Inevitable seducción
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Aclaraciones: Según el sistema educativo de EEUU, sophomore vendría a ser el décimo grado, en donde los alumnos tienen entre 15 y 16. Le llaman secundaria superior, y ésta empieza en el noveno grado (freshman, de 14 a 15), y termina en el duodécimo (senior, de 17 a 18).
Advertencias: Levi tiene 16 en efecto, y Eren 23, por lo que va a ser una especie de shota, me atrevo a decir. Si bien la relación entre el par va a ser consentida; técnicamente hablando, no va a ser legal. En fin, si están incómodos leyendo esto, quedan advertidos.
Lunita, el lemon va a llegar eventualmente, mientras tanto a esperar. Y gracias por la idea del título :P
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Comenzaba otro año en la secundaria Mare. Décimo grado tanto para Levi como su mejor amigo, Farlan. Ambos se habían conocido en segundo grado, cuando apenas tenían 8 años, y en la primera semana de clases fue que descubrieron que el agrado hacia el otro era algo mutuo. Si bien ambos chicos tenían personalidades bastante diferentes, supieron congeniar. Compartían casi todo. Una de las pocas cosas que no compartían era la ropa interior, su color de pelo, y su sexualidad.
Levi se dio cuenta desde muy pequeño que la atracción que la mayoría de los niños sentían hacia las niñas no era algo que él entendía, y que, sin embargo, sentía cierta fascinación por los varones. Cuando se lo dijo a su madre, algo temeroso de que lo viera como un bicho raro, ésta le explicó que no había nada de malo en ello, que simplemente sus gustos eran distintos a los de muchos de sus amigos, y que eso estaba bien. Su padre, en su momento, cuando aún estaba vivo, fue algo más crudo al hablar con él del tema.
—No importa qué prefieras, Levi. Si te joden, ya sabes cuál debe ser tu respuesta. Está bien tener un hijo gay, pero no voy a permitir que seas un marica llorón.
—Sí, papá. Primero los ignoro, pero si siguen les rompo un diente de un puñetazo.
—Mínimo.
Con esos adorables consejos fue que Levi nunca la pasó mal a la hora de afrontar los problemas que le causaba el ser homosexual, y todo tipo de bullying lo vio como pan comido. Claro que cuando quienes lo provocaban entendían que el pequeño Levi no era más que una máquina de patear traseros, empezaban a respetarlo.
A pesar de la confianza que demostraba tener para con muchos, al punto de parecer un chico rudo y hasta creído, Levi, en realidad, era bastante tímido. Él se definía como un adolescente antisocial, y si bien en parte lo era, eso no tenía nada que ver con ser malo. Al contrario, Levi tenía un gran corazón, y siempre ponía los intereses del otro delante de los suyos. Cuando su padre, quien era su pilar y modelo a seguir, murió en un accidente laboral, Levi sintió que debía hacerse cargo de todo; de su madre, incluso, quien siempre fue una mujer valiente y luchadora.
Debido a la fuerte personalidad que poseía, Levi no tenía muchos amigos. Uno de ellos era Farlan, quien era genial. A diferencia suya, Farlan era simpático y le caía bien a todo el mundo de inmediato. Era un dúo… interesante.
Cuando se vieron por primera vez después de las eternas vacaciones de invierno, se unieron como polos opuestos. Siempre se sentaron uno al lado del otro, y eso no iba a empezar a cambiar en décimo grado.
—¿Oíste?—le preguntó Oscar a Farlan mientras lo codeaba. Para Levi fue inevitable unírseles a la conversación—Parece que vamos a tener una compañera nueva. Ojalá ésta sí esté buena.
Qué pesado, pensó Levi mientras se rascaba la parte afeitada de su cabeza. Oscar era el tipo más baboso que había tenido el desagrado de conocer. Por desgracia, Farlan lo consideraba una especie de amigo, así que sólo le quedaba soportarlo.
—Petra llegó el año pasado y está re buena pero nunca te vi activar—se burló Farlan con una semi sonrisa pícara.
—Es que Petra está de novia, sino ya estaríamos juntos—Aseguró Oscar haciendo un ademán lleno de seguridad—Además, a Levi le gusta Petra. Sería de un tipo sin códigos intentar algo con ella. Después de todo, él la vio primero.
Levi suspiró. No era la primera vez que Petra entraba en este tipo de conversación.
—Primero que nada, Petra está de novia, como dijiste. Y segundo, sabes que no saldría con una chica. ¿Tengo que levantarme a tu padre para que lo entiendas?
Petra había llegado a sus vidas el año anterior, y si bien era en efecto despampanante, tenía novio. Tal vez Levi hubiese hecho una excepción con una chica como ella, pero seguía prefiriendo a los hombres. Por más encantadora que fuese y por más que sus tetas y su exuberante culo desafiasen a la gravedad, Petra no era más que una efímera y culposa fantasía para Levi. Claro que esto nadie lo sabía. Ni siquiera Farlan.
Oscar lo miró sorprendido, y Levi se dio cuenta de que se sintió insultado cuando éste se volteó dándoles la espalda. Por fin, pensó.
—Buenos días, clase—saludó uno de los profesores que habían tenido en años anteriores—¿Cómo la pasaron en sus vacaciones?
El hombre empezó a dialogar con algunos alumnos y tanto Farlan como Levi dejaron de escucharlo. Mandarse mensajes de texto a pesar de tenerse a centímetros de distancia se transformó en algo mucho más entretenido. Se enviaban memes y chistes cortos, y todo era risas y cuchicheos hasta que el profesor dijo algo que les llamó la atención. O más bien, vieron lo que el profesor estaba explicando.
—Su nombre es Isabel Jaeger. Ella comenzará este año, así que les pido que sean amables y la hagan sentir cómoda.
Los ojos de Levi no tardaron en inspeccionar el espécimen que tenía en frente, y aunque se consideraba totalmente gay, no podía negar que delante de él había una belleza de niña. Era bajita y tenía el cabello colorado apenas por debajo de los hombros. Se notaba que era su color natural, y eso lo hizo sonreír. No conocía gente colorada, y los modelos o actrices que veía por televisión le resultaban de lo más atractivos. Levi creía que las personas coloradas eran las que más chances tenían de ser elfos.
Cuando la chica… Isabel, se acercó para tomar asiento a dos bancos de él, Levi pudo advertir que sus ojos, además de ser enormes, tenían un color entre verde y ámbar que dejaban a uno sin aliento. También tenía una sonrisa muy cálida, y su piel, a diferencia de la mayoría de los colorados, era de un vivo tono oliva.
Isabel se sentó dándole la espalda, y Levi por fin decidió mirar a Farlan. Tuvo que contener una carcajada que poco lo caracterizaba, pues su amigo parecía estar congelado. Sus ojos, celestes y brillantes, estaban abiertos de par en par, y la mano con la que se sostenía la quijada estaba a punto de resbalarse de su rostro. Levi chasqueó sus dedos a centímetros de su nariz para que éste reaccionara—Cierra la boca, que vas a salpicarme de tanta baba que estás largando—Farlan salió de su ensoñación enseguida, y lo miró a su amigo como preguntándole si él también había visto lo mismo. Farlan se había enamorado. Y Levi, al pasar las semanas, lo entendió; Isabel era en efecto espectacular.
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El dúo pronto pasó a convertirse en un terceto; conformado por Farlan, por Levi, y por nadie más ni menos que Isabel Jaeger. Empezó cuando una de las profesoras nuevas les dio una tarea grupal, la cual consistía en hacer un folleto que estuviese en contra del calentamiento global y que concientizara a la gente para que cuidasen el planeta. Farlan y Levi siempre hacían proyectos juntos, y cuando vieron que Isabel aún no tenía grupo, no dudaron en invitarla al suyo. Ella aceptó encantada, y a ambos chicos les fue agradable tenerla alrededor. Isabel no era como la mayoría de sus compañeras, quienes estaban al tanto únicamente de su Instagram, de su manicura y de su maquillaje. A Isabel eso le valía verga, y era fácil sacarle tema de conversación.
El folleto debía tener diez caras y ser de doble faz. La profesora anunció de antemano que el trabajo les llevaría bastante tiempo hacerlo, y que no iba a aceptarlo si estaba incompleto. Tanto Farlan como Levi e Isabel dedicaban algo de tiempo al trabajo a la salida de clases, yendo por lo menos una hora a la biblioteca de la escuela, en donde podían trabajar con tranquilidad.
Las semanas pasaron y los trabajos se les fueron sumando. Algunos eran grupales, y otros individuales, pero fuese como fuese, los tres terminaban sentándose juntos en la biblioteca a hacer sus deberes.
—¿Sienten ese olor?—preguntó Isabel una tarde mientras estudiaban en la biblioteca para un examen.
El par olfateó para comprender de qué hablaba Isabel—Eso es por las alfombras—dijo Levi haciendo un mohín—Son viejas y no las limpian nunca. Huelen a viejo rancio.
Isabel no pudo contener su risa ante las palabras de su nuevo amigo, y tanto Levi como Farlan se le unieron divertidos. Unas personas que estaban alrededor de ellos los callaron, pero estos estaban tentados y les fue imposible comportarse.
—Tengo una idea—dijo de pronto Isabel, que ya estaba más calmada—Podemos estudiar en mi casa. Y hacer los trabajos allá. Tengo un living espacioso y mis papás no tienen problema con que lleve amigos—explicó con una de sus patentadas sonrisas.
—Sería genial. Podríamos hablar sin susurrar y no tendríamos que oler las alfombras con aroma a viejo rancio.
El trío volvió a reír, pero esta vez más controlados. Levi y Farlan estuvieron de acuerdo con la idea de su amiga, y quedaron en que después del examen para el que ya estaban casi preparados, podían empezar a ir a estudiar a la casa de Isabel.
Fue una semana después que ese día llegó. A la salida de clases los tres se subieron al auto de Farlan para ir hasta la casa de Isabel. Tenían un trabajo grupal de biología esta vez, y aunque era sencillo, no parecía que fuesen a terminarlo en una tarde.
Ni bien llegaron a la casa de Isabel, su madre, Carla, recibió al trío con una cálida bienvenida.
—¡Chicos! ¡Qué gusto! Mi nombre es Carla, ustedes deben ser Levi y Farlan. Isabel me habló mucho de ustedes. No quiero entretenerlos, así que vayan a estudiar tranquilos que más tarde les alcanzaré algunas bebidas y algo para comer.
Mientras Levi observaba a la mujer hablar, no pudo no notar lo idéntica que era a su hija. O más bien al revés; Isabel era idéntica a su madre. La genética estaba de lado de las Jaeger, parecía ser.
Los chicos le hicieron caso a la mujer y procedieron a hacer sus deberes en el living, el cual era enorme, tal como Isabel les había comentado. Les llevó unas buenas cuatro horas de investigación y debate, pero al menos lograron hacer casi la mitad del trabajo. Cuando se hicieron las siete de la tarde fue que tanto Levi como Farlan anunciaron que era hora de irse, y aunque Carla insistió en que se quedaran a cenar, éstos amablemente rechazaron su invitación, prometiéndole que la próxima reunión sí se quedarían.
Antes de irse, ya en el vestíbulo colocándose sus abrigos, escucharon cómo una llave se daba paso a la cerradura de la puerta principal, dando a entender que alguien estaba por entrar. Levi pensó que se trataría del padre de Isabel, quien había mencionado que era un excelente médico con horarios poco agraciados. Enorme fue su sorpresa cuando vio el chico que abría la puerta.
Era una versión masculina tanto de Isabel como de Carla. Alto, de unos veintitantos, con pelo castaño y algo alborotado, y sus verdes ojos dejaban en segundo lugar a los de su amiga. Levi no entendió cómo no dejó de respirar ahí nomás.
—¡Bro!—gritó Isabel mientras se le acercaba a este ejemplar apolíneo—Hoy viniste temprano, ¡justo para la cena!
—Hola, Izzy—saludó el chico con un tono dulce mientras le acariciaba la cabeza. Su voz era masculina, mas sonaba cálida y relajante. Casi se sentía como una caricia a los tímpanos—¿Qué tal?—siguió saludando, sólo que esta vez a Levi y a Farlan, quienes lo miraban atentos. Levi, por sobre todo—Soy Eren, hermano de Isabel.
Para Levi fue un trabajo de esclavo no tartamudear a la hora de devolver una escueta presentación.
—Levi.
—Hola, soy Farlan. Un gusto—saludó su amigo, no viéndose afectado ante tanta belleza.
—Igualmente, chicos.
Levi se dio cuenta de que la familia Jaeger tenía cierto encanto, y Eren, en particular, era su Jaeger favorito.
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Primer capítulo de lo que va a ser una historia… ¿adorable? No sé, eso espero, al menos. Sé que en estas dos mil y pico de palabras no hubo mucho Ereri, es que quise primero hacer una breve introducción de algunos personajes. A partir del segundo capítulo se viene la aparición interesante de Eren y es en donde con Levi empiezan a conocerse P_P.
