eso.

Había revisado como diez tiendas de disfraces y ninguno le había llamado la atención, simplemente porque no era lo que ella buscaba. Ella necesitaba algo sexy y atrevido, pero a la vez inocente y conservador, pero ¡no había ni un miserable local que vendiera algo parecido a eso, o por lo menos alquilara! Qué exasperante que era esto. Siguió caminando por uno de los tantos pasillos del centro comercial y hubo un local que le llamó bastante la atención.

'The Great O'

El nombre lo indicaba todo…, ese era el lugar que ella andaba buscando.

Se acercó a la vidriera y observó cada cosa que mostraban, desde juguetitos hasta disfraces.

Disfraces…, Claro.

Se acercó a la puerta y la quiso abrir, pero esta no cedió. Levantó la vista del pomo y leyó un cartel que decía:
'Por favor, toque el timbre y el empleado irá a atenderlo/a'

Observó en el marco de la puerta y vio un pequeño interruptor, lo presionó y en menos de un minuto, una chica le abrió la puerta. Ella quiso pasar, pero observo que la empleada le extendía un antifaz negro. Lo agarró y se lo puso.

-Mi nombre es Lady, estaré a su disposición durante su visita. –dijo sonriendo mientras se dirigía hacia la caja.

-Sólo necesitaba saber si tendrían disfraces. –dijo Sakura decidida, mirando hacia donde Lady se había ido.

-Claro que tenemos. ¿Enfermera, policía, marinera, militar…?-preguntó Lady acercándose a nuestra pelirrosa.

-Lo que buscaba era algo sexy y atrevido, pero a la vez que sea inocente y un poco conservador. –le dijo, yéndose hacia donde se encontraban colgados distintos trajes, tenía todo lo que Lady había mencionado anteriormente. Los miraba y miraba pero ninguno le llamaba la atención al cien por ciento, los sacó, miró bien, pero nada.

-Tengo exactamente lo que busca. –se dirigió hacia un apilado de cajas, el cual estaba muy bien disimulado, y sacó una bien grande. Sakura se acercó a ayudarle, pero Lady le hizo un ademán de que no lo haga. Le sacó la cinta y abrió dos solapas, luego las otras dos y sacó una bolsa negra; la abrió y sacó su contenido. Sakura abrió los ojos de par en par, y asintió efusivamente.

-Me lo llevo.

Llegó a su cuarto un poco cansada después de todo lo que había caminado en el centro comercial, pero con ganas de hacer todo lo posible para vengarse de él.

Después de todo, el cambio de plan de Temari la había ayudado muchísimo, pensándolo bien.

Dejó la bolsa en donde se encontraba su disfraz en la cama y se dirigió al lavatorio. Estando ahí, se fijo la hora.

Las once en punto.

Se miró en el espejo por última vez y luego se fue a su habitación de nuevo, agarró la bolsa y se dirigió a la puerta.

Subiendo la escalera se encontró con varios de sus compañeros, pero no con él…, y en parte eso quería. Pero no por miedo a sucumbir, no; sino, que prefería verlo esa noche. Llegó hacia el final de los peldaños y dobló a la derecha, pasando cuatro puertas era la habitación de Ino. Faltaban dos metros cuando escuchó un portazo y vio que el Sabaku salía despedido del cuarto de su amiga, casi cayendo al piso. Una vez que había llegado, ayudó a Gaara a levantarse del suelo.

-¡Sakura! –gritó Ino desde adentro de la habitación.

Y ahí fue donde su imaginación retorcida comenzó. Yo, Sakura Haruno, maniquí de Ino Yamanaka.

Esta iba a ser una larga noche.

Ya había pasado una hora desde que llegué a la habitación de Ino. Esta se había producido de pies a cabeza.

Realmente estaba hermosa.

Se enfocó muchísimo en Sakura, también. Aunque lo que más le incomodó a nuestra pelirrosa, era el hecho de que la rubia dijera a cada rato 'A él le va a encantar', 'Junto con tu disfraz, vas a matar a varios pájaros de un solo tiro', o cosas así.

-Apúrate, Sakura.

- Ahí voy.

Se estaba mirando en el espejo. Le quedaba bien el traje, para no habérselo probado antes, le quedaba perfecto, como si hubiera estado diseñado para ella. Se guiñó el ojo a si misma y pensó: 'perfecta'.

La fiesta estaba a no dar más, chicos por aquí, chicos por allá. La mayoría de las chicas aún no habían llegado y Temari estaba recibiendo bastantes reclamos por parte de los hombres que se encontraban allí. Cuando estaba por inventarse una maravillosa mentira, las chicas entraron como en un batallón. Los presentes masculinos se quedaron observándolas como babosos, solo unos cuantos no le dieron mucha importancia al asunto.

-Gaara, ¿te dijo Ino a qué hora vendrían con Hinata, Sakura y Tenten?-preguntó un rubio que esperaba impacientemente a su novia.

-No lo sé –contestó tranquilo el pelirrojo-. En cuanto escuchó que Sakura llegaba –dijo mirando a su otro amigo-, me echó a patadas de la habitación, literalmente.-Naruto se rió, junto con Neji y Shikamaru.

Un azabache no estaba prestando mucha atención a la conversación de sus amigos, solo se dedicaba a observar a las féminas que se encontraban en la pista bailando muy sensualmente para llamar la atención de los hombres, algunos caían, otros no.

Él era uno de esos.

Su misión temporal era encontrar alguna chica para pasar la noche.

Miró y miró, pero ninguna le parecía realmente a la altura de su persona.

Muy gorda.

Muy petisa.

Muy plástica.

Muy teñida.

Todas tenían defectos para el. Se levantó del sillón en donde se encontraba y se fue hacia la barra. Se sentó en uno de los comunes asientos de gran altura y apoyó uno de sus brazos en la madera que se encontraba allí.

Que bien que lo había organizado la Sabaku.

- Una petaquita de whisky. –pidió a Temari, la cual estaba ajetreada con los pedidos. Le dio una botella del bebido y un pequeño vasito. Se sirvió. Cuando estaba llevando el vasito a su boca y empezando a sentir el líquido amargo en su labio, la puerta se abrió y entraron cuatro féminas más.

Sakura Haruno.

Disfrazada de pirata.

Vaya pirata.

Todo el líquido que estaba consumiendo hace unos instantes, salió inmediatamente de su boca, desparramándose en el suelo. Sus ojos se clavaron en ella como dos flechas punzantes y la examinó en menos de dos segundos: botas negras, corsé negro, camisola blanca, sombrero negro y una boca exquisitamente rosada.

Miró hacia sus ojos esmeraldas. Estos lo estaban observando minuciosamente. Ambos sonrieron con arrogancia.

Sasuke la iba a volver a usar.

Sakura lo iba a humillar.

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Partes del próximo capitulo.

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Le dejó que lo viera como se iba con ella hacia un rincón. Ella agarró a un chico cualquiera, y lo besó, tal y como el lo estaba haciendo con la otra.

-¡No puedes hacerlo!

-¡Tú no eres nadie para decirme lo que tengo o no que hacer!

-¡Tú eres mía!

-Corrección: era tuya.

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Espero que les haya gustado. :)

¿Tienes opiniones? Review. ~

Link del disfraz de Sakura Haruno : . & ./2008/01/img_ & .com/fotos/5/1/8/9/7//181999boca%20y%20chicle%

Sayonaraa ~