Heme aquí con un pequeño One-shot de BanxKing, últimamente estoy muy inspirada con este par, simplemente me encantan. Ligero BanxElaine
Los personajes de The Seven Deadly Sins son propiedad de Nakaba Suzuki
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Bochorno, vergüenza, enojo… solo algunos de los sentires por los que cierto castaño atravesaba en ese momento.
- Hmm… B-ban… e-espe… - pronunciar alguna palabra era simplemente imposible, y eso él ya debía de saberlo.
Por fin la sensación de ser liberado y que el aire volvía a ingresar a sus pulmones aparecía, y aunque agradecía por ello. Trataba de jalar todo el aire posible, pero era difícil y aún más por el abrumador calor que recorrió su cuerpo, siempre era igual, no podía seguir así.
- Ban, no me gus… - trato de hacer escuchar su disgusto, cosa que a cierto ojirojo le da la mismo. De nueva cuenta su boca se encontraba apresada por quien hacía llamar su "novio", y no es que a King le disguste dar muestras de afecto para con Ban, pero una cosa es darle un poco de cariño y otra es estar literalmente tragándoselo.
Con todas sus fuerzas [y cuando digo todas, son todas], logro terminar con ese beso y antes de que Ban pudiera retomar lo que King interrumpió, cubrió su boca con ambas manos.
Ban frunció el ceño molesto, pero cambio esa expresión por una de total diversión, y eso no le daba buena espina a King. – Te gusta hacerte el difícil– King no respondió, en cambio Ban, acaricio lentamente la cabellera del castaño – Pero… eso es lo que hace que nuestra relación sea aún más divertida~ - sonrió alegremente.
King resistió el impulso de gritarle o golpearle, Ban decía todo aquello para provocarlo y dejar que le besara, no caería en su juego, ya conocía como funcionaba. – Hmmm… ¿sin comentarios?~, sino queda de otra – cargo a King al más puro estilo de una princesa. Para Ban, cargar a King no implicaba mayor esfuerzo, es pequeño y ligero, incluso con un brazo es suficiente.
Termino de regar un par de plantas y miro la hora en el reloj, la comida ya debía estar lista, dejo la regadera a un lado junto a sus guantes de jardinería, a penas entro a la casa, y escucho la puerta de entrada se azotada, seguida por unos pasos y para terminar en otro azote de puerta.
- ¿Que habrá sido esta vez?, ¿Llevarlo a su departamento o una escena enfrente de los transeúntes? – se preguntó la pequeña Elaine bajando la intensidad de la flama y sacando los platos para comer.
Hecho bolita debajo de sus cobijas se encontraba Fairy King Harlequin, maldiciendo una y mil veces a Ban y a él mismo, por caer en sus juegos. – Eres tan sensible King~
Arrojo todas las cobijas al suelo y salió corriendo directo al baño para lavarse la cara, de todo lo que podía recordar… ¿tenía que ser eso?- "Estúpido Ban... y sus juegos"
Un ligero golpe a la puerta junto a la voz de su hermana, le indicaron que la comida ya estaba servida, King tosió ligeramente para modular su tono y le respondió que enseguida salía, lavo un poco más su cara, comprobando que la tonalidad roja dejara su rostro.
La comida no fue en completo silencio gracias a los pequeños ladridos de Oslo al comer o querer jugar con King, aunque claro que al castaño eso no le molestaba, le alegraba que su amigo estuviera contento.
- Entonces… ¿Qué paso entre Ban y tú? – pregunto con completa tranquilidad Elaine, claro que, King no respondió tan tranquilamente, escupiendo un poco de agua y sonrojándose hasta las orejas – Yo solo preguntaba, no hace falta que te alteres, hermano – trato de tranquilizarlo, pero fue demasiado tarde.
- ¡Intento llevarme a su h-habitación! – Elaine sabía que nunca debe de cruzarse esa línea tan delgada entre los momentos íntimos de los dos y lo que King opina sobre ellos – y… y…
- Te hizo algo? – pregunto molesta o intentaba aparentar molestia, casi lista para ir a reclamarle a Ban, King negó, lo cual termino por confundir a su hermana menor – ¿entonces?, la verdad que no entiendo Harlequin, si te llevo a su habitación y no hicieron nada, ¿Qué te molesta?
- ¡Que se burló de mí! – grito exasperado – Siempre lo hace, cada vez que me b-be… "eso", te juro que no se en lo que piensa. – Elaine no dijo nada, solo espero a que su hermano terminara de explicarle a lo que se refería – Primero hace bromas con respecto a mi estatura y fuerza física, luego es cariñoso c-conmigo… y a-al final… se vuelve un idiota acosador que combina las dos primeras cosas que te dije.
- ¿Ya terminaste? – King asintió. – bueno… es que hay una sola explicación para ello
- ¿Cuál?
- Él está completa y absolutamente enamorado de ti – recogió los platos y los llevo a la cocina, dejando a King un momento solo en el comedor. Al volver por lo vasos, encontré a su hermano [como casi siempre después de sus conversaciones sobre Ban] rojo y riendo nerviosamente – Para Ban su relación es realmente importante, y ya deberías saber que tienes que ver más allá de sus acciones. Recuerda que no todo es lo que parece
Salió del baño con el pantalón de la piyama y una toalla en su cabello, escucho el timbre del teléfono y respondió.
- ¿Su cita de hoy fue divertida?
- Lo fue~ especialmente el final, jejeje~
- Ban… ¿Qué le hiciste?, y dime la verdad.
- Pues… le di un beso – del otro lado de la línea Elaine decía un "aja", por un simple beso su hermano no hubiera enloquecido, quizás un poco, pero no tan exageradamente – bueno~ quizás fue uno con la lengua~
- Que, ¡¿qué?! a ver, a ver, ¿cuál es la relación entre que lo besaste con la lengua e intentas llevarlo a tu habitación por tercera ocasión?
- ¿King te cuenta todo lo que hacemos?~
- No todo, solo cuando realmente lo haces avergonzarse y planifica varias maneras en las cuales matarte. – del otro lado de la línea Ban se reía – ¿y bien?
- Vale, te lo cuento~ pero… por teléfono no.
Termino de darle unos cuantos retoques al proyecto final de semestre, y se lo envió a Gowther para que le diera el visto bueno. Salió de su habitación en busca de algo para cenar, y encontró una pequeña nota en el refrigerador, empezó a leerla mientras tomaba un poco de leche, la cual tuvo el mismo destino que el agua durante la comida.
Perdió el número de cuadras que llevaba corriendo, miro por todos lados buscando pista alguna de los dos. ¿Risas?, detuvo sus pasos y concentro toda su atención en la risa, sin duda alguna, era de ella.
Elaine no podía parar de reír, olvidaba cuan lindo e infantil podía llegar a ser su hermano mayor. – Por eso te dije que no podía hablarse por teléfono – la pequeña rubia asintió, y trato de regresar a su actuar normal, de todas las cosas que su hermano le podía reclamar a Ban, pedirle que lo bese de manera dulce es bastante tierno de su parte.
- Ha comenzado a dejar de hacer frio… - Ban asintió – mejor regreso o Harlequin se preocupara. – se excusó la pequeña rubia dispuesta a levantarse de la banca que hace algunos minutos compartía con Ban
- Aun te sientes incomoda sino esta King alrededor – afirmo observando el cielo nocturno, Elaine no dijo nada, simplemente aparto la mirada – a mí me pasaba algo similar
Ella levanto ligeramente los labios para pronunciar otra frase - ¡Elaine! – vio como King corría a toda velocidad y una expresión de pocos amigos. De manera rápida analizo la situación, y se asustó por lo que su hermano pudiera creer.
- E-espera… deja que… - no termino su frase, he inmediatamente su hermano se interpuso entre ella y Ban. – H-harlequin…
- ¿Qué crees que le estabas haciendo a mi hermana menor? – señalo acusadoramente a Ban, el mencionado reprimió una carcajada – Elaine, ¿estás bien?
- Ah… s-sí, espera… ¿¡Qué estás haciendo aquí!?, ¿Cómo supiste donde encontrarme? – King aun con el ceño fruncido, saco del bolsillo de su pantalón la nota arrugada entregándosela a Elaine – yo solo puse que saldría a hablar con Ban y no tardaría
- Lo sé, por eso traje a Oslo conmigo.
Escucharon los gruñidos de su perro dirigidos completamente a Ban, él simplemente miro con una sonrisa socarrona al perro, a Oslo no le agrada y ni le agradara Ban. – No tenías que venir, solo fue algo de un minuto y ya
- Sí, pero no confió en él – señalo a Ban, que dejo su pelea con Oslo por un momento – podría saltarte encima en cualquier momento.
- Harlequin, ¿siquiera te estas escuchando? – King no entendido a lo que se refería, Elaine bufo y coloco un poco de cabello detrás de su oreja – ¡Estamos hablando de TU novio!, de Ban, recuerdas, Ban es TU novio y por tanto él no tiene ninguna razón para s-saltarme encima
- No estoy tan seguro de eso
- ¿Pero qué dices King?, hablando de ese tipo de cosas con tu hermana como si yo no estuviera aquí – le susurró al oído, al tiempo que rodaba su cintura con el brazo derecho – si sigues haciendo eso no serás una buena esposa~ - Elaine rio bajito ante el comentario de Ban
- ¿Qué?, ¡Buena esposa! – grito iracundo, de nueva cuenta se burlaba de él.
King se zafó del agarre de Ban, dispuesto a soltarle una sarta de reclamos, pero como ya era costumbre las palabras quedaron a medio camino en su garganta y su boca sellada por la de Ban. No quería dejarse llevar, disfrutar de ese pequeño placer que su boca le brinda cada vez que se tocan. Se mantuvo estático en su lugar, cerró fuertemente sus ojos y apretó los labios en un intento para detener a Ban. Elaine los veía y a Ban le daba lo mismo.
La vital necesidad del oxígeno hizo acto de presencia y lo primero que King hizo fue disculparse con su hermana y gritarle a Ban por hacer eso frente a su hermana menor, y Ban le explicó que mientras se besaban, Elaine se había ido junto con Oslo.
- N-no me di cuenta
- Eso fue porque te pones muy apasionado cuando nos besamos~, te olvidas de todo y todos… bueno, casi de todo~ – acorto la distancia con King, listo para ir por la segunda ronda y tal vez una bonificación – a mí, sí que me recuerdas. ~
- A veces no me gustaría recordarte, créelo
- Jajaja~ lo pensare – tomo la mano de King – aprovechando que estamos aquí, te invito a cenar a mi apartamento
- ¡Denegado! – se soltó – Elaine regreso sola y me preocupa – empezó a caminar por donde vino
- Si es así – se puso a la par de King y tomo su mano, a pesar de que algunos los veían raro – me agradan las cenas familiares ~
- ¿Cenas familiares?, ¿cuándo te invite?
- No se~ pero mejor tarde que nunca – sonrió divertido, haciendo que King se relajara un poco y sonriera amablemente, sino había de otra… no parecía tan mala idea – además~ así podremos dormir en la misma cama~
King elimino cualquier idea positiva formada hace unos segundos, para salir corriendo directo a su casa y Ban persiguiéndolo de cerca y riendo de lo divertida y emocionante de su relación.
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Fin.
Trate de sostener el argumento central por el que iba la historia, pero se desvió un poco, aun así me gusta el resulto, y espero a ustedes también, muchas gracias por leer.
